En los
últimos años han tenido lugar un número creciente de
comunicaciones y predicciones, a través de mensajes
canalizados en círculos espirituales y/o esotéricos,
acerca de una gloriosa Nueva Era en la Tierra hacia
el comienzo del nuevo Milenio. Se nos dice que esta
Nueva Era Dorada anuncia un periodo de grandes
avances espirituales en nuestra civilización,
seguidos por mil años de Paz y amorosa Cooperación.
El tiempo presente es un tiempo en el cual
evaluaremos nuestro progreso evolutivo individual, y
para aquellos que estén preparados, la "Ascensión" a
un plano más elevado, de una frecuencia vibratoria
más alta, estará a su alcance.
Aquellos que asciendan serán elevados desde
nuestra actual "Tercera Dimensión" física y densa,
pasarán rápidamente por la "Cuarta Dimensión", hasta
la etérica "Quinta Dimensión", hacia el año 2012, el
comienzo de la nueva Era de Acuario en la Tierra.
Desde la "Caída de la Atlántida", hace 12.500 años,
nos hemos encontrado bajo un "Velo de Olvido" que
rodea la Tierra como "Escuela de Duro Aprendizaje",
en una especie de "cuarentena" que nos aleja del
acceso directo a otros planos más elevados. Aquellos
de nosotros que logremos la Ascensión recuperaremos
la "Consciencia Total", lo que nos permitirá estar
conectados conscientemente a nuestro "Yo Superior"
al igual que a otros mundos espirituales más
elevados.
Estos próximos eventos han sido recogidos también
en la Biblia como la largamente esperada "Segunda
Venida de Cristo". Tendrá lugar un día del "Juicio
Final", donde se separará el trigo de la cizaña, es
decir, los que van a ascender de los que no, seguido
de un periodo de "Tribulación" para los que queden
aquí, durante el cual habrá grandes convulsiones en
el planeta Tierra.
En las comunicaciones con los Altos Planos
Espirituales, también se nos dice que el final de la
actual Era de Piscis, la cual ha durado 2.000 años
desde el nacimiento de Jesucristo, coincide con el
final de un Ciclo Cósmico de 206 millones de años de
duración, junto con otros finales de Ciclos
Galácticos más cortos. Esta finalización del Gran
Ciclo Cósmico representa el final de un periodo de
"espiración" del Creador, como fuerza creadora del
Cosmos y el comienzo de la "inspiración", en la cual
el Creador conduce toda su creación, junto con toda
la sabiduría acumulada, de vuelta hacia la Fuente.
Después de que todo esto sea completamente asimilado
por el Creador, un nuevo Ciclo Cósmico comenzará en
un nivel superior.
En este preciso momento del tiempo, nos
encontramos dentro de "la zona nula", entre estos
grandes cambios de las corrientes evolutivas.
Este periodo de finalización de un Gran Ciclo
Cósmico es un tiempo de pruebas finales del propio
proceso evolutivo y un tiempo de Ascensión para
todos los mundos habitados del Universo. En verdad,
y aunque permanecen aún desconocidos para los
habitantes de la Tierra, existen incontables
planetas habitados a lo largo de los millones de
sistemas solares dentro de nuestra Galaxia y otras
Galaxias. Ellos también, en este tiempo,
experimentarán el Fin de un Ciclo, el "Día del
Juicio" y la Ascensión a planos vibratorios más
elevados. Esto coincide con un periodo donde todas
las Estrellas/Sistemas Solares de nuestra Vía Láctea
habrán recorrido una gran órbita alrededor del Gran
Sol Central. Concretamente, en el sector de las
Pléyades (que incluye nuestro propio Sistema Solar,
orbitando alrededor del Gran Sol Central Alción), se
encuentra finalizando un Ciclo del Zodíaco de 26.000
años, o lo que es lo mismo, un "Año Zodiacal". Las
doce constelaciones del Zodíaco habrán así
completado un ciclo de movimiento celestial.
Durante los últimos años de este siglo las
predicciones del fin de nuestro mundo tal como lo
conocemos, y el comienzo de una gloriosa Nueva Era,
se han incrementado enormemente.
Estas predicciones provienen de diferentes
fuentes, incluyendo libros publicados por pequeñas
editoriales esotéricas, y más recientemente, una
creciente oleada de canalizaciones de los Planos
Espirituales disponibles en Internet.
Por supuesto, los profetas, y sus profecías de
condena y oscuridad, y del inminente Fin del Mundo,
han surgido y desaparecido a todo lo largo de la
Historia de la Humanidad, y muchas personas, en el
pasado, han rechazado las predicciones de
acontecimientos relativos al Fin del Mundo, ninguno
de los cuales se han llegado a cumplir.
