Millares de peregrinos mueren
sin haber podido divisar la montaña sagrada, que se levanta a unos 25.000
pies en el Himalaya del Norte, y escasos son los Paramhansa que van a
Occidente a explicar el resultado de sus experiencias. Se me ha convencido
de volver al mundo, en vez de quedarme en una de esas cuevas del Chang-Tang
en el centro del Tíbet, donde contaba yo acabar mis días orando por la Paz
del Mundo.
No se trata de convertirse al
budismo o al hinduismo, como tampoco es que por el hecho de haber estudiado
la Torah me haya vuelto judío o me haya convertido en mahometano porque
enseño el Corán. No he negado nunca ninguna religión ni he adoptado ninguna,
he evolucionado a través de los diferentes principios filosóficos y
presenciado ceremonias de varias iglesias como fuente de documentación, así
como del mismo modo me he adherido a las matemáticas, a la medicina y a las
artes a fin de tener una formación cultural.
Más o menos 300 religiones se
reparten el mundo actualmente (más de una consta de unas treinta sectas
distintas, para sólo mencionar el Cristianismo) y ya es tiempo de volver a
la Religión (religare, religar, atar, reunirse de nuevo al Principio Único),
es decir, a una RELIGIÓN UNIVERSAL. Esta UNIÓN, este lazo, esta psicología
de la Edad Nueva es YOGA (el Yug, la Identificación). La Nueva Era en la
cual hemos entrado desde el fenómeno astronómico del 21 de marzo de 1948,
indica la entrada en la Edad del Aguador (época del Aquarius), la Era de Paz
profetizada desde los tiempos bíblicos.
Tanto el fanatismo religioso
como el científico deben dejar sitio a una concordancia general que
simbolizará la época nueva, la edad que suelo mencionar, en la cual se habrá
de establecer un poco más de filosofía en la ciencia y un poco más de datos
científicos en la religión. Significa una posibilidad única para establecer
la supresión de las barreras sectarias sin ninguna canalización que limite
el Pensamiento Humano, el cual ha de quedar libre para volver a los
principios de Iniciación de antaño aplicados a nuestras funciones de los
tiempos presentes. El asunto no es creer en un Dios llamado God, Allah,
Baghavan, Elohim, etc... sino establecer más allá de los conceptos
fraseológicos un lazo verdadero entre los hombres, el individuo y este
Principio Superior, sin distinción de términos, lo cual constituye la
verdadera forma de la Autorrealización: la Yoga.
Después de haber visitado unos
cuarenta países y dictado unas 2.000 conferencias, mis actividades no han
sido en vano, pues hoy casi 80 millones de personas comparten los ideales de
la GRAN FRATERNIDAD UNIVERSAL, la Institución que trabaja por la
re-educación de la Humanidad, fundiendo todas las asociaciones tanto
científicas como esotéricas.
En nuestros Institutos de Yoga
he visto alternar niños de ocho años con septuagenarios, y nuestras Escuelas
de Sabiduría atraen gente de todas las condiciones, indicando así el
verdadero sentido de la Fraternidad, sin considerar diferencias de cultura,
creencia, sexo, color, raza o religión.
Había salido de Europa, pero
quedaban grupos formados en Francia y en otros países, y luego en muchas
partes poco a poco fueron organizados algunos sectores, y administrados bajo
la dirección de nuestros centros de Asia y América. Numerosas colonias
espirituales han quedado establecidas en varias partes a donde la gente
puede acudir y experimentar las alegrías de una vida acorde con las leyes
naturales; donde los adeptos comparten su tiempo entre los estudios, los
trabajos manuales y la meditación, a fin de guardar un equilibrio perfecto.
Se pueden hacer intercambios de discípulos entre América del Sur, Europa y
Australia; los miembros de la Institución en los Centros de Europa pueden ir
a pasar una temporada en los Campos Magneto-místicos (Ashrams) de la India,
y así se realiza esta Fraternidad, como consecuencia de un mejor
entendimiento entre nuestros hermanos de cualquier raza o color, educados
para seguir otros principios. Es un mundo nuevo que se abre, y la
Institución, que satisface sus necesidades por sí misma, ofrece un ejemplo
de la posibilidad de existencia sin la lucha incesante por la vida.
