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CARTA ABIERTA A LAS PERSONAS MÁS CERCANAS

A MI Y QUE MÁS QUIERO

 

IBERIA CUNA DE LA HUMANIDAD    PRINCIPAL

     Jorge Mª Ribero-Meneses


 

Música

on/off


 

Escribo estas líneas a mi regreso del viaje que los pasados días 7 y 8 de Diciembre he realizado a Bizkalla, con el fin de visitar la Feria del Libro Basko en Durango, de dar una breve charla en ella y de realizar una visita, que resultó fecundísima, a Gernika y Bermeo.

 

Una vez más, regreso impresionado del País Basko, tras contemplar en la citada Feria Editorial un espectáculo inédito para mí y para todos y que merecería ser conocido y ampliamente divulgado a través de todos los medios de comunicación nacional e internacional. Porque cuando merced a tantas algaradas y atentados, esos mismos medios audiovisuales han llegado a grabar con fuego en nuestras retinas y en nuestras mentes la imagen de un pueblo como el basko, en permanente revuelta y desorden, lo que yo y todas las personas de mente abierta, imparcial y objetiva hemos podido ver en Tyrango > Durango durante estos días, es algo que resulta absolutamente insólito y que yo, cuando menos, no había visto jamás: un pabellón ferial enorme, literalmente repleto de gente, joven en su inmensa mayoría, cumpliendo fielmente con el rito anual de asistir a una feria, monográficamente consagrada a la producción editorial en Euskera o sobre la temática baska. Y ello en unos días, los del Acueducto de la Constitución, que el común de los Españoles consagra a realizar viajes de placer. Lo que hace más sorprendente y más meritorio aún el hecho de que tantos millares de personas se congreguen en una pequeña población baska para conocer cuanto se ha publicado de nuevo sobre su tierra y poder adquirirlo, gastando en libros lo que la mayoría invierte en esos días en hoteles, en gasolina y en restaurantes...

 

Cuando concluyó la jornada del sábado 7, con un apretado programa que se inició en Gernika, con sendas visitas a la Casa de Juntas y al Museo de Euskalherria, me senté, reventado, en la cama del hotel en el que me he albergado y me relajé encendiendo el televisor y viendo Informe Semanal. Una vez más se hablaba del País Basko, lamentablemente al hilo de los luctuosos sucesos acaecidos en la francesa Capbreton en días pasados, y quiso el azar que a la hora de ilustrar esa información con imágenes de los jóvenes activistas baskos, próximos a ETA, los Servicios Informativos de TVE eligieran algunos alborotos acaecidos en la propia Durango años atrás. Con lo que, una vez más, me tuve que hacer la misma reflexión: ¿por qué los medios de información públicos (y, por supuesto, también los privados) nos bombardean desde hace décadas con noticias negativas sobre el pueblo basko, evitando por principio equilibrar la balanza con informaciones que permitan descubrir y gozar de los acrisolados y esclarecidos valores culturales y humanos de este viejísimo pueblo, raras veces comprendido, a menudo hostigado y mucho más vilipendiado y criticado de lo que parece razonable y justo? ¿A nadie se le ha ocurrido pensar en el encono y la hostilidad que esa actitud tendenciosa y parcial hacia los Baskos ha tenido que producir, inevitablemente, en este pueblo, acostumbrado desde hace siglos a ser presentado como paradigma de salvajismo y de rudeza, cuando lo cierto es que, según mi criterio, aventaja ampliamente a la mayor parte de los pueblos hibéricos y europeos, tanto en valores culturales como humanos? Cosa que resulta obvia para cualquiera que quiera ver más allá de esa radicalización política a la que los curas han arrastrado a los Baskos desde hace siglos, inculcando en sus mentes toda suerte de mitos sobre su singularidad y enorme antigüedad y utilizando esos preciosos rasgos diferenciales como armas arrojadizas contra todos los pueblos vecinos, especialmente contra los Castellanos, con los que, paradójicamente, se hallan los Euskaros estrechísimamente emparentados. Más incluso que con los Nabarros, a los que tan unidas se sienten las gentes de Eskaldia o Euskal-herria. Si a Castilla se le quita el sustrato basko-kántabro, queda reducida a nada.

 

La Durango que yo contemplo durante la tarde del sábado 7 de Diciembre no tiene nada que ver con la que me muestran en televisión unas horas más tarde. Porque, acostumbrado a que las mayores concentraciones de jóvenes se produzcan al calor del botellón o de los desenfrenados conciertos de rock, mi perplejidad en el pabellón ferial de Durango alcanzó su cota máxima,  rodeado de millares de jóvenes que vibraban contemplando y comprando libros tan serios y sesudos como los que yo mismo presentaba en ese evento o imprimiendo su firma en las hojas dispuestas por la ejemplar asociación Agiñalde Kultur Elkartea para recabar adhesiones para la Campaña promovida por mí para conseguir la declaración de la lengua baska, por parte de la UNESCO, como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad.

