* Nota de
Soliman Or: Cuando en ocasiones reverencio, llamo e invoco a
la Madre Tartessos en estas páginas o en persona, es bajo
la forma de la Diosa, Gran Espíritu Cósmico Femenino, que
nos interpenetra y vivifica; y qué mejor forma de explicarlo que volcar
este artículo, donde maravillosamente nos descubre la conexión
directa que tenemos con Ella, la Madre, la Diosa que
llevamos dentro y que nos arrulla, protege y ama. Madre
Tartessos. Feliz año 2008.
Al abrazar a la Diosa, la Biblioteca
Viviente se abrirá y os enseñara los secretos encerrados en
el seno de la Madre Tierra pues ¡quién es la Madre Tierra
sino la misma Diosa? Cuando pensáis en el Creador Principal,
¿qué o a quién os imagináis? En vuestra sociedad se os ha
enseñado que la energía de Dios es la fuente, y la energía
femenina es la manera de actuar o la manifestación de ella.
Nosotros diríamos que es al revés —lo femenino representa la
fuente y lo masculino significa la manera de utilizar esta
fuente.
En verdad, la vibración del Creador Original es femenina. La
fuente, tal como la conocemos nosotros, es una vibración
femenina. Los consortes del principio femenino comenzaron
—al competir por el amor de la Diosa—, a separarse debido a
un mal uso de la energía, hace millones de años. Vosotros
sois una parte fragmentada de este mal uso de la energía.
Dos hijos pleyadianos de un dios mediocre se apoderaron de
la Tierra, libraron una batalla entre ellos y crearon el
actual dilema. Visto desde un encuadre mayor, no era más que
una pelea familiar. La divina Diosa Madre se dividió y se
convirtió en muchas formas para ser consorte de numerosos
dioses. Ellos quisieron satisfacer su hambre y amar y estar
con esta vibración de la Madre puesto que de ella proceden
todas las fuerzas vitales. La conciencia de la Madre es tal
que lo permite todo. Ella es la fuente que sostiene todas
las cosas, es el «pegamento» de la creación. Para algunos
este concepto es difícil de asumir, ni siquiera lo pueden
considerar. Este concepto es especialmente difícil para las
mujeres, les cuesta mucho pensar que una entidad, llena de
poder, recorra su sangre; una entidad parecida a ellas
mismas. Para los hombres es muy chocante pensar que, tal
vez, una vibración femenina sea la fuente de todas las
cosas.
Siente, en el núcleo más íntimo de tu identidad, la
nutrición que te proporciona y el regalo que te da la Madre;
siente su misterio. Habrá un despertar y una vuelta a la
energía de la Diosa Madre. En esta década os daréis cuenta
de que todas vuestras religiones están basadas en ideales
falsos. Todas ellas se basan en un mecanismo controlador,
sin compasión y patriarcal cuando, en realidad, es la Diosa
Madre la que está detrás de todas las cosas. Nosotros, en
las Pléyades, hemos descubierto las raíces del mal uso de la
energía: no hemos honrado a la madre. Hemos hecho cosas para
atraer la atención de la madre, sin embargo, no hemos
valorado las creaciones de la madre, los regalos de la
Madre.
Vuestro planeta tiene que aprender
quién es la Diosa en su aspecto creador. ¡Tenéis que
hacerlo! La comprensión de la parte sombría de la Diosa
existe en su explorar. También la Diosa hizo algo para
perder su poder. Esto se encuentra en las células de vuestro
Ser pues todos vosotros, tanto hombres como mujeres, lleváis
la Diosa dentro. Ella nacerá a través de vosotros, ya seáis
hombre o mujer. Hubo una decadencia y caída de la Diosa por
razones muy importantes. La energía de la Diosa siempre
reconoció los derechos de la fertilidad. La energía de la
Diosa no significa lo que se entiende en vuestro mundo
occidental; para ella el sexo no era lo que es en vuestro
mundo occidental; para ella el sexo no era una cosa
vergonzosa. A la Diosa le gustó el sexo. El sexo, como es
lógico, es vuestra herencia natural. No obstante, igual que
con otras cosas, hubo un mal uso de la energía sexual.
Hubo un tiempo en el que en el reino
de la Diosa se abusó tremendamente de la vibración
masculina. Las mujeres, influenciadas por fuentes externas,
perdieron su sentido de compañerismo y de unidad entre
hombres y mujeres y dejaron de honrarles. Al cabo de algún
tiempo, los hombres se convirtieron en un mero servicio de
semental dentro del reino de la Diosa. Las mujeres se
perdieron de tal manera en el poder de la Diosa que ya no
consideraban como iguales a los hombres. Se les consideraba
como simples objetos que sólo aportaban el derecho de
fertilidad. Muchos de ellos fueron asesinados después de la
celebración de un ritual de fertilidad con las
representantes de la Diosa. Se practicaba la castración y
otros sacrificios. Esto es verdad. Las mujeres abusaron de
la energía sexual masculina creando, de este modo, el actual
contragolpe. Pero todo está cambiando y encontraréis a la
Diosa llena de compasión, penetrando la vida de todos
aquellos que quieran sentirla.
La energía de la Diosa estuvo, en un
momento dado, llena de una tremenda fuerza negativa y fue
desviada de su propósito. Esto sucedió antes de la era
cristiana. Luego, el péndulo osciló hacía el otro extremo y
cuando la vibración masculina empezó a tener un papel
activo, los hombres respondieron con vehemencia a todo lo
que les habían hecho algunas mujeres. Vuestra memoria está
almacenada en las experiencias que habéis elegido vivir.
Estáis cubiertos por una capa de
energía negativa, controladora y casi divina y ahora ha
llegado el momento de reconocer a la Diosa. Hace falta
establecer un equilibrio evitando que se adore más a una
vibración que a la otra. Cuando los hombres honren a la
Diosa, aprenderán a valorar la vida. Las mujeres aprenderán
a redefinir la forma en que la vida se materializa. La vida
puede manifestarse mediante un gran orgasmo durante el
parto.
