Platón en la historia de la Atlántida o Atlantis, cuenta que los
Atlantes conocían la escritura. Estrabón por su parte afirma que los
pueblos Turdetanos -descendientes directos de los Tartessios-,
conservaban anales históricos y leyes escritas en una gramática que se
remontaba a más de 6000 años antes de su tiempo. La arqueología
académica aún no acepta que esto haya sido cierto, piensan que es una
mera invención de Estrabón, sin embargo, en Iberia han aparecido muchos
testimonios de inscripciones grabadas o pintadas en cuevas, dólmenes, y
en diversos objetos de hueso y cerámica cuyas fechas se remontan a más
de 4000 años antes de Cristo (6000 años BP), aunque algunos hallazgos
reportados por Watelman Fein, Georgeos Díaz-Montexano y Jorge María
Ribero-Meneses, muestran evidencias claras del uso de caracteres de
escritura lineal alfabética en un claro contexto paleolítico.
Díaz Montexano ha identificado los caracteres de una inscripción en
hueso prehistórico descubierta a principios del siglo XIX en la Coruña,
Galicia, España (La inscripción aparece reportada en “Michel Bouvier,
Paris, Cat. L'Art de l'Ècriture, 2003”), con una clara secuencia Ibero-Tartessian,
escrita a la manera Tartessian, - que es la más antigua usada en Iberia
–, o sea, de derecha a izquierda y los datos son muy reveladores, pues
al parecer podría estar haciendo mención de la Atlántida y de Tartessos.
La inscripción se puede transliterar como: “ATaL TaRTo”.
Como comenta Díaz-Montexano:
“…es imposible de negar que esta palabra (ATal) se parece demasiado a la
raíz que aparece en el nombre de Atlantis, que es una forma adjetival de
Atlas, mientras que Tarte se ajusta a la raíz reconstruida por los
especialistas españoles sobre el antiguo nombre de Tartessos, que sería
Tarte-, pues el sufijo –ssos es de origen egeo o griego, y se añadía con
el valor de región, comarca, ciudad o país, como en Knossos. La
terminación en vocal -e podría corresponder a alguna desinencia.
Es muy difícil pensar que esto solamente sea una mera casualidad. Esta
inscripción, por una parte, confirma la antigüedad de las escrituras
Ibero-Tartessias (según Estrabón y Platón), y por otra, parece confirmar
la identificación de Atlantis o “pais de Atlas” con Iberia, como afirma
Platón al decir que una región de Atlantis se llamaba Gadeira (Cádiz,
Spain) y que en esta misma región se hallaban las Columnas de Hércules.
En cualquier caso, estamos ante la primera y única evidencia epigráfica
hallada en el mundo, con una inscripción que se aproxima bastante a los
nombres de Atlas y Tartessos, y que tiene más de 6000 años de
antigüedad”
Sobre estas inscripciones de Iberia y europa occidental Martin Schøyen
escribe:
“…Hans Jensen, in "Sign, symbol and script", pp. 37-39, dates the signs
from Dolmen d'Alvao in Portugal to about 4000 BC, being attached to
Iberian writing. Stephen Fisher in "A history of writing", pp. 22-24,
mentions 210 symbols and signs engraved on objects of the Vincas
culture, that have been radio-carbon dated to about 4000 BC. According
to Michaël Guichard, in "A history of writing", 2001/2002, pp. 17-19,
Vinca (not far from modern Beograd) has given its name to the late
Neolithic period of Danubian culture (5000-3800 BC). Clay figurines have
been found with marks echoing protopictographic and Uruk IV pictographic
script from Syria, Sumer or Highland Iran. The contents of these
figurines, the seals of Kotacpart, and the clay tablet found at
Gradesnica, remains a mystery due to the paucity of material so far
found. This raises the question of where the cradle of continuous
writing really was. So far there has been a contest between Egypt and
Syria/Sumer/Highland Iran, with overwhelming recent evidence for the
latter, dated to around 3500 BC…” (The Schoyen Collection: 4.
Palaeography. 4.1. The beginning of writing and the first alphabets,
Oslo, Februar 2005)
Díaz-Montexano piensa, que el empate temporal con la civilización de
Vinca puede ser superado perfectamente, pues en Iberia existen claros
testimonios de uso de signos de escritura lineal ordenados de manera
gramatical en objetos y cuevas del paleolítico, y hasta la fecha nadie
ha reportado algo similar en el Este de Europa.
La vieja teoría del alemán Fein de que en Iberia había surgido la
escritura, podría ser confirmada.