 

¿No se le ha ocurrido a ninguna de las lumbreras que gobiernan este país que la mejor contribución a la paz que podrían realizar sería la de difundir a los cuatro vientos imágenes del pueblo basko como ésa que yo pude contemplar en Durango hace dos días u otras muchas, similares, que con un mínimo de buena voluntad y de imparcialidad resultaría posible reunir, en una constructiva aproximación al quehacer cotidiano de un pueblo tan extraordinariamente vital, creativo y laborioso como el basko? ¿A nadie se le ocurrió, hace cosa de un mes y medio, cesar fulminantemente al director general de RTVE por permitir la emisión de un capítulo de la sectaria y tendenciosa serie Cuéntame cómo pasó que, siendo la más vista de la televisión pública, aprovechó esa extraordinaria plataforma para dedicar un episodio al País Basko, centrado -¡cómo no!- en la violencia etarra y orillando  la más mínima referencia positiva a esa región en la que, aunque nuestros rectores políticos están haciendo lo indecible para mantenerlo oculto (boicoteando mi obra por todos los medios a su alcance), tuvieron su cuna España y Europa?

 

Nadie parece querer reconocer y recordar que estos y otros polvos nos han traído estos lodos y que los políticos de la Democracia se han conducido respecto a los Baskos con similar torpeza a como lo hicieran el General Franco y los militarotes de los que en mala hora se rodeó. Porque alguien tiene que decir, y voy a hacerlo yo que no le temo a nada ni a nadie, que en los tan denostados Nodos utilizados por el Régimen como su principal arma de propaganda política, recuerdo haber disfrutado en mi infancia y en mi juventud de innumerables capítulos en los que se encomiaban las virtudes y valores del pueblo basko, presentado siempre como paradigma de nobleza, de sencillez, de laboriosidad y de casta. Y lo recuerdo bien porque desde mis veraneos infantiles en Zumaya nació en mí una admiración y una predilección por los Baskos y por lo basko que no han dejado de crecer a lo largo de mi vida adulta y que he podido contrastar ampliamente después de haber residido en varias provincias españolas e, incluso, fuera de nuestras fronteras. En todo esto pensaba el sábado 7 en la visita que  efectuamos a Gernika, como prólogo al libro que preparo sobre la condición de Ciudad Sagrada de los Baskos que esta noble y antañona población viene ostentando desde la Prehistoria, en sucesivos emplazamientos que tengo perfectamente  identificados. Acompañado por mis ya inseparables e inapreciables Ángel Aranburu y Bizente Olasagasti y por tres prohombres de la cultura baska -Pello Aranburu, Ion Ioseba Lopategi y Iosu Naberán-, a los que sumó el bermeano Ion Ioseba Unanue y, más tarde, Luis Mari Intza, realizamos la preceptiva visita ritual a la Casa de Juntas, para deleitarnos después en el Museo de Euskalherria que reúne una valiosa colección cartográfica con joyas como un mapa del Litoral Cantábrico del inglés Robert Dudley, que forma parte de su obra Dell´Arcano del Mare, realizada en Italia. Uno más de los innumerables mapas en los que se denomina BIZCAYA a casi todo el Norte de España, añadiendo un dato precioso más, no documentado en parte alguna y que constituye un refrendo monumental para mi vieja tesis en relación con la filiación basko-kántabra de los antiguos Griegos y Romanos. Porque en ese mapa de 1647 se denomina Bar GRECALE -léase Mar GRIEGO- al Occéano Cantábrico. Un prueba más de que, como vengo defendiendo en solitario desde hace un cuarto de siglo, las lenguas griega y latina hunden sus raíces en el Euskera y en sus hijas las lenguas romances, nacidas también a orillas del Cantábrico, por evolución de la lengua baskongada.

 

Como le comenté a Ángel Aranburu en un aparte tras visitar la Casa de Juntas, ¡lo que habría dado ese eminente bizkaíno que fue José María de Areilza por poder haberse sumado a esa apasionante y pionera excursión por su kerida tierra baska...! Porque de Gernika seguimos camino hacia Bermeo, en donde quería rendir homenaje a mis antepasados baskos, los primeros Erriberos > Riberos que legaron este nombre al bellísimo puerto bermeano.... Luego, tras evocar a mis ancestros, una feliz ocurrencia de nuestro anfitrión, Unanue, nos llevaría a comer al antiguo monasterio y actual y delicioso caserío de Santa María de Albóniga, situado en un alto sobre Bermeo y en el que pervive la más antigua forma documentada del nombre de Albárniga > Albarnia > Albaria > Albania, precedente de Iberia y antiguo nombre de Albania Magna (Alemania), Albia (Los Alpes), Alba (el río Elba), Albania (Escocia), Ibernia (Irlanda), Albión (Inglaterra), Albalonga (la primera Roma), Albeninos (Apeninos) y de las dos Albanias restantes: una, la balkánica, y otra, vecina de la Iberia del Cáucaso. Sin olvidarnos de que fue Albhar un antiguo nombre del Nilo y Alberia, de Egipto. De donde el que fuera Albar > Elber el nombre árabe del Norte de África.

