LA OTRA TARTESSOS |
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Tanit, Astarté, Tartessos y la Atlántida
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Kababelan |
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Tanit llevaba una única trenza ese día. Una larga trenza de pelo rojizo que le daba un aspecto algo aniñado. Aunque mantenía su mirada profunda y misteriosa que transportaba a épocas remotas.
- Tu nombre es el mismo que el de una antigua diosa púnica (1). -le aseguré en aquella ocasión a mi enigmática amiga, pues hacía tiempo que quería indagar en esa curiosa coincidencia.
La afirmación en realidad era una pregunta tácita sobre el motivo de llamarse así.
- Lo es ... sí, -repuso con naturalidad-, aunque el nombre de Tanit ya existía antes de la fundación de Cartago en la costa de Túnez (2).
Me sorprendió y desconcertó su respuesta, pues entonces aún pensaba con ignorancia que esa diosa fue un culto exclusivo y original de dicha antigua y desaparecida ciudad, una diosa que había surgido y existido tan sólo dentro de la cultura púnica varios siglos antes de la Era cristiana. Por eso repuse con extrañeza:
- Pero Tanit fue una de las divinidades principales de los antiguos cartagineses y su diosa más importante. No sabía que recibiera culto alguno en época previa a la fundación de Cartago.
Ella continuó impertérrita y con una deliciosa y suave sonrisa dijo:
- Antes de que naciera la civilización cartaginesa ya preexistía el culto a la diosa Tanit en las tierras meridionales que bordean el Mediterráneo occidental. Cuando Cartago se fundó ésta ciudad adoptó el nombre de esa diosa regional, pues encontraron en ella semejanzas con Astarté, la diosa fenicia a la que sus sus padres y antepasados previamente habían rendido culto en la tierra de Canaan (el Líbano).
Me complacía escucharla, pero intenté rebatirla argumentando ...
- Cartago tuvo su origen en una migración fenicia hacia occidente. Fundaron una nueva ciudad o colonia en Túnez (Tunisia) en torno al siglo IX antes de Cristo, la cual prosperó tanto que llegó a ser casi un imperio. Cuando Tiro, la principal ciudad y capital de los fenicios, fue sometida y cayó en manos del gran Alejandro todas las colonias fenicias del Mediterráneo pasaron a ser tuteladas y a depender de Cartago. Y allí donde los fenicios-cartagineses llegaron y comerciaron, colonizaron o conquistaron nuevas tierras extendieron el culto a sus divinidades, entre las que destacó Tanit. No sé como puedes decir que ya existía antes esa diosa propia de Cartago. -recité sintetizando el recuerdo de mis lecturas.
- Todo eso es lo que cuenta la historia oficial o lo que se cree popular y equivocadamente. -me rebatió- Los que fundaron Cartago trajeron a su oriental diosa Astarté, pero Tanit ya era venerada en las tierras norteafricanas mucho antes de la llegada de los fenicios.
- Sin embargo fueron esos fenicios los que levantaron templos y crearon muchos santuarios donde rendir culto a Tanit, aunque por desgracia desaparecieran paulatinamente tras la derrota final de Cartago y la llegada de los romanos . -aduje pretendiendo contradecirla.
- Los fenicios levantaron nuevos templos a sus dioses orientales importados, como, Hammon, Baal, Bes ... pero Tanit ... preexistía. Muchos santuarios de esta diosa eran anteriores a los cartagineses y estos únicamente continuaron y renovaron el culto, integrándolo en el panteón y ritos de sus divinidades traídas de Oriente Próximo, sustituyendo a Astarté y emparejando a esta occidental divinidad femenina que ahora asumían con su viejo dios guerrero Baal.
- Pero no hay adoración a esa diosa fuera del ámbito de la cultura púnica.
-La hubo y mucho, aunque no haya quedado testimonio escrito.
- Tanit era la diosa del amor y de la belleza, como lo eran Afrodita y Venus. -declaré.
- También era la diosa de la alegría, la fertilidad y la regeneración, atributos que la hacían similar a Astarté, Astorat, Asherah, Inanna o Isis. -dijo ella, y agregó- En el sur de las penínsulas íbera e itálica, en las islas del mediterráneo occidental y desde Túnez hasta las columnas de Hércules en el estrecho de Gibraltar ya se la adoraba muchos siglos antes de la fundación de Cartago. Como los historiadores no conocen aún todos los secretos de las viejas lenguas son incapaces de reconocer a la diosa de los tiempos pretéritos (3).
- ¿Y quién le rendía culto en esa época tan antigua?
- Una civilización que existió en torno a las columnas de Hércules (estrecho de Gibraltar), en las costas meridionales de Iberia y el norte de África, y cuya influencia se extendió por todo el Mediterráneo llegando hasta la misma Grecia.
