Por Francisca
Martín-Cano Abreu
Son numerosos las culturas ya desaparecidas en muchos lugares de la tierra,
o sociedades primitivas que aún milagrosamente permanecen, con concepción
social y familiar exactamente opuesta a la patriarcal: son las sociedades
matrilineales y matrilocales, en las que perviven o pervivían hasta hace
poco, costumbres y antiguas instituciones matriarcales, aunque atenuadas,
consideradas reminiscencias del matriarcado.
De ellas recogen Conkey y Tringham (1999, 300) las palabras del vídeo de
Charlene Spretnak titulado «The Goddess Remembered»: "Diría que una cultura
matrifocal es aquélla en la que la mujer tiene un lugar de honor y respeto,
lo que no implica dominio. Los hombres y las mujeres enterraban casi del
mismo modo en las culturas de la Europa antigua. Las mujeres tenían algo más
de ajuar, pero no encontramos nada similar a lo que será el sistema de
jefaturas patriarcales posterior, donde un hombre poseía mujeres y otros
hombres, así como caballos y objetos. Es decir, se trataba de una sociedad
bastante igualitaria. No es que se gravara a situación de los hombres para
favorecer la de las mujeres. Era solo la natural reverencia de los poderes
ligados con la Madre Tierra y las mujeres (Read, 1988)."
El hecho de que en estas sociedades la mujer ejerza una posición importante
en la estructura de la sociedad y constituya el elemento primordial en la
familia, ejemplifica que la mujer no ha estado sometida ni subordinada en
todos los continentes ni en todas las épocas y evidencia que la
subordinación femenina no es innata ni es un hecho universal.
Basadas en la existencia de estas tribus matrilineales ha llevado muchos
profesionales sociólogos, historiadores, mitólogos, psicólogos... a afirmar
la realidad del matriarcado arcaico, ya que esas costumbres prueban que en
el pasado habrían sido matriarcales y confirman la persistencia y tenacidad
de tradiciones matriarcales en épocas posteriores.
BAGUÉ (1958, 51) afirma que todos los pueblos han pasado por una etapa
matriarcal y ve indicios y vestigios en multitud de pueblos que lo
confirman. Y entrevé tal posibilidad el comentario de LÉVI-STRAUSS: "... los
sociólogos se han dedicado a defender la teoría según la cual todas las
sociedades humanas habían pasado de un estadio matrilineal a uno patrilineal".
Declaran HAWKES y WOOLLEY (1977, 225) al respecto: "Ahora bien, se ha dicho
ya que sobrevivían huellas de descendencia matrilineal y hasta de
matriarcado en las civilizaciones egipcia y cretense..." ..."De hecho, se
siente la tentación de convencerse de que las primeras sociedades
neolíticas, en cuanto abarcaron de tiempo y de espacio, otorgaron a la mujer
la más alta condición que jamás haya conocido. El modo de vida, sus valores
y las aptitudes exigidas se adaptaban idealmente a ella."
Manifiesta MORGAN ((1987,127): "Allá donde la descendencia se sigue por la
línea femenina como lo era universalmente en el período arcaico... y cuando
la descendencia sigue la línea masculina -a la cual pasó después de la
aparición de la propiedad-..."
Asimismo afirma CAMPBELL (1991): "... la prehistoria era «el mundo de la
Diosa», antes de que las invasiones patriarcales, destruyesen y derrocasen
el poder femenino en las culturas matriarcales. Cuando el poder natural y el
sobrenatural estaba en manos femeninas. Antes... de que se retirasen las
prerrogativas femeninas".
Según FREUD: "Es muy probable que la transmisión materna haya sido en todas
partes la primitiva, reemplazada más tarde por la transmisión paterna".
Confirma el historiador BRIFFAULT: "existen pruebas que sustentan la opinión
de que las antiguas sociedades estatales poseían instituciones matrilineales
inmediatamente antes e inmediatamente después de alcanzar la categoría de
Estado".
Estas citas muestran que algunos científicos aceptan que la humanidad fue
matriarcal en sus orígenes.
Además, basados en el hecho de que en los períodos más arcaicos de las
culturas primitivas y en las prehistóricas de Europa, Asia y América,
exclusivamente se representaba a seres humanos femeninos, pondría de
manifiesto según (Durán, 2002) que: "5.- El valor utilitario se pone de
manifiesto a partir de interpretaciones que ven en dichas estatuillas el
reflejo de la existencia de una sociedad paleolítica, de un régimen
gentilicio, matriarcal o matrilineal.
