Una noticia que envía Eduardo, desde Valencia, que se ha tomado la molestia de traducir para que TÚ la puedas leer. La fuente es la propia NASA , por lo que no hay interpretación “conspiranoica” posible y confirma, en pocas palabras, la existencia de portales energéticos, o vórtex, que conectan la Tierra con el Cosmos. Lee, lee.
Mientras usted lee este artículo, un gran pulso de energía procedente del Sol, de la que los científicos astronomos no creían, llega hasta la Tierra, es una fuerte onda magnética, un portal magnético, un portal que conecta a la Tierra y al Sol de nada menos que 93 millones de millas. Toneladas de particulas de alta energía fluyen a traves de la apertura de una manera pulsante, en el tiempo que a usted le cuesta leer este artículo la puerta se ha abierto y se ha cerrado.”Se llama flujo de transferencia de un evento o FTEs’”, comenta el experto y físico David Sibeck del Goddard Space Flight Center. “Hace diez años yo estaba seguro de que no existía, pero ahora la evidencia es incontrovertible.”
De hecho, hoy está llevando a cabo Sibeck una asamblea internacional de física del espacio 2008 en el taller de plasma en Huntsville, Alabama, los FTEs no sólo son comunes, al contrario es tan común como nunca nadie lo podía haber imaginado.
Los investigadores conocen desde hace mucho tiempo que la Tierra y el Sol están conectados. La magnetosfera de la Tierra (la burbuja magnética que rodea nuestro planeta) está llena de partículas que llegan del sol a través del viento solar y que penetran en el planeta. Entran por las líneas de campo magnético que puede ser rastreadas desde tierra firme y en la que podemos ver la interconexión con el Sol en su camino de regreso.
“Solíamos pensar que la relación de este flujo era permanente”, comenta Sibeck. “Estábamos equivocados. Las conexiones no son constantes en todos los flujos. Estos son a menudo breves, y muy dinámicos”.
Varios conferenciantes en el taller han esbozado cómo los FTEs se forman: En la denominada dayside de la Tierra (el lado más cercano al sol), se interconecta el campo magnético terrestre con el Sol. La conexión se produce aproximadamente cada ocho minutos, los dos campos brevemente se fusionan, forman un portal a través del cual las partículas fluyen libremente del uno al otro. El portal adopta la forma de un cilindro magnético tan amplio como la Tierra. La Agencia Espacial Europea a traves de cuatro naves espaciales de Cluster de la NASA y de cinco sondas THEMIS han sobrevolado a través de estos cilindros, la medición de sus dimensiones y la detección de las partículas han sido recogidas en pelicula. “Son reales”, dice Sibeck.
Ahora ese grupo y el de THEMIS han estudiado los FTEs directamente, los teóricos pueden utilizar los datos obtenidos para simular los FTEs en sus ordenadores y por lo tanto predecir su comportamiento. El físico espacial Jimmy Raeder de la Universidad de New Hampshire presentó una simulación de este tipo en el Taller. Él comentó a sus colegas que el portal cilíndrico tiende a formarse por encima del ecuador de la Tierra. En diciembre, el FTEs pasa sobre el polo norte, en julio sobre el Polo Sur.
Sibeck cree que existen dos variedades de FTEs, una a la que denomina activa y otra a la que denomina pasiva. El FTEs activo son cilindros magnéticos que permiten el flujo de partículas a su través, estos son importantes conductos de la energía desde la magnetosfera de la Tierra. El FTEs pasivo son cilindros magnéticos que ofrecen más resistencia, su estructura interna no admite un tan fácil flujo de partículas y campos. (Para expertos: FTEs se encuentra en forma activa en las latitudes ecuatoriales cuando el FMI tiende hacia el sur; el FTEs se encuentra en forma pasiva en las latitudes altas cuando el FMI tiende hacia el norte). Sibeck ha calculado las particularidades de los FTES y está alentando a sus colegas a recoger todos los datos posibles de THEMIS y Cluster. “el FTEs pasivo parece no ser muy importante, pero hasta que no sepamos más acerca de ellos no podemos estar seguros”.
