Aquellos que, durante el tiempo de la
Tribulación, hayan sido elevados hacia las grandes
Naves Nodriza estacionadas en nuestro cielo, tendrán
todo el tiempo y el apoyo necesario para superar el
trauma derivado de los acontecimientos vividos.
Serán bienvenidos como invitados de honor y tendrán
a su disposición todas las instalaciones para su
aprendizaje, recreo y relajación, al igual que para
sus momentos de soledad y reflexión personal. Pero
también necesitarán afrontar el desafío de regresar
a un Planeta Tierra irreconocible geográficamente y
totalmente limpio. Este hecho hará que se enfoque la
atención en la necesidad de formular nuevas normas
sociales y comerciales, en planificar el uso de los
recursos en los ámbitos urbano, agrícola y de ocio.
Conscientes de la importancia de esta tarea,
nuestros Hermanos del Espacio nos brindarán las
oportunidades y los recursos de las Naves Nodriza
para llevar a cabo las necesarias Convocatorias de
Planificación.
La creación de un Nuevo Mundo es una rareza y un
acontecimiento de gran importancia, incluso en
términos galácticos, por lo que seremos gratamente
ayudados en estas convocatorias de planificación por
medio de consejo y coraje, tanto por parte de
nuestros hermanos del espacio, como por parte
también de visitantes de otros mundos más
desarrollados a lo largo de todo el Universo. Ellos
no pueden, ni lo harían, dictarnos nuestros planes
para el futuro de ninguna manera, pues si lo
hiciesen se posicionarían ellos mismos entre
nosotros y nuestro karma, lo cual sería impropio y
una violación de la Ley Universal. Todos tenemos que
aprender por medio de nuestros propios esfuerzos,
nuestros propios éxitos y nuestros propios errores,
y esto aplica tanto a una civilización como al
destino personal de cada individuo.
Nosotros, los terrestres, necesitaremos
considerar y formular las reglas políticas y
sociales y la estructura básica de nuestra nueva
sociedad, así como las normas elementales de
conducta social que reflejen nuestras nuevas
actitudes y aspiraciones, tanto hacia cada uno de
nosotros como hacia el nuevo y elevado Planeta
Tierra.
A lo largo de toda la evolución del hombre sobre
la Tierra, desde los tiempos de las cavernas hasta
el sofisticado estilo de vida del hombre actual,
éste se ha visto supeditado a la búsqueda de
alimento, abrigo y cobijo. En la Nueva Era éstas no
serán las preocupaciones principales del hombre
debido a la reducción de la población y a las nuevas
tecnologías aún desconocidas en la Tierra.
Tampoco se verá el hombre acosado por las
guerras, la esclavitud, la pobreza o las
revoluciones e injusticias sociales; las elevadas
vibraciones en las que operará el hombre asegurarán
que la actitud egoísta - que corrompió las
relaciones humanas en el pasado e impidió el
desarrollo verdadero de la civilización - ahora
desaparezca. De hecho, la cooperación y ayuda mutua
serán la inclinación natural en la Nueva Era, lo que
conducirá a la paz y la prosperidad.
En un mundo donde hay abundancia de todas las
cosas físicas, en un mundo donde la paz y la
cooperación son el orden natural de las cosas, el
hombre tendrá tiempo para dedicarse a su desarrollo
intelectual y espiritual, lo que será nuestra
principal tarea en la Nueva Era.
La política sin embargo jugará un papel vital en
la nueva sociedad, pues incluso aunque exista buena
voluntad entre la gente, la ausencia de organización
puede traer de nuevo el caos que conocemos; e
incluso con la mejor de las voluntades, las personas
necesitamos "leyes" y normas que nos guíen para
asegurar nuestra libertad personal, el
comportamiento correcto hacia otros y el comercio
justo.
Muchos de los terrestres que se encuentren
entonces en las naves, abordarán el tema de la
política con gran aversión, recordando vivamente su
ineficacia, su corrupción y la mala administración
de bienes que caracterizó el proceso democrático del
gobierno, sobre el que las personas tenían poco o
ningún control. ¿Cómo pueden ser evitados los
demonios de la política? ¿Qué clase de política será
la correcta en la Nueva Era?