- ¿Que civilización fue esa? ¿Te refieres a la que los historiadores denominan Tartessos?
- Me refiero a esa Tartessos descubierta por los arqueólogos y también a otra Tartessos anterior que yace bajo el mar, y que a su vez fue heredera de un mundo antaño también desaparecido bajo las aguas. -explicó con un tono de voz entre melancólico y enigmático.
- ¿Te refieres a la Atlántida?
- El nombre importa poco. Sólo quiero que sepas que la civilización humana en este mundo es mucho más vieja de lo que se enseña en los libros.
- ¿Y porqué llevas tú el nombre de Tanit? -insistí.
- Alguien me lo puso hace mucho tiempo ... en honor a esa antigua diosa, pues decían que mi personalidad era semejante a la de Ella.
- ¿Te dieron ese nombre en una vida pasada tuya y además siendo ya adulta?
- Claro. Es un nombre otorgado tras mi iniciación en los secretos de la Diosa. Fue en una vida muy lejana, pero cuya memoria permanece aún en mi tan fresca como si hubiera transcurrido ayer mismo.
- No conozco a nadie más que lleve tu nombre (4). Durante siglos la gente ha llevado el nombre de santos, vírgenes cristianas o personajes bíblicos. Usamos viejos nombres de pueblos cristianizados o nombres creados por la cultura cristiana (no confundir santa Tania con Tanit, como tampoco santa Brígida con Brigid), e incluso algunos de origen judío. Nombres de nueva creación hay pocos. Es curioso como los nombres sobreviven durante siglos y milenios.
- Los nombres forman parte de la expresión de una cultura y permanecen mientras pervive esa cultura y sus valores. Cuando cambian los nombres cambia la cultura.
- ¿Y no será al revés?
- Que más da. ¿Acaso fue antes la gallina que el huevo, o el huevo que la gallina?
- Pero tú has mantenido tu nombre desde una cultura anterior, mucho tiempo ya desparecida.
- Yo no pertenezco al tiempo.
- Todos pertenecemos al tiempo, sin tiempo no podríamos existir.
Tanit se rió y aclaró: - Quiero decir que no pertenezco a este tiempo, a este tiempo que tú conoces, el tiempo de tu cultura.
- ¿Dices eso porque recuerdas tus vidas anteriores?
- Digo eso porque soy una con todas mis vidas. No son vidas olvidadas en la profundidad de mi subconsciente, al otro lado de un muro infranqueable de memoria perdida, al que sólo mediante técnicas de hipnosis profunda se puede levemente acceder...Todos mis vidas y yo somos una. No hay memoria olvidada, pues mi memoria es una. Por eso uso este nombre desde hace muchos siglos.
- Pero no has tenido siempre el mismo cuerpo. Has muerto y has vuelto a nacer.
- Sí, hasta que llegó un día en el que mi memoria ya no se perdió más. Tras mi último nacimiento en la carne recuperé pronto mis milenarios recuerdos y cuando cumplí veinte años rememoraba con claridad más de veinte vidas. Ahora recuerdo muchas más, las recuerdo ... todas.
Arrebatado por la morbosa curiosidad tintada de escepticismo, defecto o virtud imposible aún de erradicar de mi mente racional, pregunté:
- ¿Hasta cuando puedes sondear en tu memoria? ¿Donde está el origen de todo? ¿Donde se encuentra el principio de tu ser?
Tanit sonrió levemente y guardó un instante de silencio. Brillaron sus celestes ojos, acarició su rostro una fresca brisa, y ella acercó lentamente su dedo índice a mis labios para sellarlos y dijo:
- Cariño, te quiero muchísimo, ... pero aún no estás preparado.
- Para qué? -murmuré besando la yema de su dedo.
- Para llegar hasta el origen.
Y dicho esto depositó sus cálidos labios en mi boca. Era evidente que se habían agotado sus ganas de hablar. O tal vez pretendía mantener aún más un suspense que alimentara mi interés. O quizá simplemente no tenía deseos de satisfacer la curiosidad de mi razón.
Representación teatral actual realizada en la ciudad de Cartagena (España) año 2002 y titulada El Oráculo de Tanit.
En el Otro Mundo, en el Mundo Interno Oscuro, la guerrera se enfrenta con los monstruos o demonios interiores, para someterlos a la voluntad suprema de su Señora. Aquí se convierte en la guerrera de la luz oscura, la que viaja al Inframundo o Infierno, para morir o renacer victoriosa como Hija de la Luz.
La denominada Dama de Elche (lugar de su descubrimiento) no es más que el busto de una sacerdotisa de Tanit o quizá la representación de la misma milenaria diosa Tanit. Estas efigies fueron ceremoniales y su uso principal era la realización de un ritual.