Viajé por Oceanía con el
proyecto de evolucionar en las Islas del Pacífico, dirigirme hacia el Japón
y alcanzar después las Altas Mesetas de Asia, para ir a retirarme en una
ermita tibetana o, en cualquier retiro del Chang-Tang; pero antes me
propongo ofrecer algunos pensamientos. Así podré resolver si mi posición en
el mundo tiene aún algún interés; en caso contrario, no me quedará más que
retirarme completamente de la civilización, a fin de repararme de la rabia
devastadora, aislarme en una cueva del Himalaya y orar por la Paz del Mundo.
DISERTACIÓN
La Religión, que es la esencia
misma de la religación de los individuos, sufrió en el curso de los tiempos
grandes transformaciones, produciendo una división seria en el dogma y en el
ritual, en tanto que la base teológica ha sido idéntica.
Aparte de estas amplias divisiones
resulta aún más penoso constatar diferencias en el seno de una misma creencia;
esto ocurre muy a menudo a consecuencia de un mal entendimiento lexicológico. He
llamado más de una vez la atención acerca del valor etimológico de las palabras,
y he insistido también acerca de la importancia esotérica y filosófica de los
términos.
Las bases teológicas fueron en el
curso de los tiempos fincadas con principios al alcance del entendimiento de
Autoridades competentes y no para ser dadas como pasto a la masa profana. Por
ejemplo, la cristiandad fue desmembrada en gran parte por culpa de los mismos
"grandes pensadores", pero de espíritu estrecho o, por lo menos, de conocimiento
limitado. Así, se sabe que el dogma de la Inmaculada Concepción enemista a los
católicos con los protestantes, mientras que aun teológicamente debería ser
sencillo aceptarlo por todos los que se dicen cristianos.
Ello solamente requiere un poco de
sentido común y de tolerancia filosófica.
Como testimonio de este milagro he
citado a menudo en mis conferencias el fenómeno del rayo de Sol penetrando en
una habitación, sin por ello romper el cristal de la ventana, así como el rayo
divino pudiese penetrar en una mujer (elegida), sin romper el himen. Es preciso
recordar también la experiencia del tubo de Crooks (en el que se hace el vacío,
afuera del cual se sopla y donde se ven aparecer partículas atomísticas en las
paredes internas del tubo); esto valdría para comentar semicientíficamente el
pasaje bíblico: "Y el Verbo se hizo carne" (El soplo volviéndose materia).
Ha sido indicado y ampliamente
demostrado: la esencia del canon mitológico del Héroe-Redentor consiste en que
es pariente divino y que la madre del héroe es a menudo la Divinidad-Madre o
está unida de algún modo a Dios. El material mitológico está respaldado por
hechos etnológicos (ver, "The Mothers", de R. Briaffault, en 3 volúmenes. New
York, 1927). Creer en el nacimiento virginal del Héroe es universalmente
reconocido; el principio prevalece en América del Norte y del Sur, en Polinesia,
en Asia, en Africa y en Europa (ver "Die Marienmythen", de A. Drews: "Woman's
Mysteries", de M. E. Harding, Klipah, de Isaíah Tisby).
Esas Vírgenes-Madres no son siempre
lo que ha explicado el psico-análisis moderno, como está muy bien demostrado por
Erich Neumann en su obra Ursprungsgeschichte des Bewusstseins, (Origen de la
historia de la Conciencia).
En todas partes del mundo antiguo,
Virginidad significa sencillamente no pertenecer a un hombre
personalmente. La VIRGINIDAD es sagrada en esencia, no por su estado de
inviolabilidad física sino porque es un estado psíquico abierto a Dios. (El
término común de virgen era aplicado también a la doncella, así Platón,
Pitágoras, Alejandro el Grande, etc., nacieron de una Virgen).
