TARTESSOS

 
                                                     

 

ESTELAS TARTÉSSICAS
 

 

  Por Felipe Villegas, EFE/Europa Sur, 19 de marzo de 2005

 

 

 

Sevilla. Dos estelas tartéssicas, halladas en el campo

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Foto: Una de las dos estelas tartéssicas aparecidas en la Sierra Norte de Sevilla.

Hallazgo casual. La Guardia Civil encontró las dos piedras, de una antigüedad entre 3.100 y 3.200 años, en una ronda rutinaria en la Sierra Norte de Sevilla.

 

La Guardia Civil de Sevilla, en una actuación conjunta efectuada con arqueólogos y profesores de la Universidad de Sevilla, ha localizado dos estelas tartéssicas de gran valor y en bastante buen estado de conservación en un punto de la Sierra Norte de Sevilla no determinado por razones de seguridad, puesto que próximamente se espera peinar la zona por si quedasen más vestigios como los hallados, que se calcula que tienen una antigüedad de entre 3.200 y 3.100 años.

 

Según ha informado la Benemérita, el hallazgo, que ha sido fortuito, se ha producido gracias a la actuación de los integrantes de una Patrulla Rural de la Guardia Civil de Sevilla, quienes durante su vigilancia rutinaria se percataron de la existencia, en medio del campo, de una piedra de generosas proporciones, las mismas que coincidían con la fisonomía de una estela tartéssica.

 

 

 

Ante la sospecha -dada su instrucción y sensibilización en el campo patrimonial- de que se trataba de un vestigio arqueológico y no de un simple pedrusco, el instituto armado solicitó la colaboración de varios profesores de la Universidad de Sevilla, cuya presencia en el lugar permitió localizar otra estela más.

 

Las dos piezas ya han sido puestas a buen recaudo en las dependencias de la Guardia Civil y se está a la espera de que la delegación provincial de Cultura, cuyos técnicos han seguido de cerca la operación, se haga cargo de las mismas y de su traslado hasta su lugar natural, el Museo Arqueológico Provincial de Sevilla.

 

El hallazgo ha sorprendido porque si bien en el valle del bajo Guadalquivir, ámbito donde se desarrolló la llamada cultura tartéssica, aparecieron con anterioridad algunas estelas -de hecho, a éstas se las conoce también como estelas del suroeste o estelas del Bronce final-, no deja de sorprender que en pleno siglo XXI sigan manteniéndose prácticamente in situ este tipo de manifestaciones culturales tan ancestrales.

 

Y que presenten, además, tan buen estado de conservación y tanta rareza tipológica en una de ellas. Las estelas en cuestión, que pueden medir casi dos metros, no son excesivamente monumentales en esta ocasión; antes bien, las dimensiones de la que más ha llamado la atención de los investigadores tiene 80 centímetros de largo por 60 de ancho y 25 de fondo. Su peso alcanza los 120 kilos.

 

Se trata de una piedra sedimentaria que tiene dos figuras antropomórficas que representan a un hombre y a una mujer, según se interpreta, así como dos espadas y un escudo. Todas las figuras han sido talladas en la roca y su estilo es sumamente esquemático, el característico de esta era.

 

Estas estelas vienen a sumarse a las ya atesoradas en el Museo Arqueológico, descubiertas en localidades como Burguillos, El Coronil, Setefilla, Carmona y Écija.