Afortunadamente, estos problemas no serán de
nuestra preocupación en un mundo ascendido. La
"respuesta correcta" ha estado siempre en el corazón
de la Humanidad, incluso en los tiempos
prehistóricos, pero el egocentrismo nos cegó y nos
impidió abrazar esta causa. A la luz de una mayor
vibración y de la Nueva Era, la respuesta correcta
se hará clara para todos nosotros y consistirá en
una sencilla pero vital regla, que nos aportará toda
la guía necesaria para la relación correcta con los
demás:
En la Nueva Era no habrá imposición de un ser
sobre otro, no habrá interferencia en la vida y en
la evolución de un ser sobre otro. Cualquier cosa
que elijamos hacer, será algo que no haga daño o
interfiera directamente en el camino evolutivo de
los demás.
Crecer sin empequeñecer a otros; prosperar sin
empobrecer a otros; respetar a los demás y que los
demás nos respeten a nosotros. Este es el Principio
que guía a los que están en los niveles superiores,
y este Principio también guiará en el futuro los
acontecimientos humanos y la conducta en la Nueva
Tierra.
Con esta sencilla regla, el hombre compartirá los
recursos de forma justa, respetando las leyes de la
naturaleza. Respetaremos también la paz, privacidad
y propiedad de los demás y el comercio será honesto
y justo, pues cada uno deseará servir y no explotar
a los demás, dando generosamente por los bienes y
servicios recibidos, pidiendo un precio justo por
los bienes y servicios prestados.
Así, la tarea de establecer fórmulas políticas y
sociales será una cuestión de detalle, de aplicar a
nuestra vida diaria los principios de la Ley
Universal.
Con respecto a los objetivos concretos, la mayor
y principal tarea con la que debe enfrentarse la
Humanidad para retornar a la Nueva Tierra es el
establecimiento de comunidades y de transporte, y el
uso de la tierra y de los recursos naturales de
forma que las necesidades de agricultura y recreo
queden cubiertas, que las ciudades, pueblos y zonas
residenciales sean apropiadas y agradables y que las
necesidades del Planeta sean rigurosamente
respetadas.
De hecho, el proceso de planificación será muy
agradable en sí, y todos podremos participar si así
lo deseamos. Con la ayuda del más alto Principio
social, la guía de amigos de otros mundos, con el
respeto por el Planeta Tierra y el espíritu de buena
voluntad resultante de una mayor tasa vibratoria, se
producirá un progreso rápido y productivo. Y por
medio de la realidad virtual multidimensional los
recursos estarán a nuestra disposición, esto es, las
ciudades, tiendas, lugares de trabajo, vecindarios,
casas, incluso habitaciones y jardines, podrán ser
proyectados, visualizados y experimentados como si
de verdad existieran, antes de ser construidos de
verdad. Planificar la Nueva Tierra será la
experiencia agradable, divertida, excitante y
creativa que siempre debió ser.
Nuestros Hermanos del Espacio nos proveerán de
mapas multidimensionales exactos de toda la
superficie de la Tierra, mostrando en detalle la
nueva topografía de mares, lagos, ríos y montañas,
los depósitos de minerales y la mejor tierra de
cultivo, al igual que los Centros de Poder naturales
o Chakras planetarios, que canalizan y difunden las
altas energías espirituales.
Durante nuestra permanencia en las Naves Nodriza,
los Hermanos del Espacio estarán trabajando y
cooperando con la Naturaleza en el recién purificado
Planeta Tierra, replantando árboles, plantas, flores
y vegetación, para beneficio y embellecimiento del
planeta y para proveer a humanos y animales con
alimentos, en una rica variedad de frutas, frutos
secos y granos. No se plantarán árboles ni
vegetación en los núcleos de población ni a lo largo
de las líneas de transporte – otra razón importante
para planificarlo todo con antelación.
Pero antes de que la reforestación pueda tener
lugar, unos seres del Alta Evolución, cualificados
para realizar ese trabajo, acometerán la tarea de la
purificación. Esto es mucho más complejo de lo que
podemos siquiera imaginar e implica la utilización
de conocimientos científicos aún desconocidos para
nosotros. La polución y daño causado a nuestro
planeta, visible a los ojos de cualquiera, es sólo
la punta del iceberg, tal como nos explica Tuella:
"Los Hermanos del Espacio me han comunicado que
al planeta Tierra le llevará siete años cicatrizar
las heridas de la Tribulación. Grandes extensiones
de flores y verdes pastos cubrirán la tierra para
embellecerla, especialmente allí donde hubo grandes
ciudades contaminadas o acontecieron guerras. Estas
zonas permanecerán así durante siglos, y florecerán
hasta que todas las heridas de la tierra sean
completamente sanadas hasta lo más profundo de su
ser.