Analizadas objetivamente todas las derivaciones que cabrían verse en estos
apartados parece evidente la importancia que El Eterno Femenino asumió en la
sociedad paleolítica. De acuerdo con la realidad semiótica, no puede negarse
que durante el Paleolítico Superior gozaron de gran difusión y audiencia
desde Varsovia a Siberia, grandes mitos referidos a la MUJER.
De aquí que, en una dicotomía simplista, podemos muy bien considerar tales
figurillas como iconos prehistóricos de carácter sagrado que reflejan
elaboraciones místicas transcendentes, vinculadas a concretas tradiciones
culturales, pero también figurillas mágicas que responden a motivaciones
utilitarias, curativas, profilácticas, etc.
José Mª. Gómez Tabanera.- El enigma de las Venus paleolíticas.
Historia 16 , Nº 17, Año II.- septiembre. 1977. págs. 65-78.
No se sabe con certeza para qué podían servir, pero se les atribuyen casi
siempre caracteres mágicos o religiosos. incluso, algunos investigadores ven
en ellas el papel en alza que por aquellas épocas pudo tener la mujer en la
sociedad. No obstante, incluso aceptando que tuvieran carácter mágico, éste
llevaría implícito el reconocimiento de una superioridad en el sexo
femenino, al menos, una relación de dependencia que obligaba a la práctica
de unos cultos, acaso a ofrecerles pequeños sacrificios o a cumplir ciertos
ritos." ....
"De ser cierta esta hipótesis, la sociedad prehistórica confiaría en que las
mujeres no sólo aseguraban la continuidad de sus grupos, aportando
periódicamente nuevos hijos, sino que también garantizaban o protegían la
fecundidad y abundancia de los productos del campo, de los animales que
cazaban, de todo aquello de que dependía su subsistencia.
Luis Pericot y Ricardo Martín.- La prehistoria.
Ed. Salvat, Col GT. Barcelona 1973. Págs. 39-42 "
Todos estos testimonios confirman que en la Prehistoria, cuando estaba
vigente la sociedad maternal, el género femenino tenía mayor importancia que
el masculino: la mujer tenía una posición preeminente en la sociedad
mientras que el varón tenía una posición subsidiaria.
COSTUMBRES Y CREENCIAS CARACTERÍSTICAS DE LAS SOCIEDADES MATRILINEALES,
REMINISCENCIAS DEL MATRIARCADO
En las sociedades matrilineales estaban vigentes ciertas costumbres,
muestras de la superior consideración femenina como eran:
- La GENEALOGÍA se establecía a partir de la mujer, respecto a la madre. La
primitiva forma de parentesco era matrilineal: los descendientes seguían la
línea femenina. Modo de afiliación matrilineal que determinaba los
caracteres esenciales del sistema en el que jugaba el papel principal lo
femenino. La madre era la fundadora de generaciones de descendientes
femeninos, cabeza de linaje, cabeza de familia, lo que determinaba su
status.
Y de forma paralela en concordancia con la realidad económica y social en el
que la genealogía se establecía a partir de la madre, las tradiciones
míticas subrayaban la victoria del Principio femenino. Era la representante
femenina Divina la que jugaba el principal papel en el mundo sobrenatural: y
así en el mito de la Creación, Ella era la única protagonista e igualmente
la humanidad se consideraba su obra exclusiva: los seres humanos descendían
de una MADRE ANCESTRAL / MA.
[Parents = Madre de los Dioses, en latín según Blánquez, Tomo 2 (1988, 1100)
(de pario = parir, dar a luz, alumbramiento = partus), de la que deriva
parentesco, parentela y parientes: individuos paridos por una mujer, que
evidencia la primitiva descendencia matriarcal en las sociedades
matrilineales].
- Y se creía que la DIOSA MADRE DABA A LUZ POR PARTENOGÉNESIS /
Virginalmente (el Principio masculino no intervenía en la fecundación). La
Diosa Madre tenía una Hija sin concurso masculino, ejemplificando las pautas
matrilineales o vástagos que nacían después de concebirlos virginalmente.
Por lo que se invocaba a la Diosa para solicitarle el embarazo, que era la
que (se creía) daba Fertilidad a las mujeres.
