Se ha ordenado por parte de la Jerarquía del Gran Sol
Central que se intensifique el estado de intervención divina
actualmente en efecto sobre el planeta Tierra.
Es nuestra intención que el rayo dorado de la intervención
divina sea acelerado e intensificado con objeto de volver a
despertar y reactivar a la humanidad a una escala nunca
experimentada hasta ahora.
Es una parte esencial del plan divino que
tantos de vosotros como sea posible recibáis capacitaci6n
como encarnaciones de conciencia multidimensional. Eso
ayudará mucho y aceleración del proceso de la transición
desde la densidad tridimensional hasta el estado de
multidimensionalidad inherente dentro de lo que se denomina
la cuarta dimensión.
En estos momentos trascendentales han de
producirse grandes cambios. Podéis elegir entre cambios de
conciencia, o cambios de la tierra geofísica. Si elegís
efectuar el cambio dentro de vuestra conciencia, eso es algo
que debe hacerse ahora. No hay tiempo que perder. En
consecuencia, estáis siendo irradiados desde lo alto con una
velocidad constantemente expansiva y acelerada, con
objeto de contribuir al proceso de reestructuración.
Vuestros cuerpos de Luz están siendo preparados, pues pronto
tendréis que efectuarlos.
Ante vosotros se vislumbra una puerta
abierta. Tenéis que cruzarla antes de que podáis
experimentar el salto quántico hacia el pleno despertar,
hacia la conciencia activada.
Cualquier cosa a la que os aferréis y que este anclada en la
tercera dimensión os impedirá pasar a través de esa puerta
abierta. Así pues, el paso implica una absoluta renuncia a
todas las partes de vuestro ser que emanen de vuestro yo o
ego mas pequeño.
También se necesita una buena medida de
confianza. Eso os permitirá dejar de lado vuestros temores
para dar ese salto quántico a través de la puerta que
conduce a lo desconocido.
Esta elección es vuestra.
El
momento es ahora.
El
futuro de este planeta esta en vuestras manos.
Os ayudaremos, animaremos y apoyaremos en todas las formas
posibles. Os inundaremos de bendiciones, protección y
abundancia. Pero antes tenéis que tomar vuestra decisión de
saltar a través de la puerta abierta que se encuentra
delante de vosotros. De ese modo, podéis servir como
instrumentos de la intervención divina y como co-creadores
conscientes del plan divino en acción.
Por la suprema orden del Arcángel Miguel,
a Elohim y los consejos arcangélicos y el señor Metatron...
Hemos emitido un decreto que revelara lo que ha sido
preordenado.
Hace mucho tiempo, antes del descenso a la
materia, los hermanos angélicos caminaban abiertamente sobre
el planeta Tierra. Luego sonó la Llamada para regresar a los
ámbitos celestiales, o bien para descender plenamente a la
densidad tridimensional. A medida que se acercaba ese
momento de partida y separación, se crearon sobre este
planeta siete centros de Foco Angélico. Estos siete centros
fueron establecidos, pero no fueron plenamente activados en
aquel momento. Se situaron en posición dotados con un
mecanismo de relojería para activarse, y cada uno de ellos
disponía de un programa de activación diferente.
A través de las eras, esos centros se han
ido activando, entre ellos uno en la zona de Gwellin, en
China, y otro cerca de Avebury, en Gran Bretaña, que activo
a su vez a otro subcentro cerca de Padua, en Italia.
Cada vez que uno de esos centros es
activado, se experimenta tanto una aportación como una
emisión de emanaciones angélicas. De hecho, podría
visualizarse esto como un gran vértice de Ángeles que
ascienden y descienden en espiral en formación de doble
hélice.
Cada centro tiene un color correspondiente
que determina la frecuencia angélica. Cada frecuencia es
calibrada cuidadosamente para que se conjunte con las
energías de su pauta de zona horaria.