Gran parte de la flota del Comando Ashtar se
ocupará de equilibrar la retícula magnética del
planeta para devolverla una vez más a su posición
exacta. Los evacuados terrestres podrán observar
esto desde las grandes pantallas de las Naves
Nodriza, y desde las innumerables naves de todos los
colores, formas y tamaños, algunas como bolas de luz
radiante, viajando a velocidades increíbles a lo
largo de cada línea de la rejilla magnética,
moviéndose con una precisión asombrosa.
Serán ellos lo que anclen la Tierra en su propio
campo de fuerza y abran los chakras del planeta
donde se construirán preciosas ciudades. También
abrirán los portales dimensionales para la posterior
entrada de las inmensas ciudades-nave, que
devolverán su preciada carga a la Tierra, lo que
ocurrirá después de la gloriosa restauración del
planeta, donde todas las cosas serán hechas de
nuevo.
["On Earth Assignment" por
Tuella – Guardian Action Publications – 1988.
Reeditado en 1994 por Inner Light Publications, New
Brunwick NJ, USA]
Al igual que muchas almas intrépidas que cruzaron
el Atlántico desde el Viejo Mundo hacia un nuevo
continente, un tiempo vendrá en el que los
terrestres regresarán a su "nuevo" planeta, ahora
limpio, renovado y reforestado. Primero llegará un
grupo que se encargará de llevar a cabo los planes
acordados para la construcción de nuevos pueblos y
ciudades, zonas residenciales y casas, y comenzarán
el trabajo pionero de construir el nuevo "tejido" de
la nueva sociedad.
Este será un tiempo de grandes desafíos, pues
esos primeros años fijarán el tono para el próximo
milenio. Pero también será un tiempo de alivio, de
alegría y acción de gracias por nuestra vuelta a
"casa". La alegría del regreso reflejará al
contrario el trauma de nuestra partida, y en ese
regreso estaremos acompañados, y compartiremos
nuestra alegría, con los grandes Maestros que están
a cargo del Planeta Tierra.
Tuella nos relata una "visión" que experimentó en
los Altos Planos sobre el primer retorno de la
Humanidad al Planeta Tierra:
Durante la excursión fuera del cuerpo, tuve el
privilegio de visitar, junto con el Comandante
Soltec, la Nave Nodriza Phoenix.
En la nave se me invitó a sentarme delante de
tres enormes pantallas situadas en la rotonda de los
laboratorios y oficinas. La pantalla central
mostraba un impresionante panorama del paisaje
terrestre; preciosas escenas de nieve, áreas
tropicales, majestuosas montañas de color verde,
océanos azules... como un documental a gran escala y
extremadamente bello. Me llamó la atención que en el
paisaje no se viera ninguna vivienda, ni ningún tipo
de evidencia de comercio o vida urbana, de hecho no
vi ningún rastro de vida humana. Evidentemente,
Soltec estaba leyendo mis pensamientos cuando
comentó:
"Estás viendo el planeta tal como será una vez
limpio y nuevo en su gloria y belleza; justo
momentos antes de ser repoblado. Esta es la nueva
vegetación, la nueva superficie que florecerá en el
planeta en el tiempo en que los Seres de Luz pongan
su pie sobre ella. Observa como el verde de la
vegetación y de los árboles es ahora más intenso, el
profundo azul del cielo, la claridad cristalina de
las aguas, pues toda polución ha sido removida de la
atmósfera. El aire es puro y limpio".
Enfocó una zona de pastos con flores salvajes. La
sinfonía de colores era impresionante. Me sonrió y
dijo "En este lugar estuvo una gran ciudad sucia y
contaminada". Nunca hubiera reconocido el terreno,
aunque supe que yo había vivido en esa ciudad.
Después dijo "A muchas de las áreas de este precioso
planeta que han sufrido degradación a manos del
hombre les será permitido descansar".
