El modelo de
expresión de la entidad está diseñado para explorar
nuevos campos de vibración mediante instrumentos
biológicos y transformarlo a través de este proceso de
descubrimiento a un nuevo nivel de entendimiento y
expresión como un Soberano Integral. El Soberano
Integral es la más completa expresión del modelo de
entidad dentro de los universos de espacio-tiempo, y más
cercanamente ejemplifica las capacidades dentro de la
Inteligencia Original. Es también el estado natural de
existencia de la entidad que se ha transformado más allá
del modelo de existencia de evolución-salvador y se ha
apartado a sí misma de los aspectos controladores de la
Jerarquía mediante la completa activación de sus Códigos
de Origen que encierra. Este es el nivel de capacidad
que fue “sembrado” dentro del modelo de expresión de la
entidad cuando fue inicialmente concebida por el Primer
Creador. Todas las entidades dentro de los universos de
tiempo-espacio están en varios estadios de la
experiencia transformacional y cada una está destinada a
alcanzar el nivel del Soberano Integral en la medida que
sus Códigos de Origen se activan completamente.
La
experiencia transformacional es el darse cuenta que el
modelo de expresión de la entidad es capaz de acceder en
forma directa a la información de la Inteligencia
Original, y que la información del Primer Creador es
descubierta dentro del nivel de la entidad del Soberano
Integral. En otras palabras, el instrumento humano,
completo con sus capacidades biológicas, emocionales y
mentales, no es el contenedor de los Códigos Fuente o de
Origen. Tampoco el instrumento humano es capaz de
extenderse y recoger esta liberación de información,
esta gloriosa libertad de acceder a Todo lo que Es. Es
la entidad la que es tanto la salvaguarda de, y el
instrumento de acceso a la activación de la Codificación
de Origen que permite la experiencia transformacional
para manifestarse mediante la integración del
instrumento humano y la entidad soberana.
La experiencia transformacional consiste en la
comprensión de que la realidad percibida es la Realidad
Original (Fuente) personificada en la forma de
preferencias individuales. De esta manera, la Realidad
Fuente y la realidad soberana se vuelven inseparables
como el viento y el aire. Esta confluencia es reconocida
solo mediante la experiencia transformacional, que es
diferente de cualquier cosa conocida dentro de los
universos de espacio-tiempo.
Ha habido
aquellos sobre la Tierra quienes han experimentado un
aliento superficial del viento de esta poderosa
tempestad. Algunos lo han llamado Ascensión, otros han
atribuido nombres como iluminación, visión, nirvana y
conciencia cósmica. Mientras que estas experiencias son
profundas en los estándares humanos, son solo los
atisbos iniciales del Soberano Integral, mientras se
vuelve progresivamente adepto a tocar y despertar los
remotos bordes de su existencia. Lo que la mayoría de
las especies definen como la mayor bendición es
meramente la impronta del Soberano Integral susurrando a
sus formas e instándolos a mirar dentro de sus raíces de
existencia y unirse con esta informe e ilimitada
inteligencia que impregna todo. La experiencia
transformacional está más allá del calibrado del drama
humano como las estrellas en el cielo están más allá de
ser tocadas por la Tierra. Puedes observar las estrellas
con tus ojos humanos, pero nunca las tocarás con tus
manos humanas. De modo semejante, puedes levemente
atisbar la experiencia transformacional con el
instrumento humano, pero no puedes experimentarlo
mediante el instrumento humano. Solo se accede a través
de la totalidad de la entidad, porque es solo en la
totalidad que los Códigos de Origen y sus efectos
residuales de la percepción de la Realidad Fuente pueden
existir. Y verdaderamente, esta totalidad es obtenida
solo cuando el individuo conscientemente es separado del
tiempo y es capaz de ver su existencia atemporal y
eterna.
No obstante, el instrumento humano es crítico en
facilitar la experiencia transformacional y provocar el
disparo -como una metamorfosis- de la integración de las
identidades con forma dentro del Soberano Integral. Este
es el próximo estadio de percepción y expresión para el
modelo de entidad, y es activado cuando la entidad
diseña su realidad desde los principios de vida que son
simbólicos de la Realidad Original, opuesto a la
realidad de una fuente externa que está atada al modelo
de existencia evolución-salvador. Estos principios de
vida son el molde o plantilla de creación de la
Inteligencia Original. Están diseñados para crear
realidad desde la perspectiva del Soberano Integral y
acelerar su manifestación dentro de los campos de
vibración que los han repelido lejos. Son principios que
construyen oportunidades para la integración de las
identidades con forma y sin forma de la entidad. Son
puentes que el instrumento humano –con todos sus
componentes intactos- permiten experimentar la
percepción de la Totalidad del Soberano Integral.
