Proto-Bereber [antiguo Bereber, Bereber común]
Historia
Alfabeto e inscripciones
Descripción lingüística
Con respecto a las consonantes
una lengua indoeuropea típica tiene 7 puntos de articulación simples:
labial, dental, palatal, velar, uvular, faringal y glotal y algunos
dobles como dentales faringalizadas y velares labializadas. Por
influencia del árabe muchas tienen /
Una característica notable de las
dentales faringales en las lenguas bereberes es que cuando en una
palabra aparece un dental faringal, normalmente los otros de la palabra
sonidos se faringalizan (esta característica ha pasado también al árabe
marroquí, que también ha desarrollado velares labializadas por
influencia del bereber). Algunas oclusivas han desarrollado alófonos fricativos así en algunas lenguas /b/ puede sonar según el contexto [b] o [b], /t/ puede ser [t] o [q], /d/ puede ser [d] o [d], etc. Esto es característico de las lenguas bereberes septentrionales, alcanzando su punto máximo en Tarifit (rifeño, qarifëçq) y Taqbaylit (kabyle, qaqbayliq). El proto-bereber habría tenido con toda seguridad las vocales /a, i, u/ . Estas tres vocales en las lenguas modernas varían enormemente su realización fonética según las consonantes adyacentes: /a/ varía entre una [â] velar y una vocal anterior [æ], /i/ varía entre [e] y [i] y /u/ varía entre [o] y [u]. Además muchas veces [u, i] son simplemente variantes posicionales de /w, y/. Tampoco existen diptongos ni vocales largas. Además de las vocales fonológicas /a, i, u/ existe la vocal básicamente epentética e [ë] (schwa) que aparece regularmente allí donde hay grupos consonánticos complicados o por cuestiones de métrica silábica. Los detalles de la inserción de [ë] varían de lengua a lengua, en general [ë] solo aparece sílaba cerrada (aunque en tamahaaq puede aparecer también en sílaba abierta). El proto-bereber seguramente también contaba con reglas este tipo, pero los detalles son desconocidos. Además algunas lenguas bereberes parecen tener la vocal /ë/ de origen no epentético. Incluso algunas lenguas como el Tamahaaq, el Ghadamsi o el Zenaga han desarrollado secundariamente más vocales a parte de /a, i, u/. Morfosintaxis. Como en otras lenguas afroasiáticas los lexemas están formados por esqueletos consonánticos, siendo los patrones vocálicos que se insertan entre las consonantes de la raíz los responsables de gran parte de la flexión y la morfología tanto nominal como verbal. La mayoría de raíces de las palabras son biconsonánticas o triconsonánticas (aunque también existen unas pocas monoconsonánticas y de 4 consonantes). Las lenguas bereberes están llenas de patrones que típicamente afroasiático como por ejemplo: t- / -t como marcas de femenino, -k como marca de segunda persona, oposición en el paradigma verbal de conjugación prefijada vs. sufijada, plurales internos mediante patrones vocálicos, etc. [Los ejemplos usados en esta descripción se toman generalmente del kabyle o taqbaylit (TQ), y al tuareg o tamaahaq (TH)]. El nombre en todas las lenguas bereberes tiene dos géneros: masculino y femenino. Todos los nombres femeninos tienen t- inicial como marca prefijada de género. Además las palabras femeninas cuya raíz acaba en consonante añaden otra -t final, con lo cual t-...-t es una marca de femenino bastante frecuente. Los nombres masculinos suelen empezar por vocal (normalmente a- o i-, aunque también puede haber u-), algunos ejemplos son: agmar 'caballo' / tagmart
'yegua' (TQ) Vemos que el tamaahaq ha generalizado en
algunos casos más la marca t-...-t. Esta marca también se ha
generalizado para ciertas fuerzas naturales que generalmente son
femeninos: tafukt 'el sol', takat 'fuego'. En los sintagmas nominales, el
modificador (adjetivo, complemento del nombre, ...) usualmente sigue al
modificado. Los nombres que no son núcleo de sintagma nominal sino que
depende de otro nombre morfológicamente van en estado anexado. En
masculino esto se traduce en que se prefija una w- ante al
nombre, mientras en femenino el estado anexado no lleva ninguna marca
morfológica (por lo que al igual que en el estado libre o no anexado
estos comienzan por t-). Otra manera manera de expresar que un
nombre es complemento nominal (relacional o genitivo de otro) es
mediante la partícula /n/ o /l/ que funciona del modo similar al de
las lenguas romances o al of del inglés (aunque propiamente n y l
no son preposiciones en bereber): (TH) amgar
n agërëm
'el jefe del pueblo' [lit. 'hombre (amgar)
del pueblo (agërëm)']
/ (TH) aiis warëg
n abba 'este caballo (aiis)
de mi padre (abba)' / (Tamazight del Atlas Central) tamazirt l
lmgrib
'El país de Marruecos (lmgrib
< ´al-magrib) / (Tamazight) ssuq l l El pronombre personal tiene como
es típico en las lenguas semíticas antiguas formas independientes,
enclíticas y posesivas. Las formas del pronombre personal son (TQ):
