TARTESSOS: LA IBERIA BEREBER

 
                                                     

ANALES DEL ETA BERIK

 

  Alexandre Eleazar - "Los Bere". Extracto.

 

 

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El ETA BERIK o Estado Berik, debe su creación al Tratado de BETURO (hoy Zaragoza), impuesto por los Paios al Zar del ETA ARABE en el 6° Milenio antes de esta Era.

Por dicho Tratado el Eta Árabe perdía la mayor parte de su territorio que comprendía en un principio toda la cuenca del río AURIBE (Ebro), desde su nacimiento hasta su desemboca­dura al mar, y una zona a ambos lados abarcando una amplitud de unos 80 a 300 kilómetros al Sur del río, hasta llegar bastante más al Norte de los Pirineos.

Este Estado Árabe o Arabea fue creado en el 11° Milenio a.C. por los descendientes del BE que abandonaron AMERIK en compañía de MARTA la BERTA. El Gobierno del Eta Berik lo ejercía el Gran Senado de Ancianos llamado BURUBATZAR, simbólicamente colocado bajo la soberanía del Gran Zar Be.

El más anciano del Senado o Presidente del mismo llevaba la denominación de ZAR (Anciano). Se le consideraba el Representante del Dios Be, pues para todos los Bere Éste era el único Soberano de la Tierra, al no admitir la posibilidad de cualquier tipo de soberanía Paia en ninguna parte del Globo terrestre.

Sometidas a la jurisdicción del Burubatzar se situaban las administraciones socio-económicas de las ERBERRUTI(provincias) siguientes: ETA BEIZKAIU con capital del mismo nombre (hoy Bilbao), ETA ARABE cuya capital era AROBE (hoy Haro) y ETA IRUNIE (el tercero) con capital en ARGA (próxima a Pamplona).

El primer Estado o Estado Beizkaiu comprendía todo el valle situado entre la montaña y el mar y desde el actual lugar de Castro Urdiales hasta Cap Breton, el primero incluido y el segundo no.

Para dar una idea de la extensión total del Estado Berik emplearé los nombres actuales de las provincias siguientes: Vizcaya, Guipúzcoa y Álava en todas sus extensiones, Logroño excepto la parte situada al Este del río Iregua, Navarra menos las tierras al Sur del río Aragón, y más o menos el actual departamento francés de los Bajos Pirineos.

A partir del quinto Milenio a.C. el Eta Berik sostiene encarnizadas luchas contra el bien disciplinado, bien equipado y muy numeroso ejército del inmenso Imperio Paio. Aquél, subiendo a lo largo del río AURIBE, llamado AURIPA por los Paios, y al llegar a la desembocadura del río ZANGUESE (hoy Aragón), opta por dirigirse hacia el Norte, remontando un tiempo el curso de este río. Luego, dejándolo a su derecha, llega de improviso al pequeño pueblo de TABEIZ donde establece su campamento base a fin de dirigir desde allí sus futuras operaciones militares.

 Engañaron a los Bere con una falsa maniobra, pues estos esperaban a los Paios delante del pueblo de IRIGUE (Logroño, con el grueso de sus fuerzas. A consecuencia de su ocupación por los Paios, el pueblo de TABEIZ perderá definitivamente su nombre de origen, siendo rebautizado con el de TAPAIA (llamado TAFAIA a partir de Troia y escrito Tafalla hoy).

El verdadero y gran objetivo inmediato de los Paios era la conquista de la tan orgullosa ARGA, cuyos habitantes llamados ARGAIN o ARGIEN (pronunciación Arguien), establecidos sobre una colina, suministraron antaño gran número de sacos de trigo a los sitiados de la ciudad de BETURO, en los años que duró su terrible resistencia frente a las tropas Paias.

Los sacos eran transportados siguiendo el curso del río Auribe, en barcazas cuyas proas emergían apenas de la superficie del agua y siendo además totalmente recubiertas de ramas y hierbajos. Los barqueros las escondían de día en los cañaverales. Durante la noche circulaban silenciosamente. Llegaban así a un lugar en donde los sitiados habían excavado una galería subterránea, la cual desde la parte inferior de una construcción amurallada, bien defendida por altos torreones, desembocaba muy próxima al río, por entre medio de abundantes cañas y plantas acuáticas.

