Las evidencias se acumulan. En MAS ALLA Nº 134 ya apuntábamos la posibilidad de que la Atlántida hubiera estado situada en la península Ibérica. Ahora, nuevas investigaciones y descubrimientos submarinos parecen corroborar una hipótesis que cada vez cobra más fuerza. Sin embargo, ¿por qué los organismos competentes se niegan a profundizar en una cuestión que podría ser de vital importancia para la historia de las civilizaciones?
Inicié mi investigación sobre la Atlántida en 1959 animada por Julián Nava, futuro embajador de los Estados Unidos en México.
Nava, doctorado en Harvard y especializado en Historia Griega, creía firmemente que la Atlántida era una realidad y que como tal podría ser demostrada cientificamente.
Autifinanciándome, comencé a viajar mensualmente a España y a otros lugares del mundo buscando las piezas de ese enorme rompecabezas que es la Atlántida. Y aunque en los primeros años mi trabajo no fue reconocido, hoy creo que ha merecido la pena porque cada vez son más las personas que, como Nava y yo misma hace más de cuarenta años, comprenden la realidad de la Atlántida y las implicaciones que -mucho más allá del mito- este hecho puede tener para la historia de las civilizaciones.
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¿Restos del Diluvio Universal?
La Atlántida ha sido ubicada en diferentes emplazamientos.
Sin embargo, todo apunta a que este "continente perdido" se
encontraba en la península Ibérica.
A lo largo de ésta investigación -cuyo trabajo submarino realicé con el ya fallecido Francisco "Paco" Salazar, de Cádiz- hemos encontrado los restos de cuatro ciudades sumergidas en el litoral y la zona próxima a la costa que abarca desde Cádiz a Gibraltar. Ruinas cuya antigüedad es, en algunos casos, de mas de 9,000 años. A éstas, habría que añadir más de 20,000 piezas aisladas cuyo estudio indica que podrían estar claramente relacionadas con la Atlántida.
Pero hay más. Recientes análisis de núcleos de hielo examinados en el Polo Norte, han demostrado que aproximadamente en torno al 9600 a.C. tuvo lugar una inundación mundial que cubrió Europa y en especial la península Ibérica. Un "diluvio" que sin duda es el mismo que se cita en la Biblia y del que solo el uno por ciento de la población habría podido salvarse. Pues bien, al examinar las marismas que se encuentran en la franja comprendida entre Cádiz y Huelva, los restos de ese gran diluvio resultan claramente evidentes.
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España, ¿el "paraíso terrenal"?
Asimismo, en bibliotecas privadas gaditanas hemos hallado
documentos que revelan aspectos de la Atlántida que han sido
verificados por arqueólogos como Adolph Schulten
cuyas excavaciones en Huelva (Tartesos) indicaron que
esta ciudad podría haber sido anterior a la gran inundación.
Cádiz fue también la Kadesh (Gades) del Antiguo
Testamento, por lo que tanto Tarshish como Kadesh
(Huelva y Cádiz) podrían haber sido las ciudades originales
de la Biblia, lo que convertiría a España en el "paraíso
terrenal" anterior al cataclismo.
Me explico: Aparentemente, muchos años después del diluvio emergieron una nueva Tarshish y Kadesh en lo que ahora es Israel. Teniendo en cuenta que Jericó, en Israel, ha sido datada aproximadamente en torno al 9200 a.C., entonces, es posible que los supervivientes de Noé permanecieran en el Monte Ararat durante 400 años, trasladándose a tierras más bajas cuando las aguas retrocedieron. Allí habrían fundado el primer centro de población sobre la tierra desde que la Atlántida se sumergió en la costa española.
Por si fuera poco, existen también fuertes vinculaciones entre las inscripciones de los dólmenes irlandeses con forma de cueva y algunas que han sido halladas en España. Conexiones que junto a las diferentes ruinas descubiertas en Lisboa, Madeira y las Azores, indican que Irlanda, España y Portugal habrían formado parte del "Continente Perdido" en sus primeros tiempos. De hecho. los rusos afirmaron haber descubierto la Atlántida sumergida a 600 pies bajo el punto marítimo "Ampere", cerca de los Azores.
• Mito
y realidad del "continente perdido"
Se trata de descubrimientos que, poco a poco, parecen
desvelar el misterio que siempre ha envuelto a la Atlántida.
Sin embargo, este tipo de informaciones parecen no interesar
a las administraciones públicas empeñadas en rechazar la
posibilidad de la existencia de la Atlántida en la península
Ibérica.
El mayor mito del mundo podría estar a punto de desvelarse con métodos científicos y las implicaciones que de ello podrían derivarse serán de suma importancia. Primero, porque nos veremos obligados a retrasar la datación de las primeras civilizaciones y a revisar las teorías establecidas sobre los orígenes del hombre. Y después porque dispondremos de una nueva fuente de investigación antropológica que probablemente nos mantendrá muy ocupados durante las próximas décadas.
Todo un reto en el que España podría jugar un papel decisivo. Sólo hace falta que el gobierno español se muestre dispuesto a cooperar en la creación de un proyecto destinado a examinar la posible existencia de la Atlántida en España.
Por nuestra parte, estamos haciendo todo lo que está en nuestras manos. De aquí a doce meses, la Asociación para la Investigación del Antiguo Mediterráneo habrá creado una completa base de datos con toda la información que se conoce sobre la Atlántida. De este modo pretendemos apoyar las investigaciones submarinas que se están llevando a cabo en la actualidad. Asimismo, también existen planes para crear un centro de estudios que contribuya a mejorar los conocimientos de los investigadores y que aglutinante de todos aquellos que creemos que la Atlántida estuvo en la península Ibérica.