La muerte es
parte integral de la evolución en nuestra fase
actual sobre la Tierra. Es importante para nosotros
desarrollar una comprensión de su función y
significado para que, llegado el momento, el proceso
pueda tener lugar de manera suave y gozosa.
Muchos descripciones de
"haber muerto" han sido
relatadas por personas que aún viven, aquellas a
quienes se les extendió un certificado de muerte
clínica y luego volvieron a la vida. Estos sucesos
son conocidos como "experiencias cercanas a la
muerte" y muchos han sido documentados en años
recientes. Las experiencias narradas muestran una
sorprendente consistencia en ciertos aspectos
fundamentales: sentir que se pasa por un túnel muy
brillante, la presencia de una gran luz al final, y
emerger a la "Luz" con intensos sentimientos de ser
recibido con gran calidez espiritual y amor. Muchos
también reportan haber experimentado una "memoria
panorámica", es decir, una extraordinaria claridad
de pensamiento y ver cómo su vida entera pasa
delante de sus ojos. Un gran número de estos casos
individuales de "experiencias cercanas a la muerte"
fueron narrados en el libro de Raymond Moody
titulado "Vida Después de la Vida" y claramente
prueba que la "muerte" no es la "negrura eterna" que
muchas personas aseguran será su suerte al final de
la vida.
En verdad hay numerosas enseñanzas en las que se
describe el proceso espiritual sobre esta Tierra de
la "muerte" y los diversos senderos que pueden
tomarse después, desde los antiguos manuscritos
tibetanos hasta los numerosos relatos expresados a
través de transmisiones canalizadas que han sido
publicados en libros por aquellos que "pasaron al
otro lado".
Aquellos que se encuentran mentalmente preparados
para el "más allá", y por lo tanto, "mueren en paz",
probablemente dejaran su cuerpo físico con total
consciencia, y serán capaces de observar la partida
de la propia alma conforme ésta se levanta
suavemente sobre la ya descartada "envoltura"
física. Es usual que un Guía Espiritual esté a su
lado para darle la bienvenida al alma que llega,
guiándole a él o a ella hacia las Esferas
Superiores. Alternativamente, el alma que se va
puede también viajar sola rápidamente a través de un
túnel brillante hacia una "luz intensa", y emerger
en un mundo lleno de colores brillantes y escenas de
gran belleza.
La hora y el lugar de la muerte siempre es
conocido de antemano por la Jerarquía Espiritual,
así como por el Yo Sagrado del alma encarnada. Esto
es parte del acuerdo hecho entre nuestro yo
espiritual y nuestros guías y la Jerarquía
Espiritual antes de la encarnación. Los familiares y
los antiguos amigos que ya han pasado al mundo
Espiritual son alertados sobre esta imperiosa
"transición" y estarán cerca para dar la bienvenida
al que llega a ese nuevo plano.
En el momento crítico de la muerte generalmente
somos asistidos por un Ser Angelical, conocido como
el "Ángel de la Misericordia", a quien se le ha
encomendado la importante responsabilidad de cortar
la cuerda de plata de la vida, una cuerda etérica de
luz que conecta nuestro cuerpo físico con nuestros
cuerpos espirituales superiores.
El libro de Ripley Webb titulado
"Full Cycle",
que fue canalizado, nos da una buena descripción de
un Ángel de la Misericordia en el momento en que
atiende a una mujer mayor llamada Martha en su lecho
de muerte. Esto ha sido descrito tal como lo
atestiguaron Michael, quien "pasó" recientemente, y
su Guía Espiritual Rafael, después de que ambos
descendieran de los Reinos Espirituales Superiores
para observar lo siguiente:
"El centro de la habitación estaba ocupado por
una cama sobre la que yacía la figura de una mujer
de aproximadamente setenta años. Alrededor de la
cama se encontraba el médico, la enfermera, un
hombre y una mujer, quienes posiblemente eran
familiares de la agonizante mujer. La que ocupaba la
cama a veces murmuraba unas cuantas palabras y la
luz en sus ojos mostraba que no había daño cerebral.
Sus inquietos dedos manipulaban nerviosamente el
cubrecama.
Como si adivinara los pensamientos de Michael,
Rafael dijo: "No está enferma realmente, tan sólo es
la avanzada edad. Su tiempo ha llegado. Mira quien
ha entrado por la puerta". Michael lanzó una mirada
a la puerta y vio a un Ser tan majestuoso y digno
que pensó que no podía ser un espíritu corriente.
"Es un Ángel de la Misericordia", explicó Rafael.