Tenéis que reestructurar vuestras
creencias y experiencias en este área. Cuando empecéis a
explorar a la Diosa, comenzaréis a valorar la vida, dejaréis
de crear un exceso de población y dejaréis de matar. La
comprensión de lo que es la vida, la muerte, cada especie y
la interconexión de todo —que todo está conectado a la misma
fuente— tiene que llegar a ser el paradigma primordial del
mundo.
El movimiento patriarcal cambió
vuestra historia relegando a la Diosa a los murmullos de los
mitos y leyendas. ¿Dónde se habla de la Diosa en vuestra
Biblia, vuestro Corán, vuestra Torah? La batalla entre la
Diosa y el patriarcado ha seguido, y, hoy en día, estáis tan
lejos de la energía de la Diosa que ni siquiera tenéis una
imagen o un modelo de cómo podría ser la Diosa. ¿Conocéis a
alguna sociedad occidental que honre a la Diosa? Y, sin
embargo, la entrada este de Estados Unidos está guardada por
una mujer galante sosteniendo una luz.
La Diosa es muy generosa. Se ha
quedado entre bambalinas durante la batalla patriarcal pues
sabe que ella es la fuerza creativa detrás de todas las
cosas y que todas las cosas han de volver a ella en algún
momento. En su generosidad, permite que las cosas sean así.
¿Qué significa dar a luz, amar lo que se ha creado y
permitir que estas creaciones sigan su proceso de evolución
sin interferir? ¿El amor es protección o es el permiso de
que las cosas sigan su curso? Si una fuerza divina fuera
proteccionista con respecto a sus creaciones, controlaría lo
que estuviese aprendiendo de sus creaciones y por lo tanto
sólo asimilaría lo que permitiese —basándose en la amplitud
del permiso—. Pero una fuerza que permite todo, tiene la
oportunidad de aprender de una manera ilimitada porque tiene
la capacidad de decir: «¡Muéstramelo! ¡Enséñame! Yo soy tú.
Tú eres yo». Así es el estado de la conciencia.
A nosotros nos gustaría que cada uno
de vosotros conociese a la Diosa. Buscad el modo de que la
Diosa se manifieste de alguna manera en vosotros. Invitadla
para que os enseñe qué es la vida. Ella comenzará a trabajar
con vosotros profundamente. Muchos de vosotros habéis
llamado a los pleyadianos para que formemos parte de vuestra
vida. Nosotros jugamos con vosotros y vosotros conocéis
nuestra vibración, nuestro sentido del humor y nuestros
trucos —también nosotros trabajamos con la Diosa.
¡Las cosas tienen que cambiar! Y, la
verdad, es que la Diosa está orquestando los sucesos como
parte de la solución. La energía de la Diosa trabaja con
vuestro corazón para mantenerlo abierto. Nosotros os pedimos
que mantengáis el corazón abierto, y no sólo en vuestro
beneficio, sino también para aquellos que cruzan vuestro
camino en estos tiempos de grandes lecciones. Si honráis el
principio femenino en vosotros mismos y en el planeta, este
reconocimiento servirá de nuevo fundamento para vuestras
comunidades y civilizaciones.
Queremos que busquéis esta fuerza
vital. Mirad más allá de lo que os han enseñado. Encontrad
esta parte de la Diosa, esta energía femenina que está tanto
en los hombres como en las mujeres y que está esperando ver
la luz. Observad con alegría cómo podéis influir a otros y
cómo ellos hablarán de las cosas que estáis descubriendo.
Todo lo que aprendáis será magnificado y enviado
telepáticamente con bastante fuerza a los que están
compartiendo con vosotros este viaje.
La Diosa Madre representa el principio del amor.
Hemos mencionado la frecuencia de la luz —siendo la luz
información y la frecuencia del amor creación—. La capa más
profunda de la información pleyadiana tiene que ver con la
sensualidad y la sexualidad —la creación gracias a la
vibración de amor por la Diosa—. Trabajar con la energía de
la Diosa requiere una exploración más profunda del principio
femenino.
Ha llegado el momento de hablar,
mostrar y compartir el conocimiento femenino de una forma
mágica y mística. Ha llegado el momento de compartirlo con
los hombres. Muchas mujeres dicen: «¿Qué puedo compartir? Ni
siquiera yo lo entiendo». Bueno, ha llegado el momento de
meteros en vuestro interior y preguntar. «¿Qué son estas
sensaciones que tengo? Si tuviera que explicar a alguien qué
es una mujer, ¿cómo lo explicaría? ¿Qué puedo hacer para ser
más divina dentro de un cuerpo femenino, crear más magia?»
La Diosa que lleváis dentro sabe y pasa la información de su
sistema a otro.
A lo largo de esta década (años 90)
habrá un incremento de Maestras y líderes femeninas, pues la
Diosa se «encarna» de esta manera. Esto no quiere decir que
la Diosa no trabaje con las vibraciones masculinas; también
los hombres aprenderán cómo manifestar a la Diosa. No existe
la discriminación, ni hay rabia. La Diosa es un Ser que lo
permite todo. A lo largo de eones ha permitido que pasen
todas estas cosas para que todo el mundo pudiera aprender.
La Diosa está ahora reclamando que se honre aquello que ella
ha permitido que fuera creado gracias a los misterios más
íntimos de la sangre —gracias al regalo de su propio
vientre—.
La sangre, con sus misterios, es la
clave para entenderos vosotros, vuestra línea genética y a
la misma Biblioteca Viviente. Vosotros sois parte del
viaje —por así decirlo— de vuestra sangre, tanto hacia
delante como hacia atrás en el tiempo. Podéis tener acceso a
vuestros antepasados y ancestros, podéis sentirlos,
experimentarlos e influenciarlos con tal de prestar atención
conciente a la sangre. Como humanos crecéis y os alimentáis
gracias a la sangre de vuestra madre. Esta rica y vital
sustancia aparece, gracias a las mujeres, como por arte de
magia. La menstruación ha sido considerada como una muestra
de poder y también como objeto de vergüenza y ridículo,
tanto por los hombres como por las propias mujeres.
