Granada (España)
ha sido sede del Congreso Internacional sobre la
UNESCO y su contribución a la Ética Universal, en
el que trescientos investigadores y miembros de las
redes civiles de UNESCO de Europa e iberoamerica han
analizado una treintena de declaraciones que la
UNESCO ha conseguido consensuar en sus 60 años de
historia, relativas a la educación, la preservación
del patrimonio, la bioética y el genoma humano, la
diversidad cultural, la libertad de expresión y
comunicación y el uso del ciberespacio, entre otros
temas fundamentales para la humanidad.
Al finalizar el
congreso los participantes aprobaron por aclamación
la presente declaración.
Los firmantes de
esta Declaración, investigadores, educadores,
alumnado universitario, profesionales de la
información, gestores públicos, padres, madres,
representantes de redes civiles de la UNESCO y de
organizaciones no gubernamentales, nos
comprometemos, en nuestros respectivos ámbitos de
acción (personal, profesional e institucional), a
favorecer los principios recogidos en esta
DECLARACIÓN de Granada.
Considerando que:
1. El desarrollo
de la Humanidad exige que la dimensión ética
inspire, impregne y guíe todos los ámbitos de la
actividad humana, en sus aspectos personales y
sociales.
2. Los avances
científicos y tecnológicos han facilitado el
conocimiento, el trabajo, la comunicación y
convivencia entre personas y pueblos. El uso
inadecuado de las Tecnologías de la Información y
Comunicación ha favorecido la hegemonía del mercado,
debilitando la dimensión ética de la humanidad y
acrecentando la brecha insolidaria que separa y
enfrenta a las sociedades.
3. La necesidad
de una globalización solidaria, profundamente
respetuosa con la diversidad cultural, ideología y
religiosa, que favorezca un mestizaje cultural
generador de una ciudadanía universal inspirada en
consensos éticos.
4. La
educación encierra un tesoro. Es la llave para
hacer realidad estas aspiraciones. Los planes y
programas de educación formal y no formal que
desarrollen los pueblos, deberán favorecer la
construcción de una ética personal que se traduzca
en conductas cotidianas de respeto, tolerancia y
pacífica convivencia entre las diversas culturas.
Consecuentemente,
nos comprometemos a:
1. Trasladar la
reflexión de los valores universales propugnados por
las Naciones Unidas a nuestras familias, a los
centros educativos, a los lugares de trabajo y ocio,
redes civiles, etc.
2. Exigir a los
poderes públicos que suscriban, cumplan y hagan
cumplir los acuerdos y convenciones internacionales
que garantizan los derechos humanos y favorecen la
cultura de paz, respetando el derecho a una vida
digna como exigencia ética necesaria.
3. Instar a los
tribunales internacionales y otros organismos de
tutela y control a que velen por el cumplimiento de
tales acuerdos.
4. Impulsar la
creación, desarrollo y aplicación de códigos
profesionales éticos que promuevan, dignifiquen y
refuercen la práctica laboral.
5. Prestar una
atención especial a los contenidos de la Declaración
de los Derechos del Niño, resaltando la preocupación
por la infancia y la juventud con dificultades
sociales. Para ello exigimos de las instituciones la
puesta en marcha de aquellas medidas necesarias para
conseguir una educación de calidad.
6. Promover el
diálogo por la cohesión social, con especial
atención a regiones, colectivos y personas más
desfavorecidos.
7. Integrar los
contenidos éticos -con carácter de transversalidad-
en los planes, programas y actividades de los
diferentes sistemas educativos vigentes en los
Estados Miembros.
8. Tomar
conciencia de la discriminación y violencia que
sufre la mujer y activar una equidad y
democratización real de las oportunidades.
9. Impulsar el
análisis, manejo y desarrollo transdisciplinario de
la bioética tanto en el tratamiento como en la
investigación, con la finalidad de un desarrollo
sostenible.
10. Instar y
contribuir con los medios de comunicación para que
la programación informativa y de entretenimiento,
tengan contenidos que promuevan y resalten los
valores éticos y las iniciativas individuales y
colectivas basadas en criterios de respeto y de
ética.
11. Fomentar el
diálogo interreligioso por medio de actividades que
impliquen a representantes y líderes de diferentes
religiones y tradiciones espirituales, con miras al
reconocimiento de la proximidad de sus valores.
En un mundo en el
que las naciones, los credos y las civilizaciones
parecen estar enfrentados irreconciliablemente, la
UNESCO nos ilumina con sus altos ideales plasmados
en tales declaraciones, proclamando la existencia de
grandes y valiosos consensos éticos universales,
conseguidos mediante el diálogo promovido en sus
conferencias generales y en los congresos y
seminarios de alto nivel que ha organizado en su
fecundo e histórico caminar.
