Control de la
Misión
Esta semana ha
sido particularmente dura para mí y, cuando las energías se ponen
así de arduas, suele significar que algo está pasando o moviéndose
en los reinos energéticos. Veo que Plutón ha regresado a Sagitario
para darse una última vuelta por allí, ¡y así estará hasta fin de
año! Lo que esto supone es que se nos está ofreciendo la última
oportunidad de encarar nuestras ilusiones para redefinir quiénes
somos y lo que queremos antes de que entremos por completo en la
nueva conciencia. Por supuesto las nuevas energías siguen afluyendo,
por lo que aparece la tensión cuando nos vemos obligados a enfrentar
los últimos vestigios de lo viejo, intentando adaptarnos a lo nuevo.
¡No es de extrañar que nos parezca tan difícil!
Ya hace rato que
venimos repasando y liberando ilusiones. Esta vez es cuando tenemos
que confrontar finalmente las ilusiones que nos fueron más queridas,
aquellas que nos resistíamos a liberar porque, de alguna manera, a
nivel profundo, definían quiénes éramos en la vieja energía. Y ahora
puede ser bastante doloroso vernos obligados a confrontar esas
ilusiones tan profundas para liberarnos a fin de vernos libres para
crear en la energía de la Nueva Tierra.
El Arcángel
Miguel ha hablado acerca de nuestra necesidad de definirnos y de
vivir nuestras pasiones para que seamos capaces de fluir con las
nuevas energías de la Abundancia y del Amor Incondicional. Parte de
ese proceso consiste en examinar nuestros sueños y deseos. Esta
semana me quedó muy claro que hay muchas personas que siguen
aferrándose a sueños que ya no encajan con quienes ahora son. Todos
hemos cambiado y nos hemos transformado en los últimos años, ahora
somos diferentes. Deberíamos preguntarnos si seguimos aferrándonos a
sueños pertenecientes a quienes éramos hace años, sueños que bien
podrían ser irrelevantes para quienes somos en la actualidad.
Esta es una de
las razones del síndrome de “estancamiento” que muchos de nosotros
estamos afrontando ahora mismo. Se nos han agotado los sueños y ya
no tenemos nada que nos impulse, por lo que volvemos a caer en
sueños y deseos viejos que ya no son apropiados para quienes somos
ahora. En este caso, nuestro YO SOY no puede trabajar con el deseo,
ya que éste carece de conexión con el Ahora y el Presente, por lo
que el flujo de la abundancia no puede manifestar ese deseo en forma
presente.
Por tanto, el
Arcángel Miguel nos anima a definirnos, a definir quiénes somos
ahora y qué es lo que esa persona soñaría y desearía para sí misma y
para el Planeta. Y si nosotros no nos definimos a nosotros mismos y
definimos nuestras pasiones, estaremos permitiendo que nos definan
los demás, o bien podríamos estancarnos en definiciones pasadas de
quienes fuimos, lo que no nos deja crecer. Ahora es de vital
importancia que nos introduzcamos por completo en el presente y que
aceptemos y reconozcamos quienes somos Ahora, en este momento
presente. A medida que nos acercamos al 2012 y, con él, al cese del
tiempo como concepto, se hace esencial que toda nuestra energía y
todo nuestro poder estén en el flujo creativo del momento presente y
que seamos capaces de motivar nuestros sueños y deseos desde ese
espacio real del Presente donde reside nuestro YO SOY.
Supongo que esto
tiene mucho que ver con amarnos a nosotros mismos y con aprender a
amarnos por completo tal y como somos ahora. Muchos de nosotros no
queremos reconocer que el tiempo ha pasado y que no somos los mismos
a los 40 o 60 que a los 20. Nuestra cultura nos anima a mantener una
juventud eterna, por lo que muchos de nosotros nos quedamos
atrapados en nuestros 20 y, con nosotros, nuestros sueños. Lo que
soñábamos y deseábamos a los 20 podría no ser adecuado a los 40 o
60, por lo que debemos ir profundamente hacia nuestro interior y
renovar nuestros sueños para descubrir lo que nos apasiona a esta
altura y a la edad que tenemos ahora. Hacer esto puede requerir que
nos sentemos de verdad y pasemos algo de tiempo en silencio con
nosotros mismos para preguntar a nuestro YO SOY si los sueños y
deseos que solemos albergar son apropiados para quienes somos ahora
y si están plenamente en la realidad presente de quienes somos.
Porque sólo cuando podemos localizar ese punto de nuestra Presencia
en el flujo del Amor Abundante, podemos asumir nuestro poder de
crear y de manifestar nuestros sueños y deseos como realidades
presentes.
Cuando estamos
por entero en el Presente, somos capaces de encontrar ese flujo y de
modelar y conformar nuestra realidad a partir de nuestras pasiones y
deseos con continuidad. De esa manera podemos avanzar con la
corriente, sintiendo el flujo de las abundantes bendiciones que hay
en nuestras vidas. Cuando estamos estancados en el pasado no
fluimos, nos sentimos atascados y quedamos a merced de las
corrientes del cambio que nos zarandean en todas direcciones sin que
nunca sepamos muy bien dónde estamos. Pero cuando encontramos ese
punto de presencia en nuestro Corazón y en nuestro Núcleo de Paz y
de Luz, podemos empezar de verdad a definirnos a nosotros mismos y a
quienes somos; después sí podemos entrar en el flujo de la Gracia y
de las Bendiciones.
Así pues, para
aquellos de ustedes que estén como yo, examinando las últimas
ilusiones para dejarlas marchar, sepan que este es el momento que
nos da el Espíritu para atravesar este proceso. No tengan miedo de
liberar incluso sus ilusiones más preciadas, porque probablemente
éstas sean las que deban irse para permitirles avanzar con libertad
y alegría. Permítanse ser fuertes y poderosos, pero también abiertos
y vulnerables. Permítanse verse tal y como son, maravillosos seres
de luz, y admitan que ese es el punto desde el que crean. Si se ven
de otro modo y si los demás los ven de otro modo, eso es una
ilusión. Defínanse, conózcanse y creen desde ese punto de Luz y de
Sabiduría.
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