Recientemente, sin embargo, se ha producido tal
avalancha de predicciones sobre los Cambios
Terrestres, junto con un creciente conocimiento del
mundo de los Ángeles, extraterrestres, OVNIS,
círculos de los campos de trigo y otros fenómenos
paranormales, que se hace extremadamente difícil
ignorar el fenómeno de la "Nueva Era". Sin embargo,
incluso en el caso de que uno no acepte esta
avalancha creciente de pensamiento "Nueva Era"
deberíamos considerar que siempre es positivo
mantener una mente abierta a todo tipo de
posibilidades, cualquiera que éstas sean. ¡Uno nunca
puede estar completamente seguro de lo que puede
ocurrir a la vuelta de la esquina!
Las predicciones sobre próximos Cambios
Terrestres geológicos han sido rechazadas por los
científicos durante años por considerarlas "no
científicas". Sin embargo, de hecho, hay mucha
evidencia científica de convulsiones geológicas que
han ocurrido en el pasado en nuestro planeta. Y
cuando un patrón geológico se repite a lo largo de
la historia, la presunción "científica" sería que
continuará repitiéndose en el futuro, no que cesará
de ocurrir sin ninguna explicación o razón
específica. La evidencia geológica indica claramente
que los trastornos físicos de enorme magnitud han
impuesto en el pasado grandes alteraciones a la
geografía del planeta, sumergiendo masas
continentales enteras bajo el mar, y elevando otras
que llegarían a ser las altas cadenas montañosas que
conocemos hoy día. Este hecho ha sido puesto en
evidencia por las conchas y esqueletos de animales
marinos que se han encontrado en las montañas más
altas del Himalaya y los Andes. La evidencia
geológica también confirma que las grandes llanuras
de Estados Unidos, desde Méjico a Alaska, estuvieron
en el pasado bajo el mar; lo mismo que la actual
costa Este de América, donde una vez el océano
fracturó las costas de las Montañas Apalaches.
Existe mucha evidencia de que estos cambios
repentinos fueron de hecho producidos por un cambio
en los Polos terrestres, los cuales tomaron nuevas
posiciones, que dieron lugar a las regiones
ecuatoriales actuales. Hay ejemplos registrados de
cambios dramáticos en el clima ocurridos en el
pasado lejano, como por ejemplo el descubrimiento de
arrecifes de coral tropicales en la ciudad de
Spitzbergen, situada en lo que se conoce hoy como
Círculo Polar Ártico. Sedimentos de carbón
encontrados en la Antártida indican que el área
estuvo una vez cubierta de bosques. En 1799 los
cuerpos congelados de mamuts descubiertos en la
tundra de Siberia, mostraban en su estómago hierbas
y hojas pertenecientes a regiones tropicales,
situadas a miles de kilómetros al sur.
Muchas de las predicciones sobre los próximos
Cambios Terrestres sugieren que tendrá lugar una
inclinación en los ejes de la Tierra, lo que
precipitará los cambios violentos vaticinados. Esto
alterará el equilibrio centrífugo existente de la
corteza terrestre y provocará los cambios
principales de la superficie de los continentes y
océanos, lo que causará que algunos continentes se
hundan bajo el mar y otros se eleven desde las
profundidades de los océanos, incluyendo los
continentes hundidos de Lemuria y la Atlántida. Todo
ello acompañado de enormes olas, inundaciones y
tormentas sin precedentes, con vientos de más de 900
km/h devastando todo lo que encuentra a su paso.
El final de un Gran Ciclo Cósmico marca un tiempo
donde toda vida debe experimentar unas pruebas
finales y una evaluación de su propio progreso
evolutivo. También es un tiempo donde todas las
deudas kármicas contraídas con otras personas deben
ser equilibradas o perdonadas. Es un tiempo donde
muchos estados emocionales viejos y reprimidos
dentro de nuestro interior más profundo deben ser
sacados a la superficie, resueltos y transmutados a
tiempo para los "Cambios". Utilizando la
terminología bíblica, este es un tiempo del "Día del
Juicio Final". Para aquellas personas incapaces de
Ascender por no haber logrado superar sus pruebas
evolutivas, o por no estar preparados para alcanzar
planos más elevados, personas que todavía muestran
una naturaleza no-bondadosa, agresiva y destructiva,
este tiempo puede suponer volver a comenzar todo un
ciclo evolutivo tridimensional, lo cual supondría
trasladarse a otro sistema solar que aún contenga un
planeta tridimensional, incluso un planeta aún menos
evolucionado que la Tierra.