"Viene personalmente para cortar el cordón de la
vida, ese que mantiene a un espíritu unido a su
cuerpo terrenal. Es una tarea que Dios solamente
encomienda a seres muy avanzados como él. El conoce
la voluntad de Dios y cómo y cuando debe ejecutarse
dicha función". Luego agregó: "Mira, la anciana ha
sentido su llegada."
Como si en verdad estuviera consciente de la
entrada del Ángel, la anciana levantó ligeramente su
cabeza y miró fijamente a la puerta. Luego su cara
se arrugó y las lágrimas rodaron por sus
mejillas."No quiero morir, doctor, no quiero morir.
No me deje morir." La quejumbrosa voz desfalleció en
un deje de autocompasión. El doctor tomó su mano
entre las suyas y murmuró las palabras que los demás
esperaban escuchar de él en este tipo de casos. Él
sabía que nada podía hacerse y que el final se
acercaba.
Reconfortada por su gesto, la anciana miró de
nuevo hacia la puerta. Michael, siguiendo su mirada,
vió cómo cambiaban los rasgos del ángel y cómo se
transfiguraba, al tiempo que un brillo de amor era
proyectado como un haz de luz hacia la cama. Los
labios de la anciana se movieron conforme trataba de
decir a los demás lo que veía, pero la fuerza de la
vida estaba dejando ya su frágil cuerpo. El Ángel
extendió su mano hacia ella. Como obedeciendo un
llamado, la mujer, en una repentina demostración de
fuerzas, se irguió hasta quedar sentada sobre la
cama, y sus ojos estaban llenos de luz. Se escuchaba
música en la distancia proveniente de una fuente
espiritual, originándose desde Reinos Superiores.
"Mira detrás del Ángel", dijo Raphael. Ahí,
detrás de la radiante figura se encontraba un
pequeño grupo de espíritus, todos con sonrisas de
bienvenida. Eran amigos o familiares de la mujer que
estaba en proceso de transición, que habían venido
para saludarla y para ayudarla en su llegada al
nuevo mundo.
Algo atrajo la atención de Michael hacia la cama.
Un pequeño rastro de vapor inició el ascenso desde
la cabeza de la moribunda y quedó suspendido como
una pequeña nube. Luego el cuerpo cayó hacia atrás
repentinamente y las manos quedaron sobre el
cubrecama, sin vida. Casi de inmediato, una forma,
la réplica del cadáver, se elevó a una posición
horizontal extendida sobre el cuerpo físico, boca
abajo. Esta forma fantasmal gradualmente asumió una
condición más densa a medida que las fuerzas
etéricas se fueron liberando del cuerpo físico y se
integraban en el cuerpo espiritual.
Cuando el proceso terminó, el cuerpo etérico
asumió una postura erecta al pie de la cama. Aquí el
Ángel avanzó y colocó sus manos sobre los ojos de la
forma etérica, luego dio un paso a un lado. El
cordón de vida todavía conectaba los cuerpos físico
y etérico, pero se había atenuado y apenas era
visible. Martha era libre y en su nueva libertad
avanzaba para encontrarse con aquellos que habían
venido por ella. De sus labios salían exclamaciones
de complacida sorpresa. Empezó a responder a los
saludos de estos amigos, viendo que casi había
olvidado la existencia de algunos. El pequeño grupo
comenzó a retirarse.
"El Ángel no ha cortado la cuerda de la vida
todavía", dijo Miguel.
"No", repitió Raphael. "No lo hará todavía, sería
un shock para el espíritu. Esperará junto a los
restos unos momentos antes de realizar la última
tarea".
El Ángel ahora se volvió hacia el grupo que se
marchaba y extendió sus brazos hacia ellos,
obviamente concentrando sus pensamientos en
dirección a ellos. Instantáneamente, la habitación
terrenal desapareció y después de un breve período
de oscuridad, todos se encontraron en los terrenos
del hospital en el nivel Etérico/Astral. Allí,
delante de ellos estaban la anciana y sus amigos que
ahora se acercaban a la entrada del edificio
principal. La anciana bostezó. Estar con amigos la
había cansado en el pasado y ahora sentía que esta
extraña experiencia también la cansaba. Estaba
cansada. Raphael se adelantó y habló con los
visitantes. Ellos parecían respetar su autoridad y
se excusaron. Una enfermera salió del edificio y
Raphael le puso al cargo del nuevo ser".
