Domingo Díaz
Si 2008 fue un año de rápida disolución de la dualidad del mundo y de entrada
triunfante de la Unidad y en la Unidad, en este planeta, 2009 es el año en que
los seres humanos conscientes tenemos que reconocer completamente, aceptar
plenamente e integrarnos con todas las consecuencias en esa Unidad-Dios a la que
siempre hemos pertenecido. Esa Unidad que nos hace unos con el Uno-Dios aquí ,
sin necesidad de regresar a ninguna fuente (por ahora), que pone de manifiesto
nuestra divinidad recién reconocida, aunque siempre estuviera ahí, esperándonos,
que disuelve nuestra dualidad interna humana, y, en el mismo proceso, modifica
las condiciones externas a “nuestra nueva imagen y semejanza” divina.
Ya no es tiempo de orar. Cuando se ora, se le pide o alaba a Jesucristo, a la
Virgen María, a Buda, etc., a cualquier deidad de cualquier credo religioso o
espiritual. Eso implica que internamente consideramos que nosotros estamos a un
lado y Dios (por resumir) a otro. Este hecho es un claro reconocimiento de que
la dualidad humana, incluso una dualidad espiritual, está aún anclada en
nuestras mentes, en nuestros sistemas de creencias, y ya no es momento de eso.
Repito con todas las consecuencias: Ya no es momento de orar. Es momento de
decretar.
El decreto, sea emitido externa o internamente, es un acto claro, firme y
rotundo de creación, de ejercicio consciente de nuestra recién reconocida,
aceptada e integrada divinidad. Es el acto de un Dios con forma humana, mediante
el cual ese Dios define las condiciones en que quiere que se desarrolle su vida
y la de su entorno, desde el más próximo hasta la totalidad planetaria. Desde mi
divinidad defino y establezco mis condiciones de vida al completo, re-ordeno el
mundo para que sea el que quiero que sea, y donde mis deseos ya no son mis
deseos humanos sino la emanación del Amor y la sabiduría que están en mí como
consecuencia de esa recién estrenada condición divina.
Así pues, es el momento de decretar como un Dios humano poderoso, de re-ordenar
la vida y sus circunstancias, de ejercer el Poder de nuestra divinidad con
responsabilidad, consciencia y amor, y con la suprema convicción de que todos
los decretos serán cumplidos a la mayor brevedad posible.
La fuerza y el poder del decreto tiene su origen en la fuerza y el poder de
nuestra propia convicción en lo decretado, y esta convicción no solo se pone
ejecuta a la hora de decretar, sino que también se ejecuta a partir del instante
en que se termina el decreto. A partir de ese momento uno debe vivir como si el
decreto ya se hubiera cumplido cabalmente, y debe hacerlo con todas las
consecuencias. Si uno decreta pero no vive de acuerdo con el decreto es porque,
en su fondo, no cree en el decreto que acaba de realizar. Cuando creo, “creo.
Este creer consciente es el crear divino, el verdadero origen del poder creador
del Dios que somos todos.
Los tiempos que vienen son denominados por muchos comunicados de internet para
el mundo espiritual (no me atrevo a considerarlos canalizaciones), los tiempos
finales. Yo decreto que son los tiempos finales para crear el Paraíso en la
Tierra y nada más. No hay otra posibilidad, mi humano-Dios lo decreta. Decrétalo
tú también apelando a tu poder interno creador si eso es lo que en realidad
surge del fondo de tu corazón, de la esencia más profunda de tu divinidad.
Decrétalo tú también con fuerza y convicción y vive de acuerdo a ello cada
minuto siguiente de tu vida.
Si quieres el Paraíso en la Tierra para estos “tiempos finales”, decrétalo ya, a
tu forma y estilo, con las palabras con que lo verbalice tu convicción interna.
No aceptes aquello que no quieras para ti ni para la humanidad.
¡¡¡ Decreta ahora la Condición de Paz Mundial plena, externa e interna, y vive
en paz interna desde el minuto siguiente!!!.
¡¡¡ Decreta ahora la Condición de Abundancia Plena, y vive con valor como aquel
que no le falta de nada!!!
¡¡¡ Decreta ahora la Condición de Paraíso en la Tierra, y empieza a disfrutarla
desde el primer día!!!.
Somos Dioses.
En servicio y con amor.
Domingo Díaz Asensio
Coordinador General
AMYCS - Amor y Consciencia
Escuela de Iniciación y Crecimiento Espiritual
info@amycs.es - (+34)649102212 - www.amycs.es
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