Ammón se enamoró de Amaltea en los montes Keraunios. Esta Amaltea era reina de una región del extremo de la Tierra, fertilísima y con forma de cuerno. Los dos amantes escondieron a su hijo Dioniso en una isla rodeada por el río Tritón, inaccesible salvo por una zona llamada las Puertas de Nysa. La isla era fertilísima y estaba cubierta de praderas y arroyos.