Tenemos muchas preguntas sin respuesta: ¿Por qué los portales se abren cada 8 minutos? ¿Cómo son los campos magnéticos en el interior del cilindro y cual es el giro de la bobina? “Estamos realizando planteamientos y cuestiones en el taller de trabajo”, dice Sibeck.
Mientras tanto, muy por encima de su cabeza, un nuevo portal se está abriendo, una nueva conexión entre la Tierra y el Sol se está produciendo.
Materiales proporcionados por la NASA. Artículo original escrito por el doctor Tony Phillips.
Noticia original de la Nasa, versión en inglés:
ScienceDaily (Nov. 2, 2008) — During the time it takes you to read this article, something will happen high overhead that until recently many scientists didn't believe in. A magnetic portal will open, linking Earth to the sun 93 million miles away. Tons of high-energy particles may flow through the opening before it closes again, around the time you reach the end of the page.
"It's called a flux transfer event or 'FTE,'" says space physicist David Sibeck of the Goddard Space Flight Center. "Ten years ago I was pretty sure they didn't exist, but now the evidence is incontrovertible."
Indeed, today Sibeck is telling an international assembly of space physicists at the 2008 Plasma Workshop in Huntsville, Alabama, that FTEs are not just common, but possibly twice as common as anyone had ever imagined.
Researchers have long known that the Earth and sun must be connected. Earth's magnetosphere (the magnetic bubble that surrounds our planet) is filled with particles from the sun that arrive via the solar wind and penetrate the planet's magnetic defenses. They enter by following magnetic field lines that can be traced from terra firma all the way back to the sun's atmosphere.
"We used to think the connection was permanent and that solar wind could trickle into the near-Earth environment anytime the wind was active," says Sibeck. "We were wrong. The connections are not steady at all. They are often brief, bursty and very dynamic."
Several speakers at the Workshop have outlined how FTEs form: On the dayside of Earth (the side closest to the sun), Earth's magnetic field presses against the sun's magnetic field. Approximately every eight minutes, the two fields briefly merge or "reconnect," forming a portal through which particles can flow. The portal takes the form of a magnetic cylinder about as wide as Earth. The European Space Agency's fleet of four Cluster spacecraft and NASA's five THEMIS probes have flown through and surrounded these cylinders, measuring their dimensions and sensing the particles that shoot through. "They're real," says Sibeck.
Now that Cluster and THEMIS have directly sampled FTEs, theorists can use those measurements to simulate FTEs in their computers and predict how they might behave. Space physicist Jimmy Raeder of the University of New Hampshire presented one such simulation at the Workshop. He told his colleagues that the cylindrical portals tend to form above Earth's equator and then roll over Earth's winter pole. In December, FTEs roll over the north pole; in July they roll over the south pole.
Sibeck believes this is happening twice as often as previously thought. "I think there are two varieties of FTEs: active and passive." Active FTEs are magnetic cylinders that allow particles to flow through rather easily; they are important conduits of energy for Earth's magnetosphere. Passive FTEs are magnetic cylinders that offer more resistance; their internal structure does not admit such an easy flow of particles and fields. (For experts: Active FTEs form at equatorial latitudes when the IMF tips south; passive FTEs form at higher latitudes when the IMF tips north.) Sibeck has calculated the properties of passive FTEs and he is encouraging his colleagues to hunt for signs of them in data from THEMIS and Cluster. "Passive FTEs may not be very important, but until we know more about them we can't be sure."
There are many unanswered questions: Why do the portals form every 8 minutes? How do magnetic fields inside the cylinder twist and coil? "We're doing some heavy thinking about this at the Workshop," says Sibeck.
Meanwhile, high above your head, a new portal is opening, connecting your planet to the sun.
Adapted from materials provided by Science@NASA. Original article written by Dr. Tony Phillips.