- Sociedades en las que se practicaba la COVADA, práctica existente de
manera generalizada según la referencia de VICTORIA SAU (1978): "La autora
María Carlucci en su libro "La couvade en Sudamérica" afirma que 124 tribus
de aquel continente la practicaban, aunque su distribución abarca el mundo
entero; y W. J. Fielding dice: Aunque en nuestros días esta costumbre tiende
a desaparecer, podemos asegurar que ha existido desde los más remotos
tiempos y ha perdurado hasta nuestros días".
Covada que servía para sellar el vínculo de un varón con los hijos tenidos
por su esposa, por el cual el varón reconocía como hijos propios a los hijos
de su esposa, a modo de declaración de paternidad, dada la creencia en la
ausencia de poder fecundador al varón.
- Sociedades exógamas (los pretendientes son externos al clan de la novia)
en las que LOS MATRIMONIOS SE ESTABLECÍAN A CAMBIO DE LOS BIENES DEL CÓNYUGE
VARÓN (la llamada "lobola" en países africanos).
Bienes antifernales que el esposo aportaba a la esposa, o prestaciones
laborables o a cambio de ganado, valor determinado por el prestigio de la
mujer. El novio trabajaba para sus suegros o daba ganado como compensación /
indemnización por la pérdida de una valiosa mujer a la familia de la que
provenía. Lobola que no representaba una compra. La mujer no era objeto de
apropiación. La mujer siempre quedaba bajo la protección de su familia. Y
llamada machistamente por los occidentales "compra de la novia".
Al respecto afirma GÓMEZ-TABANERA (1986, 18): "Está también el hecho de que
si el pago que satisface por una esposa se considera como una especie de
indemnización acordada con la familia de ésta por la pérdida de los
servicios de uno de sus miembros, dicho desembolso significa, por lo
general, mucho más. Así, el precio pagado determina a menudo el prestigio de
la mujer en la casa del marido y en su propia comunidad."
Esta forma de establecer matrimonio a cambio de la prestación masculina,
muestra que en esas sociedades, se consideraba a la mujer valiosa. Y es
totalmente contraria a la forma de establecer el matrimonio a cambio de la
dote que aporta los familiares de la desvalorizada mujer en otras sociedades
patriarcales, en las que la mujer no tiene valor dentro de la vida
productiva, ya que está excluida de las labores agrarias.
Dote patriarcal que sí supone un "soborno del novio" con la que los padres
de la novia pagan un precio para asegurar a su hija un esposo y un
proveedor. Pago exponente del sexismo para que el esposo mantenga a una
desvalorizada mujer y cargue con la carga económica que representa.
Dote causante de tantos atropellos hacia la mujer que había, y todavía ha de
ser pagada por los progenitores de la novia, en las épocas y en los lugares
en los que a las mujeres no se les permitía, ni se le permite ganarse la
vida por sí mismas.
- Atropellos como los ocurridos en épocas pasadas en los casos de familias
de gran número de hijas que no poseían suficiente patrimonio para dotarlas,
por lo que obligaban a alguna a entrar en religión.
- O dote causante del asesinato femenino en los casos y lugares en que los
familiares receptores de la dote han de devolverla en caso de disolverse el
matrimonio, por lo que prefieren asesinarla para evitarlo. En relación a
ello afirma BENAZIR BHUTTO, Primera Ministra de Pakistán (1995, 15):
"Algunas veces, estas mujeres llegan a ser asesinadas por su esposo o sus
familiares políticos, para conseguir otra esposa y una nueva dote. La
institución de la dote es una enfermedad social acerca de la cual tenemos
que hacer consciente a un número cada vez mayor de personas y contra la cual
tenemos que alzar nuestra voz".
- LA MUJER EN LA S. M. ERA LA AGRICULTORA PROPIETARIA DE LA TIERRA. El suelo
cultivable era propiedad femenina, ya que la herencia del suelo pasaba de
madre a hijas, que eran las que estaban relacionadas con la alimentación. Y
eran ellas las que desempeñaban exclusivamente los pesados trabajos
agrícolas, labores de cultivo, de siembra y transporte y recogida de la
cosecha. Afirma HAWKES y WOOLLEY, en obra citada (1977, 225) al respecto: "A
la mujer le correspondía el trabajo agrícola dentro de las tareas
especializadas propias de las aldeas neolíticas."