Mientras el instrumento humano se vuelve cada vez más
sensible a la Inteligencia Original, gravitará los
principios de vida que simbólicamente expresan los
principios formativos de la creación primaria. Hay
amplios rangos de expresiones que pueden inducir la
experiencia transformacional del Soberano Integral y
liberar a la entidad del condicionamiento espacio-tiempo
y los controles externos. En vista que la expresión
puede variar, el intento de la
expresión está bastante estrechamente definida como el
intento de expandirse en un estado de integración por lo
cual el instrumento humano se vuelve progresivamente
alineado con la perspectiva del Soberano Integral. Hay
tres principios de vida particulares que aceleran la
experiencia transformacional y ayudan a alinear al
instrumento humano con la perspectiva del Soberano
Integral. Estos son:
1) Relación con el Universo mediante la
gratitud.
2) Observancia de la Fuente en todas las
cosas.
3) Nutrición de la vida.
Cuando el
individuo aplica estos principios, sus experiencias de
vida revelan un significado más profundo a sus eventos
aparentemente casuales, tanto en el contexto universal
como personal.
Relación con el Universo mediante Gratitud:
Este es
el principio de que el Universo de la Totalidad
representa una inteligencia colectiva que puede ser
personalizada como una sola Entidad Universal. De
este modo, en este modelo de inferencia, hay solo
dos entidades en todo el cosmos: la entidad
individual y la Entidad Universal. En cuanto que el
individuo es impresionable y constantemente
cambiante para adaptarse a nueva información, de
igual modo lo hace la Entidad Universal, que es una
dinámica y viviente plantilla de energías
potenciales y experiencias que son coherentes y
conocibles como la personalidad y conducta de un
amigo. La Entidad Universal es sensible al individuo
y sus percepciones y expresiones. Es como una
omni-personalidad compuesta que esta absorbida con
la Fuente Inteligente y responde a la percepción del
individuo como una pileta de agua refleja la imagen
sobre ella. Cada uno en un instrumento humano es
ciertamente, en su fuero más íntimo, una entidad
soberana que puede transformar al instrumento humano
en un instrumento del Soberano Integral. Sin
embargo, esta transformación depende de si el
individuo elige proyectar una imagen del Soberano
Integral sobre el espejo de la Entidad Universal, o
proyectar una imagen inferior que es una distorsión
de su verdadero estado de “ser”.
El principio de relación con el universo mediante la
gratitud está principalmente concernido con el
diseño consciente de la imagen personal a través de
la apreciación del soporte de “espejo” de la Entidad
Universal. En otras palabras, la Entidad Universal
es un socio en dar forma a la expresión de la
realidad en la vida de uno. La realidad es un
proceso interno de creación que es completamente
libre de controles externos y condiciones si el
individuo proyecta una imagen soberana sobre el
espejo de la Entidad Universal.
Este proceso es un intercambio de energía de apoyo
desde el individuo hacia el Entidad Universal, y
esta energía es mejor aplicada mediante una
apreciación de cuán perfecta y excitantemente ocurre
el intercambio en cada momento de la vida. Si el
individuo es consciente (o al menos interesado en
tener la conciencia) de cuán perfectamente la
Entidad Universal sostiene la realidad soberana del
individuo, hay un poderoso y natural sentido de
gratitud que fluye del individuo a la Entidad
Universal. Es este manantial de gratitud el que abre
el canal de soporte desde la Entidad Universal hacia
el individuo y establece una colaboración de
propósito para transformar al instrumento humano en
una expresión del Soberano Integral. Es
principalmente la gratitud –lo que se traduce en la
apreciación de cómo la interrelación del individuo y
la entidad Universal operan– lo que abre al
instrumento humano a su conexión con la entidad
soberana y su eventual transformación en el estado
de percepción y expresión del Soberano Integral.