El nombre de virgen ha sido siempre
aplicado a la mujer no casada; tenemos pues que entenderlo en nuestro lenguaje
actual como célibe.
Desde la Kedesheth, todas
las vírgenes madres de Héroes, hasta la Virgen María son ejemplos de
identificación con la deidad hembra. (Kedesha es el término sánscrito para
prostituta). Es la Desconocida, la Anónima, la Santa, también cuando se entiende
en el sentido filosófico.
Kedesheth es la Santa-Prostituta
que numerosos Colegios de Iniciación tenían a su disposición para los
extranjeros de paso; esas mujeres se entregaban a los viajeros y el beneficio
era dado a la Institución. Se conoce la historia de esas Santas Amorosas de
vestido malva y dedicadas al servicio del Templo. Kadosh (Maestro Sagrado) es
todavía un título empleado en las sociedades secretas para designar al que ha
alcanzado los altos grados; es el iniciado que llegó al conocimiento hondo de la
Kabbala.
Es obvio citar a Astarteth, por
ejemplo, que en el lazo del macho está dispuesta a rendirse, pero únicamente
para algo supranormal, a Dios y a lo Divino, nada más. Recordemos también que
hay dos aspectos del arquetipo maternal, y así como el aspecto terrible del
Dragón de la Gran Madre (la vieja mujer del Oeste) es la imagen arquetipo de la
Humanidad, la otra naturaleza, la simpática, el aspecto inmortal (la Bella
Virgen y Madre del Héroe Solar) tiene su arquetipo eterno manifestado en La
Doncella del Este.
Son numerosos los que han
pretendido derivar de la constelación de Virgo (que asciende al Este el 24 de
diciembre en el punto más bajo en el solsticio de invierno) el nacimiento del
Héroe Solar. Sería entonces confundir causa y efecto.
La designación de esta constelación
con el término de Virgen es únicamente una proyección en el cielo de la Virgen
Arquetipo. He dado a la luz del simbolismo astrológico amplias explicaciones en
mis cursos, referentes a esos mitos. Es a través del fenómeno de precesión
equinoccial que se puede definir tal asunto.
En efecto, la porción zodiacal
Virgo no fue llamada así solamente porque el Héroe solar nace aquí cada año como
sol. En el período crístico que comenzó con el nacimiento de Jesús el Nazareno,
ello es completamente distinto, pues procede de la retrogradación solar sobre la
eclíptica lo cual hizo entrar al astro real en la constelación de PISCIS (se
conocen todos los símbolos de los PECES, marcando los emblemas del Cristo) y
situó a nuestra Tierra enfrente de la constelación de VIRGO (la virgen dando a
luz al Cristo Cósmico).
Casi todos los Héroes nacieron de
una madre mortal y fueron hijos de dioses inmortales. El mito griego es muy
significativo a través de Dióscuros cuya madre en la misma noche concibió un
hijo inmortal mediante el abrazo de Zeus y un hijo mortal de su esposo Tyndaro.
Aparte de Dióscuros y Herakles nacidos de Zeus, y su hermano gemelo Amphitryon,
se puede también citar a Perseo, Ion, Rómulo, Buddha, Karna, Zoroastro, etc.,
etc. También se considera que la Madre de Hesus fue impregnada la misma noche
por Poseidón y por el Rey Ageo.
Las imágenes primordiales que
representan a la Madre a través del Héroe como virgen unida a una divinidad,
demuestran los elementos esenciales de la experiencia Pre-Patriarcal de la
mujer. Este estado primario del Matriarcado está reconocido, sobre todo a través
de la modificación del mito del Héroe en su forma patriarcal última. Un ejemplo
llamativo es en el caso de la Gran Madre como única y verdadera creadora en
Osiris muerto y regenerado por Isis. En consecuencia está impregnada por un
progenitor supranormal y divino. (En las Fiestas de Edfú en Egipto,
simultáneamente a la consumación del abrazo de Horus, era dada la inmediata
concepción del joven Rey-Horus).