La sangre es un símbolo vivo, que
demuestra la evidencia cíclica de vuestra conexión con los
ancestros y los códigos de la conciencia que están
almacenados dentro de todos los seres. Sois una librería
genética y en vuestra esencia espiritual están catalogados
los archivos de las experiencias personales, planetarias y
celestiales. Estas experiencias son accesibles en vuestra
forma tridimensional, a través de vuestra sangre. Vuestra
sangre está repleta de historias. Está llena de patrones, y
diseños geométricos que se reconocen a sí mismos de acuerdo
con vuestro estado de conciencia y vuestro deseo. Para poder
despertar a una nueva visión de la vida, debéis estar
dispuestos a reconsiderar las cosas y a cambiar. Vuestros
pensamientos se graban en vuestra sangre. Lleva impresas
unas determinadas vibraciones, según vuestros sentimientos,
que luego son radiadas al exterior para que todos los mundos
puedan leerlas. Sois la suma total de vuestra forma física
debido a vuestra sangre.
En las cavidades óseas de la estructura de vuestro esqueleto
se produce la sangre. De acuerdo con la heliografía de
vuestro deseo, la sangre será enriquecida o despojada,
combinada con vuestra habilidad de decodificar la vida como
una serie de lecciones que os habéis creado a vosotros
mismos. Es fácil enriquecer y reestructurar vuestra sangre.
Dentro de vuestro cerebro existen pequeñísimas partículas,
como imanes, que se ven afectadas por los rayos solares.
Desde las Pléyades se están enviando al Sol, a través de las
«autovías» cósmicas, grandes olas de energía y códigos para
civilizaciones enteras. Vuestro Sol os transmite a vosotros,
y también a la Luna, estas energías. Las energías entran a
través de vuestro cráneo y, debido a un proceso
electromagnético, se pegan a estos pequeños imanes de
vuestro cerebro.
El trabajo con el cuerpo puede cambiar
la estructura de vuestra sangre. Cuando alineáis vuestra
conciencia para que sea más completa, vuestra sangre se
purifica. Se convierte en algo muy sagrado. La información
se almacena dentro de huesos y piedras. Los glóbulos de la
sangre se «fabrican» en la médula ósea. Cuando alineáis los
huesos, cambia la relación de los mismos con el resto del
cuerpo. Cuando los huesos están alineados se purifica la
sangre y hay una línea sanguínea más accesible y se ordenan
los secretos internos de la identidad.
Las mujeres han odiado muchas veces su
sangre menstrual en lugar de comprender que ella es la
fuente de su poder. La sangre lleva los códigos
genéticos y, dado que la Diosa Madre es la fuente de todas
las cosas, de ella proceden los códigos. Es ahí donde está
escondida la historia. Se puede utilizar la sangre menstrual
para nutrir la vida vegetal, para marcar la Tierra y para
hacerle saber a la Tierra que la Diosa está otra vez viva.
Generalmente, las mujeres ya no
sangran directamente sobre la tierra. Hacerlo supone una
transferencia directa de la energía de la Diosa. Cuando las
mujeres dan su sangre a la tierra, ésta se nutre. Durante
eones se ha dicho a las mujeres que su sangre es una
maldición y han empezado a sentir miedo de su propia sangre.
No comprenden que es su fuente y su poder. Una vez que
abandonéis los viejos tabúes y comencéis a trabajar con
vuestra sangre menstrual, os daréis cuenta de que tenéis un
efecto diferente sobre los animales y las plantas de la
Biblioteca Viviente.
¡Mujeres, si todavía tenéis la
menstruación, sed sabias y honrad a vuestro cuerpo y a
vuestra sangre! Vuestra sangre es una de las fuentes más
elevadas de fertilidad y de marcaje de vuestro territorio.
La comprensión de los misterios de la sangre es la clave que
os conecta con vuestra fuente de poder y con vuestro
conocimiento más íntimo.
Podéis marcar el terreno en el que
vivís con vuestra sangre menstrual. Podríais empezar por los
puntos cardinales: norte, sur, este y oeste. Y, con el
tiempo, impregnaríais la tierra igual que un pintor pone
capas de pintura sobre un lienzo. Podéis diluir la sangre
con agua y así aumentar la cantidad. Podéis bendecirla y
utilizar cristales para que mantenga su vibración. Este
proceso supone el marcaje del territorio de la Diosa. Hará
que las plantas y los animales tengan una renovada vitalidad
y la sensación de ser Uno con la Diosa.
En algunas de vuestras historias
antiguas se utilizaba la sangre para mantener alejado el mal
y para sellar un compromiso. A veces se marcaba una puerta
con sangre de menstruación. Nadie se hubiera atrevido a
tocar esta puerta, ni los que habitaban detrás de ella, pues
se entendía que allí reinaba la Diosa. En aquellos tiempos
antiguos aún se le respetaba y, además, se sabía que cuando
se tonteaba con la Diosa y no se obedecía, el trabajo
realizado no era de orden divino.
Nosotros sugerimos que cuando fundéis
nuevas comunidades, que las mujeres se junten durante el
período de su menstruación e intenten entender este momento
y compartan su poder y su conocimiento con los hombres.
Explorad los misterios de la sangre como un proceso natural
de la vida comunitaria. Vuestro cuerpo y sus ciclos crean
una imagen de la vida. El poder es una cosa muy importante
que debéis comprender. Pensad en la dinámica que supone el
hecho de tener un niño. La mujer sostiene una fuerza vital
que crea movimiento y que desea nacer. En todo ello hay un
poderoso misterio. Contiene tanto poder que la vibración
masculina comenzó a temer el proceso y la magia del
nacimiento. El hombre olvidó cómo transmitir, a través de su
cuerpo, la vida al planeta y empezó a sentirse amenazado por
el poder de la mujer. Los hombres tienen que acostumbrarse a
la menstruación de las mujeres y prestarles su apoyo. Habrá
un tiempo que desearéis saber algo más sobre vuestro linaje
y deberéis asumir la responsabilidad de conocer el momento
más idóneo de tener un niño, pues la vida se convertirá en
algo muy valioso.