["Full Cycle" por Ripley Webb – Marcus Books,
Queensville, Ontario, Canadá]
El nivel vibratorio al cual llegamos después de
la "muerte" depende del progreso espiritual y del
logro alcanzado sobre la Tierra. La mayoría de los
encarnados en la Tierra que poseen un desarrollo
espiritual moderado van al plano Astral/Emocional,
el nivel vibracional que le sigue al físico. Aunque
esto en gran proporción reproduce las condiciones
tal y como aparecían sobre la Tierra, hay algunas
diferencias que reflejan el rango de vibración más
alto. Los colores de la naturaleza son más
brillantes, el aroma de las flores más intenso,
mientras que los sentidos del alma, ahora en su
manifestación superior, son más agudos y están más
alertas a la belleza que los rodea. El cuerpo se
siente más ligero puesto que ya no hay la atracción
gravitacional de la tierra, y con un poco de
experiencia uno pronto estará listo para
transportarse por los aires o eventualmente modelar
la materia en cualquier forma deseada simplemente
con el poder del pensamiento.
El alma que acaba de llegar puede quedar
sorprendida al ser conducida a su personal "hogar de
ensueño". Al estar imaginando constantemente un
ideal cuando estamos en la Tierra, inconscientemente
estamos creando una "contraparte" de material de
pensamiento en los niveles Mentales o Astrales
Superiores, en donde se registra como una forma de
pensamiento concreta. Utilizando esta
forma-de-pensamiento como guía, los asistentes
espirituales en el plano superior pueden dar forma a
la materia menos densa y más maleable en ese plano
por medio del poder mental, reconstruyendo este
hogar ideal a tiempo para darle la bienvenida a esa
nueva alma que está por llegar.
Una de las muchas experiencias después de la
muerte relatada a través de subsecuentes
transmisiones canalizadas es la que dio Monseñor
Robert Hugh Benson poco después de su muerte en l914
a su amigo sobre la tierra, Anthony Borgia. Monseñor
Benson cuenta que después de su "muerte" y mientras
que todavía estaba dentro de su cuerpo terrenal, un
sacerdote, antiguo colega, se le unió y lo saludó
calurosamente:
"Me pidió que lo tomara de su brazo firmemente y
que no tuviera miedo. Me dijo que podía, si así lo
deseaba, cerrar mis ojos. De inmediato experimenté
una sensación de estar flotando exactamente igual
que cuando uno sueña, aunque esto era muy real y no
involucraba dudas sobre mi seguridad personal.
Después de un momento nuestro progreso pareció
detenerse momentáneamente y podía sentir que había
algo muy sólido bajo mis pies. Se me ordenó abrir
mis ojos. Así lo hice. Lo que vi fue mi antigua
casa, en la que había vivido sobre el plano
terrenal; mi vieja casa – pero con una diferencia –
estaba mejorada con aquellos arreglos que no había
podido hacerle cuando estaba en la Tierra. La casa
estaba rejuvenecida, así me lo pareció a primera
vista, en vez de restaurada, pero eran los jardines
que la rodeaban lo que atrajo mi atención
sobremanera.
Parecían más amplios y estaban en un estado de
perfecto orden y arreglo. Quiero decir, no en la
forma de orden normal que uno está acostumbrado a
ver en los jardines públicos sobre la Tierra, sino
que estaban extraordinariamente bien cuidados. No
había maleza ni montones de follaje enredado, tan
solo la más gloriosa profusión de bellas flores tan
bien arregladas que mostraban la perfección
absoluta.
De ellas, cuando tuve la oportunidad de
examinarlas de cerca, debo decir que nunca vi algo
igual sobre la Tierra, muchas estaban totalmente
abiertas. Se encontraban, desde luego, las ya
conocidas, pero la mayoría parecían ser algo
totalmente nuevo a mi escaso conocimiento sobre las
flores. No eran solo las flores en sí mismas y su
increíble variedad de soberbio colorido lo que llamó
mi atención , sino la vital atmósfera de vida eterna
que proyectaban en todas direcciones. A medida que
uno se acercaba a cualquier grupo de flores en
particular o incluso a una sola flor, parecían
verter grandes flujos de poder energetizante que
elevaban espiritualmente el alma y le daban fuerza,
mientras que los perfumes celestiales que exhalaban
eran tales que nadie en su vestido carnal
seguramente haya experimentado jamás. Todas estas
flores estaban vivas, respiraban, y eran, según mi
amigo, incorruptibles."