Y a la pregunta de MOYERS (Campbell, 1991, 151): "¿Piensas que las
religiones de diosas emergieron porque, en la domesticación de la raza
humana, las mujeres jugaron un papel dominante en las actividades agrícolas
de esas primeras sociedades?"
Contesta CAMPBELL: "No hay duda alguna sobre ello. En ese momento, las
mujeres se convierten en los miembros más importantes de la sociedad en
cuanto a poder mágico."
- En las s. m. dada la posesión del suelo femenino, a la mujer se le
adjudicaba los trabajos relacionados con la alimentación, por lo que ocupaba
una situación privilegiada y desempeñaba el papel más importante debido a su
VALOR ECONÓMICO. Las mujeres daban de comer y vestían a sus hijos y a los
varones adultos; se ocupaban del tejido, cerámica, artesanía y tenían el
mando del hogar. Mientras el sistema de división del trabajo permitía que
los varones se dedicasen a la ocupación más descansada de la pesca, la caza
y sobre todo a la guerra. Y era tal la importancia femenina que los varones
hacían lo imposible para evitar perder a su proveedora. Así que el valor
económico que representaba la mujer era causa de que se la tratase bien.
(Es significativo que los primeros occidentales que visitaron estas
sociedades primitivas en las que la economía y el trabajo residía en manos
femeninas, dado que estaban acostumbrados a la forma opuesta patriarcal
occidental en donde estaban exclusivamente en manos masculinas, calificaron
a las mujeres autónomas de manera machista como "esclavas". Esta división
del trabajo que adjudica a las mujeres los pesados trabajos del cultivo del
campo, explica que los esclavos negros varones sacados de sociedades
matriarcales africanas y llevados a sociedades patriarcales americanas,
donde se les exigía trabajar en plantaciones, sólo fueron convencidos a
hacerlo a base del látigo y el miedo a la violencia física, ya que no
estaban acostumbrados a realizar las fuertes "tareas de mujeres en el
campo").
- LA ECONOMÍA MERCANTIL Y EL COMERCIO en la s. m. se encontraba en manos
femeninas, lo que les permitía gran independencia.
- LA MUJER POSEÍA GRAN AUTONOMÍA en estas s. m. y gozaban de grandes
derechos y poderes de libre decisión, siendo la elección de pareja
dependiente de la joven. HAYES en la E. U. I., Tomo 33 (1988, 1000) afirma:
"... en las sociedades exógamas las mujeres pueden rechazar a los
pretendientes..."
- Existían CEREMONIAS DE INICIACIÓN FEMENINAS consecuencia del papel
predominante de la mujer. En estas s. m. las muchachas al llegar a la
pubertad realizaban ceremonias que corroboran el status femenino.
Existían costumbres licenciosas y de promiscuidad sexual por parte femenina,
que tenía relaciones «sexuales libres». La mujer casada podía ser infiel a
su esposo y otorgaba la «amistad del muslo» al huésped (la cultura
occidental considera machistamente que «el varón prestaba la esposa al
huésped»). O las «mujeres elegían a sus múltiples amantes», síntomas de que
no se dejaban dominar por ningún varón. Sociedades en las que no se daban
los celos masculinos por la conducta de su esposa infiel y si algún esposo
los sentía podía vengarse en el amante, no en la esposa intocable. O existía
la costumbre de que a veces eran los «esposos varones adúlteros» los que se
entregaban a los parientes de la mujer ofendida para que la vengasen. En
algunas sociedades se practicaba la poliandria: una mujer con varios
varones, institución social que subrayaba la alta posición femenina y que
tenía por resultado darle un lugar preponderante en la sociedad. En otras s.
m. «la mujer no vivía» con su esposo quien sólo la visitaba de noche (y ella
le pagaba el favor sexual). O existía "el esposo desconocido". Y eran
sociedades que consideraban nacimientos milagrosos los que tenía una mujer
de padre desconocido. En palabras de los autores de la E. U. I., Tomo 33
(1988, 1005): "... fue engendrado por Zeus, es decir, por un padre
desconocido, una característica del matriarcado."
Y se inventaban mitos en los que las Diosas tenían gran número de amantes y
comportamientos de gran libertad sexual, resto de la antigua etapa
matriarcal.
