INDICE
Paleobiología en la península
Ibérica
Los procesos de adaptación y
evolución de las especies se fueron sucediendo en el arco mediterráneo y del
resto de la Tierra, que fue poblándose de nuevas especies de vegetación,
animales y los homínidos. Así que: ¿Cómo hemos llegado a ser lo que somos?,
cuando genéticamente parece que somos prácticamente gemelos de los otros
antropoides. Hasta hace muy poco, Julio 2002, los fósiles homínidos más
antiguos habían sido encontrados en Etiopía. Con una antigüedad de 4,4 mill.
a., y más antigüedad se les había denominado Ardipitheus ramidus., "Lucy",
etc. De los restos dentales de estos individuos se ha hablado mucho y cerca
de su forma de vida- ya que tienen unos molares similares a los chimpancés.
Esto nos da la pista de una alimentación a base de frutos, hojas, brotes, en
general vegetal y asociada a zonas arboladas. Los restos de estos ejemplares
sugerían que eran bípedos. No existe una explicación clara de cómo se
produjo este cambio fundamental en nuestros antepasados a nivel planetario,
ni tampoco qué ventaja adaptativa nos otorgaba. Parece que existe una cierta
relación entre el cambio de un ecosistema boscoso, a uno abierto de sabana;
como ya hemos dicho, algunos autores hablan de la crisis del Messiniense,
como el desencadenante geológico-climatológico de este proceso. Por lo que
respecta a las ventajas de esta adaptación de un nuevo biotopo estepario.
Por un lado, con la adaptación a este nuevo ambiente y erguirse algunos
homínidos que les permite, mediante esta postura, acarrear objetos de un
lado a otro; y lo más importante, les permite el desarrollo de un dedo en
oposición, el pulgar, que favorece la manipulación de los objetos y facilita
por tanto la construcción de herramientas y la selección y recogida de
alientos; lo que favorecía su mejor alimentación, mejoras en el sistema de
recolección y mejorar su salud mediante una mejor alimentación nutritiva y
la adaptación al bioambiente. Los diferentes descubrimientos en el campo de
la arqueo-antropología han puesto en manifiesto que la adaptación de un
medio bosquimano al estepario fue el que incentivó a los primitivos
homínidos a usar y ejercer la articulación y oposición del pulgar, desde el
Messiniense, dando origen a su posterior bipedia. El origen de nuestros
tatarabuelos íberos se remonta a la adaptación al medioambiente que se
produjo al final del Plioceno. Muchos antropólogos y paleontólogos han
investigado, investigan y lo seguirán haciendo descifrando los orígenes del
mítico eslabón perdido que se remonte hasta el Paleoceno, o más atrás en el
tiempo. Los fenómenos de cambios climatológicos y morfológicos que se
formaron en el Messiniense son el origen y el entorno en donde se desarrolló
la maña, astucia, inteligencia y medidas selectivas de supervivencia de
nuestros antepasados, tras la adaptación, de los bosques de un medio
semitropical a otro árido, parecido al de hoy.
Atrás y lejanas quedan aquellas teorías evolucionistas de Darwin, Lamarck y
otros catastrofístas bíblicos de los s. XVIII y XIX. Ha habido un enfoque
evolutivo diferente desde los descubrimientos del Australopitecus,
Neandertal, Homo Sapiens, Hombre de Java, de Pekín, Lucy, Atapuerca, Orce,
etc. En la Revista Paleontología se publicó que los Paleontólogos españoles
han dado un importante paso para saber cómo era la vida en la Península
Ibérica, Tras una primera fase han aparecido, en el yacimiento de Fonelas
P-1 localizado en un río de la cuenca de Guadix-Baza, provincia de Granada,
fósiles de 24 especies de grandes mamíferos, en una extraña y única mezcla
de especies inmigrantes y autóctonas. Así, la caracterización paleontológica
y geológica del yacimiento de Fonelas, publicada en el Boletín Geológico y
Minero, ha empezado a cambiar la percepción científica de una época muy poco
conocida del pasado europeo: el tránsito del Plioceno al Pleistoceno. Los
fósiles hallados hasta ahora en el yacimiento principal, Fonelas P-1,
revelan la fauna de una sabana situada entonces al pie de Sierra Nevada.