Desde estos altos
ideales es posible construir un nuevo futuro para la
humanidad basado en el diálogo, el encuentro, la
alianza y la promoción de una ciudadanía universal
solidaria. Merece la pena intentarlo.
eticanet@gmail.com
Granada (España) ha sido sede del Congreso Internacional sobre la UNESCO y su contribución a la Ética Universal, en el que trescientos investigadores y miembros de las redes civiles de UNESCO de Europa e iberoamerica han analizado una treintena de declaraciones que la UNESCO ha conseguido consensuar en sus 60 años de historia, relativas a la educación, la preservación del patrimonio, la bioética y el genoma humano, la diversidad cultural, la libertad de expresión y comunicación y el uso del ciberespacio, entre otros temas fundamentales para la humanidad.
Al finalizar el congreso los participantes aprobaron por aclamación la presente declaración.
Los firmantes de esta Declaración, investigadores, educadores, alumnado universitario, profesionales de la información, gestores públicos, padres, madres, representantes de redes civiles de la UNESCO y de organizaciones no gubernamentales, nos comprometemos, en nuestros respectivos ámbitos de acción (personal, profesional e institucional), a favorecer los principios recogidos en esta DECLARACIÓN de Granada.
Considerando que:
1. El desarrollo de la Humanidad exige que la dimensión ética inspire, impregne y guíe todos los ámbitos de la actividad humana, en sus aspectos personales y sociales.
2. Los avances científicos y tecnológicos han facilitado el conocimiento, el trabajo, la comunicación y convivencia entre personas y pueblos. El uso inadecuado de las Tecnologías de la Información y Comunicación ha favorecido la hegemonía del mercado, debilitando la dimensión ética de la humanidad y acrecentando la brecha insolidaria que separa y enfrenta a las sociedades.
3. La necesidad de una globalización solidaria, profundamente respetuosa con la diversidad cultural, ideología y religiosa, que favorezca un mestizaje cultural generador de una ciudadanía universal inspirada en consensos éticos.
4. La educación encierra un tesoro. Es la llave para hacer realidad estas aspiraciones. Los planes y programas de educación formal y no formal que desarrollen los pueblos, deberán favorecer la construcción de una ética personal que se traduzca en conductas cotidianas de respeto, tolerancia y pacífica convivencia entre las diversas culturas.
Consecuentemente, nos comprometemos a:
1. Trasladar la reflexión de los valores universales propugnados por las Naciones Unidas a nuestras familias, a los centros educativos, a los lugares de trabajo y ocio, redes civiles, etc.
2. Exigir a los poderes públicos que suscriban, cumplan y hagan cumplir los acuerdos y convenciones internacionales que garantizan los derechos humanos y favorecen la cultura de paz, respetando el derecho a una vida digna como exigencia ética necesaria.
3. Instar a los tribunales internacionales y otros organismos de tutela y control a que velen por el cumplimiento de tales acuerdos.
4. Impulsar la creación, desarrollo y aplicación de códigos profesionales éticos que promuevan, dignifiquen y refuercen la práctica laboral.
5. Prestar una atención especial a los contenidos de la Declaración de los Derechos del Niño, resaltando la preocupación por la infancia y la juventud con dificultades sociales. Para ello exigimos de las instituciones la puesta en marcha de aquellas medidas necesarias para conseguir una educación de calidad.
6. Promover el diálogo por la cohesión social, con especial atención a regiones, colectivos y personas más desfavorecidos.
7. Integrar los contenidos éticos -con carácter de transversalidad- en los planes, programas y actividades de los diferentes sistemas educativos vigentes en los Estados Miembros.
8. Tomar conciencia de la discriminación y violencia que sufre la mujer y activar una equidad y democratización real de las oportunidades.
9. Impulsar el análisis, manejo y desarrollo transdisciplinario de la bioética tanto en el tratamiento como en la investigación, con la finalidad de un desarrollo sostenible.
10. Instar y contribuir con los medios de comunicación para que la programación informativa y de entretenimiento, tengan contenidos que promuevan y resalten los valores éticos y las iniciativas individuales y colectivas basadas en criterios de respeto y de ética.
11. Fomentar el diálogo interreligioso por medio de actividades que impliquen a representantes y líderes de diferentes religiones y tradiciones espirituales, con miras al reconocimiento de la proximidad de sus valores.
Se ha previsto un sistema en línea para adherirse al contenido de esta declaración disponible en la URL: http://88.2.123.21/Etica_Universal/Index.htm
En un mundo en el que las naciones, los credos y las civilizaciones parecen estar enfrentados irreconciliablemente, la UNESCO nos ilumina con sus altos ideales plasmados en tales declaraciones, proclamando la existencia de grandes y valiosos consensos éticos universales, conseguidos mediante el diálogo promovido en sus conferencias generales y en los congresos y seminarios de alto nivel que ha organizado en su fecundo e histórico caminar.
Desde estos altos ideales es posible construir un nuevo futuro para la humanidad basado en el diálogo, el encuentro, la alianza y la promoción de una ciudadanía universal solidaria. Merece la pena intentarlo.