Del glosario de Las Claves de Enoc®:

Los que servimos a la Luz, hemos estado trabajando por la causa de la ascensión planetaria por mucho tiempo. Nuestra verdad comúnmente sostenida es, que éste es el tiempo final de la era y que en algún momento, en torno a diciembre del 2012, el planeta y sus formas de vida, literalmente van a desplazarse dentro de una nueva dimensión de la realidad. Más allá de eso, no hay ninguna verdad sostenida. Muchos grupos diferentes, incluyendo algunos en las religiones tradicionales, saben que algo va a suceder, pero ¿qué es? Cada persona sostiene una idea única al respecto. ¿Es que Madre-Padre Dios simplemente va a mover las manos y a devolver a la Tierra un estado parecido al del Edén y la felicidad a la humanidad? ¿Los hermanos del espacio vendrán con sus naves de Luz y evacuarán a los fieles? ¿Regresará Jesús el Cristo en carne y asumirá el gobierno del mundo? ¿Simplemente nos despertaremos una mañana en la Nueva Tierra?

Yo tampoco sé exactamente cómo experimentaremos finalmente este cambio dimensional, al cual Metatrón en realidad llama: un tejido dimensional. Si lo que yo ya he experimentado es un indicador, el cambio será muy diferente a lo que cualquiera piensa. En 1990 recibí mi primera visión mientras escuchaba a una amiga canalizando acerca del fin de los tiempos. Vi dos círculos vagando en el espacio, uniéndose cada vez más hasta que se juntaron y el mensaje fue dado: "dos dimensiones se unirán". Desde ese tiempo, he seguido mi propio camino de servicio. Mi verdad personal acerca de la ascensión planetaria o tiempos del final - por supuesto - ha cambiado muchas, muchas veces.

Al continuar mi trabajo con Metatrón, él comenzó a desarrollar y precisar para mí, algunos de estos conceptos que a menudo se discuten, pero que no son totalmente comprendidos por la mente humana, tales como: elevar la frecuencia, dimensiones, cambios dimensionales, ascensión personal y planetaria. Él me explicó algo acerca de las leyes cósmicas de la Física, las cuales realmente gobiernan nuestro universo y la Creación como un todo. Pasé de creer que un algo importante y nebuloso iba a ocurrir mientras avanzábamos hacia el año 2012, a una rudimentaria comprensión de las leyes de la frecuencia y la vibración del sonido, las cuales gobiernan la co- creación sostenida del plano Tierra.

Una premisa fundamental es que nosotros - como conciencia encarnada - tenemos completo libre albedrío y poder co-creativo en la evolución del planeta Tierra y sus formas de vida. Nuestros primeros ancestros encarnaron en los planos materiales en un Estado de Gracia, con una conexión plenamente consciente y armoniosa con Madre-Padre Dios. Sin embargo, finalmente eligieron participar del conocimiento del bien y el mal, o juicio. Al hacerlo, descendieron a la emoción del miedo y activaron la Ley del Karma. La ley del Karma es una ley cósmica de la Física que dice: si uno o una colectividad, juzga o aplica el conocimiento del bien y el mal a cualquier experiencia, entonces él-ella o la colectividad deben experimentar la naturaleza tanto del bien como del mal de esa experiencia. Una vez que activaron la Ley del Karma, los primeros humanos cayeron en una ilusión de separación de Madre-Padre Dios.

Toda conciencia encarnada de la Tierra contribuye con la conciencia colectiva; es la huella invisible de cada pensamiento, palabra y obra que haya ocurrido en la Tierra. Habiendo recibido el pleno poder co-creativo de Madre-Padre Dios, la conciencia individual crea la realidad y la experiencia desde el pensamiento. Cuando los primeros humanos aplicaron el conocimiento del bien y el mal, llevando el pensamiento a la palabra y a la obra activando así la Ley del Karma, crearon templetes en la conciencia planetaria. Estos templetes eran patrones de frecuencia y vibración de sonido, basados en el juicio y el miedo. Los templetes entonces sirvieron como un patrón guía para la emoción, comportamiento y experiencia humana de generación tras generación de humanos. Ya que toda vida está interconectada, los templetes de miedo también afectaron las otras formas de vida de la Tierra: plantas, animales, minerales. La Tierra se volvió completamente un plano de Karma, la experiencia del conocimiento del bien y el mal.