El milenario y misterioso velo tras el que permanece oculta la Diosa a los ojos ciegos de esta humanidad
1. La cultura púnico-fenicia floreció en el primer milenio antes de Cristo en las riberas del Mediterráneo suroccidental y fue aniquilada por la República de Roma tras los más de cien años que se prolongaron las famosas guerras púnicas. Después de la derrota de la civilización púnico-cartaginesa sólo existió ya una superpotencia en el Mediterráneo durante más de 500 años.
2. La cultura púnica fue el resultado de la fusión de la colonia fenicia de Cartago en Túnez con la cultura beréber del norte de África durante el primer milenio antes de Cristo, y que les hizo cambiar a los fenicio-cartagineses tanto su alfabeto original como la adoración de su ancestral diosa Astarté por otra similar denominada Tanit.
3. Al principio creía que los cartagineses simplemente habían cambiado el nombre de Astarté por Tanit cuando se aposentaron en el norte de África. Y luego consolidaron el culto de esta otra denominación de la diosa por su nuevo imperio y las islas del Mediterráneo. Sin embargo las explicaciones y supuestas revelaciones de mi amiga ese día me abrieron la mente a observar de otra manera el pasado y descubrir lo que mis ojos no veían. Ella misma se había quedado corta en lo que me había transmitido, tal vez para no provocar mi escepticismo o a lo mejor para que fuera yo mismo quien encontrara las pistas y pruebas de la preexistencia de Tanit, y no sólo en el ámbito geográfico y temporal de la cultura púnica sino anterior en siglos y milenios por todo el Mediterráneo y las tierras africanas de los beréberes, desde el occidental Atlántico hasta los confines orientales del desierto egipcio (en este amplio espacio norteafricano, que antaño fueron fértiles y verdes tierras, cuna de una antigua civilización, lo beréberes se referían a las antigua diosa con el nombre de Tinnit).
Para mi sorpresa y asombro fui descubriendo que las palabras de mi enigmática amiga eran sospechosamente más que ciertas. En el segundo milenio antes de Cristo, o quizá anterior, un misterioso Pueblo del Mar parecía haber surcado todo el Mediterráneo difundiendo su cultura y divinidades . Y su divinidad principal consistía en una diosa singular cuyas representaciones han quedado por doquier. La llamaban a veces la Diosa del Mar, y en otras ocasiones Diosa de los Cielos. Era una diosa de las denominadas Gran Madre, una diosa suprema: creadora, fertilizadora y regeneradora. Era una diosa del amor y de la vida, de la cultura y la belleza, de la danza, de la alegría y quizá también de la muerte. Era la diosa de las serpientes, de la luna, de los caballos, del mar, de los cielos, de la vegetación. Sus símbolos eran una media luna, una yegua, una palmera ... Su rastro es universal. Desde los beréberes norteafricanos (la diosa Tinnit) hasta los habitantes de Creta (diosa de las serpientes), Grecia (asumida por los griegos aunque minimizándola y fraccionándola en varias: Afrodita, Athenea, Hera ... ) o las tierras meridionales de Iberia o Italia. Su culto como deidad suprema fue desapareciendo con la llegada de los pueblos indoeuropeos a finales del segundo milenio antes de Cristo: celtas, griegos, latinos, etc. Los cartagineses en cambio adoptaron a esta diosa, pero tras la derrota de estos también se perdió su veneración en las riberas meridionales del Mediterráneo. Su nombre más conocido, como no, fue Tanit. Y su símbolo aparece en Italia, Grecia, las islas mediterráneas, Hispania y el norte de África. Los cartagineses acuñaban las monedas con su símbolo y efigie.
4. Esto no es rigurosamente cierto, pues he podido comprobar a posteriori que ese nombre ancestral de la antigua diosa renace como la fragantes flores en primavera y que hoy en día cada vez más mujeres llevan el legendario nombre de Tanit, Asimismo el nombre milenario de Tanit ha recorrido los paralelos terrestres hasta llegar a Norte América o los confines de África del Sur,
Igualmente llevan el nombre de Tanit ciertos museos, hoteles, etc. A pesar de que hace más de dos mil años que su nombre intemporal fue borrado del culto público persiste en el Mediterráneo su recuerdo imperecedero. Al igual que ocurre lo mismo con otras antiguas diosas, como la Diosa del Rocío (virginal tiempo de la aurora), que compartía panteón púnico con Tanit, y que luego se metamorfoseó durante el cristianismo en Virgen del Rocío en Andalucía. En cambio la Diosa en todo su poder no podía ser admitida por romanos o cristianos (culturas patriarcalistas) pero sí fragmentos menores de Ella que recibieron nuevos nombres. Así Tanit en la época de la Roma Imperial fue transmutada muchas veces en Diana (el antiguo y gran templo de Tanit en Denia fue usurpado o reciclado por los romanos y readjudicado a su diosa Diana, y de ahí deriva el actual nombre de la bella y mediterránea ciudad) . Luego los posteriores cristianos mutaron sus fragmentos o aspectos parciales en flamantes Vírgenes cristianas. Siendo la Diosa una Fuerza que emerge de la Naturaleza, desde paralelos espacio-tiempos internos, es preciso para el ser humano procesarla de alguna manera religiosa o mítica.