["Life in the World Unseen", canalizado por
Anthony Borgia – Psychic Pess Ltd., Londres, y
M.A.P. Midway, Utah]
Aquellos que no eran conscientes de ello o no
creían en otra vida mientras permanecían sobre la
Tierra pueden necesitar que se les convenza de que,
en efecto, están "muertos"; después de todo, no
parecen sentirse tan diferentes. Para que acepten
que realmente están "muertos" en términos terrenales
puede tomar un tiempo, a pesar de la pequeña y
extraña diferencia en las cualidades de la luz y el
color del ambiente que los rodea. Debido a que estas
personas son lentas para aceptar el cambio,
usualmente escogen, a su muerte, moverse en un nivel
vibracional más cercano al de la Tierra. Aquí ellos
pueden proseguir la vida en un medio ambiente tan
cerca como sea posible a su ambiente anterior.
Eventualmente, a través de la ayuda de guías de las
esferas superiores, habrán de reconocer su nueva "realidad" y quedar libres para moverse hacia otros
planos más elevados.
Aquellos que disminuyeron considerablemente su
nivel vibratorio mientras vivían sobre la Tierra,
por medio de un comportamiento dañino o poco
cuidadoso con los demás, o que abusaron de sus
propios cuerpos por falta de cuidado físico o uso de
drogas, pueden encontrarse descendiendo a las
oscuras regiones astrales más bajas, el tradicional
"Infierno" bíblico. Allí encontrarán un mundo oscuro
y tenebroso de parajes tristes, el resultado de la
creación colectiva de otros de una naturaleza
similar. Estos planos oscuros y tristes van desde
las tierras frías, grises y brumosas hasta los más
bajos y negros pozos de depravación en donde las
acciones maléficas son revividas una y otra vez. El
alma, en niveles superiores, puede decidir que su
personalidad inferior necesita permanecer en estas
condiciones por algún tiempo, hasta que haya
asimilado completamente las lecciones pertinentes a
través de una constante repetición de los actos
malvados previos y sea finalmente forzada a ver el
camino equivocado que ha tomado. Eventualmente, el
alma errante empezará a "ver la Luz" y a sentir la
necesidad de levantarse de nuevo hacia planos
vibracionales superiores. Una vez que el alma ha
realizado esta tarea, los Guías Espirituales están
ahí de inmediato para ayudarle suavemente a alcanzar
los niveles superiores.
El bajo plano Astral también contiene otras áreas
menos oscuras aunque de bajo nivel, en donde la
gente de poca evolución o aspiración espiritual vive
en sus propias condiciones recreadas subjetivamente,
similares a las áreas urbanas menos inspiradoras de
la Tierra. Muchas de estas almas permanecen
inconscientes o sin deseos de creer que están
muertas. Reviven la vida como si estuvieran sobre la
Tierra en condiciones relativamente oscuras,
haciendo los mismos movimientos que antes, comiendo
los mismos alimentos que ya no necesitan, yendo al
"trabajo" todos los días y usando el "dinero" que
tampoco es necesario. Se dan cuenta de que todo lo
que les rodea parece deteriorarse rápidamente y que
necesita ser repuesto constantemente; esta
experiencia es necesaria para enseñarles a dejar ir
a su apego por las posesiones materiales y
alentarles a buscar un forma de moverse hacia
esferas más espirituales. Eventualmente ellos
también buscarán ayuda superior y serán,
subsecuentemente, llevados hacia planos Mentales y
Espirituales más altos que rodean la Tierra.
Cuando el hecho de la muerte ha sido totalmente
asimilado, al alma recién llegada se le otorga
acceso a los Archivos Akásicos, una forma de banco
de memoria universal que acumula todos los eventos
que han tenido lugar en cualquier parte del universo
así como cada pensamiento y acción de cada
individuo. A través de este medio el alma puede
revisar, con imágenes y sonido multi-dimensional,
los episodios significativos de la encarnación de la
Tierra que ha sido completada recientemente. Al
revisar los errores, las faltas en su personalidad y
la carencia de bondad hacia los demás que han
ocurrido mientras se estuvo sobre la Tierra, se
podrán identificar las diversas lecciones que
permanecen sin ser aprendidas.
Este proceso es descrito en el libro canalizado
de Ripley Webb titulado "Full Cycle", a medida que
Michael regresa al Mundo Espiritual después de su
muerte sobre la Tierra y empieza, a través de los
Archivos Akásicos, a revisar su vida, recientemente
terminada. Ahí es llevado por su Guía Espiritual a
un edificio especial situado en el Plano Espiritual,
algo parecido a un cine pequeño, y en donde la
pantalla al fondo ahora se ilumina:
"La escena se movió y se convirtió en una forma
de simbolismo bastante imposible de traducir en
palabras. Sin embargo, la mente del Espíritu
encontró una manera de darle significado a los
símbolos y Michael pudo comprender el significado
interno de todos los eventos más importantes que
construyeron la secuencia de su existencia. Los
sucesos pequeños de menor importancia ahora tomaron
mayor importancia en razón de su efecto sobre él
mismo y sobre los demás.