Ejemplos de uso: (TH) akal n.nëg 'nuestro país' / (TH) akal n.wën'vuestro país'. Los pronombres enclíticos se usan como marcas de posesivo y también junto a preposiciones: (TH) gur.i 'en mi casa, para mí', dat.ëm 'ante tí (fem.)', gar a.wën 'entre vosotros (masc. sing.)'. Además de los pronombres anteriores usados para los fines que se explican en el párrafo anterior existe una serie pronominal enclítica para objeto directo e indirecto, que son muy similares a las anteriores:
ëkfigak
'te doy' [objeto indirecto 2 sing. masc.] Estos pronombre enclíticos también se usan con preposiciones: (TH) gur.i 'en mi casa', dat.em 'ante ti (fem.)', gar awën 'entre vosotros (masc. pl.)' Los determinantes deícitos se
postponen al nombre y distinguen tres grados de lejanía: agi
'este/-a/-o' que está aquí en la proximidad', ihën 'ese que está
ahí, pero es visible', nni 'de algo abstracto de que se habla, o
de algo concreto situado en la cercanía del oyente'. Algunos ejemplos
tomados del TQ: argaz agi 'este hombre', tamu El pronombre interrogativo tiene
también una forma típicamente afroasiática (*ma-) y no distingue
entre interrogativo para personas (¿quién?) y para cosas (¿qué?), como
en las lenguas semíticas, sino que la forma ma significa
'¿qué?¿quién?'. En cuanto a los pronombres relativos en
TQ y en TH tiene la misma forma:
Esta es la forma breve que se usa cuando el referente es conocido, sino se usan las formas an(i)wa, an(i)ta, an(i)wi y an(i)ti (Sobre la base de las formas de relativo también se forman otros indefinidos). Las oraciones de relativo se construyen sobre las formas anteriores a las que se añade elemento enclítico a modo de anáfora que va marcado con el caso que le corresponda al antecedente en la oración de relativo. Un par de ejemplos tomados del TH ilustran la construcción demostrativo + pronombre anafórico: ales [ wa as
ëkfig
tiraut ]
'el hombre [ al que le di la carta ] ' Los numerales del 1 al 10 tienen
formas masculinas y femeninas. En muchas lenguas bereberes algunas de
las formas propias del bereber han sido substituidas por formas basadas
en el árabe. El sistema de numerales se preserva mejor en tašel El verbo tiene 3 esquemas básicos
reconocibles por la vocalización de la raíz: Es una cuestión no resuelta
definitivamente como se relacionan estas formas las oposiciones de
tiempo y modo (de hecho está en discusión si las propias categorías de
tiempo y modo son aplicables a las lenguas bereberes) y por tanto si
bien podemos reconstruir esas formas para el proto-bereber no tenemos
seguridad de cual era su valor gramatical o semántico exacto. Otras
diferencias adicionales se expresan mediante vocalizaciones diferentes:
ëlkëmeg
'yo sigo, he seguido' (perfectivo?) / ëlkëmag
'estoy siguiendo ahora' (imperfectivo?). En TQ el aoristo da lugar a las
formas de imperativo, de presente puntual y a las de futuro. El futuro
se forma a partir de la forma de aoristo precedida de ad-.
(Estas desinencias pueden compararse con las formas de imperfectivo del hebreo por ejemplo.) Además del aspecto-tiempo, modo y persona existen otros flexivos que cambian la valencia del verbo (transitividad, intransitividad, ...): s- causativo (convierte un intransitivo y un transitivo en bitransitivo), t- pasivo (convierte un verbo transitivo en intransitivo), n- reflexivo, por ejemplo en TH de ëgber 'golpear / patear' tenemos:
s-ëgber
'hacer que alguien golpee / patee' En TQ tenemos formas ligeramente diferentes para estos prefijos: causativo ss(u)-, pasivo ttw(a)-/ttu-, recíproco m-/my(u)- algunos ejemplos en TQ son: ekk 'pasar, tomar una dirección' > ssu-kk 'hacer pasar', ddërgël 'ser ciego' > ss-dërgël 'cegar'; issin 'conocer, saber' > myu.ssan 'conocerse', rgëm 'insultar' > myë-rgëm 'insultarse mútuamente'; fsi 'desatar' > twa-fsi 'ser desatado'. El prefijo causativo *s- también se encuentra en otras lenguas afroasiáticas, así en egipcio tenemos mn 'ser estable' > s-mn 'estabilizar, asentar', hebreo de šama 'oír' tenemos hi-šmi`a 'hacer oír' que se remontaría a *si-šmi-. En cuanto a las formas *t- y *n- su valor original no tan fácilmente reconstruible en hebreo *ni- (forma niphal) es pasivo y no recíproco, mientras que la forma recíproca parece derivar de la forma *t: de ro:´ah 'ver' tendríamos hitra´u que se remontaría a *si-t-ra´u. Además en TH existen algunas formas perifrásticas para marcar el tiempo, kelad (imperfecto) y ad (futuro); como en kelad irëgëh dat.i 'él caminaba frente a mi'. Además existen derivativos direccionales: -d y -n como en: awi 'tomar, coger', awid 'llevar' y awin 'llevarse, quitar'. También podemos mencionar la marca típica de participio: y/i- ... -n, por ejemplo en TH tenemos de ilkëm 'seguir' el participio ilkëmën, en TQ tenemos de ëkšëm 'entrar' el participio ikšëmën. En TH, ur es la negación
general: ur ëssinëg
'no conozco', similarmente en Tamazight: ur d.idzi 'no vino'. En
TQ y en otras variedades existe una negación interna /i/ en el pasado:
unfëg
'[me] marché' / unifëg
'no [me] marché'. Orden sintáctico. Las lenguas bereberes son consistentemente de tipo núcleo-adjunto (modficado-modificador) y así el adjetivo calificativo sigue al nombre, tenemos preposiciones (y no postposiciones) y un orden básico VSO (verbo-sujeto-objeto). Enlaces y Fuentes
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