La menstruación de las mujeres formará
una parte muy importante de la vida comunitaria. Cuando las
mujeres comprendan, la Diosa será activada gracias a este
poder y volverá a todos vosotros. Si queréis tener un jardín
más fértil, el más fértil de la ciudad, utilizad vuestra
sangre diluida en agua. Vuestro jardín florecerá. Os daréis
cuenta de que vuestra sangre puede acelerar el crecimiento
de los alimentos. Acelerará muchas cosas. La menstruación de
las mujeres no es un error de la naturaleza. Es uno de los
mayores regalos. Es el elixir de los dioses.
Las mujeres aborígenes guardan su
sangre menstrual en bolsas y luego la utilizan para sanar
heridas. Hay muchas cosas que las mujeres pueden hacer con
su sangre. Hay algunas a quienes no les gusta ser mujeres.
Cuando tenéis el período os parece desagradable, incómodo,
doloroso, ni el momento ni la experiencia en sí os parecen
convenientes. Y para los hombres, que no saben lo que
ocurre, también es una situación embarazosa. A partir de
ahora, contactad con la Diosa, abrid vuestro corazón y
descubrid a dónde os puede llevar la menstruación y qué os
puede enseñar porque en el proceso de la menstruación se
encuentran muchas claves para atraer de nuevo a la Diosa
hacia la Tierra. Hay una necesidad de volver a compartir el
poder a través del compañerismo.
Aún quedan muchos más misterios que
desvelar, desplegar y reinterpretar. Algunos de vosotros os
preguntaréis por qué estamos hablando de este tema. Es muy
importante. Si no estáis interesados en la energía de la
Diosa y los misterios de la sangre, os diremos que estáis
perdiendo una parte integral de la vida y no comprendéis lo
que está ocurriendo en la Tierra. Si os molesta o pensáis
que es un tema irrelevante no habéis entendido nada. Esta es
una de las enseñanzas más poderosas que os podemos
transmitir en estos momentos para ayudaros a comprender lo
que va a venir. Para que se abran vuestros corazones, tenéis
que honrar la vibración de la Diosa de modo total y
completo.
La sangre menstrual está altamente
oxigenada y es la sangre más pura, además de llevar el ADN
descodificado. Es el oxígeno que descodifica estos
filamentos y permite la reestructuración de los datos.
Vuestros científicos están jugando ahora con un tercer
filamento de ADN. Están aprendiendo cómo construir
filamentos de ADN basándose en la luz de los fotones —fibras
dentro del cuerpo que nosotros llamamos filamentos
codificados con luz.
El misterio de la sangre ha sido
distorsionado por vuestras religiones modernas. ¿Os habéis
cuestionado alguna vez qué significa la comunión cristiana?
Os dicen que comáis el cuerpo y bebáis la sangre de Cristo.
¿Qué significa esto? Si tenéis una educación, cristiana
habéis oído una y otra vez: «Este es mi cuerpo. Esta es mi
sangre». Este ritual es una distorsión. Tomar el cuerpo y la
sangre provoca una sensación de canibalismo y se basa en una
instilación antigua y enferma de los tiempos de los
reptiles. Lo patético de este planeta es que hay una
tendencia de las multitudes en defender causas sin saber de
qué se trata en realidad. La era de la ignorancia está
terminando. Estáis entrando en la era del conocimiento
venturoso. Nosotros tocamos algunas frases claves,
utilizando sonidos que significan algo para vuestra mente.
Y, a otro nivel, se está empleando un
lenguaje que vuestros cuerpos puedan descodificar, algo
parecido a los círculos en los campos de trigo. Queremos
añadir algo más a este pastel. La Luna influye en los ritmos
de la Tierra. ¿Quién se atreve a decir que esto no fue
diseñado? La Luna reina sobre el flujo energético dentro del
cuerpo, igual que gobierna las mareas en vuestro planeta. Es
una computadora electromagnética muy poderosa. Si la Luna
afecta a las mareas, también afectará a las mareas dentro de
vuestro cuerpo —la sangre y las hormonas que hay en la
sangre.
Ha habido diferentes ciclos en vuestro
planeta acompañados por el movimiento del péndulo. Hubo un
largo reino de la energía matriarcal en la Tierra. Luego
comenzó el reinado del patriarcado que erradicó toda señal
de liderazgo y conocimiento femenino. La sabiduría femenina
sólo se transmitía mediante mitos y leyendas y en ellos sí
se reconocía a lo femenino como participante y perceptor de
la vida. Gracias al proceso de parto lo femenino se sentía
conectado a la red existencial.
Hubo un tiempo en el que fuerzas de
inteligencias extraterrestres trabajaron para activar el
principio femenino. Esto se hizo porque lo femenino tenía la
habilidad de dar a luz y sentir la vida. De ahí procede la
asociación de lo femenino con la Luna. Era una influencia
procedente de ella que transmitía el programa de energía
femenina. La Luna es como una enorme computadora, y
diferentes entidades y formas de inteligencia pueden
poseerla o tener la habilidad de programarla. Hubo seres que
programaron este astro en el ciclo femenino. Se recuerda
esto porque fue una época benévola y de amor. Luego, claro,
las cosas cambiaron.
Desde hace eones, la energía lunar ha
ido enviando frecuencias electromagnéticas a la Tierra para
mantener el ADN de dos filamentos. No os enfadéis con la
Luna por esto. No hay nada malo en ella. Sólo está emitiendo
un programa. La Luna establece un programa de crianza dentro
de las mujeres. Este ciclo reproductivo crea la posibilidad
de producir niños con mucha más frecuencia de lo que
permitiría el ciclo solar. Debéis comprender que la Luna
marca vuestro programa de reproducción. Sin embargo, ahora
podéis entrar, como especie, en un nuevo ciclo de
procreación. Esto ayudará a que se estabilice la población
sobre el planeta y a que la superpoblación no se salga de
madre. Existe el miedo a que la población de Estados Unidos
se duplique en un plazo de tiempo muy corto. Ya se os están
rompiendo las costuras. A lo largo de los próximos cincuenta
años habrá una influencia diferente sobre la Luna y los
ciclos lunares cambiarán los ciclos terrestres.