El estado de Karma no fue un castigo de Madre-Padre Dios. La Madre y el Padre no imponen el conocimiento del bien y el mal. Fue elegido por los primeros humanos, de acuerdo al total libre albedrío que les fue dado como conciencias individuales. Una vez habiendo activado la Ley del Karma, la conciencia individual o colectiva queda atada a ésta, hasta que haga la elección de elevarse por encima del conocimiento del bien y el mal. Así, una conciencia individual, puede encarnar una y otra vez en un plano de Karma - tal como el de la Tierra - hasta que todo el Karma individual haya sido transmutado. Aquellos que han encarnado como humanos sobre la Tierra por incontables generaciones, lo han hecho como resultado de la elección del libre albedrío de nuestros primeros ancestros, de activar la Ley del Karma.

Madre-Padre Dios, en amor absoluto e incondicional a todas las partes de la Creación, nunca ha mantenido en secreto la forma para elevarse por encima del Estado de Karma y regresar al Estado de Gracia. Ha sido dado en inspiradas escrituras a lo largo de la historia de la Tierra. Este camino fue establecido de manera muy sencilla por Jesús el Cristo en el Nuevo Testamento de la Sagrada Biblia: "Como juzgues serás juzgado" (Mateo 7:1). Juzgar o aplicar el conocimiento del bien y el mal, crea Karma. Así, uno invoca la experiencia de ambos: la naturaleza tanto del bien como del mal, de aquello que es juzgado. Uno puede liberarse de la Ley del Karma, trascendiendo el juicio, el conocimiento del bien y el mal. La humanidad - viviendo bajo los templetes del miedo y en la ilusión de la separación - ha mal interpretado en gran escala esto. Los templetes del miedo han gestado miríadas de sistemas de creencias, basados en la interpretación individual de lo que ha sido dado en las escrituras.

Con los templetes del miedo y el conocimiento del bien y el mal en su lugar, ha sido una ardua tarea para la conciencia humana individual, trascender la Ley del Karma y regresar al Estado de Gracia. Iluminados y Maestros han sido enviados por Madre-Padre Dios a lo largo de la historia, para recordarle al corazón humano el Estado de Gracia de donde vino, y para sembrar las semillas en la conciencia planetaria para la evolución humana. Los templetes del miedo fueron fijados tan firmemente, que la liberación de la Ley del Karma sólo era alcanzada progresivamente, después de muchas encarnaciones. Ya que la Ley del Karma fue activada por el pensamiento, palabra y obra, el Estado de Gracia sólo puede ser recuperado a través de revertir el pensamiento, la palabra y la obra que creó el Karma. El Karma individual o colectivo, no se transmuta sin la obra, o la recreación de la experiencia, para así poder hacer una elección distinta.

Por supuesto, Madre-Padre Dios nunca ha olvidado a los humanos de la Tierra, atrapados en el Estado de Karma, y siempre ha escuchado las oraciones de los fieles para su liberación. Hace 2000 años, Jesús el Cristo encarnó sobre la Tierra, con el fin de sembrar la semilla en nuestra conciencia planetaria para una transmutación más suave y rápida del Karma colectivo de la Tierra. Como una conciencia altamente evolucionada, existiendo completamente en Estado de Gracia, él dejó una profunda huella en nuestra conciencia planetaria con cada pensamiento, palabra y obra suyos. Instaló los fundamentos para la formación de nuevos templetes en la conciencia planetaria de la Tierra.

Ahora, 2000 años después, estamos en el cumplimiento de la co-creación de esos nuevos templetes, los Templetes de la Humanidad Divina, una medida estándar o patrón para que los humanos - individual y colectivamente – trasciendan la ilusión de separación y regresen al Estado de Gracia. ¿Cómo lo estamos haciendo? ¿Cuál es el proceso de la Física Cósmica que debe darse para anular los templetes del miedo y establecer los nuevos Templetes de la Humanidad Divina? Según la definición del glosario de Las Claves de Enoc® dada anteriormente, un Templete Divino es un modelo especializado de Luz usado por Los Elohim, el cual es sobrepuesto en los templetes existentes de una conciencia planetaria, a fin de integrar las formas de pensamiento Divino. Con la integración de las formas de pensamiento Divino, la ulterior evolución de la conciencia planetaria toma otra forma.

En virtud de que la humanidad creó su propio estado de Karma por el pensamiento, palabra y obra, el Estado de Gracia debe ser restaurado de la misma forma por los humanos en la Tierra. La conciencia humana sólo puede ser cambiada por los humanos dentro del plano Tierra. Por lo tanto, en estos tiempos, de acuerdo con el llamado colectivo de la humanidad para su liberación, muchos Seres Superiores de Luz encarnaron sobre la Tierra. Si has leído hasta aquí, sin duda eres uno de esos Seres de Luz encarnados, quien ha venido a la Tierra con el propósito de integrar esos patrones especializados de Luz, dentro de nuestra conciencia planetaria. Puedes preguntarte: ya que hemos estado trabajando en esta tarea por tantos años, ¿por qué la calidad de la vida humana en la Tierra no ha cambiado? ¿Por qué hay todavía guerras, conflictos entre individuos y grupos, mentiras, engaño, crimen, crueldad, desastres naturales, epidemias, pobreza, mala administración de la Tierra y sus recursos?