La
relación del individuo con la Entidad Universal es
esencial de cultivar y nutrir, porque debido a ello,
más que cualquier otra cosa, determina cuán
receptivo esta el individuo a la miríada de formas y
manifestaciones de la vida. Cuando el individuo
acepta cambios en la realidad soberana como un
personaje cambiante de la Entidad Universal, ellos
viven en mayor armonía con la vida misma. La vida se
convierte en un intercambio de energía entre el
individuo y la Entidad Universal que se permite
jugar sin juicio y es experimentada sin miedo. Este
es el significado fundamental de amor incondicional:
experimentar la vida en todas sus manifestaciones
como una única inteligencia unificada que responde
perfectamente a la imagen proyectada del instrumento
humano. (Cuerpo, Mente y Emociones)
Es por esta razón que cuando el instrumento humano
proyecta gratitud a la Entidad Universal, más allá
de las circunstancias y condiciones, la vida brinda
más apoyo en abrir al instrumento humano para
activar sus Códigos Fuente y vivir la vida dentro de
un marco del modelo de síntesis de expresión. El
sentimiento de gratitud unido al concepto mental de
apreciación es expresado como un mensaje invisible
en todas direcciones y en todos los tiempos. En este
contexto particular, la gratitud hacia la Entidad
Universal es el motivo mayor detrás de todas las
formas de expresión a las que aspira el instrumento
humano.
Cada aliento, cada palabra, cada toque, cada
pensamiento, cada cosa está centrada en expresar
este sentido de gratitud. Una gratitud de que el
individuo es soberano y soportado por la Entidad
Universal que se expresa a si misma a través de
todas las formas y manifestaciones de inteligencia
con el solo objetivo de crear la realidad ideal para
activar los Códigos Fuente del individuo y
transformar al instrumento humano y entidad en un
soberano Integral. Es esta forma específica de
gratitud la que acelera la activación de los Códigos
Fuente y su peculiar habilidad de integrar la
disparatada componenda del instrumento humano y la
entidad, y transformarlos al estado de percepción y
expresión del Soberano Integral.
El tiempo es el único factor que distorsiona esta,
de otra forma, clara conexión entre el individuo y
la Entidad Universal. El tiempo interviene y crea
huecos de desesperación, desesperanza y abandono.
Sin embargo, son estos mismos huecos los que
frecuentemente activan los Códigos Fuente de la
entidad y establecen una más intima y armoniosa
relación con la Entidad Universal. El tiempo
establece separación de experiencia y esto crea duda
en el sistema de justicia y propósito superior de la
Entidad Universal. En cambio, esto crea el temor de
que el Universo no es un espejo sino más bien, una
caótica y caprichosa energía.
Cuando el Instrumento Humano está alineado con el
Soberano Integral y vive desde esta perspectiva como
una realidad desarrollada, atrae un estado natural
de armonía. Esto no necesariamente significa que el
instrumento humano esté sin problemas o incomodidad,
más bien significa una percepción de que hay un
propósito integral en lo que la vida revela. En
otras palabras, la armonía natural percibe que la
experiencia de vida es significativa al grado de que
estas alineado con el Soberano Integral, y que tu
realidad personal debe fluir desde este estrato del
universo multidimensional para poder crear paz
interior y alegría duraderas.
La gratitud es una faceta crítica del amor que abre
al instrumento humano a reconocer el rol de la
Entidad Universal y redefinir su propósito como una
extensión sostenedora de la realidad soberana, más
que el caprichoso alcance del destino o la excitante
reacción de un universo separado y mecánico.
Estableciendo una relación con la Entidad Universal
mediante el flujo de gratitud también atrae
experiencias de vida que es transformadora.
Experiencia que es ricamente devota a descubrir el
significado más profundo y el propósito más
formativo de la vida.
Observancia de la Fuente en Todas las Cosas.
Este es
el principio de que el Primer Creador está presente
en todas las realidades mediante todas las
manifestaciones de energía. Está entretejido en
todas las cosas como un mosaico cuyas piezas se
adhieren a la misma pared, y están así, unificadas.
Sin embargo, no es la imagen lo que unifica el
mosaico, sino la pared sobre la cual las piezas se
adhieren. De manera similar, el Primer Creador pinta
una imagen tan diversa y aparentemente sin relación
que parece no haber unificación. Sin embargo, no es
la manifestación externa lo que unifica, es el
centro interior de energía sobre el cual las piezas
de diversidad están dispuestas, lo que unifica todas
las manifestaciones. Esta pieza central de energía
es el almacén colectivo de toda vida en todos los
campos de vibración dentro del Universo de
Totalidad. Es el Primer creador quien se desnuda a
si mismo en todas las formas mediante la proyección
de su Fuente de Inteligencia en todos los fragmentos
de vida. De este modo, la Fuente de Inteligencia
–actuando como una extensión del Primer Creador—es
la energía unificadora que es la “pared” sobre la
cual las piezas del mosaico de la vida se adhieren.