Cuando los Paios descubrieron el túnel permitiendo el aprovisionamiento de la ciudad, la situación cambió radicalmente y no tardaron en tomar la plaza. Aquéllos no olvidarían nunca esta ayuda de los Argien, poniéndoles en ridículo durante los largos meses de la incomprensible resistencia de los Beturos.

Los Argien gozaron así de una fama de astutos e inteligentes. Por todo lo cual los Paios opinaron que por el solo hecho de presumir tanto por haberles engañado de esa manera, desde entonces les hacía acreedores de un duro y ejemplar castigo. Ahora llegaba el momento de ajustarles las cuentas y acallarles para siempre.

El Ejército Paio tenía planeado cercar el pueblo, evitando todo combate en campo descubierto. Si los Argien se creían más inteligentes que ellos, tendrían ocasión de demostrarlo nuevamente y en su propia casa. A los Paios no les corría ninguna prisa... Querían observar con suma atención lo que estas gentes serían capaces de ingeniar para salir del aprieto en el cual se verían colocados.

Sin embargo, como los Argien parecían no temer la eventualidad de un cerco y tampoco se presentaban a luchar en campo descubierto, los MENDES (capitanes Paios) pensaron que habían urdido algo nuevo.

Entonces manifestaron a los pocos viejos que aprisionaban y luego soltaban para informar al enemigo, que mejor era que los Argien no se hiciesen ilusiones, pues ahora se enterarían de una vez de cuanto era capaz el invencible ejército de los PARE, nunca antes derrotado en ninguna batalla ...

Los habitantes de Arga levantaron finalmente, y con mucha rapidez, unas espesas murallas de piedra y argamasa todo alrededor del pueblo.

A media legua de distancia el ejército Paio acampaba, observando día a día el desarrollo de las obras. No quería turbar para nada a los Argien en sus afanes de fortificarse. Quizá los Paios deseaban que acabasen perfectamente el cinturón pétreo, a fin de poder utilizarlo después cuando la plaza se entregara. Los Paios sabían como los Bere trabajaban bien la piedra.

Cuando aquéllos se percataron de que las murallas defensivas parecían estar rematadas, rodearon completamente la colina, iniciando entonces el verdadero asedio. Su intención no era la de asaltar enseguida las murallas, sino esperar tranquilamente unos meses para ver si los Argien daban señal de intranquilidad o agotamiento. No obstante, casi al mismo tiempo de iniciar el cerco, los Paios se vieron hostigados día y noche, y casi constantemente, por los GUDATZALE.

 Eran guerrilleros que formaban varios grupos de rudos y bravos campesinos y montañeros, deseosos de hacer pagar un alto precio al Imperio Paio por su atrevimiento en pisar la Sagrada tierra de los Bere. Los mismos Paios los describen como seres altos, fornidos y poseedores de una gran fuerza física: «eran feroces combatientes, nunca temerosos de la muerte por estar seguros de ir al Cielo».

Por iniciar el asedio en primavera los Paios pensaron que una vez llegado el verano podrían recoger las buenas y abundantes cosechas de trigo y cebada, en las mismas narices de los Argien, pues según creían, éstos no disponían de muchos sacos de trigo, ya que desde la última cosecha nos les fue posible recibir provisiones de nadie.

Mas ocurrió que los cereales prendieron misteriosamente fuego durante las noches precediendo a su recolección. Otro grave percance para el ejército Paio: las provisiones recibidas de la retaguardia llegaban siempre en mal estado, deterioradas o muy disminuidas, debido a los asaltos por sorpresa de los Gudatzale a los convoyes militares.

Los Argien se dieron cuenta de la valiosa ayuda prestada por sus compatriotas y en consecuencia su moral seguía aún muy firme cuando aparecieron los primeros fríos del invierno. De noche veían entre los árboles como unas luces se encendían y se apagaban bruscamente. Eran señales de sus amigos animándoles a resistir con firmeza.

De día, apercibían a veces a lo lejos, la actuación de algún grupo de Gudatzale. Estaba atacando a cuantos Paios aislados se arriesgaban en apartarse del grueso de sus fuerzas. Si aquéllos se adentraban demasiado en los bosques, en busca de los altos abetos necesarios para soportar las techumbres de sus barracas, los Gudatzale aprovechaban la coyuntura, acechándolos y exterminándolos.

