Mucho revuelo ha despertado la noticia de que en Hinojos se pueden encontrar
restos de la Atlántida. Todo el mérito reside en haber presentado unas fotos
realizadas por un satélite y asociarlas con la Atlántida. Pero porqué unas
fotos que pueden pertenecer a cualquier lugar del planeta se han identificado
con la Atlántida, pues muy sencillo, porque recoge una vieja tradición
historiográfica española que, digamos, está latente desde el mismo momento en
el que Platón lo relató en el Critias y el Timeo. Ya Rodrigo Caro expuso la
tradición muy antigua, expuesta en la obra histórica de Alfonso X el Sabio o
de Ibn Jaldún, de que, según algunos, a Sevilla la fundó Atlantes el
"Estrellero" (astrólogo), aunque ha perdurado la de que fue
Hércules.
Pero digamos, que fue F. Amador de los Ríos el que se atrevió a identificar la
pequeña región del Aljarafe sevillano con la Atlántida. Sin embargo, el gran
recopilador de todas estas leyendas y estudios realizados sobre el tema fue el
alemán A. Schulten. En su conocida obra, Tartessos, plena de erudición y con
un importante estudio filológico sobre todas las noticias transmitidas por la
antigüedad, de este emporio, nos hace una identificación entre la Atlántida y
Tartessos, confrontando los datos transmitidos por Platón con los que el
manejaba sobre Tartessos, y encuentra 20 coincidencias, no de lugares comunes
sino de particularidades, que son difíciles que se den entre dos lugares
distantes.
La ecuación Tartessos= Atlántida se convirtió en una obsesión para
A.Schulten que el creyó encontrar en las proximidades de Sanlucar de Barrameda,
en la orilla opuesta del Guadalquivir, ya en el coto de Doñana. Las ruinas que
se exploraron resultaron ser un pequeño asentamiento pesquero de época romana.
Pocos son los que han recogido la estela de Schulten, aunque su teoría es
conocida por la mayoría de historiadores y arqueólogos, su camino ha sido
abandonado.
Yo creo en dicha ecuación, para mí el error de Schulten fue creer que las dos
bocas del río Betis, que él buscaba, estaban en la costa actual del coto
Doñana.
Posteriormente, A. Caruz Arenas, en una ponencia presentada al primer congreso
sobre Tatessos de Jérez de la Frontera, hizo un estudio sobre las distancias
conocidas sobre la ubicación de Tartessos y creyó que la segunda boca del
Betis desaparecida era la desembocadura del Guadiamar, a la altura de
Aznalcázar,
y, pensó, que en esta zona, o en sus proximidades, se debería encontrar
Tartessos, lo que en cierta manera coincide con las fotos esgrimidas. Pero para
mí, la boca meridional de las dos desembocaduras buscadas es la que se
encuentra en las proximidades de Coria del Río, y es, alrededor de esta
desembocadura vieja del Guadalquivir, por donde se debe buscar la ubicación de
Tartessos.
Creer en la igualdad Tartessos= Atlántida es en cierta manera desmitificar,
valga la expresión, el mito de la Atlántida. Todo el que ha leído el Timeos y
el Critias sabe que la sociedad que se nos muestra es una sociedad parecida a
cualquiera de las del bronce de la época, por eso no sé como es que a lo largo
de la historia se ha especulado tanto sobre el elevado nivel de civilización de
los atlantes. Sólo dos puntos resultan conflictivos, la antigüedad de 9000 años
y el tamaño, mayor que Asia y Libia juntas. La primera cuestión, parece
resuelta, teniendo en cuenta, que los egipcios primitivos y los tartessios,
posiblemente, contaran por meses y los 9000 mil años fueran 9000 meses con lo
que haciendo las operaciones pertinentes nos llevaría, como fecha de la
desaparición de la Atlántida, los alrededores del primer milenio a. C. La
grandeza de la isla puede ser explicada, en primer lugar, sabiendo que tanto
Asia como Lybia no eran en aquella época lo que entendemos hoy en día como dos
continentes, sino dos pequeñas regiones del mundo antiguo. Lo más probable es
que en esta secuencia de definir la Atlántida, en un primer momento, se
denominara así toda la P. Ibérica. El Dr. Vallvé cree que Al-Andalus no sea más
que una corrupción del nombre con el que se conocía la Península en el norte
de África, Atlanticum. En la descripción de Platón sobre la Atlántida se
define una región de 3000 estadios de largo y 2000 de ancho que cuadran
perfectamente con las medidas del valle del Guadalquivir, además protegido por
los vientos del norte por una cadena de montañas que en nuestro caso sería la
Sierra Morena. Por lo que la Atlántida a la que se refiere Platón se
identificaría con las dimensiones de la Andalucía actual
Posteriormente, el asentamiento de la realeza, o digamos del poder burocrático,
lo sitúa en una pequeña isla fluvial de 900 metros de diámetro.
Mi teoría se basa como he dicho anteriormente en considerar que Tartessos debe
buscarse en la desembocadura antigua del Guadalquivir a la altura de Coria del Río,
yo creo que Tartessos es toda el emporio extendido a lo largo de los últimos
kilómetros del río, e, incluso, considero, que el nombre de Tartessos se
deriva de las características orográficas de esa desembocadura, que al correr
paralelo a la ladera de un cerro, un otero (al-Saraf en árabe), conservaría el
nombre prerromano de este accidente geográfico, teso, aún utilizado en el español
actual, y conservado en casi todos los pueblos andaluces para designar su lugar
más elevado como al-tozano. Los griegos lo llamarían Tar-Tesos.
Según esto, el todo Tartessos sería el emporio constituido por: los campos de
silos de Puebla del Río (que recuerdan los almacenes atlantes), Caura (Coría
del Río) Orippo, Gelves (¿Lucurgentum?), Osset (San Juan), Santa Eufemia,
Hispalis, El Carambolo, poblado del bronce de Valencina con sus dólmenes, Cerro
Macareno y, quizás, Itálica, si se demuestra que hubo un poblamiento anterior
a los romanos. Como centro administrativo de todo ese entorno, me inclino por
Orippo, entre otras cosas, porque reúne las características, de ser una isla
fluvial, por la etimología de su nombre "Ciudad del Río",
que coincide con Tartessos otra ciudad del río de su nombre, y con una
desaparecida Betis que, al igual que las anteriores, se identifica con el río,
situada por Estrabón en estos lugares, y que podría ser Orippo.
Todo este artículo que al fin y a la postre es solo un resumen de mi teoría
sobre la ubicación de Tartessos y la Atlántida lo pueden encontrar más
desarrollado en mis artículos publicados en la Revista de Feria del
Ayuntamiento de Dos Hermanas, los años 1989, 1990, 1991, 1999, y 2001, y que se
pueden consultar en la Biblioteca Pública de Dos Hermanas, Pedro Laín
Entralgo.
Puede ser que para algunos la pretensión de situar la capitalidad de esta
identidad, Tartessos = Atlántida, en Orippo, resulte fantasiosa, pero, yo diría,
que quien piensa así es el que tiene la fantasía metida en su cabeza, aquél
que espera encontrar en los restos de estas ciudades grandes palacios y grandes
construcciones que nos asombren a todos, los que conocemos el mundo de Tartessos
no esperamos algo muy diferente a lo que supuso la excavación de El Carambolo.
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