Personaje mítico, estirpe de dioses y reyes civilizadores de Andalucía. Este relato cabalga entre los últimos siglos de la Prehistoria y los primeros de la Protohistoria.

 A Norax se  le considera hijo de Mercurio y de Erytheia, la única hija del rey mítico de Tartessos Geryón, pastor de toros, los cuales fueron robados por Hércules (Herakles) y conducidos hasta Tirinto.

Del solar andaluz nos viene el recuerdo de mitos como el de "Gárgoris y Habis" que hablan del invento de la apicultura y de la, agricultura proporcionan­do así "modelos" a los campesinos. También aparecen modelos para las demás actividades trátese de adelantos de orden económico y social como los atribuidos a Habis que proporcionó a  su pueblo leyes, prohibió el trabajo a la nobleza y divi­dió a la plebe en siete ciudades, como del conocimiento de la domesticación del ganado vacuno del que da testimonio el mito de Gárgoris.

Estos mitos parecen estar relacionados, según Caro Baroja, con el esquema de la evolución económica según la cual habría que considerar que estos pobladores míticos andaluces pasarían por una fase recolectora y luego por otra pastoril-recolectora para pasar después por otra fase agrícola de cultivo con arado que se hacia depender del pastoreo.

El mito, en general, es una realidad cultural muy compleja que puede abordarse e interpretarse a través de múltiples perspectivas en el sentido de proporcionar modelos a la conducta humana y conferir, por eso mismo, significación y valor a la existencia.

Los mitos, según Mircea Eliade, relatan no sólo el origen del mundo, de las plantas, de los animales y del hombre sino también todos los acontecimientos primordiales a consecuencia de los cuales el hombre  ha llegado a ser lo que hoy es.

Por ello, a través de estos mitos se intenta dar una interpretación de las etapas por las cuales los antiquísimos pobladores andaluces evolucionaron hacia la civilización urbana de la que da posiblemente cuenta el mito de Norax.

A Norax se le tiene como colonizador de  Cerdeña y fundador de la ciudad de hechos como la transformación de la agricultura nómada en sedentaria, el establecimiento de la propiedad privada de lo tierra, el naci­miento y desarrollo del comercio y la creación de una estructura social mucho mas complicada, que la existente en los mitos anteriores  mencionados, como consecuencia de la acumulación de riquezas.

En el sureste andaluz, sobre todo desde la cultura de El Argar, surgen las primeras realizaciones importantes de urbanismo entre el 1.800 y el 1.000 antes de Jesucristo donde los hombres además de poseer una agricultura avanzada, importan objetos egipcios, poseen una amplia artesanía textil y bella cerámica lisa.

Sin embargo este empuje colonizador y urbano que representa el mito de Norax cronológicamente ¿dónde habría que situarla realmente, en las postrime­rias de la prehistoria, con los últimos mercaderes del vaso campaniforme, o por el contrario, en los primeros siglos de la Protohistoría, coincidiendo con la legen­daria Tartessos?.

El pueblo campaniformeo según V.Gordon Ghilde, se hallaba constituido por bandas de traficantes armados ocupados en el comercio del cobre, oro, ámbar y otras sustancias que a menudo se encontraban en sus tumbas. Estas bandas incluían metalúrgicos y mujeres que en todas partes fabricaban los vasos característicos.

La existencia errante de, estas bandas los llevaban desde la España meridional y desde Sicilia hasta las costas del mar del Norte y desde Portugal y Bretaña hasta el Tieza y el Vístula.

Se establecían, a veces, en un lugar fijo, en regiones de riqueza natu­ral así como en importantes encrucijadas de caminos. En ocasiones, dice Gordan Childe, lograban autoridad económica y política sobre comunidades sedentarias de diferentes culturas formando grupos híbridos con estas e incluso guiándolas en ulteriores peregrinajes.

¿Estaría entre los últimos mercaderes del vaso campaniforme de la Edad de los Metales el origen y la patria de Norax?.

Quedaría otra gran posibilidad vincular el mito de Norax a la Proto­historia Tartéssica con simultaneidad a las colonizaciones fenicia y griega, el comercio atlántico y los contactos mercantiles con los mundos etrusco, sarda y norteafricano.

Las fuentes griegas históricas dan el nombre de Tartessos, unas veces a un rio, otras, a una ciudad, y otras, a un territorio bastante extenso.

Con seguridad encontramos noticias sobre un reino Tartessos, donde se mezclan datos históricos con mitos y leyendas llegándose a una conclusión cierta: los escritores clásicos relacionaron estrechamente a los tartessios con la abun­dante riqueza de estaño plata e incluso oro en el sur de Iberia.

De este mundo legendario saldría la visión de Norax como colonizador de Cerdeña y fundador de Nora, producto del pensamiento mítico de la apoca de las colonizaciones, en plena protohistoria andaluza.

Las colonizaciones aportaron grandes cambios a las tribus, pretartessides rompiendo sus economías autárquicas y colectivístas: introduciéndose, nuevas técnicas agrícolas, artesanas y de extracción de minerales, el aprendizaje del alfabeto, el uso de la moneda para facilitar los intercambios comerciales y finalmente, importante para el relato de Norax, el estimulo para el establecimiento de ciudades.

B I B L I 0 G R A F I A

BLANCO FREIJEIRO, A. Historia de  SevillaI (1) La Ciudad Antigua Sevilla. Publicaciones de la Universidad de Sevílla.1979

CARO BAROJA,J. Los Pueblos de España Madrid.Edc. Istmo.1.976

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GARCIA BENITEZ, A. Hacia una comprensión histórica de las tradiciones orales:

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MIRCEA ELIADE, Mito y Realidad. Madrid. Guadarrama.1.978 (3ª edición)