[Por ejemplo, DOMINIK JOSEF WÖLFEL en (1968, 337) nos dice de la s. m. de la
Irlanda histórica celta: "Los celtas nos ofrecen la prueba más clara de que
la península europea antigua tenía una estructura matriarcal... La
extraordinaria libertad de la mujer en los pueblos resto de la antigua
Europa habla en favor de la hipótesis de que un estrato «matriarcal» más
antiguo fue recubierto o influido por un estrato patriarcal más reciente,
pero quedó hasta cierto punto libre de él. El material que sobre esto nos es
conocido nos lleva al convencimiento de que el estrato patriarcal llegó
tardíamente del Este, traído quizá por los indogermanos, pues son
precisamente las áreas megalíticas y de las altas culturas arcaicas las que
conservan mayor número de survivals de la organización matriarcal".
"El famoso Diálogo en el lecho entre la reina irlandesa Medb y su esposo
Aillil, nos aclara la relación existente entre el rey y la reina. Ella era
quien lo había elegido y no él a ella; Medb era la reina del país y, antes
de Aillil, dos hombres llegaron a ser reyes por su matrimonio con ella, y
sólo matando al segundo en combate singular, se convirtió Aillil en el
tercer esposo y rey. Junto a él conserva Medb otros hombres, a los que
otorga la «amistad del muslo», una relación hombre-mujer que tiene su
equivalente más exacto entre los bereberes lemtei (b. a. tuaregs), donde se
emplea una expresión casi idéntica para designarla, o en la «ronda»
campesina europea. Si el rey tenía celos, podía vengarse en el amante, pero
su esposa era inviolable para él."
Y añade WÖLFEL: "Lo mismo ocurre en Britannia: la reina Cartismandua repudia
a su esposo Venutius y toma por esposo a un escudero, que de este modo llega
a rey, lo que causa la admiración de los historiadores romanos que nos
narran este episodio."]
- S. m. en las que, según manifiesta ZONABEND (1988, 55): "... apenas se
preocupan del problema de la paternidad, sólo se otorga una importancia
limitada a los vínculos maritales. En ellas, además el DIVORCIO ES FRECUENTE
Y FÁCIL".
- Sociedades matrilineales en las que la RESIDENCIA DEL MATRIMONIO ERA
MATRILOCAL. Era el esposo el que entraba a formar parte de la familia de la
mujer (exogamia: el esposo proviene de una familia externa a la de la
novia). Y si se mira la residencia como índice del status del esposo, cuando
la residencia era matrilocal, en casa de la esposa, en que era el esposo el
que iba a vivir al pueblo y al clan de la esposa, era beneficiosa para la
mujer al permanecer cerca de sus parientes, por lo que la autoridad del
esposo era menor. Declara HAYES en la E. U. I., Tomo 33 (1988, 1000): "...en
las sociedades exógamas las mujeres pueden rechazar a los pretendientes, al
paso que los hombres han de esforzarse para agradar a su futura,..."
En estas circunstancias los varones no podían tratar mal a la esposa
impunemente, a la manera que es habitual de las sociedades patriarcales, si
querían ser aceptados.
- En las sociedades femeninas la PERTENENCIA DE LOS HIJOS Y DE LA CASA ERA
DE LA FAMILIA DE LA ESPOSA. Y eran los nacimientos de hijas más deseados, ya
que era primordial para un pueblo de estructura matrilineal asegurar la
descendencia femenina y perpetuar la familia y que la herencia pasase de las
madres a las hijas. Además se prefería hijas porque al casarlas incorporaban
un yerno que trabajaba para los suegros. Así que se favorecía el nacimiento
de las niñas ya que cuantas más hijas más prestigio conseguiría una familia,
gracias a que ganaría mayor número de yernos que aportaría sus servicios y
trabajos.
-En las s. m. en que estaba vigente el derecho materno se heredaba de la
madre: LA HERENCIA ERA MATRILINEAL. Eran las mujeres las que heredaban:
cuando una mujer moría la herencia pasaba a los parientes de la muerta, no
al esposo, a diferencia de lo que ocurre en las sociedades patriarcales que
son los varones quienes heredan.
- S. m. con CURIOSAS COSTUMBRES.
P. ej. en algunas existía el "tabú de la suegra" por la que el yerno no
podía hablar directamente a sus suegros sino a través de su mujer, que
resaltaba su posición jurídica privilegiada. La mujer era la que mandaba. El
varón en estas condiciones en las que debía respeto y sumisión a su esposa,
tenía una posición de inferioridad social y no alcanzaba categoría hasta que
no se convertía en suegro.