La vida fluye desde una Fuente de energía que
vincula todo a todo y uno a Uno.
Observancia
de la Fuente en Todas las Cosas es el principio de
que todas las manifestaciones de vida conllevan una
expresión del Primer Creador. No importa cuan
distante o lejos la energía unificadora ha sido
distorsionada o pervertida; la Fuente puede ser
Observada. Es la acción de percibir la unificación
de la energía incluso cuando la manifestación
externa parece errática, distorsionada, sin relación
o caótica.
Cuando todas las manifestaciones de vida son
genuinamente percibidas como expresiones
fragmentadas del Primer Creador, la vibración de
igualdad que subraya todas las formas de vida se
vuelve perceptible al instrumento humano. La vida
inicialmente emerge como una extensión de la
Realidad Fuente, y entonces, como una frecuencia de
energía individualizada puesta dentro de la forma.
Vibra, en su puro, eterno estado, precisamente lo
mismo para todas las manifestaciones de vida. Este
es el común denominador que toda vida comparte. Este
es el tono-vibración de igualdad que puede ser
observado dentro de todas las formas de vida que
unifican todas las expresiones de diversidad hasta
el fundamento de lo conocido como el Primer Creador.
Si un individuo es capaz de ver sobre cualquier
forma de vida con la mirada de igualdad, entonces
está observando la Fuente en todas las cosas.
Mientras
esto parece ser un concepto abstracto, es
actualizado a través de la práctica de mirar las
manifestaciones externas e internas del Primer
Creador. En un sentido muy real, el individuo espera
observar el trabajo de la Inteligencia Fuente en
cada faceta de su experiencia. Es la inaccesible
expectativa de que cada cosa está en su posición
correcta, cumpliendo su función óptima, y sirviendo
su propósito de activar la máxima expresión de su
vida en el momento presente. Es la mirada de que
toda la vida está en un estado de optima realización
y experiencia más allá de su condición o
circunstancia. Es la percepción de que la vida es
perfecta en su expresión porque fluye desde la
perfección, y que no importa cuan diversas y
divergentes sean sus manifestaciones, la vida es la
extensión de la Realidad Original o Fuente.
A la luz de la obvia confusión y aparente
destrucción que acompaña la vida sobre la Tierra,
esta es una perspectiva o percepción que parece ser
ingenua. ¿Cómo puede la vida –en todas sus formas y
expresiones- ser percibida como óptima y perfecta?
Esta es la gran paradoja de la vida, y no puede ser
reconciliada con las capacidades mentales o
emocionales del instrumento humano. Puede ser
entendida únicamente en el contexto de la entidad,
la que es inmortal, ilimitada, eterna y soberana.
Las paradojas existen porque el drama humano está
muy limitado en escala y alcance para permitir una
percepción de totalidad para intervenir e iluminar,
cómo las piezas del rompecabezas están unificadas en
perfecta relación.
El drama humano está circunscrito por las
dimensiones del tiempo y el espacio y los elementos
de energía y materia. Es expresado sobre el
escenario de sobrevivencia y conducta disfuncional
debido a los métodos de la Jerarquía de controlar la
información y manipular las condiciones. La entidad
dentro del instrumento humano está mayormente
inexpresada y poco utilizada en el drama humano, y
por ello, las perversiones aparentes de la vida y
las imperfecciones son vistas aisladamente como
impedimentos a la perfección más que la perfección
misma.
La vida es perfecta en su decisión de expandir y
expresar una inteligencia que es ilimitada. Este es
el propósito fundamental de vida en todas sus
diversas manifestaciones, y esta es la presencia del
Primer Creador –expresándose a sí mismo como una
vibración de igualdad—que puede ser observada en
todas las cosas. Las entradas sensoriales derivadas
del instrumento humano están limitadas a frecuencias
en rangos específicos que solo pueden llevar un eco
de esta vibración Fuente. La verdadera frecuencia es
entendida a través de la contemplación deliberada y
focalizada de igualdad inherente en todas las cosas,
y la habilidad de penetrar más allá de la imagen de
una cosa al origen de la imagen.