Notó una voz que hacía comentarios a los hechos
que se sucedían. Al principio pensó que eso era
parte de la película, como una pista de sonido que
le daba en lenguaje de pensamiento la simbología de
los eventos. La voz era terriblemente crítica;
Michael se preguntaba quién era esta persona que le
juzgaba en términos tan crudos. Nadie le había
advertido de esto. Su corazón se sobresaltó
repentinamente. Tuvo el terrible pensamiento de que
esto podía ser alguna manifestación de la ira de
Dios sobre él ...
Reunió todo su valor y se enfrentó a película
sobre su pasado con un espíritu de determinación.
Para su sorpresa, descubrió que la voz no provenía
del exterior sino que surgía de su propio ser. Como
si siguiera su tren de pensamientos la voz irrumpió:
"Es la voz de la Conciencia, tu Conciencia". Esto lo
llenó de azoro. No era Dios quien hablaba, no era
algún Ser superior que lo juzgaba desde su imponente
sillón de omnipotencia. Era su propio Yo, su propio
Espíritu que hablaba desde el pináculo más alto de
su conciencia, desde la esencia más pura de su ser.
Se encogió en su asiento a medida que el terrible
significado de este hecho irrumpía en su mente.
Nunca, en sus más salvajes sueños, se había
imaginado a sí mismo como su juez final. No era la
mente de autoexcusa fácil del pensamiento humano,
sino la parte más implacable de su ser, el Centro
que-todo-lo-sabe de su super-conciencia. ¿Cómo podía
excusarse ante el terrible cargo de su propio
Espíritu?
En términos más que certeros la voz continuó
enfatizando sus debilidades y marcando los puntos en
su carrera en donde su tontería o ignorancia o falta
de esfuerzo habían influenciado a otras vidas para
su detrimento. Nuevamente indicaría dónde su falta
de entendimiento de la oportunidad que se presentaba
había resultado en una triste consecuencia para los
demás, dónde él podía haberlos ayudado a evitar el
daño si tan solo hubiera estado menos ocupado en sí
mismo. La voz era justa, le felicitaba por todo lo
que había logrado. Pero no había duda sobre el lado
en que la Balanza de la Justicia se inclinaría".
["Full Cycle", por Ribpley Webb – Marcus Books,
Queensville, Ontario, Canadá]
Habiendo revisado nuestra vida pasada y habiendo
visto todas nuestras faltas con la visión espiritual
más clara y objetiva de las dimensiones superiores,
podemos ahora, con la ayuda de nuestros Guías
Espirituales, verificar qué lecciones deben ser
re-aprendidas, así como revisar aquellas lecciones
que todavía tenemos que aprender.
Pero a menos que el Karma requiera de un regreso
inmediato a la Tierra, como cuando ocurre después de
una vida interrumpida prematuramente por un
suicidio, la mayoría de las almas pasa un tiempo
considerable en los niveles Espirituales. Esto toma
generalmente doscientos años o más, y puede a veces
llegar a mil años o más del tiempo terrenal.
Durante este período de restauración espiritual
podemos explorar los vastos Mundos Espirituales o
asistir a los numerosos Salones de Aprendizaje para
adquirir un nuevo conocimiento y nuevas habilidades.
También existe una amplia oportunidad, para aquellos
de nosotros que estemos listos, de servir a los
demás ayudando a los recién llegados desde el plano
de la Tierra para que puedan ajustarse a su nueva
dimensión, o dando fuerza espiritual a aquellos de
la Tierra que se encuentran solos o en desgracia.
Después de este período de reajuste espiritual,
de aprendizaje y de servicio en los planos
superiores, el alma, reconociendo que todavía tiene
lecciones que deben superarse o ser aprendidas,
siente la necesidad de reencarnar una vez más en el
denso plano físico de la Tierra. Allí, por medio de
difíciles y exigentes lecciones de vida física
terrestre se puede lograr un progreso evolutivo más
rápidamente que en el Plano Espiritual. Se inicia
entonces el proceso de planificación detallado junto
con el Guía que se tendrá en la nueva encarnación
que se aproxima.