La pantalla de la izquierda fue entonces activada
y mostró un bonito paisaje de suaves colinas,
pródigamente cubiertas con ese verde celestial, con
grandes zonas abiertas en el medio, de una gran
belleza. Había arroyos y ríos de aguas tranquilas.
Podía ver las rocas en el fondo del agua cristalina,
incluso desde el lugar alejado en que nos
encontrábamos.
De repente, muy alto en el cielo de estas vastas
planicies, vi la luz brillante y fulgurante de una
enorme nave, muy resplandeciente, según se acercaba
a la superficie y se posaba silenciosa y suavemente
sobre el verde manto. Era una nave de un tamaño
increíble. Sólo puedo decir que era tremendamente
espaciosa, de una belleza resplandeciente, abarcando
toda la pantalla que observábamos desde nuestra
posición.
Entonces se abrieron unas puertas alrededor de la
gran "ciudad", y descendieron unas escaleras, eficaz
y rápidamente. Sobre cada una de ellas había una
multitud de personas: jóvenes, chiquitines sobre los
hombros de sus padres o agarrados de su mano,
mientras sostenían las mascotas que les habían
regalado sus amigos del Espacio. Todos comenzaron a
descender a la vez, corriendo, gritando de felicidad
o rezando, todos sonriendo con gran júbilo. La gran
emoción del momento era contagiosa y me sentí
excitada como ellos y sonriendo abiertamente a
todos. Miré al Comandante y él también sonreía y
reía con gran regocijo.
¿Qué ocurre aquí? - pregunté.
"Este es el primer aterrizaje de personas y
Trabajadores de la Luz que regresan a la nueva
Tierra".
Me quedé sin respiración y me maravillé de su
felicidad. Donde mirabas, veías a los niños
corriendo por las verdes colinas, mientras los más
pequeños estaban muy ocupados acariciando a sus
mascotas para hacerles sentir en casa. Todos estos
niños pequeños habían nacido en las grandes naves
del espacio; vaya herencia que traen, enfrentándose
a una nueva vida y compartiendo su amistad con estas
bellas almas de otros mundos... Había muchos bebés
también, siendo transportados mientras la multitud
continuaba descendiendo... finalmente calculé que
debían de ser varios miles de personas
desembarcando.
En algunas de las puertas de salida, los Seres
del Espacio abrían una especie de puertas y por
ellas salían aves de todas las especies imaginables,
volando y haciendo un gran ruido con el batir de sus
alas; oscureciendo el sol mientras esta nube de vida
se extendía por la nueva Tierra. Toda la multitud
miraba y señalaba el cielo mientras los pájaros se
alejaban...
Después, un grito de aprobación se escapó de la
multitud, según los animales comenzaban a descender
cautelosamente por los pasillos. Bajó un grupo de
animales jóvenes; preciosos cervatillos caminaban
orgullosos por las verdes lomas, grupos de ardillas
saltaban de las rampas, escabulléndose en las altas
hierbas. Para regocijo de los niños, los corderos
aparecieron en escena. Muchos cabritillos brincaban
hacia el suelo, seguidos por jóvenes potros que
saltaban, coceaban y corrían a toda velocidad...
Finalmente llegó el momento en que toda actividad
cesó y un silencio de respeto se extendió entre toda
la multitud. Todas las miradas se posaron en la
puerta central, que parecía brillar con una luz
invisible. De pronto, aparecieron tres seres muy
bellos sobre las escaleras y se detuvieron. Según
estaba allí sentada, viendo la escena junto a Soltec,
supe intuitivamente que eran el Señor Sananda, el
Señor Kuthumi y el Señor Saint Germain. Les cubría
una capa de color violeta. El Señor Jesús vestía una
sencilla túnica blanca ceñida en la cintura, y el
Señor Kuthumi vestía una túnica de color dorado
metálico. Juntos descendieron mientras la multitud
esperaba. Ellos daban la mano y abrazaban a todos
los que podían. Me di cuenta entonces de que estos
Queridísimos Seres y nuestros Amigos del Espacio
estarían con nosotros durante mucho tiempo".
["On Earth Assignment" por
Tuella – Guardian Action Publications – 1988.
Reeditado en 1994 por Inner Light Publications, New
Brunwick NJ, USA]