Todo cambiará drásticamente. Ahora
estáis disponibles todos los meses para un embarazo. El
experimento será completamente diferente cuando estéis
disponibles solamente una vez al año. El cambio afectará a
todo el ciclo femenino y alterará así el número de
embarazos. El actual sistema no funciona; os destruiríais
debido a un exceso de producción. A estas alturas, cuando la
población mundial amenaza con explotar, no os conviene estar
disponibles para concebir en cada ciclo lunar.
La comadrona fue considerada durante
muchos siglos el peor enemigo de la religión cristiana,
porque ella sabía cómo aliviar el dolor, ella podía hablar a
las mujeres de los misterios de su cuerpo y entendía de
hierbas, una parte sagrada de la Biblioteca Viviente. La
religión cristiana se volvió muy patriarcal y empezó a
tenerle miedo a la Diosa y a las mujeres. Temía que el poder
femenino quitara autoridad a la Iglesia y a los hombres.
El tema del aborto no tiene nada que
ver con la cuestión de si se debe o no practicar el aborto.
Se plantea para que la gente esté separada y para crear
confusión con respecto a la energía femenina. Es un plan
contra la Diosa que quita el poder a las mujeres y las hace
creer que no tienen elección; o que cuando exista una
elección, ésta sea el aborto. Hay planes para provocar una
enorme confusión en las mujeres en lo que se refiere a su
cuerpo. Eso está bien. No hay problema porque cada una de
vosotras elige las lecciones que necesita aprender. Podéis
abrir vuestro corazón y enviar energía sanadora a la gente,
invitándola a que expanda su estado de conciencia, pero no
la podéis cambiar.
La energía de la Diosa se mueve muy rápida y está dispuesta
a trabajar con todos aquellos que quieran recordar su
llamada. Sus instrucciones dicen que debéis honrar a vuestro
cuerpo aquí en la Tierra y a vuestra sexualidad, porque
todos habéis sido creados mediante este proceso. Sabemos que
algunas de estas ideas os hacen sentir incómodos y por eso
las estamos exponiendo. Abrazad la plenitud de vuestro
cuerpo y a todo lo que hay que hacer y comenzad a trabajar.
Trabajad juntos y jugad juntos.
¡Mujeres, despertad y comenzad a leer
el manual de instrucciones de vuestro cuerpo y descubrid que
poseéis algo muy valioso! ¡Hombres, también vosotros poseéis
algo de mucho valor y este algo se llama cuerpo y tiene
ciclos, ritmos y patrones. Puede hacer cosas milagrosas!
El hecho de creer que el sexo es algo
que sólo sirve para procrear es una gran distorsión de
vuestra identidad. Haberos enseñado esto es una parodia.
Nadie tiene que tener un hijo si no quiere. Comenzad a
pensar que sois capaces de influenciar a todas las funciones
de vuestro cuerpo, inclusive la concepción. Podéis decir:
«Yo sé que mis pensamientos y sentimientos controlan todas
las funciones de mi cuerpo. Lo practicaré y cuando esté
dispuesta a tener un bebé lo energetizaré. Sin mi
consentimiento no estoy disponible». Esto es un concepto muy
liberador a tener en cuenta.
Si cada mujer en este planeta
realmente supiera cuánto poder hay en ella ¿qué pensáis que
diría el patriarcado? Hace eones, una versión del
patriarcado fue amenazado por el poder de las mujeres. Así
que las mujeres dudaron, escondiendo su poder, y los hombres
podían dar el golpe y decir: «Vamos a aprovechar la
oportunidad y vamos a gobernar el mundo. A ver qué tal nos
va». La fuerza femenina se tuvo que sentar en el asiento
trasero. Las mujeres acordaron creer que tenían una
maldición en su cuerpo y que la menstruación era una cosa
mala. Las mujeres pusieron en duda la propia fuerza vital
que hay en ellas y si realmente tenían una influencia sobre
sus funciones.
No sólo las mujeres se ven afectadas y
son controladas por la Luna. También los hombres. Nacéis
gracias al ciclo de las mujeres y vuestros ciclos sexuales
están marcados por él. Puesto que la Luna gobierna las
mareas, y vuestro cuerpo consiste en un 90% de agua, la Luna
afecta asimismo a las mareas de vuestro cuerpo. Los hombres
también pueden sentir y trabajar con las fluctuaciones de
sus hormonas cuando sus cuerpos van pasando por los diversos
ciclos; pueden aprender a reconocer la sutilidad del ritmo
masculino. Debido a la implacable presión y el control en
torno a los hombres, sus ciclos no son tan reconocibles como
los de las mujeres que se exteriorizan mediante símbolos
como, p. ej. la sangre. La vibración masculina no está
sintonizada con la espontaneidad, más bien está alineada con
la obediencia. ¿Obediencia a qué? Obedeciendo a determinadas
ideas suyas sin sentir si estas ideas o creencias son
apropiadas.
Sugerimos que más hombres empiecen a
cuestionar la autoridad y digan: «No voy a hacer esto. Al
demonio con ello. En lugar de esto haré aquello». El
impulso actual de la vibración masculina es buscar más
libertad emocional, igual que el de las mujeres. Sin
vuestras emociones no podéis descubrir quiénes sois. Para
poder comprender los misterios más profundos, los hombres
tienen que hacer las paces consigo mismos y entender que sus
emociones son su parte femenina.
Para los hombres, la sangre es más
misteriosa porque toda la sangre de un hombre siempre está
dentro de él. No es algo que él pueda ver y sentir cada mes
como lo pueden hacer las mujeres. La guerra es una
distorsión inventada por el patriarcado en un intento de dar
a los hombres el poder de la sangre. Pero esta sangre no
significa lo mismo. Porque ésta se hace visible debido a la
violencia, la vida se destruye, se mutila y se asesina y
todo ello con las emociones sofocadas y suprimidas. Sólo hay
una manera apropiada para que un hombre pueda integrar el
poder de la sangre —y es que una mujer le regale su sangre,
que comparta su propio elixir—. Hay muchas maneras de
hacerlo. Una forma fácil es que un hombre coma frutas y
verduras que hayan
sido regadas con sangre menstrual. También se puede marcar a
un hombre en la nuca o en la planta de los pies con sangre
menstrual. Su cuerpo absorberá el conocimiento que hay en
ella.
