Padre
dorado que
estáis en to-
das partes y que
reposáis en el sol
y en la tierra santa.
Dadnos la inteligencia
de vuestras formas y el
amor de vuestro Ser.
Borrad
nuestra mancha, sacadnos
del
barro en el que hemos
caído.
Hacednos semejantes a la
Santa
Madre y engendradnos en
el amor
perfecto. Padre oculto y
muy evidente.
Poseedor de la luz
eterna. Creador má-
gico de los mundos. Curad
nuestros cuerpos,
apaciguad nuestras almas,
liberad nuestros es-
píritus. Hacednos
herederos de la gloria donde
brillan vuestros hijos
bienamados. Hacedlo, Señor.
Madre brillante que
estáis en todo y que transfor-
máis las estrellas y el
mar. Concedednos el secre-
to de vuestra luz y el
amor de vuestra pureza.
Bautizadnos en el agua y
en el fuego divinos,
y recibidnos en vuestro
seno viviente. Ma-
duradnos hasta la
perfección del amor.
Madre luminosa rodeada de
tinie-
blas. Substancia de la
vida y ma-
nantial de felicidad.
Simiente
benéfica de Dios. Nutrid
nues-
tros cuerpos, apagad la
sed
de nuestras almas, ilu-
minad nuestros espí-
ritus. Mostradnos
la ruta que condu-
ce al Sol bien-
amado. La-
vadnos. Ma-
dre santa.
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