En las Asociaciones de Hombres, en
las Sociedades Secretas, etc., el origen proviene siempre de condiciones
matriarcales y constituye el complemento natural de la supremacía del
matriarcado. Con su experiencia personal el Ego reconoce su afinidad específica
con el mundo de los hombres y, también debido a su distinción de la matriz
femenina. La iniciación en el clan-hombre es un misterio, una liberación de
conocimientos secretos que siempre gravita alrededor de la Alta Masculinidad.
Este punto, sin embargo, no tiene acento fálico como lo pudieron pensar algunos;
el contenido no es sexual como en numerosas iniciaciones de doncellas, sino al
contrario es el contra-polo o sea, el espíritu. Se entienden así mejor, desde
luego, todas las alusiones de sexualidad en las prácticas esotéricas, las cuales
son espirituales debido a la transmutación del sexualismo, lo cual resulta más
explícito para los yoghis que practican la Ojas-Shakti-Yoga, como consecuencia
de la pranificación total. Espíritu ha de ser entendido especialmente como
consciencia y este acento espiritual es reforzado en todas las diversas acciones
que realiza el adepto de la Iniciación.
El clima de este sistema puede ser
llamado simbólicamente el cielo (opuesto al polo femenino, la tierra); el método
abraza todo el sacrosanto y mágico mundo de lo más bajo de las leyes de la
realidad del estado.
Cielo no es aquí el reino de una
divinidad o una localidad celestial; denota solamente el principio espiritual (pneuma)
que en la cultura masculina da luz al Dios Patriarcal y sobre todo a la
filosofía científica.
El Re-Nacimiento espiritual
significa el nacimiento del Hombre Superior (...tenéis que nacer de nuevo). Este
segundo nacimiento está realizado como hijo del espíritu, hijo de una madre
(...hasta que no os volváis como niños). Es él entonces Hijo del cielo y no
únicamente hijo de la tierra. Hijo nacido de una experiencia iniciática y no de
una función macho-hembra. Fueron Discípulas de Escuelas Iniciáticas algunas de
estas vírgenes que llegaron a ser Madres mediante la enseñanza esotérica,
dirigida en el mismo sentido.
El Gran Principio Espiritual es UNO
y aunque esté disimulado en los mitos ancestrales, en las leyes y ordenanzas de
las colectividades o en los sacramentos religiosos, es siempre la representación
del mismo espíritu masculino que es el atributo del grupo macho. Es la razón por
la cual a las mujeres les fueron siempre prohibidas las iniciaciones y
originalmente fueron hasta excluidas de los lugares de culto. El mundo del
hombre representa el cielo que ha sido la Ley y la Tradición para los dioses de
los tiempos y en consecuencia los dioses (siempre masculinos) fueron un poco el
privilegio de los hombres, en este sentido.
Toda cultura humana es masculina
desde la griega y la judeo-cristiana hasta las esferas del Islam y de la India;
sin embargo, la parte de la mujer es invisible y ampliamente inconsciente, lo
cual no quiere decir que inexistente, pues se tendría que despreciar sobre todo
su significación y su propio plano. El hombre halla su verdadero YO en la
consciencia y se siente casi siempre extraño en lo inconsciente; no obstante, lo
inconsciente debe también experimentarlo inevitablemente.
Es lástima que muchas aplicaciones
falsas hayan sido intentadas con base en grandes equivocaciones. El Androginado
no es una experiencia a realizar en el plano material como algunos lo han podido
predicar.
La identificación con el principio
Espiritual Procreador es de una importancia extraordinaria en la vida de los
antiguos. Freud ha hecho un esclarecimiento vital en esta idea de los
primitivos, con apoyo de explicaciones acerca de los totems: sin embargo, en
realidad, el emblema totémico, que representa en parte al padre, ha de ser
considerado sin carácter personal y es lo que parece haber escapado al fundador
del psicoanálisis, como también el hecho del ritual identificado al espíritu
procreador, el cual ha de ser experimentado como algo diferente y, sin embargo,
concerniente al mismo espíritu. A menudo ello se desvía en hábitos groseros
(cuando no en superstición) debido a la práctica de algunos actos sin el
conocimiento de las causas y de los efectos.