En este tiempo, la Tierra debe sumarse al proceso
de Ascensión junto con todos los planetas vecinos
habitados de nuestro Sistema Solar, pues ellos
también pasarán de la Cuarta a la Quinta Dimensión.
La Humanidad de la Tierra se ha quedado muy atrás en
su progreso evolutivo hacia la Ascensión durante los
pasados milenios. Nos hemos encontrado anclados
durante mucho tiempo en la Tierra debido a la gran
cantidad de almas, en muchos casos destructivas, que
se han encarnado para trabajar su agresividad y para
aprender ciertas lecciones más o menos duras. La
Humanidad Terrestre se ha retrasado en su proceso de
Ascensión debido a varias "Fuerzas Oscuras" que han
logrado mantener un control insidioso sobre todo el
Planeta. Sin embargo, en este tiempo, ellos y sus
oscuros planes para mantener dicho control sobre
todos nosotros están siendo ahora sobrepasados por
acontecimientos de mayor relevancia dentro de este
Final de Ciclo. Este es un tiempo donde las Fuerzas
de la Luz por fin prevalecerán, por intervención
Divina directa, sobre las Fuerzas de la Oscuridad.
No obstante, a pesar de las enormes dificultades
que nos hemos creado nosotros mismos en la Tierra,
una gran parte de la Humanidad ha logrado un
importante progreso en su proceso evolutivo en las
pasadas décadas. Muchas personas, en el momento
actual, han comenzado ya su proceso de Ascensión,
elevando sus frecuencias vibratorias hacia la Cuarta
Dimensión, aunque puedan no ser conscientes mental y
físicamente de estos cambios sutiles en su vida
diaria. El cuerpo planetario de nuestra Madre Tierra
también se ha elevado hacia la frontera con la
Cuarta Dimensión. Como resultado de todo ello,
algunos de nosotros hemos podido notar que nos
sentimos un poco más "iluminados" en nuestro
interior, que los colores de la naturaleza y del
medio ambiente que nos rodea parecen mucho más
vívidos, y que expresamos actitudes mucho más
positivas y amorosas hacia la vida y hacia las
personas que están con nosotros. Podemos notar
también que nos apetece hacer más ejercicio al aire
libre y que no nos apetece tanto comer alimentos
ricos en grasa y sangre como antaño.
Después de sucedidos los Cambios Terrestres
principales, nuestro Sistema Solar está destinado a
moverse desde la presente órbita galáctica
Pleyadiana hacia un nuevo área que forma parte del
Sistema de Estrellas de Sirio. De hecho, la Tierra
será "promocionada" desde su estado actual
Planetario para convertirse en un Sol habitado
radiante, uno de los tres Soles en circunvolución
del Sistema de Estrellas de Sirio. Aquella parte de
la población terrestre que logre ascender a la
Quinta Dimensión formará parte en lo sucesivo de un
mundo que será como un escaparate para los demás, un
mundo amoroso y cooperador, ejemplo para el resto de
la Galaxia de una vida correcta, ganada a través de
duras y amargas lecciones. Habremos forjado un nuevo
y elevado orden social por medio de nuestra larga
experiencia de intensos conflictos y dificultades.
Una buena medida de nuestro progreso es que seremos
un caso excepcional dentro de la Historia del
Universo pues ¡una sociedad tridimensional está a
punto de elevarse dos niveles de frecuencia
vibratoria en un solo salto!
El Ser Planetario de la Tierra, también conocido
como Madre Tierra, o Gaia, está ya preparado para
acometer su propia Ascensión hacia la Quinta
Dimensión. Ella estuvo de acuerdo en el pasado en
ser, durante millones de años y bajo la forma de
sacrificio amoroso, una Escuela Especial Galáctica
de Lecciones Básicas y Difíciles, no solamente para
las almas jóvenes que comenzaban su largo proceso
evolutivo, sino también para las almas renegadas,
sin caridad y destructivas que llegaban de todas
partes del Universo.
Ella está lista, después de una larga y dolorosa
existencia tridimensional, para moverse hacia un
nivel más alto, donde los habitantes de su
turbulenta superficie expresarán en el futuro
grandes avances como civilización pacífica y
amorosa. La Humanidad mostrará en el futuro el
camino, como ejemplo para el resto del Universo, de
una transformación hacia un nuevo nivel más profundo
de respeto hacia el medio ambiente planetario y
otras formas de vida también en evolución.