En otras s. m. se permitían "uniones conyugales" diferentes a las
instituciones monogámicas y heterosexuales que se practica en occidente. Y
así se daba una forma matrimonial que permitía el matrimonio entre mujeres.
Matrimonio que se establecía por motivos económicos, no por motivos sexuales
ni lésbicos. Lo que patentiza que el matrimonio es una institución que no
necesariamente puede estar orientado a las necesidades sexuales. Y que la
pareja heterosexual no es la única que puede socializar a los niños.
Manifiesta ZONABEND en (1988, 70): "Es evidente asimismo que estas
sociedades muestran una concepción amplia del matrimonio, menos vinculada a
las necesidades sexuales de los consortes individuales y más orientada hacia
el funcionamiento armonioso de la sociedad en su totalidad."
- S. m. en las que además de las posesiones y del suelo cultivable se
heredaba el DERECHO AL TRONO POR VÍA MATRILINEAL.
Y esa es la razón de que a principios de los tiempos históricos tras la
revolución patriarcal siguieron conservando la herencia al trono por
descendencia materna, en donde el poder real era ejercido por el varón que
se casaba con la princesa de sangre real, heredera legal al trono, hija de
la reina: ella lo legitimaba.
(Lógicamente si en época patriarcal, tras el cambio de la sociedad hacia el
patriarcado, legitimaba al ocupante de trono la princesa descendiente de una
reina, mostraría ser un vestigio del ejercicio del poder femenino de época
matriarcal, cuando el trono lo ocupaba en exclusiva la heredera legal,
cuando el poder estaba en manos femeninas: sólo había reinas.
Habla elocuentemente a favor de esta hipótesis la arqueología, ya que en la
Prehistoria sólo existen obras de arte simbólicas antropomorfas de mujeres
con coronas y sentadas en trono, representación tanto de la Diosa Soberana
del mundo sobrenatural, como la única soberana en la tierra que dominaba la
época matriarcal sobre todo lo demás).
De ahí que los usurpadores de muchas dinastías intentasen legitimar su
situación casándose con una princesa heredera de la anterior dinastía, la
hija de la reina, que era quien poseía el derecho real, para legitimar su
situación. Era el matrimonio con una reina lo que hacía a un varón reinar.
Y prueba de ello la existencia de reinas que escogían y repudiaban a sus
sucesivos esposos sin enviudar, a los que legitimaban en el poder. Y reinas
que disfrutaban de una vida libre y autónoma, con multitud de amantes.
- A principios de los tiempos históricos fueron frecuentes los MATRIMONIOS
INCESTUOSOS entre familiares consanguíneos, síntomas de que pervivían los
usos sucesorios del matriarcado. A pesar de las duras reglas del incesto los
intereses masculinos las transgreden por razones económicas, que demuestra
que se practicaba el incesto por intereses políticos aún estando en contra
del tabú del incesto y los usos sucesorios del matriarcado.
(La existencia del tabú del incesto -que prohibía las prácticas sexuales
entre parientes consanguíneos- de manera universal muestra que el parentesco
en todas las sociedades era matrilineal y todas eran exógamas. Fue
precisamente la familia matricéntrica la que descubrió la gran ventaja que
existía incorporar varones del exterior, porque suponía conseguir ayuda
familiar. De ahí surgió la imposición de reglas prohibiendo relaciones
sexuales entre parientes consanguíneos.)
Los varones que no tenían derecho a la herencia matrilineal hacían excepción
de tales leyes estrictas en su interés para legitimar su acceso al poder o a
la herencia. Transgresión que demuestra que la exogamia (los pretendientes
son externos a la familia de la novia, y la manera de llevarla a cabo era el
tabú del incesto) surgió exclusivamente por cuestiones de economía práctica
de las sociedades matricéntricas.
Al morir una reina o una mujer, dado que la poseedora del derecho real o de
la herencia era su hija, en la época de transición al patriarcado, se
permitía los matrimonios consanguíneos para satisfacer las ambiciones
masculinas y legitimar el ascenso al trono o a la herencia de su hermano
varón (también existían costumbres incestuosas en familias normales para
legitimar la herencia). Y los hermanos varones, los hijos bastardos se
casaban con la heredera legal que era su hermana o su medio-hermana para
legitimar el poder o la herencia. Y la obligaban al matrimonio para así
someterla al dominio patriarcal y con ello evitaban que la heredera legal
tuviera una vida propia y autónoma.