Los hombres necesitarán la sangre de
las mujeres y las mujeres recordarán a la Diosa que mora en
ellas y encarnarán el principio de la Diosa. Este principio
os enseñará cómo crear un equilibrio en el planeta. Es
nuestro deseo que cada una de las mujeres entienda los
misterios de su cuerpo y que los comparta sin secretos, con
la vibración masculina apropiada. A veces, los hombres
tienen miedo a la sangre femenina.
Muchas veces éstos vacilan en hacer el
amor con una mujer que tiene el período. En las mujeres
aparece ansiedad si el hombre piensa que la menstruación es
algo desagradable. Si disfrutáis de la actividad sexual
durante la menstruación, ya seáis hombre o mujer, os
felicitamos porque habéis superado un tabú muy profundo.
Estáis compartiendo una conexión a nivel celular. Hacer el
amor durante el período, en una relación estable de pareja,
es una manera muy poderosa de compartir la sangre. Es un
ritual muy antiguo y no aconsejamos proezas aventureras en
lo sexual para compartir la sangre menstrual. Es un acto muy
poderoso y sagrado. ¿Por qué pensáis que ha existido tanto
tabú sobre este aspecto? ¿Por qué se os ha desviado de los
misterios de la sangre durante eones? Tal vez haya sido
porque se podrían abrir puertas a conocimientos que los
dioses no querían que tuvieseis. La sangre contiene los
archivos de las experiencias personales, planetarios y
celestiales. Cuando entráis en contacto con la sangre,
durante la unión sexual, olas de conocimiento os inundan y
gran parte de este conocimiento está más allá de lo que
actualmente podéis entender e integrar. Puede que hagan
falta años hasta que se despliegue la profunda sabiduría que
se ha descodificado mediante la sangre en vuestros cuerpos.
La contraparte masculina de la
sangre menstrual es, por supuesto, el esperma. El
esperma contiene, igual que el «chip» de un ordenador, el
código de inteligencia para la evolución de la conciencia.
Esto se puede medir actualmente por el grado en que la
vibración masculina acepta y recuerda a la Diosa. Es el
espermatozoide el que decide si un bebé es masculino o
femenino. El óvulo siempre es el mismo; es el espermatozoide
el que toma estas decisiones. El esperma es la historia de
la Madre, codificada en la vibración masculina y contiene el
«cómo» el hombre recuerda esta historia.
¿Podéis imaginas que hay una conexión
telepática entre el espermatozoide y su dueño? Cuando un
hombre hace el amor con una mujer que tiene el período, su
esperma puede actuar como un explorador y aportarle
telepáticamente todo el poder y el conocimiento de la mujer.
El hombre tiene acceso a la total identidad de la mujer
durante este período. ¡Mujeres, debéis estar preparadas para
compartir con vuestro compañero vuestros secretos más
íntimos de quiénes sois cuando tenéis una relación sexual
durante la menstruación! Tenéis que estar preparadas a que
vuestro compañero acepte y comparta vuestro poder. Es el
misterio más antiguo. Los dioses Enlil y Enki tuvieron,
durante el período histórico sumerio, una disputa sobre el
tema de cómo tratar y en qué condiciones se debía mantener a
los súbditos, los humanos. El gobernador Enki protegió a los
humanos y, a través de las mujeres, regaló el conocimiento
sexual a la raza. El gobernador Enlil, sin embargo, prohibió
a los humanos estrictamente todo conocimiento sexual porque
temía que éste los igualaría a los dioses. Estos conceptos y
presunciones invisibles y enraizadas a nivel celular hacen
referencia, en versión moderna, a la historia de la creación
—Adán y Eva, la serpiente y el jardín del Edén—. El
conocimiento sexual era el regalo de Enki mientras Enlil
quiso manipular y separar a los humanos para que no pudiesen
conocer las actuaciones de los dioses.
La sangre de las mujeres tiene la
vibración del color rojo. En los hombres, el esperma tiene
la vibración del color blanco. Cuando se mezclan la sangre y
el esperma se obtiene otro elixir. El mero pensamiento de
que un hombre pudiese tocar, hacer el amor o, incluso,
mezclar el semen con sangre, con una mujer durante su
período, fue considerada como la peor de las blasfemias. Sin
embargo, hace mucho tiempo, en las épocas antiguas, cuando
todavía se comprendía la energía de la Diosa y se
reverenciaba a las mujeres, esta mezcla fue considerada por
los hombres como el elixir de la inmortalidad. Los hombres
comprendieron que, al beber la sangre menstrual o mezclar su
esperma con ella, se revitalizaba y se vigorizaba. Era una
clave para conseguir la inmortalidad.
Estos dioses (les denominamos dioses
por llamarles de alguna manera y tal vez el término «diosecitos»
sería más apropiado) se enamoraron de tal forma de la
energía de la Diosa que querían ingerir el poder a través de
la combinación de semen y sangre femenina. Recordad que el
espermatozoide utiliza sangre cuando fertiliza un óvulo. Lo
usa de muchas maneras diferentes. Todos lleváis esta
impronta. Estamos sacando este tema porque queremos que
meditéis sobre él. Queremos que recordéis la poderosa
naturaleza de vuestro cuerpo y nos gustaría llevaros más
allá de las cosas que os han avergonzado. Tenéis que daros
cuenta de que muchas versiones de autoridades han desviado
por completo la comprensión de vuestro mayor regalo —la
fuerza vital del semen blanco y de la sangre roja.
En el mito del jardín del Edén, la
vibración femenina recibió el nombre de Eva. Por supuesto
que no era la primera mujer. Es la Diosa la que crea vida.
