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LOS ENORMES GEOGLIFOS

DE ANDALUCÍA OCCIDENTAL

 

Georgeos Díaz-Montexano

 

 

 

 

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Descubren enormes geoglifos prehistóricos en el suroeste de Iberia.

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|Sociedad Epigráfica de España, Madrid - Agosto/2006. Recursos/Fotos: http://www.Antiquos.com

Tags: geoglifos, montículos efigies, megalitos, túmulos, signos alfabetiformes, Georgeos Díaz-Montexano.

 

Investigadores hallan evidencias de casi un centenar de enormes geoglifos y montículos efigies en varios puntos del suroeste de la península ibérica entre Sevilla, Cádiz, Huelva y Portugal, en una superficie geográfica que constituye la mayor extensión de grandes geoglifos de todo el mundo después de Nazca, Perú.

Representaciones de hachas y martillos del Neolítico y Edad del Bronce, alternadas con montículos efigies que podrían representar varios animales junto a pequeños lagos artificiales con una isla interior y conjuntos megalíticos con grandes menhires plantean nuevos enigmas sobre una antigua civilización desaparecida del suroeste de Europa.

En una amplia área geográfica que abarca las tres provincias de Cádiz, Sevilla y Huelva, la Sociedad Epigráfica, en colaboración con el escriptólogo y epigrafista hispano-cubano Georgeos Díaz-Montexano, ha descubierto claras evidencias del trazado de gigantes geoglifos (grabados sobre tierra) ejecutados mediante técnicas similares a las usadas en otros lugares del Mundo como la extractiva que consiste en la construcción de caminos o terraplenes mediante la limpieza del terreno de piedras y árboles -técnica ésta más usada en Nazca, Perú- hasta formar grandes dibujos geométricos, y en algunos casos, símbolos y objetos perfectamente identificables, y la técnica acumulativa, o sea, mediante el empleo de montículos de tierra y piedras que van conformando las figuras o esfigies, la técnica más usada en Norteamérica y en Europa.

 

Esta superficie geográfica del suroeste de la península ibérica constituye la mayor extensión de grandes geoglifos de todo el mundo después de la célebres mesetas de Nazca en Perú, y hasta la fecha no aparecían en ningún catálogo o catastro arqueológico conocido; no habían sido registrados en la propiedad intelectual por nadie; como tampoco se ha encontrado la más mínima referencia sobe ellos en ninguna publicación científica especializada ni en las revistas divulgativas más populares, a pesar de más de un año de búsqueda infatigable en la mayoría de las más importantes bases de datos universitarios y fondos bibliotecarios de España y Europa.

 

Gran recinto en forma de cetáceo con varios conjuntos megalíticos dentro.

Los menhires más grandes superan los 20 metros de longitud.

 

Entre los geoglifos, montículos-efigies y lagunas artificiales destacan varias representaciones similares a hachas y martillos dobles o bipennes, petaloides y de talón como las usadas desde el Calcolítico hasta la Edad del Bronce, alternadas con montículos efigies que podrían representar altares en forma de piel de toro o lingote de Bronce, embarcaciones, toros y caballos junto a pequeños lagos artificiales con una isla interior, construidos todos en línea continua y paralela a la margen de un brazo fluvial.

 

Las hachas/martillos bipennes que aparecen representadas en estos geoglifos, montículos efigies y lagos artificiales -según Díaz-Montexano- podrían considerarse el precedente del hacha doble bipenne tipo minoico-cretense conocida como labrys, lo que permite especular con la posibilidad de un antiguo contacto entre el mundo de los navegantes minoicos procedentes de la isla de Creta con pueblos de una civilización pre-tartessia, o proto-tartésica, de la Edad del Bronce que habitarían esta región del suroeste peninsular ibérico; hipótesis nada descabellada desde que es sabido que la arqueología ha encontrado evidencias físicas de las civilizaciones micénicas y minoicas en otros puntos no lejanos de la cuenca del Guadalquivir (Bondi, 1988; Bernardini, 1991; Bendala, 1992; Sebastián Celestino Pérez, 1998).

 

Este aparente culto al "hacha/martillo" y a las formas tipo "lingote piel de toro" evoca una civilización de grandes mineros. "El martillo, en la mitología griega, es uno de los símbolos del dios de las forjas y la minería, el dios Hefaistos, el mismo que aparece en las monedas de la antigua Malaka (Málaga) púnica, y que en el Timeo de Platón es citado como un dios fundador de la ciudad egipcia de Sais, y también de la propia Atenas... El prestigio de las antiguas minas de Tartessos es algo bien documentado en la antigüedad en fuentes greco-latinas y semíticas". -explica Georgeos Díaz-Montexano.

 


Se han descubierto grandes geoglifos de círculos concéntricos y espirales en una extensa área.

Los diámetros de algunos sobrepasan los 300 metros.

 

Llama la atención la cantidad de geoglifos alfabetiformes cuyas dimensiones oscilan entre los 100 y 200 metros de longitud y que coinciden con letras del signario silábico-alfabético tartéssico, o del suroeste peninsular, y con otros hallados en pinturas esquemáticas de cuevas y abrigos rocosos y dólmenes del Neolítico y el Calcolítico en varios puntos del suroeste de la península ibérica. Como apunta Díaz-Montexano: "es posible que estemos ante la evidencia de un culto a las letras o a las escrituras en general, que podría a su vez constituir una prueba o confirmación de la afirmación de algunos autores de la antigüedad, fundamentalmente Estrabón, de que en esta región de Iberia existían escrituras, relatos históricos y leyes con más de seis mil años de antigüedad".

 


Hacha y símbolo tridentiforme.


Serpiente tragando huevos. Los “huevos” son túmulos de piedras.


Varios conjuntos de grandes geoglifos geométricos y alfabetiformes cuyas dimensiones

oscilan entre los 100 y 200 metros de longitud.

Asociados a estos geoglifos, montículos-efigies y lagunas artificiales los investigadores han hallado también grandes túmulos con menhires de gran tamaño (la mayoría tumbados), junto a algunos cromlechs o anillos de piedras, y al igual que los anteriores, ninguno de estos yacimientos habían sido antes detectados.

 

Entre estas formaciones tumulares sobresalen varias que contienen grupos de menhires en forma de aguja, junto a otros monolitos redondos o esféricos, asociados a su vez a formaciones monticulares de guijarros, cantos rodados y otras piedras que igualmente presenta formas sugerentes y otras más geométricas y abstractas. Este tipo de formación monticular de piedras es muy típica de las Islas Británicas, Irlanda y Escocia, aunque también se encuentran en otros lugares de las costas atlánticas de Europa.

 


Uno de los conjuntos megalíticos tumulares descubiertos por la SEE.

 

 

"Pienso que estamos ante lo que podría ser uno de los mayores descubrimientos de la arqueología del último siglo, que desde luego va a situar a la península ibérica en el centro de muchos debates científicos académicos sobre los orígenes de las antiguas civilizaciones, pero todavía queda mucho terreno por andar, pues aún no sabemos con seguridad quiénes fueron los autores de estos enigmáticos monumentos ni su verdadera antigüedad. De momento, a juzgar por el contexto y la tipología, solo podemos suponer que algunos datan del Neolítico, mientras que otros podrían ser de finales de la Edad del Bronce". -Resume el epigrafista hispano-cubano.

 

|Sociedad Epigráfica de España| Madrid - Agosto/2006.


 

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