 

La familia toponímica más importante del planeta tiene su primera raíz en ese caserío bermeano en torno al que con toda coherencia, se agolpa toda la más vieja Toponimia de la primera Roma. Desde el Foro , recordado en Forua, hasta el Arx o ciudadela de Roma, presente aún en Bermeo en su forma primitiva Arza. Del mismo modo que Bermeo reproduce el nombre de una de las colinas romanas, Vermiun = Virminatum. O que otra, el monte Palatino, emplazamiento de la primera Roma de Ballanzia = Pallantia, aparece recordada en Balentiñene, modelo del Santuario aragonés de Balentuñana. Y el Capitolio o Caput Ollio, consagrado al SOL y que pervive en el monte Sollube, sobre Bermeo. Una de las primeras versiones del Monte Ollimpo, duplicada en el Monte Olymbo > Lumo que se yergue sobre Gernika, confirmando a ésta como el Olimpo de los Baskos.

 

Incluso al héroe legendario romano Kurzio, recuerda la toponimia urbana de Bermeo. Al igual que al Batikano en Batxikale y en las cercanas Gatika  y Baldátika, hermanas de la Átika kántabra y precedentes todas del Átika griega...

 

Por no faltar, hasta la Roca Tarpeia desde la que se precipitaba a los condenados a muerte, aparece calcada en un impresionante acantilado denominado Tanpoia, en el que reconocemos, nítida, la huella de las voces castellanas tumba y estampanarse, así como de la expresión lanzarse a tumba abierta... Y debo todos estos topónimos, preciosos, al libro que otro bermeano ilustre, Bitor Uriarte, tuvo la gentileza de obsequiarme el propio sábado y en el que, merced a una meritoria labor de trabajo de campo, ha reunido toda la Toponimia menor del término de Bermeo, particularmente interesante porque las tradiciones baskas sitúan en ese punto de la costa bizkaína el primer poblamiento de Euskadi por parte de gentes originarias de la primera Albania, cuya Toponimia calcaron en esa bellísima comarca. Por eso nos encontramos al río Tíber, antiguo nombre del Hebro que tiene sus fuentes en Fon-Tibre (al pie de las Sierras Albas), en formas tales como Ibai, Dibio y la más arcaica Zubiaur...

 

Por último, la isla de Izaro nos recuerda la fábula de aquel osado Ikaros que se agenciase unas alas para poder elevarse hasta el cielo y al que el Sol precipitó sobre la superficie marina, quedando convertido en isla. Los lugares de Dendaribaso y Dendarizene recuerdan a Dédalo, autor supuesto de aquellas ingeniosísimas alas al tiempo que constructor del no menos célebre Laberinto de Kreta. Isla cuyo verdadero nombre, Karistia, designó a los primitivos Karistios bizkaínos, que poblaron la costa cantábrica desde Sant´Ander hasta esta costa de Izaro en la que nos encontramos con Karatxe, Kurze y Kurzio...

 

¡Qué distinta visión tendrían todos sobre los Baskos y qué distinta sería la actitud de éstos frente a todo lo extraño o erdera si  datos como los antedichos se divulgasen como se merecen, en lugar de vetarse como se tiene por norma! Porque la única actitud cabal frente a todo lo basko, cuando se conocen hechos como los aquí subrayados, es de auténtica reverencia y veneración. Y de un respeto infinito que bien poco tiene que ver con el que hoy recibe por parte de una mayoría de Españoles, manifiestamente ignorantes e incapaces de ver más allá de sus narices y de lo que los medios de difusión nacional les inculcan día tras día, a mayor honra y gloria, siempre, de la clase política española, particularmente torpe y principalísima responsable de la mayor parte de los males que nos conturban...

 

Y voy a concluir reproduciendo aquí la dedicatoria que he plasmado en los libros que he dedicado a los jóvenes de Agiñalde Kultur Elkartea que, junto con los veteranos ya mencionados y Arantxa Zabala, Leire, Koldo Urrutia o Aitor Gabilanes, han sacrificado el Puente de la Constitución y sus vísperas para difundir la verdadera historia de su pueblo y recabar adhesiones para la declaración del Euskera como Patrimonio de la Humanidad:

 

Para Aizpea, Amagoia, Antton, Edu, Garikaitz y Gorka:

 

Algún día, dentro de muchos años, os sentiréis orgullosos de haber contribuido a construir los cimientos de algo tan importante y tan decisivo para vuestro pueblo. La lucha, noble y pacífica, por toda esta causa, es la mejor forma de trabajar en pro de la rehabilitación del pueblo, de la historia y de la cultura baskas. El resto (la política y todo lo demás...), vendrá por añadidura. Os felicito por vuestro espíritu, inteligencia y nobleza. Con todo mi cariño y mi admiración, Jorge María.

 

Ojalá que todos los jóvenes españoles tomasen a sus colegas baskos como modelo. Otro gallo nos cantara...

 

Diciembre 10/11, 2007

 

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