Posteriormente se cambió la historia para haceros creer que
la vibración masculina tenía la habilidad de crear vida. En
esta versión se dice que las mujeres fueron hechas de una
costilla de un hombre. Esto no es así. Siempre es la Diosa
la que sabe cómo crear vida porque es la Diosa la que lleva
la sangre. La Biblia relata la historia del árbol de la vida
y del árbol del conocimiento. El árbol del conocimiento os
permite estar informados. Se pueden equiparar habilidades y
prácticas sexuales con este árbol del conocimiento, del cual
se les prohibió a los hombres que comiesen. También se les
prohibió asociarse con el árbol de la vida.
¿Qué es el árbol de la vida? Muchos
piensan que es un árbol en el cual crecen frutas. Se rumorea
que si se come la fruta de este árbol, uno se vuelve
inmortal. En los tiempos antiguos se sabía que esta fruta
era la sangre de la Diosa. Esta era la fruta del árbol.
Visualizad vuestro cuerpo y vuestro sistema nervioso como un
árbol. Los cuentos no están hablando de las frutas que
crecen en árboles, están hablando de los frutos de vuestros
cuerpos —las secreciones y sustancias que son auténticos
regalos de los dioses—. Desde hace eones, los dioses os
están apartando de este conocimiento.
Hacer el amor con una mujer durante su
período es una de las vibraciones más altas porque se abren
puertas a otros reinos. Compartir la sangre es aceptar una
mayor conciencia. Hubo un tiempo en el que esto estaba muy
«en boga» y fue una práctica muy respetada porque la gente
sabía lo que pasaba. Recordad que hubo un tiempo en el cual
la comadrona era la peor enemiga de los cristianos porque
conseguía que las mujeres siguieran en contacto con su
cuerpo y ayudaba durante el proceso del parto. Cuando se
proscribieron y se suprimieron las comadronas, las mujeres
tuvieron que visitar a médicos masculinos a los que no les
estaba permitido aliviar los dolores del parto. ¿Sabéis por
qué? Porque las antiguas leyes religiosas decían que
había que castigar a las mujeres por intentar conseguir la
libertad sexual. Esta ley se aplicaba incluso en el campo
médico. Sólo en los últimos cien años o algo así se les ha
permitido a las mujeres que recibiesen algún tipo de ayuda
durante el parto. Esta ayuda es patriarcal y en la mayoría
de los casos no está basada en su propia e innata sabiduría.
Había una tradición de miedo en torno
a los malentendidos del poder femenino. El miedo al misterio
que hay en las mujeres se tiene que extinguir. Este es
tiempo de compañerismo; es tiempo de relaciones. Deseamos
hablar de la menopausia. A muchas mujeres les entristece el
hecho de dejar de tener el período, justo cuando empiezan a
comprender el poder de la menstruación. No obstante, la
menopausia también es una época de gran poder para las
mujeres. En los tiempos antiguos, las mujeres viejas fueron
reverenciadas por su sabiduría y su magia y este aspecto
está volviendo. La menopausia implica una profunda infusión
de energía, señalando el momento en el que la mujer es capaz
de sostener su propia sabiduría —la conexión con los
ancestros.
Cuando una mujer tiene la menopausia
experimenta una pausa. Si es capaz de mantenerse en esta
pausa, algo dentro de ella se transforma y llega al lugar de
la sabiduría. A lo largo de la reciente historia se creía
que había que temer a las mujeres cuando dejaban de tener el
período porque era entonces cuando podían retener su sangre
y con ella todo su poder. Cuando las mujeres llegan a los
cuarenta años, algunas incluso cuando llegan a los treinta,
decretan su muerte puesto que empiezan a energetizar el
proceso del envejecimiento. Se aparta a las mujeres de sus
propios ciclos naturales y, debido a sus pensamientos, odios
y maldiciones a su propio cuerpo, ellas mismas desequilibran
su cuerpo. Hay un total malentendido en lo que respecta a la
menopausia. Es algo parecido a lo que ocurre cuando se
piensa que la menstruación es una maldición; todo el mundo
tiende a adoptar estas interpretaciones erróneas. La
menopausia supone un gran regalo y, en este momento de la
vida, no se pierde nada. Es un momento que contiene una
enorme ganancia y un verdadero florecimiento, exactamente lo
contrario de lo que os han contado.
Sucede muchas veces que los hombres, a
quienes se les ha practicado una vasectomía, temen a su
poder sexual y creen que no tienen poder sobre sus cuerpos.
La representación simbólica de la vasectomía demuestra su
sensación de debilidad —piensan que su esperma y su pene no
hacen lo que ellos quieren—. El miedo al esperma crea miedo
al cuerpo. Aquellos que se han hecho una vasectomía,
aceleran problemas con su próstata porque interrumpen el
flujo de su esperma y esto provoca dificultades en el
cuerpo. Nosotros no recomendamos la vasectomía. Os diríamos
que aprendierais a utilizar vuestros cuerpos en lugar de
culpar a las funciones de vuestros cuerpos, provocando
desórdenes. Estad abiertos a la sensación de milagro cuando
comencéis a reconsiderar vuestras creencias sexuales.
La Diosa tiene la habilidad de poner
sus secretos en la sangre y es ésta la que crea. Por eso las
mujeres sangran. También es la razón por la cual las mujeres
han sido desviadas a no honrar su menstruación. Todo esto
son cosas importantes. Nosotros queremos que, como personas,
desarrolléis una relación muy íntima con la Madre Tierra.
¿Cómo lo vais a hacer? El trabajo primordial de la Diosa
consiste en relacionarse. Es así como crecéis. No siempre
crecéis cuando estáis solos. Vosotros a lo mejor pensáis: «Oh,
tengo más paz y tranquilidad cuando estoy en casa. Tengo más
tiempo para estudiar. Tengo más tiempo para trabajar conmigo
mismo y puedo hacer lo que quiero». Es verdad, y también
tenéis todo el tiempo del mundo para evitar el crecimiento
que supone cualquier relación. Es muy importante para todos
vosotros que desarrolléis relaciones entre vosotros. Tenéis
que involucraros con la gente a través del amor, en una
relación sexual, mediante el negocio y las comunidades y a
través de las relaciones familiares y si no es con la
familia carnal pues con la de Luz—. Todos lleváis códigos en
los cuerpos y os necesitáis los unos a los otros.