Y de manera paralela el invento de mitos de incestos con consecuencias no
punibles en el panteón Divino. Los mitos promovían el incesto o la violación
por parte de su hijo o de su hermano a la Diosa que muestran los usos
sucesorios del matriarcado.
- S. m. en las que la autoridad y EL PODER POLÍTICO ERA EJERCIDO POR LA
MUJER. En palabras de ROHRLICH-LEAVITT, SYKES y WETHERFORD (1979, 48):
(Aunque) "... la mayoría de los antropólogos, aseguran que incluso en
sociedades matrilineales, matrilocales, no es la mujer sino sus hermanos
quienes sustentan el poder político. Esto es pasar por encima de la
evidencia histórica. El liderazgo de la mujer está bien documentado en
diversos países del sudeste asiático y África. Y en los estados norandinos
«las tendencias matrilineales del área del círculo del Caribe promovieron
guerreros y gobernantes tanto masculinos como femeninos» (Steward
1970:221)".
Para la historiadora PÍA LAVIOSA ZAMBOTTI en (1959, 67): "En las más
antiguas culturas agrícolas, mandan sin ninguna traba las mujeres: la gran
madre incluso tiene a sus servicio una corte de doncellas, hijas, nietas,
parientes, etc. Constituye una familia natural similar a la que en el mundo
de los insectos constituye la de las abejas, en la que la abeja reina domina
rodeada de una corte de obreras."
Y según BAGUÉ en (1958, 49): "Pero hay algunos pueblos en que este
predominio llega a trascender a la vida política, y son las mujeres las que
dirigen la tribu por medio de un consejo que designa a los jefes para la
guerra..."
Según los autores de la E. U. I., Tomo 64 afirman en (1988, 305): "En la
economía matriarcal..." ... "en la fase exógama aparece la tribu dividida en
dos clases casaderas, y por otra parte se desarrolla un cacicato, á (sic)
veces femenino."
Y en otro lugar comentan que los varones gobiernan en las tribus
matriarcales para oponerse al poder femenino. Y así afirman: "La
organización política también en las tribus matriarcales la ha realizado el
varón, no derivándola orgánicamente de la tribu, sino como una especie de
reacción, oposición á la preponderancia económica de la mujer, mediante las
sociedades secretas con sus fiestas masculinas, honrando a determinados
antepasados varoniles, ó si hay confluencias totemistas, al totem, (sic)
oponiéndolos á la organización tribal matriarcal, y á veces extralimitándose
fuera de la tribu con su propaganda, que contribuye también a la difusión de
su idioma, por ejemplo en los caribes y arevacos, en los negros bantú,
etc...".
Y ahí están las numerosas ejemplos de soberanas que confirman que ejercieron
solas el poder y la soberanía en todos los continentes, reinas que
simultaneaban su función con el ejercicio del sacerdocio.
Lo demuestran la gran abundancia de representaciones iconográficas en las
que aparecen mujeres con los atributos de sus funciones políticas,
religiosas y judiciales: coronas y collares, tronos, cetros, símbolos del
poder legítimo. recibido por vía matrilineal y emanado del cielo. Y asociado
a las consts. Corona (coronas y collares), Virgo (trono) y Libra (cetro).
Eran reinas sacerdotisas que ejercían un poder teocrático como encarnación
viviente de la Diosa. Y ejercieron de juezas juzgando y castigando a los
delincuentes, de guerreras en la defensa de sus territorios, administraron
sus riquezas y desempeñaron un gran papel, por lo que fueron muy admiradas y
queridas por sus súbditos. Fueron llamadas en diferentes regiones con
diferentes nombres (muchos derivados de nombres de Diosas):
AFRODISIASTAS (bajo advocación / b. a. Diosa Afrodita), ANFICTIONAS (b. a.