La Inducción ritual en el mundo
espiritual del Totem ancestral, se hace con la ayuda de la máscara transformante
que indica el Numinosum transpersonal, que ha sido experimentado en su origen, y
desde el cual fue derivado (como iniciado) su ser. Es la razón de todos los
rituales en que lo Personal, puro, ha de ser trascendente.
Es así como la absorción de la
Madre durante la experiencia del nacimiento y especialmente en el nacimiento de
un Héroe, forma la esencia de un Mito. Esta experiencia puede efectuarse en el
plano humano o en el divino, puede haber nacimiento físico o nacimiento
espiritual. El concepto puede ser material o psíquico... La mujer desempeña
entonces su papel completamente; su admiración de haber dado a luz a algo
extraordinario, constituye la identificación intensificada con la experiencia
del nacimiento. Un hecho muy sencillo en el plano corriente, por ejemplo, es la
intensificación en partic
ular del milagro consistente en una
hembra que tiene la posibilidad de producir un macho. Este milagro, como
sabemos, era originalmente concedido por las mujeres primitivas al Numinosum, al
viento o al Espíritu de los antepasados.
La primera experiencia femenina del
nacimiento es matriarcal: no es el hombre quien es padre del niño, sino que el
"milagro" de la procreación proviene de Dios. En consecuencia la fase matriarcal
es ordenada, no por un padre personal, sino por un progenitor supra normal o un
Poder.
La energía creadora de la mujer
llega a existir en el milagro del nacimiento y es en virtud de él que se vuelve
Gran Madre y Diosa de la Tierra. Al mismo tiempo es en este hondo
y arcaico nivel en el que la Virgen-Madre y Esposa de Dios se transforma en una
realidad viva.
La identificación con el Principio
Espiritual Procreador, como se ha mencionado arriba, ha sido de lo más
importante desde las Iniciaciones más remotas y para llegar a este objetivo, el
segundo nacimiento constituye, en verdad, la primera manifestación. Dios mismo
se ha materializado a este estado y cada religión menciona esta manifestación en
la Segunda Persona, Jesús-Cristo para los cristianos, Vishnú para los Hindúes,
etc...
Los Héroes no son Dios, pero
aparecen como Hijos de Dios; el Héroe ha de identificarse también con lo que se
llama en términos masculinos Cielo y esta identificación culmina en
sensación cuando se llega a ser Hijo de Dios, materializando así el todo-poder
del cielo (lo cual es como repetir que los Héroes son concebidos divinamente).
Jung ha demostrado que solamente un
"dos veces nacido" es un Héroe y esto abarca a todos los que han sufrido el
doble nacimiento. No es solamente entre los primitivos donde se encuentra este
Re-Nacimiento como base de los ritos Iniciáticos, sino que también constituye el
objeto tanto de los misterios Gnósticos y del Brahmanismo Hindú como aun del
bautizo cristiano. Sin embargo, es tal vez en el sistema YOGHI que el hecho es
más tangible, pues todo el trabajo y la disciplina constante del adepto consiste
en sobrepasarse hasta alcanzar ese estado supranormal.
En efecto, todo se resume a un
nacimiento en las tinieblas (evolución inconsciente), que necesita
perfeccionarse (evolución consciente) para nacer de nuevo en la Luz. Partiendo
del Absoluto (Principio Inteligente, pero inconsciente) da una vuelta a este
Infinito (TODO-NADA) a través de un ciclo
Inconsciente-Consciente-Inconsciente... Lejos de ser sobrenatural el estado de
la Iluminación es concebido conscientemente y este fenómeno psíquico de dualidad
totalmente expresado en los ritos egipcios, fue también dos mil años más tarde
teológicamente formulado en el famoso diálogo entre Jesús y Nicodemo (expresado
por San Juan en el Cap. III de su Evangelio).