Destaca la presencia de una nueva especie de potamóquero, jabalí de río
procedente del este de África, y de otra especie, Mitilanotherium, un
jiráfido parecido al actual okapi y del que hasta ahora sólo se habían
encontrado fósiles en Asia Central. También han aparecido, por primera vez
fuera de África, restos de las actuales hienas pardas sudafricanas, la única
especie de las halladas que no se ha extinguido. Tanto esas hienas como
otras más grandes ya extintas jugaron un papel fundamental en la formación
del yacimiento, situado sobre el meandro abandonado de un río de la cuenca
de Guadix-Baza. Allí las hienas acumulaban su alimento: huesos de los
animales de la sabana. "Eso explica la gran variedad de fósiles, entre los
que figuran los más antiguos del antepasado del lobo, Canis etruscus,
hallados en la Península Ibérica", señala Alfonso Arribas, uno de los
responsables científicos del proyecto Fonelas. Junto a esas especies
inéditas coexistieron cérvidos, rinocerótidos, mamuts y grandes félidos con
dientes de sable, característicos de Europa en aquel período. Esa variedad y
la excelente conservación de los restos (debida a su rápido enterramiento)
convierten a Fonelas P-1 en el yacimiento más rico de Europa Occidental en
fósiles de grandes mamíferos que vivieron en el tránsito
Plioceno-Pleistoceno, una época muy concreta y fundamental para el
conocimiento de la evolución humana. Los grandes cambios climáticos
provocaron migraciones de animales hace unos 1,8 millones de años: "Al
cambiar la vegetación, los hervíboros se desplazaron hacia Europa. Detrás de
ellos fueron los depredadores carnívoros, a su vez seguidos por los
carroñeros, que eran las hienas y también nuestro antepasado remoto, el Homo
ergaster", manifiesta Alfonso Arribas. Hasta el momento no han aparecido
fósiles de homínidos en Fonelas, pero sí en el cercano yacimiento de Orce,
como hemos comentado. El arqueólogo Arribas se muestra muy prudente en este
punto: "El marco ecológico descubierto no permite excluir la posibilidad de
hallar restos humanos de esa antigüedad". Comenta Arribas, investigador del
Instituto Geológico y Minero de España, que se dan ciertas similitudes de
Fonelas con el yacimiento caucásico de Dmanisi (Georgia), correspondiente al
mismo período y que ha proporcionado los fósiles humanos más antiguos de
Europa. La presencia de hienas y otra fauna característica del continente
africano pone en manifiesto el trasiego de especies libremente por los
corredores de Gibraltar, de Córcega, Sicilia, etc, tal como se representa en
los esquemas de las página anteriores. De nuevo, todo el edificio teórico construido
por los biólogos evolucionistas está siendo revisado y puesto bajo rigurosa
crítica por científicos en la actualidad; quienes, como Máximo Sandín, ponen
en evidencia los prejuicios antropológicos, sociales y racistas de los que
partió Darwin. "Se impone revisar críticamente las interpretaciones
desvalorizadoras de la humanidad y las culturas prehistóricas más antiguas.
La misma denominación "pre-historia" constituye en sí misma una
descalificación”. Sospechamos que bajo la teoría de la evolución humana, al
menos en sus orígenes, subyace la fórmula matemática: "a mayor oscuridad de
piel, menor inteligencia", demostrada científicamente por el tribunal
supremo de la razón, de los "blancos". ¿Qué otras sorpresas nos está
preparando las teorías de “Los Algoritmos Genéticos”? En todos los
continentes están apareciendo nuevos antepasados y puede que no sólo seamos
los tataranietos de las "ocho evas" o mitocondrias que están imponiendo en
nuestros días. Todavía se está cuestionando, como se cuestionó en su día al
hombre de Orce, ó en la Pampa de Argentina, los restos fósiles humanoides
del Tetraprothomo Argentinus, encontrado por Florentino Ameghino. Los
análisis del carbono C13-C14, etc. darán el resultado y la autenticidad de
estos fósiles y otros, tras otras comprobaciones de la correlación
estratigráfica continental y marina, expansión y migración de mamíferos
fósiles, en el Mioceno terminal. Nuestros antepasados, en la península
Ibérica, los encontramos desde Atapuerca a Orce, con fechas de cientos de
miles a un millón quinientas mil años, o más. En Portugal tenemos gran
representación de culturas Paleolíticas en el Valle de Coá, Mazouco, Feixo
de espada á Cinta, etc. Otros testimonios de la población la encontramos
entorno de la Cantábrica y los Pirineos, donde hay numerosos dólmenes como
en La Cerdanya y cuevas con pinturas rupestres; las más significativas las
encontramos desde Altamira hasta Niaux, Les Tríos Feres, Lascaux, etc.