Durante las noches de gran frío, de heladas y de nieve, los valientes Gudatzale solían aproximarse muy cerca de las posiciones Paias. Arrastrándose por el suelo trataban de alcanzar las provisiones de paja y ramas secas y les prendían fuego. Con el deslumbramiento originado por las grandes llamas, los Paios no veían venir entonces a las oleadas de intrépidos combatientes Bere, los cuales se atrevían a irrumpir dentro del mismo campamento, infligiendo a los invasores importantes bajas humanas y matando a los animales de carga al alcance de sus manos.

Cuando el suelo estaba mojado o cubierto de escarcha, intentaban destruir los depósitos de grano vertiendo el contenido de los sacos sobre el lodo o la hierba helada y húmeda. El grano se consideraba entonces como perdido pues no podría molerse y a los animales les haría daño comérselo.

Durante las abundantes y constantes lluvias los Bere recorrían los campos llenos de fango, gracias a sus zuecos especiales con tacones de varios palmos de largo. Estando ya muy avanzado el invierno, los Paios pensaron que los sitiados no tardarían en pedir condiciones, pero, amargados, vieron como ninguna señal aparecía por encima de las murallas. Entonces empezaron a sospechar que los Argien se habían burlado otra vez de ellos y sus provisiones excedían de lo previsto.

La bandera verde de los Bere seguía ondulando al viento.

Los Paios bien sabían que para ellos el invierno no era la estación más propicia para luchar.. En cambio el frío constituía el mejor aliado de los Berik. Gracias a él asestarían a aquéllos toda clase de golpes duros, tanto inesperados como desmoralizantes para sus tropas.

Los Paios empezaron pues a levantar una hilera de troncos de árboles alrededor de su campamento, el cual a su vez circundaba la colina. Así se protegerían de los ataques incesantes procediendo de la retaguardia, es decir del campo abierto. Muchas veces se vieron sorprendidos y atacados por los Berik. Éstos solían aparecer con grandes escudos de madera de roble. Mientras avanzaban disparaban miles de flechas, teniendo la: reputación de ser fabricadas con el mejor hierro templado. Así protegidos, llegaban a menudo hasta los carros, los prendían fuego y luego los empujaban con fuerza hacia los Paios, antes de huir a toda prisa.

Al llegar la primavera los Argien izaron la bandera blanca, solicitando información sobre las condiciones de rendición. Los Paios suspiraron por fin, mas no dejaron ver su alegría. Procuraron parlamentar mucho sobre los detalles. A pesar de lo contado por los pueblos ya sometidos de EUROPA, deseaban que los Berik confiaran plenamente en el Tratado de PAIX o PAXE o PAZ, que el Imperio les iba a ofrecer.

Hicieron pues la siguiente oferta: los prisioneros militares y varones de más de 14 años quedarían cautivos de por vida, mientras el resto de la población podría permanecer en las tierras circundantes para trabajar los campos, luego de abandonar enseguida el pueblo fortificado.

Las gentes perdonadas formarían un nuevo pueblo, en el lugar del valle que se les indicaría, a condición rindiesen culto al Supremo RA e hiciesen cada año acto de presencia en las PAROSETZION, trayendo todos los regalos pedidos por el PAREMEN OTI (los Anales dicen que el poder de este Pare fue recordado como muy amargo, muy duro, ofensivo frente a las creencias en Dios e intolerante respecto a las costumbres emanadas de los Bere. Dicho Pare tenía gran ambición de poder, un carácter mezquino y pocos sentimientos humanos ya que daba de comer a sus perros a cualquier hijo suyo nacido con piel blanca de madre Bere. Solamente respetaba la vida de sus hijas blancas, pues pasaban a ser sus concubinas en cuanto alcanzaban la pubertad).

Así mismo todas las niñas vírgenes y púber deberían serie entregadas ahora y al principio de cada año, formando ramilletes. El pueblo pagaría un tributo al Imperio, además de sufragar los gastos de manutención de una guarnición permanente de 500 soldados. Éstos quedarían aposentados dentro del recinto del pueblo fortificado de la colina.

El Tratado estipulaba que las tierras llanas de la región, sin excepción, pasarían a ser propiedad del Pare quien por «mendar» las operaciones militares era llamado PAREMEN.