Hoy también se puede entender la
sensación poco común tal vez (pero no imposible) de ser un Hijo de Dios, en vez
de el hijo de X o Y.
El doble parentesco corresponde a
la naturaleza humana constituida en dualidad debido a un primer nacimiento y a
un nacer de nuevo mediante una REALIZACIÓN.
No existe ninguna razón para
discutir sobre las palabras, cuando se trata del espíritu que interviene para
animar el Pensamiento.
Parece necesario establecer algunas
aclaraciones acerca de la alusión a las sexualidades que existen en las
prácticas iniciáticas, que ya han sido mencionadas. Naturalmente no se puede
negar la parte importante que desempeña el sexo en el dominio
esotérico-iniciático. Por todas partes, los vestigios de índole pornográfica se
presentan a nosotros. Sin embargo, bien sea que se trate de los frescos de
Pompeya, o de las pequeñas estatuas de Cartago o de las Pinturas Asirias,
siempre constituyen una enseñanza psicológica, mucho más que una decoración
libertina. Más educativos aún son los bajo-relieves egipcios y las esculturas
mayas que por estar relacionadas con los órganos genitales son de un alto
alcance filosófico y no son sencillos ecos de prácticas profanas. Llaman más la
imaginación los Templos de Asia donde los personajes de piedra no dejan ninguna
duda acerca de la naturaleza de sus actos. Son numerosos los viajeros que se
escandalizan ante la vista de las esculturas de las pagodas chinas, o bien de
las maderas labradas de Benarés, o de las posiciones de personajes abrazados que
adornan los numerosos templos de la India. Todo esto llama a la confusión, y así
como se ha hecho un libro muy vulgar acerca del gran tratado clásico, el
Kama-Sutra, también más vale dejar de lado los comentarios y aplicaciones
groseras que se cometen del Tantrismo Tibetano.
Naturalmente, el sexo, órgano de
vida, no puede ignorarse como materia de evolución espiritual, sea que se trate
del control de los sentidos, del control de las emociones, o de la transmutación
de la energía vital, etc...., pues de todas maneras subsiste como punto de
partida (el primer nacido, de cierto modo).
Sabemos que los tres principios de
la psicología descansan en el equilibrio o desequilibrio de las leyes que rigen
la existencia, a saber: la lucha, la conservación y la prolongación de la vida.
Al analizar rápidamente esos conceptos, veremos en primer lugar que si los seres
varían muy poco en lo que se refiere a su lucha frente a los elementos y que si
son mucho más diferentes en sus costumbres (manera de vestirse o nutrirse), en
lo que se refiere al acto sexual cambian totalmente. El abrazo no varía
únicamente según las razas sino en el seno de una misma sociedad; es importante
hacer estadísticas acerca de algunas normas del coito; en efecto, en una misma
nación se establecieron estadísticas para conocer el valor dado al acto y las
contestaciones fueron en orden de 12 a 900 veces al año.
Resulta difícil levantar
estadísticas acerca de las personas normalmente constituidas o sexualmente
equilibradas. Sea lo que sea, lo cierto es que el psicólogo se interesa siempre
en este asunto por el hecho mismo, pero deja que el complejo sexual permanezca
en la base del análisis.
Freud ha rectificado más
exactamente, sobre todo lo que se refiere a la introversión (esos ejemplos
psicológicos típicos), pero parece analizarlo de una manera reducida, cuando
interpreta "la cosa preciosa y difícil de alcanzar" como masturbación, pues
sabemos que en psicoanálisis tal hecho está considerado como un estado
perfectamente natural en la sexualidad infantil. Claro, todo ello es justo si
consideramos los hechos simbólicamente (no olvidemos que el psicoanálisis se ha
basado sobre aspectos esenciales de la situación mitológica, pero interpretarlo
personalizando, sería falso).