HEMOS ORDENADO POR LA PRESENTE LA APERTURA
Y REACTIVACIÓN DE UNO DE LOS SIETE CENTROS DE FOCO ANGÉLICO
SOBRE EL PLANETA TIERRA.
Este foco se halla localizado en la ciudad llamada Los
Ángeles, California. La activación del vértice angélico
tuvo lugar el 11 de junio de 1988. Su emanación de
frecuencia será Dorada. Se producirá tanto una aportación
como una emisión de Ángeles.
Este acontecimiento dio lugar, a su vez,
a otras siete experiencias similares a nivel mundial. Eso es
algo que podría denominarse la extensión de los anfitriones
celestiales. Fue un paso en la reactivación de las pautas
de energía denominadas Ángeles Solares Dorados a una escala
global.
Los Ángeles Solares Dorados son los
instrumentos de la intervención divina, capaces ahora, a
través de vuestra ayuda, de transmutar la densidad
tridimensional en Luz. Eso es algo extremadamente necesario
sobre la Tierra en estos momentos, con objeto de que este
planeta sea curado, en lugar de destruido. Para ello se
necesita la participación humana. Y eso es algo que solo
podéis conseguir vosotros, después de que hayáis pasado a
través de la puerta para acceder a la multidimensionalidad
consciente.
HACEMOS POR LA PRESENTE EL LLAMAMIENTO
PARA LA PLENA ACTIVACIÓN DE LAS LEGIONES DEL ARCÁNGEL MIGUEL
SOBRE LA TIERRA.
Queridos de mi corazón y de mi carne, os convoco por la
presente a recordar y reconocer el poder y la autoridad que
os ha concedido vuestro Dios. Sabemos muy bien que estos
tiempos tumultuosos son difíciles para vosotros. Así pues,
hay muchas cosas en juego durante estos días finales del
tiempo de la culminación.
Cuando os sintáis impacientes con el
progreso que habéis hecho, verlo simplemente desde la
atalaya de la eternidad. Lo que estáis experimentando
actualmente es la culminación de todo vuestro ciclo de
encamaciones terrenales. Fijaos en lo mucho que habéis
progresado en apenas unos pocos años de tiempo. Fijaos con
claridad en lo mucho que habéis logrado y emitido. Entonces,
en lugar de la impaciencia, quizás sintáis gratitud.
Hemos alcanzado ahora el tiempo para el
que os habéis preparado desde hace mucho. Esto es la
realización de nuestra Misión Divina con cada uno de
nosotros, singularmente y como el Uno, comprometidos a
llevarlo hasta su mas plena culminación. El tiempo ha
llegado. Simplemente, introducíos profundamente en vuestro
corazón y permitiros recordar. Retroceded al tiempo antes a
vuestra llegada a este planeta, cuando marchábamos a través
de los cielos como una vasta y triunfante legión de Luz.
¿Recordáis ahora haber escuchado la
llamada, enviada por las largas trompetas doradas hasta los
rincones mas alejados de este universo dimensional? Esta
llamada fue nuestra señal para reunir nuestras fuerzas y
descender al planeta Tierra. Cada uno de nosotros llego aquí
con un compromiso total para llevar a cabo el plan divino.
No abrigábamos en nosotros ninguna duda, ni existía ningún
temor incrustado en nuestra memoria celular. Estos se han
acumulado durante el prolongado ciclo de encarnaciones
terrenales. Ahora ya no tienen lugar alguno en nuestras
empresas futuras.
Y aunque pudiera parecer que, una vez
entrados en la esfera de la materia estábamos separados y
dispersos, no lo estábamos. Tanto en el cielo como en la
tierra, marchamos como Uno. Y así ha sido y será siempre.
