Y allí
estaba yo, de pie, en la cumbre de la más alta
de las montañas
y abajo, a mi alrededor, se encontraba el
círculo del mundo.
y mientras allí estaba contemplé más de lo que
puedo describir
y comprendí mucho más de lo comprendido hasta
entonces;
pues veía de un modo sagrado la forma de todas
las cosas en el Espíritu
y la Forma de todas las formas,
como si todo estuviera unido, cual si fuera un
único Ser.
Y contemplé cómo el círculo sagrado de mi pueblo
era uno de los muchos que componen el Gran
Circulo,
amplio como la luz del día y como el fulgor de
las estrellas en la noche;
y en su centro crecía un árbol majestuoso y
florecido,
para cobijar a todos los hijos de una misma
Madre y de un mismo Padre,
y vi que todo aquello era sagrado.
(Alce
Negro)
Dondequiera
que fuesen los lakotas, allí estaban en compañía
de la Madre Tierra; fuera cual fuese el lugar
por el que vagaban de día o dormían de noche,
allí estaban a salvo en su compañía. Esta idea
consolaba y alentaba en todo momento a los
lakotas, que por ello sentían una gratitud
eterna hacia la tierra.
De Wakan
Tanka surgía una fuerza unificadora que fluía a
través de todas las cosas: las flores de las
llanuras, los vientos, las rocas, los árboles,
los pájaros y los animales, y esta fuerza era la
misma que había animado con su soplo al primer
hombre. De este modo todas las cosas estaban
emparentadas y habían sido creadas por el Gran
Misterio.
Luther
Standing Bear (Jefe Oso Erguido) Siux Oglaga
Naturalmente magnánimo e imparcial, el hombre
rojo prefiere creer que el Espíritu de Dios no
está insuflado sólo en el hombre, sino que todo
el universo creado participa de la perfección
inmortal de su Hacedor. Su espíritu imaginativo
y poético, como el del griego, asigna a cada
montaña, árbol y fuente su espíritu, ninfa o
divinidad, ya sea benéfica o malévola. Los
héroes y semidioses de la tradición india
reflejan la tendencia característica de su
pensamiento y su atribución de personalidad y
voluntad a los elementos, al sol y las estrellas
y a toda la naturaleza animada o inanimada.
Charles A.
Eastman (Ohiyesa)Siux Santi
Entre
nosotros no había templos ni santuarios, salvo
los de la naturaleza. Siendo un hombre natural,
el indio era intensamente poético. Consideraría
un sacrilegio construir una casa para Aquel que
podemos encontrar cara a cara en las naves
misteriosas y umbrías del bosque primitivo o en
el corazón iluminado por el sol de las praderas
vírgenes, en las vertiginosas agujas y pináculos
de roca desnuda y, más allá, en la bóveda
enjoyada del cielo nocturno. Aquel que se
recubre de diáfanos velos de nubes, allí en el
borde del mundo visible, donde nuestro Bisabuelo
el Sol enciende el fuego del campamento
nocturno, Aquel que cabalga sobre el riguroso
viento del norte o exhala su espíritu en las
aromáticas brisas del sur y cuya canoa surca los
ríos majestuosos y los mares interiores –¡Aquel
no necesita una catedral menor!
Charles
A. Eastman (Ohiyesa) Siux Santi
Habéis
visto que todo lo que hace el indio o hace en un
círculo, y esto es así porque el Poder del Mundo
siempre actúa en círculos, y todas las cosas
tienden a ser redondas. En los días de antaño,
cuando éramos un pueblo fuerte y feliz, todo
nuestro poder nos venía del círculo sagrado de
la nación, y en tanto el círculo no se rompió,
el pueblo floreció. El árbol florido era el
centro vivo del círculo, y el círculo de las
cuatro direcciones lo nutría. El este daba la
paz y la luz, el sur daba el calor, el oeste
daba la lluvia, y el norte, con su viento frío y
potente, daba la fuerza y la resistencia. Este
conocimiento vino a nosotros desde el mundo
exterior con nuestra religión. Todo lo que hace
el Poder del Mundo se hace en un círculo. El
cielo es circular, y he oído que la tierra es
redonda como una bola, y también las estrellas
son redondas. El viento, en su fuerza máxima, se
arremolina. Los pájaros hacen sus nidos en forma
de círculos, pues tienen la misma religión que
nosotros. El sol sale y se pone en un círculo.
La luna hace lo mismo, y ambos son redondos.
Incluso las estaciones, con sus cambios, forman
un gran círculo, y siempre regresan a donde
estaban. La vida del hombre es un círculo de
infancia a infancia, y así es en todas las cosas
en que se mueve el poder. Nuestros tipis eran
circulares como los nidos de los pájaros y
estaban siempre dispuestos en círculo, el
círculo de la nación, un nido hecho de muchos
nidos en el que el Gran Espíritu quería que
cobijásemos a nuestros hijos.
Alce Negro,
Siux Oglala
Debemos
comprender que todas las cosa son obra del Gran
Espíritu. Debemos saber que Él está en toda
cosa: en los árboles, las hierbas, los ríos, las
montañas, y todos los cuadrúpedos y los pueblos
alados; y, lo que es aún más importante, debemos
comprender que Él está también más allá de todas
estas cosas y de todos estos seres. Cuando
hayamos comprendido todo esto profundamente en
nuestros corazones, temeremos, amaremos y
conoceremos al Gran Espíritu; entonces nos
esforzaremos para ser, actuar y vivir como Él
quiere.
Alce Negro,
Siux Oglala
La Abuela
tierra es un modo de expresar esa parte de
Acbádadea (el Creador) que ha sido creada en
este mundo, porque todo lo que tenemos en este
mundo ha sido creado por Acbádadea y a partir de
él, pero Acbádadea también está por encima de
todas las cosas. Ocurre igual con los Padres
Medicina. Cuando muevo la pipa en círculo
apuntando a las cuatro direcciones, el
significado es parecido, porque todos los
vientos, los poderes, y la naturaleza, mires
donde mires, o vayas donde vayas, vienen de
Acbádadea. Reconociéndolo y pensando en ello,
puedes entender mucho acerca de quién eres tú.
Thomas
Yellowtail. Apsároke (Cuervo)
Amigo mío,
volverán de nuevo.
Por toda la Tierra
vuelven de nuevo.
Antiguas enseñanzas de la Tierra,
antiguos cantos de la Tierra.
Vuelven de nuevo,
amigo mío, vuelven.
Te los doy,
y por ellos
comprenderás,
verás.
Vuelven de nuevo
sobre la Tierra.
(Caballo
Loco. Siux Oglala)