Diosa Demeter Anfictiónida), AYDZU (DE Ecuador), BANDOLERAS (b. a. Diosa
Banda de Iberia), BELONARIAS (b. a. Diosa Belona romana), BUBASTISTAS
"Faraones de la Casa de Bastet" (b. a. de la de la Diosa Bastet de Egipto),
CACICAS, CANDACES (b. a. epónima de la primera reina / Candace Kantoki del
siglo XI adne), CARMENTAS (b. a. sacerdotisa / Diosa Carmenta), CAUDILLAS,
CILIARCAS, CITERÓDICES (b. a. Diosa Afrodita Citera), COYAS, CUMANAS,
DELIASTAS (b. a. Diosa Artemisa Delia), DICTEAS (b. a. Diosa Dictina),
DODÓNIDAS (b. a. Diosa Dodona), DRÍADAS (b. a. Diosa Drías), DRUIDESAS (b.
a. Diosa Dru), EMPERATRICES, ERICES (b. a. Diosa Afrodita Ericina), FARAONAS
"Casa Grande", FHARIA TURBA (b. a. Diosa Isis Fharia), FEBAS (b. a. Diosa
Febea), FENICIARCAS, FORTUNAS ANTIASTINAS (b. a. Diosa Fortuna Antiastina),
GALISENAS (b. a. Diosas Galia y Sena), HERÉSIDAS (b. a. Diosa Hera), HELIAS
PYTHIAS (b. a. Diosa Helia), ISHTARITUS (b. a. Diosa Ishtar), JEFAS,
LICIARCAS (B. A. Heroína / Ninfa Licia), LÚCUMAS / LUCUMOS, LUKOKESMAS,
MAGIS "SABIAS", MAGISTRADAS, MIKO, MISWAD, MONETALES (b. a. Diosa Juno
Moneta), MUJER MAKONDA, MUJER BLANCA, MUJER CABEZA, MUKARRIB, NEMORENSIS (b.
a. Diosa Artemisa Nemorense), RABUS, REINAS, SÁTRAPAS, SEÑORAS, SIBILAS: [BETURIAS,
CIMERIAS (b. a. Diosa Cibeles Cimeria), Efesias (b. a. Diosa Artemisa
Efesia), TÁURICAS (b. a. Diosa Artemisa Táurica), FRIGIAS (b. a. Diosa
Cibeles Frigia), HELESPÓNTICAS (b. a. princesa / Diosa Hella / Hele),
METRÓFORAS (b. a. Diosa Cibeles Metroon), Olimpíadas (b. a. Diosa Hera
Olimpia), Pitias y Pitonisas (b. a. Diosa Serpiente Pitón), TIBURTINAS (b.
a. Sacerdotisa / Diosa Tiburtina), SAMIAS (b. a. Diosa Juno Samia / Samiena
de Samos / Stephane "Corona"), RÉTICAS (b. a. Diosa Retia)... ], SHAMATUS
(b. a. Diosa Shama), SUMAS PONTÍFICES (b. a. Diosa Afrodita), TAWANANAS,
TEMISTÍADAS (b. a. Diosa Temis), TESMOTETAS (b. a. Diosa Demeter Tesmófora),
TESPÍADAS (b. a. Sacerdotisa / Diosa Tespias), VENERIAS (b. a. Diosa Venus),
VELLEDAS (b. a. Sacerdotisa / Diosa Velleda), VALAS / WALAS "Sabias", WU...
Por lo que ya es hora de dar a conocer explícitamente la existencia de esas
líderes femeninas de las que se conservan numerosos testimonios de sus
hechos gloriosos.
Y ya es hora de acabar con la visión eurocéntrica de la historia y dar a
conocer las sociedades que todavía perviven en la tierra con un modelo
diferente del patriarcal occidental, donde rige el derecho materno, antes de
que sean exterminadas sin piedad, como les ha ocurrido a la mayoría de s. m.
al adoptar el cristianismo o antes del budismo o confucionismo o el
mahometismo o judaísmo o sintoísmo o cualquier otra invasión cultural,
religiosa o filosófica que las obligaron a cambiar el estado de cosas, por
no contar con la suficiente organización que les permitiera oponer
resistencia a la civilización invasora.
Ampliamos en: Sociedades matrilineales de África en [http://es.geocities.com/culturaarcaica/
africa.matrilineal.html], de Asia en [http://es.geocities.com/culturaarcaica/
asia.matrilineal.html], de Europa en [http://es.geocities.com/culturaarcaica/
europa.matrilineal.html], de Noarteamérica en [http://es.geocities.com/culturaarcaica/
norteam.matrilineal.html], de Oceanía en [http://es.geocities.com/culturaarcaica/
oceania.matrilineal.html].
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