Traducción:
Margarita López
Mis queridos
amigos...
La semana pasada hablamos aquí acerca de las Cinco Preguntas Cumbre. Estas
son:
1. ¿Quiénes somos?
2. ¿Por qué estamos aquí?
3. ¿Cuál es nuestra Correcta Relación con nuestros compañeros humanos?
4. ¿Quién y Qué es Dios?
5. ¿Cuál es nuestra Verdadera Relación con la Divinidad?
Respondimos a las cuatro primeras de estas preguntas la semana pasada, y
dijimos que trataríamos sobre la última pregunta esta semana.
Conversaciones con Dios nos dicen que Dios y nosotros somos Uno. Sin
embargo, ¿qué significa eso realmente? Significa que no hay separación entre
tú y Dios. Nuestra relación con la Divinidad es la misma que nuestra
relación con el Sí-Mismo. Nosotros somos el material del que Dios está
hecho, Dios es el material del que nosotros estamos hechos. No hay
diferencia, excepto en el grado. Odio utilizar este ejemplo desgastado y
cansado, pero somos a Dios como una gota del océano es al propio océano: Uno
y Lo Mismo, y sólo una Parte Singular del Mismo.
Si esto es cierto (y lo es), entonces nosotros somos los creadores de
nuestra propia realidad (y lo somos), actuando en nuestra micro-realidad tal
y como Dios actúa en la macro-realidad. Y Dios es una parte de nuestro
proceso, precisamente porque somos Uno.
Estamos hablando aquí de un proceso sistemático de causa-y-efecto que nunca
se apaga.
Dios es ese proceso. Dios es ese sistema. Esto es lo que Dios quiere decir
cuando Dios nos dice, “Yo estoy siempre con ustedes, hasta el final de los
tiempos”.
Esto es algo que por lo general no se entiende, y rara vez se explica,
acerca de Dios. Casi nunca se explica en relación con el tema de la Creación
Personal.
Por los años sesenta se produjo un sticker para coches que se hizo muy
popular. Preguntaba: ¿HA MUERTO DIOS?
La idea detrás de la pregunta era que la humanidad había evolucionado tanto
en tan poco tiempo que hemos vuelto irrelevante a Dios. Ese pensamiento ha
sido reforzado en los últimos años con la aparición de enseñanzas sobre lo
que se ha llamado la Ley de la Atracción: la supuesta capacidad de los
individuos para crear su propia realidad sin utilizar más que “pensamiento
positivo” e “intención enfocada”.
Yo sé, por supuesto, que Dios no está muerto. Y la mayoría de la gente está
de acuerdo conmigo. Las encuestas han demostrado que el mayor porcentaje de
personas en todas las naciones y en todas las culturas creen en un poder
superior a ellos mismos.
Sin embargo, si nosotros humanos podemos obtener y adquirir todo lo que
queremos en la vida usando nuestro propio poder, ¿para qué sirve un poder
mayor? ¿Cuál sería su función? ¿Cuál sería su propósito?
La sorprendente conclusión a la que muchas personas están llegando, sobre
todo teniendo en cuenta cómo se enseña la “Autopista a la Felicidad” en
algunos círculos de hoy, es que ya no necesitamos a Dios.
Ahora voy a decir algo que, si crees en Dios, te va a hacer muy feliz. Pero
no al principio. Al principio, puede hacer que muchos de ustedes quieran
dejar este libro aquí mismo. No lo hagan, porque se van a perder la parte
que les va a encantar.
(Si no crees en Dios en absoluto, vas a encontrar lo que voy a decir a
continuación intrigante por lo menos. ¡Así que sigue allí!)
Es cierto.
Ya no necesitamos a Dios.
De hecho, nunca hemos necesitado a Dios.
No necesitamos a Dios para nada.
Esta es la sorprendente verdad que aturdirá al mundo. Es la Verdad Tácita
que nadie quiere pronunciar. Sin embargo, ésta no es toda la Tácita Verdad.
El resto tiene que ver con la razón por la que no necesitamos a Dios para
nada.
No necesitar a Dios no es lo mismo que no tener ningún uso para Dios.
Quiero decir esto dos veces porque es demasiado importante para que se pase
por alto. He dicho, no necesitar a Dios no es lo mismo que no tener ningún
uso para Dios.
De hecho, es precisamente porque tenemos un uso extraordinario para Dios que
no necesitamos a Dios.
¿Cómo podemos “necesitar” algo que siempre tenemos, que no podemos no tener
en ninguna circunstancia, que podemos utilizar siempre, y que no podemos no
utilizar, sin importar cómo neguemos que lo hacemos?
No puedes no tener a Dios en tu vida, como parte de tu vida, y esto es algo
que muchas personas no pueden creer. No pueden creer la mayor promesa de
Dios: Yo estoy siempre con ustedes, hasta el final de los tiempos.
No puedes no utilizar a Dios, incluso si niegas que lo haces, y esto es otra
cosa que muchas personas no pueden creer. No pueden aceptar la más
maravillosa verdad que enseñan todas las religiones, cada una a su manera:
Pide y recibirás.
Porque la gente no puede aceptar esta verdad, interpretan completa y
absolutamente mal la fórmula por la cual pueden crear lo que desean
experimentar en sus vidas.
Yo llamo a esta fórmula el Proceso de Creación Personal –lo que algunos
llaman la “Ley de Atracción”– y no hace obsoleto a Dios, sino exactamente lo
contrario. Hace que nuestra experiencia de Dios sea más presente, más
relevante y más real que nunca.
Amor y abrazos y los mejores deseos para su jornada...
Neale.
Para mis maravillosos amigos en la Fundación ReCreation
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los derechos reservados.
La Fundación ReCreation, Inc. también
conocida como La Fundación Conversaciones con Dios, es una fundación sin
fines de lucro creada por Nancy y Neale Donald Walsch para atender la
abrumadora respuesta de gente de todo el mundo que desea hacer algo tangible
para difundir el mensaje de Conversaciones con Dios.