La energía de la Diosa no es
necesariamente algo que uno atrae a su cuerpo mediante una
columna de luz. Cuando visualizáis cómo la luz entra en
vuestro cuerpo, en vuestros chakras, literalmente abrís
estas áreas. Os posicionáis para veros como seres sólidos y
densos versus seres llenos de espacio y luz. La Diosa es una
fuerza más allá de todo esto. No tenéis que atraer a la
Diosa a través de vuestros dedos, a través de vuestros ojos
y hacia la Tierra —la Diosa simplemente es—. Comenzad a
daros cuenta de su vitalidad, cómo nutre todos los sistemas,
porque la Diosa es la mensajera y la hacedora de vida.
Estar vivo significa conocer a la
Diosa. Buscad esta fuerza dentro de vosotros mismos y en
vuestro entorno. Decid: «Enséñame, Diosa, quién eres. Quiero
encontrarte». La mayoría de vosotros seguramente no ha
tenido ningún problema visualizando al Creador Original como
un ser masculino. Ahora que tenéis que transformar esta
imagen en una imagen femenina, algunos de vosotros tendréis
dificultades. La vida procede de la vibración femenina. Eva
no procedía de la costilla de Adán. Este cuento sirvió para
aumentar el poder de la vibración masculina que necesitaba
desesperadamente alguna clase de identidad durante su pelea
con la cultura de la Diosa.
Nosotros estamos buscando un
equilibrio. Si miráis en vuestro entorno, veréis que hay
hombres y mujeres y todas las historias de vuestra identidad
y creación enlazan la verdad de ambas fuerzas. Si buscáis el
equilibrio entre lo masculino y lo femenino dentro de
vosotros mismos, lo más probable es que encontréis alguien
que también está equilibrado. Equilibrio interno significa
que sois vuestra propia fuente y que el siguiente paso
consiste en unir vuestra fuente con otra para crear una algo
mayor. Y esto no significa que necesitéis obligatoriamente
un cónyuge. No obstante, vuestro proceso natural es crear
algo en común: juntar vuestras claves, los aspectos
femeninos y masculinos. Lo anterior se correspondería a las
pistas fisiológicas que os pueden llevar a los reinos
espirituales y emocionales.
Lo andrógino representa un aspecto
divino cuando lo femenino y lo masculino está integrado. En
todos vosotros existe la fuerza vital que se llama kundalini
y que es una expresión de la energía creativa. Sin embargo,
hay una gran mayoría en este planeta que ni siquiera sabe
que existe esta fuerza dentro de ellos. Lo ideal es tener la
parte femenina y la parte masculina equilibrada. Como
hombres y mujeres que sois, tenéis esta fuerza vital de la
kundalini en vuestro interior. Ella tiene sus propios
ciclos, con picos de gran actividad. Tenéis que abrir un
espacio dentro de vuestro cuerpo para poder encontrar la
energía de la Diosa y para crear sanación, transformación y
realización. Esta energía es como una serpiente que está
enroscada en la base de vuestra espina dorsal, y conforme
sube por el árbol de vuestra columna, su energía se
distribuye por todo el cuerpo.
Nosotros no podemos movernos porque vosotros no lo hacéis.
Vosotros no podéis moveros porque nosotros hemos inhibido
vuestra evolución al reorganizaros genéticamente. Lo hicimos
para evitar que tuvieseis las habilidades que tenemos
nosotros y para evitar que usurparais nuestro poder. Ahora,
medio millón de años más tarde, estamos en un gran apuro.
Sabemos que cometimos un grave error, si es que hay errores
que se puedan cometer.
Pronto descubriréis vuestra habilidad de crear vida al mismo
tiempo que la de ser dioses. Desde hace cuarenta años,
vuestros científicos han pretendido ser dioses y han creado
vida en laboratorios subterráneos, repitiendo una dramática
lección de la Atlántida. La recuperación de la voluntad de
la Diosa, a lo mejor, restablece los valores morales y el
valor de la vida porque la Diosa ama a sus hijos, incluidos
los reptiles, los insectos, la gente gata y todas las formas
de vida. Os observaremos y veremos si vais a limitar la vida
que creáis. Veremos si tendréis miedo de que la vida que
habéis creado, vaya a ser más grande que vosotros.
¿Prohibiréis que la vida que habéis
creado interactúe con el árbol del conocimiento y con el
árbol de la vida? ¿O vais a animar a estas vidas que habéis
creado, vidas que son vuestros hijos —la futura raza de los
hijos azules— que crezcan, busquen y cambien y dotándoles
con todo lo que sabéis? Si hacéis esto, ellos, a su vez, os
enseñarán todo lo que saben.
Cuando nosotros os creamos, no nos
dimos cuenta de que vosotros nos podíais enseñar algo.
Habéis sido esclavos, habéis buscado oro. Todavía hay dioses
que están atrapados en esta ilusión. Pero algunos de
nosotros estamos evolucionando, gracias a aquellos que
fueron sembrados aquí en la Tierra para ayudarnos con esta
actual tarea. Ahora debéis transferir vuestros recuerdos a
lo más profundo de la densidad de la Tierra, a aquellos que
no quieren recordar, a aquellos que han sido atrapados
aparentemente para siempre mediante una manipulación
genética.
La Diosa, con gran compasión, lo
permite. La fusión con la energía de la Diosa, dentro de
vosotros mismos, hará que todos tengáis una nueva
comprensión y valoraréis la vida y tendréis un nuevo y
profundo amor por todas vuestras creaciones. Al abrazar a la
Diosa, la Biblioteca Viviente se abrirá y os enseñará los
secretos encerrados en el seno de la Madre Tierra pues,
¿quién es la Madre Tierra sino la propia Diosa?