El Karma colectivo de la humanidad, no se transmuta sin revertir el pensamiento, la palabra y la obra. Gracias a los cambios en la conciencia planetaria, traídos por aquellos que vinieron a anclar una Luz superior, la humanidad está despertando. Las personas están teniendo nuevos pensamientos y hablando nuevas palabras. Están cuestionando las enseñanzas y creencias que las generaciones anteriores, habían aceptado incondicionalmente. Sin embargo, en general, las obras o acciones de los humanos todavía están controlados por los patrones de los templetes del miedo. A menos que los cambios en el pensamiento y la palabra estén consolidados por la obra, no se podrán crear nuevos templetes. Los cambios serían muy lentos, si se dieran.

Me volví consciente de la importancia de cambiar la obra, al igual que los pensamientos y las palabras, mucho antes de llegar a trabajar con Metatrón. De alguna manera supe en mi corazón, que también debía vivir y experimentar las verdades que profesaba en pensamiento y palabra, o éstas serían nulas o vacías. Cuando mi compañera Eva y yo nos conectamos y Metatrón nos comisionó para: "vayan a su mundo y sean amor", la obra se volvió lo más importante de todo. Debíamos mostrar a la humanidad cómo hacerlo, cómo regresar al Estado de Gracia, a través de nuestro ejemplo, viviendo nuestra verdad y por medio de la forma como realizamos nuestro trabajo con Metatrón

En realidad habíamos empezado a co-crear completamente estos nuevos Templetes de la Humanidad Divina con los grupos de alquimia Arcoiris, antes de que Metatrón lo explicara. Llevábamos cerca de la mitad del trabajo de los grupos de alquimia con Metatrón - que ahora serán conocidos como Los Templetes de la Humanidad Divina -antes de que Metatrón hiciera referencia a los "templetes". Un templete - nos dijo - es un patrón de frecuencia y vibración de sonido de Luz Viva, que es totalmente co-creado por los humanos encarnados - quienes son capaces de co-crear el templete en pensamiento, palabra y obra - y por aquellos en los Reinos Superiores de la Luz. La creación de un Templete Divino, es en verdad el acto de traer el Cielo a la Tierra. Una vez que el Templete Divino se instala, los humanos - si así lo eligen – tienen otra medida o modelo para seguir, que los guiará a estados de conciencia más altos, en lugar de más bajos.

El primer Templete Divino que co-creamos trataba del aparentemente no muy Divino tema del dinero, de su flujo y del equilibrio de energía que se debe mantener para que las sociedades humanas evolucionen más allá de "la supervivencia del más fuerte". Éste fue Rompiendo las bandas del dinero (Cracking the Money Bands) , un grupo llevado en julio del 2004. No sabíamos que estábamos co-creando un Templete Divino en ese tiempo. Simplemente seguíamos las instrucciones de Metatrón. Metatrón estableció el intercambio de energía en $27.00 USD, y nos dio instrucciones de implementar un programa de becas. Animamos a aquellos que podían, para que proporcionaran una o más becas para los que no tenían los medios. La respuesta fue tremenda y sorprendente.

700 personas de todas partes del mundo, incluyendo el Oriente, participaron en Rompiendo las Bandas del Dinero. Líneas de amor fueron dibujadas alrededor del globo, humanos ayudando a humanos sin miedo. Metatrón proporcionó el pensamiento, la palabra y el revestimiento del patrón de frecuencia Divina, a través de sus canalizaciones, los gráficos y las armonizaciones dadas para el grupo. Los humanos encarnados proporcionaron la obra. Nosotros - Eva y yo - organizamos el grupo de acuerdo a las instrucciones de Metatrón. Cada persona que participó, contribuyó con la co-creación de un Templete Divino para mover el dinero del reino de lo profano al reino de lo sagrado, y para una economía mundial basada en la unidad y el amor, en lugar del miedo y la competencia. Juntos representamos la obra que colocaría este templete Divino en la conciencia planetaria.

Continuamos durante los siguientes meses co-creando más Templetes de Humanidad Divina con Metatrón; Rediseñando el Paisaje Interior, La Frecuencia del Gozo, El Camino del Corazón. Cada uno proporcionó amplias oportunidades de hacer, para Eva y para mí - como facilitadoras -, y para los participantes. Las situaciones que surgieron durante los grupos mismos, pedían que cada persona hiciera una elección por el amor o por el miedo, y que actuara al respecto. Durante El Camino del Corazón, Metatrón nos dijo más detalladamente acerca de los Templetes Divinos que estábamos creando, y por qué era tan vitalmente importante que la frecuencia de nuestro trabajo no se alterara.