Estas tomas de conciencia requieren un nuevo sistema
sensorial más allá de los cinco sentidos que rigen
el mundo humano en tu tiempo. Estos nuevos sentidos
son la consecuencia de la activación de los Códigos
Fuente, y representan el primer paso de la
experiencia transformacional. Con esta nueva
habilidad perceptiva, el instrumento humano será
capaz de sentir no solo la presencia del Primer
Creador, sino también la esencia eterna dentro de
toda vida que está individualizada y
excepcionalmente separada del Primer Creador. Poner
primero las percepciones de la entidad dentro del
instrumento humano es el método ideal para acceder a
una duradera sensitividad de la vibración Fuente.
Así es cómo un individuo puede desarrollar la
habilidad de observar la Fuente en todas las cosas.
No es solo que el Primer Creador está dentro de cada
manifestación individual de energía, sino es también
la totalidad de la vida en sí. Así, el principio
requiere una observancia de la Fuente en todas sus
diversas formas de manifestación, así como en la
totalidad de la vida.
Nutrición de la Vida
La vida,
en esta definición, es la realidad soberana de un
individuo. Es subjetiva e impresionable al
instrumento humano. La vida es la totalidad de
experiencia fluyendo a través del campo de
percepción del individuo en la dimensión del
“ahora”. Nunca hay un cierre a la vida o un capítulo
final escrito. Es eterna, pero no en el sentido
abstracto de no terminar o empezar nunca, más bien
en el sentido real de que la vida se está
expandiendo siempre para expresar la Inteligencia
Fuente en todos los campos de vibración dentro del
Universo de la Totalidad.
La nutrición de la vida es el principio de que un
individuo está alineado con la expansión natural de
inteligencia inherente en toda vida. Esta es una
alineación que realza la energía de vida que fluye
por el individuo con el claro intento de soporte
gentil. Es la acción de identificar el más alto
motivo en todas las formas de energía y soportar el
flujo de esta energía hacia su ultima expresión.
Haciendo esto, la acción es realizada sin juicio,
análisis o apego a su resultado. Es simplemente
nutrir la energía que fluye de todas las
manifestaciones y asistiendo su expresión de vida.
Esto es un despegue de la percepción normal de que
la asistencia nutriente solo puede ser concedida
cuando la energía está en alineación con la voluntad
personal. Sin embargo, cuando el individuo puede ver
la vida como una energía integrada fluyendo en la
expresión de expandir la inteligencia, la vida es
honrada como una extensión del Primer Creador. En
este contexto, no hay energía que sea mal dirigida o
no valida de ser nutrida y soportada. Mientras esto
pueda parecer contrario a la evidencia de energía
abusiva sobre la Tierra, incluso la energía que es
cargada con una “intención maligna” es no obstante
energía que está fluyendo hacia fuera en la búsqueda
de una expresión más elevada.
Todas las formas de energía pueden ser alimentadas y
soportadas hacia su más elevada expresión, y esta es
la acción fundamental de este principio. Requiere la
habilidad de percibir el motivo causal y la
expresión final de la energía de vida mientras pasa
a través de la realidad soberana del individuo. La
energía es un elemento de vida que está tan
sutilmente entrelazada con la forma que se hace una;
en mucho de la misma manera que el tiempo y el
espacio están inseparablemente vinculados en unión.
La Energía es un motivo. Es inteligente más allá de
la habilidad de la mente de razonar. Mientras es una
fuerza que puede ser sujeta a aplicaciones humanas
que niegan su más alta expresión, la energía está
siempre impregnando la vida con el motivo de
expandir y evolucionar.
La energía de vida está siempre en un estado de
transformarse. Nunca es estática o regresiva en su
estado natural. El instrumento humano es muy capaz
de nutrir esta expansión natural de la energía para
forjar nuevos canales de expresión y experiencia. De
hecho, es el propósito primario del instrumento
humano de expandir la energía de vida que circunda
su realidad soberana y transformarla en nuevos
niveles de expresión que más exactamente reflejen la
perspectiva del Soberano Integral.