Marchamos no para entablar batallas, sino
como los heraldos victoriosos de la Luz del Padre-Madre
Dios. Al avanzar y dar lugar a una nueva Luz de Unicidad
dentro de nuestros propios corazones, serviremos para que
vuelvan a renacer las esferas del tiempo, del espacio y la
materia en octavas de amor cada vez mas crecientes. Estamos
aquí para fomentar la unidad, no la separación de la
dualidad. Estamos aquí para sembrar las semillas del amor
por todo el planeta, para iluminar todas las bolsas de
oscuridad hasta que todo reluzca con una radiación magnifica
y santa. Recuerda que aquello que se percibe como oscuridad
o maldad no es mas que un bloqueo de la Luz. Pues, en
verdad, solo hay una Gran Luz. Este estado se alcanza al
fusionar de nuevo todas las dualidades en la Unicidad.
Los que están aquí, en este planeta, y en
los mundos astrales, dedicados a perpetrar consciente o
inconscientemente la oscuridad y el descontento, son todos
hijos de Dios que han olvidado temporalmente su origen y su
herencia divina. !No seamos uno de ellos! Tarde o temprano,
todos los fragmentos de la conciencia tienen que regresar a
la Luz de la Unicidad. Estamos sirviendo aquí como una sola
legión unificada de Luz, para despertar a tantos como nos
sea posible.
Para conseguirlo así se necesita la
participación de cada uno de nosotros. Se os necesita en un
estado de plena capacitación y autoridad. Debéis tener
confianza en vosotros mismos. Debéis dejar de lado cualquier
duda o temor sobre vuestra verdadera magnificencia como un
ser de Luz. Entonces, os lo ruego, avanzad un paso en la
plenitud de vuestra presencia y dejad que suene vuestra
canción. Cantaremos juntos hasta despertar a este planeta.
Transformaremos la tristeza en alegría, el odio en amor, y
la lucha en abundancia. Esto es lo que hemos venido a
lograr. Esto es aquello a lo que se nos convoca. Y el
momento es ahora.
Queridas legiones de Luz, os ruego que
desenvainéis vuestras espadas y las empuñéis en alto. Yo me
situó delante de vosotros en mi vasta forma de Luz azul
violeta, la luz de la capacitación y de la autoridad. Ahora,
estableced vuestro compromiso de servir de nuevo a la Luz.
Abriros a ser un puro canal de todo lo que es. Sentid el
rayo de Luz que desciende sobre vosotros desde lo alto.
Dejad que penetre en vuestro ser, que purifique y limpie
vuestros cuerpos espiritual, mental, emocional y físico.
Sentid como se disuelven los años de lágrimas, el dolor de
la separación, las cortinas de la ilusión y las fortalezas
del temor. Dejad que la luz azul violeta se derrame sobre
vosotros y dentro de vosotros hasta que hayáis renacido de
nuevo. Desprendeos voluntariamente de todo aquello que os ha
retenido y que ya no sirve para el Bien superior, hasta
liberaros por completo y ser un pilar de la Luz azul
violeta.
Ahora, mientras vuestras espadas se elevan hacia lo alto,
tocare la punta de mi espada con la vuestra. Un rayo de Luz
azul violeta pasara de mi a vosotros, viajando a lo largo de
vuestra espada, hasta vuestro cuerpo, y pasará a través de
todo vuestro cuerpo en un instante. Así, habréis recibido la
activación y la capacitación. Y ahora, afirmad tres veces:
Acepto mi herencia divina.
Acepto mi autoridad.
Acepto mi capacitaci6n y poder.
Acepto mi responsabilidad.
Así ha sido ordenado desde lo alto par el manda supremo del
Arcángel Miguel señor de los anfitriones celestiales y del
consejo de Elohim.
Ahora, habéis sido purificados y consagrados para recibir la
Gran Luz Dorada y Blanca desde el Gran Sol Central.
Los velos se han levantado,
las barreras se han disuelto,
para que podías ver y ser plenamente aquello que
verdaderamente sois.
Las largas trompetas doradas se han
elevado de nuevo hacia lo alto, y por primera vez ha
resonado la llamada al Regreso a través de la vastedad
celestial.