Tomemos el ejemplo del lazo mágico,
entre el ritual que representa el acto de matar un animal en el arte
paleolítico, y matar el animal en la realidad; no existe "realidad", ello no
funciona en el sentido en que el hombre primitivo pensaba entonces que
funcionaba. El hombre moderno con su modo lógico de pensar, entiende
primeramente ese trabajo mágico en términos de causalidad y declara entonces que
tal conexión causal no existe. Sin embargo, hay que saber que los Antiguos
experimentaban ese efecto mágico en forma diferente y más correctamente.
Así, en todos los casos, el efecto
de matar (en pintura, escultura, o en una efigie cualquiera), realmente no es el
efecto del pensamiento sobre el animal; al respecto Erich Neumann (en Origins
and History of Consciousness) expresa que el poder soberano del pensamiento,
es muy problemático; podemos, dice, establecer como un hecho científico que el
ritual no ha de tenerse como un efecto objetivo sobre el animal, pero ello no
significa que el ritual mágico sea ilusorio, pueril o un sencillo anhelo del
pensamiento.
La realidad del trabajo mágico
radica en la Ley de Causa a Efecto; pero al descansar en el conocimiento hondo
de Fuerzas Superiores, el Mago tiene una acción real y esta "realidad"
constituye el objeto de su ciencia, y el esfuerzo de trabajar en ese sentido se
encuentra en su culto y su ritual.
Su éxito en el control y en la
manipulación de los poderes ocultos de la Inconsciencia, equivale al esfuerzo de
los hombres de ciencia en el control y en la manipulación de las fuerzas del
mundo físico. La razón honda del ritual no es el procedimiento natural, sino el
control de la naturaleza a través del elemento creador propio del hombre. Cuando
el Iniciado realiza el mundo y sabe, anima y concibe el Verdadero
Nacimiento mediante la unión de su Ego consciente con la parte creadora del
alma.
Se encuentra en las Lamentaciones
de Isis para Osiris la siguiente inscripción: "Ven a tu morada, Ven a tu morada,
oh Tú, Columna! Ven a tu morada, magnífico Toro, Señor de los Hombres, Amado
Señor de las Mujeres". Esta cita en un antiguo papiro es, además una antigua
lamentación conocida con el nombre de Maneros Lament, la lamentación de la
pérdida del phallus vivo, el cual es la causa del símbolo de la columna (el
djed), emblema de Osiris, que se halla en conjunto con el toro. Se vuelve a
encontrar la identificación de Osiris en el animal itefálico que fue transferido
a Horus, pero la significación del Osiris cthónico (en francés, etonique)
el Bien Amado y Señor de las Mujeres, existe desde tiempos remotos. El mismo
Osiris, al igual que Horus, Hijo de Isis, es denominado Toro de su Madre; así es
como en Heliópolis ha sido invocado.
Entre los sacerdotes, Sem,
significaba, columna de su madre. Osiris, como Phallus vivo, está
relacionado igualmente en Mendés donde se le ofrecía culto con la cabra sagrada.
No se da sin razón un papel importante a cierta Reina cuya imagen a través de
los tiempos contiene la inscripción "Arsinoe Philadelphos, bien amada del macho
cabrío".
La unión sexual del animal divino
con una sacerdotisa sagrada ha constituido un antiguo rito; una vez más volvemos
a encontrarnos en la antigua esfera de la fertilidad matriarcal con sus deidades
fálicas.
Si avanzamos en nuestra
investigación, hallamos relacionadas también con este principio, la espiga de
trigo, la semilla. Dejemos de lado algunas definiciones muy interesantes; sin
embargo, consultando el idioma copto encontramos que el "I-T" puede significar
cebada o padre (consultar el "Libro de los Muertos" o ver la obra
"Myth and Ritual" de Blackmann); el desmembramiento de la cosecha y los ritos
funerarios de las partidas de Osiris, tienen algunas analogías mágicas (A.
Jeremías en "Das alte Testament in Licht des alten Orient" hace aproximaciones
psicológicas de orden cósmico muy educativas).