Entonces (final del siglo XX) no conocía a nadie con el nombre de Tanit (nunca siquiera lo había escuchado), pero hoy en día gracias al espacio virtual común de Internet es posible constatar que el mitológico nombre (al igual que la diosa) no había muerto y que renace con recobrado e inusitado vigor (liberado de la opresión de la cultura greco-romano-cristiana) extendiéndose por multitud de jóvenes mujeres en todo el hemisferio occidental.
Y aquí me permito una digresión literario-mítica, pues esta web tiene su razón de ser en ello. Quienes portan ese milenario nombre son hijas de Tanit, pues Ella vive en sus hijas. Es una diosa invisible e inmortal, tan antigua como la civilización, tan eterna como la misma Tierra (por algo fue la primigenia diosa de la naturaleza en todos sus aspectos y ámbitos: celestes, terrestres y subterráneos), viajera entre los mundos y universos paralelos. Fue desterrada (expulsado su arquetipo) de las civilizaciones de la Tierra en la lejana época de Grecia y Roma, antes incluso del cristianismo, pero aunque durante milenios no se la ha venerado ni valorado, su presencia invisible retorna inmortal a este espacio-tiempo, desde el Otro Lado, y encarna su espíritu y energía en las humanas almas de sus hijas e hijos (entidades biológicas ubicadas en un espacio-tiempo).
Tras la derrota de Cartago su imperio marítimo desapareció y con él sus dioses. La diosa Tanit dejó de ser venerada en hermosos templos, destruidos o entregados a otras diosas. Tan sólo permaneció su culto en algunas cavernas, lugares sagrados que representan su seno (la diosa de las cuevas), o quizá también en las cumbres de algunas montañas. Su nombre fue proscrito y las tierras donde fue amada fueron romanizadas, cristianizadas o islamizadas. Mas en nuestros días, 22 siglos después, el nombre de Tanit renace en nuestra tierra del mediterráneo occidental de forma espontánea como las flores lo hacen en los campos en primavera. Aquí anexo un pequeño video de una encantadora y habilidosa niña llamada Tanit que, guiada por su padre, juega a construir una mesita de piedra. Su padre habla con ella pronunciando su nombre con el golpe de voz en la primera sílaba. Yo siempre he creído que es en la segunda sílaba y así lo escuché la primera vez que lo oí en mi vida, pero creo que de esta otra forma también queda bien. Subir un poco el volumen de vuestros altavoces y ver este minivideo familiar que está alojado en YouTube. Es curioso que tanto el vestido de la niña como el color de fondo son típicamente fenicios, ya que el tinte de sus vestidos en la gama del rojo o bien en púrpura los diferenciaban de los demás pueblos y fue el origen del nombre por el que nosotros los conocemos, aunque ellos se llamaban a sí mismos Kannán.
Tras la división, el odio, el miedo o la guerra ... que asolan al ser humano ... la diosa permanece y retorna para regenerar al mundo, su eterna sagrada misión. Fuera del tiempo Ella conduce la vida hacia su cíclico renacimiento. Ella es la antigua diosa de la Naturaleza, del Mar, del Cielo, de la Luna ... del Infierno y de la Muerte ... pero también de la Vida y de la Alegría. Ella es siempre joven (fertilidad y potencialidad creadora inagotables) y virgen (en un sentido diferente al que damos hoy día), pero de su amor y sabiduría infinita nace el universo.
MÁS WEBS INTERESANTES DE TANIT EN LA CIBERESFERA: En esta Sección se irán sumando las direcciones de algunas Webs (además de las ya enlazadas en páginas anteriores) que hablan de la Diosa Tanit (tanto en forma de relatos, culto, misterios ....) así como de los territorios donde se le rindió culto en un lejano pasado. 1. La Iglesia Guanche de Canarias y el culto a la diosa Tanit. 2. Cádiz y Tanit: un pequeño cuento. 3. Las Diosas en la antigua Hispania: Tanit en Elche. 4. Comentario sobre Tartessos y la Virgen del Rocío/Astarté.
e Busto atribuido a la Diosa Tanit, representada como Diosa Natura. Museo de Ibiza (islas Baleares)
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