Hay muchas acciones específicas que pueden ser
tomadas para nutrir la vida. Cada entidad está, en
un sentido, programada dentro de su código original
para transmutar la energía mediante una tremenda
variedad de significados. Trabajando mediante el
instrumento humano, la entidad es capaz de juntar y
almacenar energía dentro del instrumento humano y
redirigir su propósito o aplicación. La
transmutación de la energía puede ocurrir tanto en
el nivel personal o universal de expresión. Es
decir, dentro de la realidad soberana de un
individuo, la energía puede ser transmutada para
conformar una visión de bienestar personal, o
alineada con una visión de bienestar universal y
buena voluntad.
Uno de
los mejores métodos de transmutar energía es
mediante el sistema de creencias de uno. Todas las
creencias tienen sistemas de energía que actúan como
cámaras de nacimiento para la manifestación de la
creencia. Dentro de este sistema de energía hay
corrientes que dirigen la experiencia de vida. El
instrumento humano sabe de estas corrientes tanto
concientemente o inconscientemente, y le permite
llevarla a una esfera de experiencia que ilustra su
verdadero sistema de creencias.
Cultivando creencias que expanden y transforman
energía, el instrumento humano es capaz de enganchar
sistemas de energía que nutren la vida en todas sus
miríadas de formas. Cuando las creencias están
claramente definidas como estados preferidos de ser,
el sistema de energía se engancha en el ahora, no en
algún tiempo futuro. Ahora. El sistema de energía se
vuelve inseparable del instrumento humano y se teje
dentro de su espíritu como una hebra de luz. La
claridad de creencia es esencial para emplear el
sistema de energía de la creencia, y permitir la
nutrición de la vida prevalecer en todas las
actividades.
Nuevamente, la nutrición de la vida es crítica para
ambas realidades, personal y universal dentro del
Universo de la Totalidad que contiene todos los
campos de vibración que están interconectados como
hebras de un infinito y expansivo tejido. Así,
mientras el individuo se despierta a su poder
creativo para transmutar energía y enriquecerla con
el intento claro de soporte gentil, se vuelve un
transmisor de la Realidad Fuente y arquitecto del
modelo de síntesis de existencia.
Mediante
la continua aplicación de estos principios de vida,
la Inteligencia Fuente se vuelve más y más la
identidad de la entidad, y la entidad se convierte
en la identidad del instrumento humano. Así, la
identidad es transformada, y en el despertar de esta
transformación, el Soberano Integral unifica el
instrumento humano con la entidad y la entidad con
la Inteligencia Original o Fuente de la
Inteligencia. Es esta unificación y cambios de
identidad lo que es el propósito explicito en
expresar los principios de vida del soberano
Integral. Si hay cualquier otra intención u
objetivo, estos principios permanecerán
incomprendidos y sus poderes catalíticos dormidos.
Es la perspectiva del Soberano Integral de que toda
la vida es puro amor en su máxima expresión, y que
en este solo concepto, toda la vida es concebida y
existe por siempre. Esto se convierte en la creencia
núcleo desde donde todas otras creencias surgen, y
por extensión, el sistema de creencias de uno emerge
con un claro intento de soportar esta perspectiva
fundamental, de nutrir, observando y apreciando el
Universo de la Totalidad como la cuna desde la que
toda vida es creada, evoluciona y finalmente es
reconocida. Estos principios de vida son meramente
símbolos representados en palabras y servidos al
instrumento humano como una receta potencial para
avivar la brasa de luz que incansablemente quema por
dentro.
No hay
técnicas específicas o rituales que se requieran
para invocar el poder de estos principios. Son
solamente perspectivas. En un sentido real, son
intenciones que atraen experiencia que expande la
conciencia. No proveen de arreglos rápidos o
instantáneas. Son amplificadores de la voluntad
personal e intención que clarifica cómo uno vive. Su
poder transformativo está contenido exclusivamente
en el intento de su aplicación.
A través de estos principios de vida del Soberano
Integral, el individuo puede convertirse en maestro
en ilimitar al “Ser”. Los límites son puestos, los
velos son derribados y la luz de uno es doblegada,
simplemente porque los controles externos,
jerárquicos, crean miedo a lo desconocido y las
prácticas místicas de un ser soberano. En estos
principios de vida, si son verdaderamente aplicados
con apropiada determinación, son las herramientas
que aceleran el surgimiento del Soberano Integral y
el sentir su perspectiva, su visión, y sus poderosas
habilidades para crear nuevas realidades y darles
forma como aventuras de aprendizaje que liberan y
expanden la conciencia. Este es el propósito
subyacente de los principios y quizás la mejor razón
para explorarlos.
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