Permitir que las canalizaciones o los gráficos fueran alterados de alguna forma, o distribuidos fuera del grupo, alteraría la frecuencia del Templete Divino mismo. Si la frecuencia se corrompía, el Templete ya no sería un patrón de Luz Viva de los Reinos Superiores. Se hubiera convertido simplemente en otra parte de los templetes del miedo que prevalecen en nuestra conciencia planetaria. Por supuesto, había habido intentos previos de insertar Templetes Divinos dentro de la conciencia planetaria de la Tierra, pero ninguno tuvo éxito. Las frecuencias del miedo eran demasiado dominantes y los Templetes se volvieron corruptos e inútiles. Esta vez tendríamos éxito, porque los co-creadores humanos serían lo suficientemente fuertes para no ser jalados de regreso dentro de la matrix del miedo.

Continuamos con nuestro Templete Divino creando El Poder de la Verdad, y finalmente La Restauración del Equilibrio, en septiembre del 2005, un regalo de Metatrón junto con María Magdalena. La alquimia de grupo La Restauración del Equilibrio fue realzada por la presentación de unos cristales de cuarzo Tibetano muy especiales, cargados por Metatrón y María Magdalena. Los cristales también fueron parte del anclaje de la serie completa de Templetes Divinos dentro de la conciencia planetaria, creando un puente de frecuencia entre la vieja y la nueva Tierra. Cada persona que adquirió un cristal o más, contribuyó con la obra requerida para establecer estos Templetes.

Con la conclusión de La Restauración del Equilibrio, Metatrón anunció que los primeros Templetes de Humanidad Divina habían sido establecidos exitosamente dentro de la conciencia planetaria de la Tierra. Si las enseñanzas de estos grupos de alquimia, se aplican en pensamiento, palabra y obra, proveen todo lo que cualquier humano necesita para alcanzar la Humanidad Divina: regresar al Estado de Gracia. Más importante, la presencia de estos Templetes Divinos en nuestra conciencia planetaria, indica que los humanos lo han hecho; por lo tanto, otros humanos pueden hacerlo. Ahora la humanidad tiene una medida estándar, un patrón para su regreso al Estado de Gracia, y por lo tanto ya no puede ser retenida en los templetes del miedo. Los Templetes son el punto de intersección entre los dos círculos que vi en mi visión hace tanto tiempo. Son el punto donde las dimensiones se juntan en nuestra conciencia colectiva. Los Templetes son el camino a la Nueva Tierra y al Estado de Gracia. Cada humano puede elegir caminar esa senda. El único requerimiento es elegir la Humanidad Divina. Aquellos que no elijan, pueden continuar caminando el lento camino de la limpieza del Karma por muchas encarnaciones. Todos somos amados incondicional y eternamente por Madre-Padre Dios.

¿Esto significa que la humanidad y la vida en la Tierra se transformarán de la noche a la mañana? No, pero ahora sucederá mucho más rápido. La humanidad todavía debe transmutar el Karma individual y colectivo que creó, con el fin de regresar al Estado de Gracia. La presencia de Humanos Divinos en la Tierra, que piensan, hablan y actúan en el amor en lugar del miedo, apresurará dramáticamente este proceso. Individual y colectivamente, todavía tendremos experiencias en las que seremos llamados a consolidar los nuevos pensamientos y palabras con las obras que transmutarán el Karma, de una vez por todas. Por supuesto, algo de eso está sucediendo ahora en el mundo, con los desastres naturales, terrorismo, la creciente violencia, la corrupción expuesta entre nuestros líderes. También la vida individual de muchos de nosotros está en diversos estados de convulsión. Cada día, cada momento del ahora, nos da la oportunidad para actuar, para responder con amor, y no desde el conocimiento del bien y el mal. Cada obra, que viene del amor reafirmará y fortalecerá estos Templetes de Humanidad Divina. Los Templetes Divinos son un regalo de Metatrón, de los Elohim y de los Altos Reinos de Luz. Metatrón me dice que es muy improbable que éstos sean corrompidos. Sin embargo, nuestra parte como co-creadores nos pide continuar fortaleciendo y reafirmando estos Templetes Divinos en pensamiento, palabra y obra. Éste es el propósito por el cual venimos a la Tierra, y la recompensa será gloriosa.

Traducido por Ana Paty López y Ana Mendicuti