El primer símbolo de Osiris es el
djed, representado generalmente con un tronco de árbol de cuya copa salen ramas
de todas partes. Isis llevó a Fenicia el cuerpo de Osiris en un tronco de árbol
de Byblos, gruesa mole de madera que el rey de este territorio (esposo de la
reina Astarté) había usado como columna en el hall de su corte. Isis había
partido el arca fuera del árbol; pero el árbol fue envuelto, untado y aún en el
tiempo de Plutarco fue adorado en Byblos como la madera de Isis.
Sería demasiado largo entrar aquí
en detalles de criptografía egipcia y ha de bastarnos saber que el djed está
representado con una especie de pequeña columna con cuatro líneas horizontales
en la parte superior. Como muchos otros fetiches de Egipto el djed
(columna) muestra claramente cómo las figuras originales han sido humanizadas.
Mediante comparaciones con antiguas pinturas se ha establecido que el djed fue
formado con la combinación del sacrum de Osiris (junción última de la columna
vertebral) y el tronco del árbol dedicado al antiguo Dios de Busiris, sobre el
cual fue erigido. Varios factores entran en línea de cuenta (expresión fálica,
principio de duración, etc.) pero lo más importante es, por cierto, el hecho de
la erección, teniendo en cuenta también que la forma activa, el alto
phallus, se vuelve cabeza, lo cual prueba que su carácter tiene un símbolo
espermático o espiritual. Su sublimación, su erección y la transformación del
principio bajo, al alzarse a lo más alto, constituye la más importante
composición del símbolo djed; en consecuencia, su segmento superior fue
identificado más tarde con la cabeza de Osiris. Así, el djed es el cuerpo
material que da elevación al alma solar. (En Memphis, la momia era adorada con
un djed en vez de cabeza). La explicación mitológica acerca de la doble
esencia de Osiris, la unidad de Osiris y RA, equivale a la explicación
psicológica de la unión de BA (alma terrenal) el centro corporal
transpersonal, con KHU (alma espiritual), el cuerpo sutil. Es en esta unión que
se halla el Misterio de Osiris.
Recordemos también que el dios que
se concibe a sí mismo, esta representado más particularmente por el escarabajo
Khepri. Simboliza igualmente AB (la tierra), pues en los hieroglifos, la tierra
y el pensamiento están representados con el mismo ideograma, lo que indica que
el alma terrenal es un principio espiritual. Al mismo tiempo es el principio
libido de toda vida terrenal. Así mismo la forma fálica de Osiris y la Cabra o
Macho Cabrío de Mendés (BA), son siempre identificados con el alma terrenal (BA).
Budge (en "Guide to the Fourth,
Fifth, etc., Rooms") describe muy bien esta alma terrenal (BA) representada con
una cabeza humana-halcón que corresponde al principio de vida del cuerpo, y la
momia a su vez representa el alma espiritual (KHU) que es el principio de vida
del cuerpo espiritual (SAHU).
Aunque KHU es inmortal, su
compañera el Alma terrenal es material o inmaterial según su buen placer; BA,
KHU y KHEPRI están todos en coordinación.
El Alma KA es de lo más importante
en este proceso, pero es muy difícil definirla en nuestro concepto moderno, pues
es una entidad arquetipo. Moret (en "Misterios Egipcios") la define con estas
palabras: "Con el nombre de KA hemos de entender no solamente el principio de
vida del Faraón, de los dioses y de los hombres, sino también el conjunto de las
fuerzas vitales, (la comida que alimenta) y sin las cuales desaparece todo lo
que está en el Universo". Se podría acercar un poco este principio al Prana de
los Hindúes y es a lo que los alquimistas han asociado sus investigaciones. En
resumen, el Elixir de Larga Vida, la Piedra Filosofal, el Principio de la Gran
Obra, el Misterio de la Qábbalah, etc..., quedan al alcance únicamente de los
Iniciados, los cuales trabajan en varios planos con una consciencia
transpersonal. Los hechos no son siempre tan comunes como puede creerlo el
profano y la nueva psicología acaba de entender que los actos, aún los más
sencillos, aunque se parezcan a reacciones vulgares, pueden ser animados por
altos pensamientos hacia el deseo de perfección.