También tenemos los restos y mandíbulas de los Neandertales de Banyoles,
Cogu, Cueva la Vieja de la ribera del Mediterráneo, y Tautavel en el
Rousillón. Como dice Jorge Mª Ribero Meneses, Presidente de la Fundación
Occidente, el amplio periplo de investigaciones se han convertido en una
verdadera cadena de sorpresas y estaba muy lejos de haber culminado con esos
hallazgos. Porque después de haber rescatado del olvido a las fuentes
Tamáricas comprendió que en el subsuelo del Campo Jiro de Santander guarda
celosamente en sus entrañas lo que puede haber perdurado un impresionante
santuario rupestre con una antigüedad no menos de 40.000 años. Santuario que
Jorge tiene las razones en pensar que este lugar fue el modelo de las cuevas
de Altamira y de otras grutas del litoral Cantábrico y sur de Francia.
Enclaves paleolíticos que, como es sobradamente conocido, constituyen las
primeras manifestaciones artísticas y culturales de toda la historia de la
Humanidad. En la ciudad Autónoma de Ceuta, situada en el extremo sur de la
cordillera Bético -Rifeña se está investigando el yacimiento de La Cabililla
de Benzú. Las excavaciones que se han realizado en su entorno han puesto en
relieve las condiciones medioambientales del Norte de África y del área del
Estrecho de Gibraltar, durante los períodos del Pleistoceno y el Holoceno.
Se han detectado en las excavaciones bandas de cazadores-recolectores y de
otras comunidades tribales. Este yacimiento proporciona otras hipótesis y
opciones que llenan un gran vacío historiográfico de esta región del
Occidente del Mediterráneo. Aporta grandes pruebas del tránsito y trasiego
de culturas, que hasta ahora se habían enfocado con tozudez al corredor del
Rif del este africano. Con las nuevas pruebas de la presencia de homínidos,
Neandertales, y Homo Sapiens, se relanzan nuevos enfoques y estudios de las
relaciones de las comunidades que habitaron el Norte de África, emparentados
con los pobladores del Sur de la Península Ibérica a través de los puentes
intercontinentales y el resto de Europa.
Pero, no se han detenido las
sorpresas de los orígenes de nuestros ancestros. De repente, en la catalana
ciudad de Hostalets de Pierola, aparece el homínido Pau de 13 millones de
años, al que se le considera el abuelo de todos los grandes simios de
Iberia. Pau está datado en el Mioceno medio. Vivía en un ambiente
subtropical, de abundantes lluvias y temperaturas cálidas. Como el solar de
la península Ibérica está inexplorado arqueológicamente en un 90%, en unos
años tendremos noticias de nuevos hallazgos que sorprenderán al mundo
científico, haciendo retroceder la cultura de Iberia miles de años. Cuánto
tiempo será necesario para admitir que no es oro todo lo que reluce; o que
es lo mismo, cuanto tiempo tendrá que pasar para que muchas tendencias y
escuelas científicas cambien ciertos conceptos de las relaciones de
evolución, adaptación u oportunismo que ciertas especies han tenido en el
protagonismo de la historia. Como dice Máximo Sandín: Para muchos
científicos parece que "no pasa nada"; porque existe una incomprensible
obcecación en negarse a admitir que la creciente acumulación de información
que desmiente las interpretaciones tradicionales conduce a plantearse la
necesidad de un cambio de perspectiva. Una actitud totalmente contraría al
espíritu científico, que tiene entre sus principios no dar nunca ningún
conocimiento o teoría por definitivos y someterlos permanentemente a un
análisis crítico, porque es un intento de mantener la concepción darvinista
de la Naturaleza (que ha pasado a convertirse en creencia) contra todas las
evidencias (tanto históricas como científicas) y de introducir los nuevos
datos, por contradictorios que sean, en el modelo "clásico", aunque para
ello se tenga que recurrir a la retórica mas elaborada, pero menos coherente
que se pueda concebir.
ANTERIOR |
ÍNDICE |
SIGUIENTE