Pese a esas «buenas intenciones» de los Paios, los Bere sabían muy bien que al entrar aquéllos en una ciudad o tierra conquistada, su leyera inexorable y sin apelación: todos los varones Bere mayores de 14 años, sin distinción, serían degollados o quemados vivos. A los niños no púberos se les cortaría los testículos a fin de que más tarde no pudieran reproducirse. Servirían como criados en las casas de los mercaderes y funcionarios que los comprasen (el significado original de púber se refería solamente al órgano genital de las Bere).

Los Pares dejaban siempre con vida a las mujeres jóvenes y a las niñas vírgenes, pues las reservaban para ellos. Las otras las entregaban a la soldadesca, muchas veces luchando con el único deseo de conseguirlas. Por tales motivos los Argien insistieron en pedir la vida y la libertad de los varones menores de 14 años y que además no fueran castrados. Querían ver con sus propios ojos a los jóvenes y a las mujeres salir y caminar hasta el bosque de enfrente. No deberían ser molestados para nada. De lo contrario la resistencia continuaría.

Desde lo alto de las murallas enseñaron a los Paios unos sacos supuestamente llenos de trigo, y para bien demostrarles que así era, abrieron dos o tres señalados por los soldados Paios apuntando con los dedos. Unos chorros de hermosos granos de trigo bien seco resbalaron hasta la base de las murallas y los MENDES comprobaron su calidad. Como los soldados pidieron a los Argien siguieran vertiendo más trigo, éstos dieron enseguida la vuelta a los sacos.

Los sitiados gritaron entonces que si fuera necesario resistirían todavía hasta el final del verano próximo o en todo caso hasta la llegada de un importante ejército Bere preparándose en un lugar cercano, según informaciones recibidas por unas KALUMBE (palomas). Como añadieron que mientras este ejército llegase podrían entregar cada día al Pare un buen pan de ocho libras, bien cocido, éste dio la orden de aceptar las condiciones de los Argien.

Los primeros en salir del pueblo fueron las mujeres con algunos pequeños en brazos. Los Argien comprobaron como después de pasar por en medio de los soldados siguieron caminando sin tropiezos en dirección de los bosques cercanos, donde sabían les esperaban los fieros Gudatzale. Acto seguido fue el turno de los viejos, a veces respetados por los Paios. Nunca sin embargo estaban incluidos en los Tratados, pues aquéllos los consideraban inútiles para todos conceptos.

Los Paias esperaron y esperaron pero nadie más salió del recinto amurallado. Empezaron a gritar que los Argien eran unos cobardes. Que si no se entregaban se consideraría quebrantado el Tratado, amenazándoles con ir detrás de las mujeres y los niños para exterminarlos ...  Añadían que de no rendirse pronto, los soldados asaltarían las murallas y entonces no se respetaría ninguna vida. Arga quedó muda.

Pasado un tiempo los Paios se atrevieron a entrar por la puerta quedada abierta. Al llegar frente a las primeras casas estuvieron altamente sorprendidos de no ver a ningún combatiente Bere, ni alma viviente... ni siquiera a un mal perro.

Con suma precaución empezaron a registrar casa por casa, mas enseguida comprobaron que estaban vacías... De pronto quedaron asombrados al descubrir en la sala del ayuntamiento a un amontonamiento de cadáveres desnudos, casi todos de hombres y mujeres de avanzada edad.                  

Al principio el Menduru pensó se trataba de un suicidio colectivo de toda la población restante, pero al distinguir solamente rostros de viejos le entró la sospecha de que los defensores jóvenes estarían escondidos en alguna parte.

Mas cuando varios de sus soldados acudieron a él, asegurándole no encontrarse nadie en ninguna casa, le pareció de repente haber hallado la solución a tal enigma, y les gritó:

- Nos han engañado... Los Argien nos han engañado otra vez... No eran mujeres y viejos los que salieron hacia los bosques... sino hombres disfrazados de mujeres y viejos.

Pero en ese mismo momento el Menduru pudo oir una voz gutural emanando desde el tejado del ayuntamiento.

- Te equivocas Paio... Los hombres nos hemos quedado aquí, para morir de pie como deben morir los Bere.

Y saltando casi todos a la vez desde los tejados recubiertos de paja seca, de las casas y del ayuntamiento donde estaban agazapados, los valientes Bere se abalanzaron sobre los Paios, haciendo gran matanza de todos cuantos penetraron en el recinto amurallado.

Los soldados sorprendidos pidieron ayuda a los de afuera y éstos se apresuraron a entrar al interior del pueblo. Cuando las calles estuvieron abarrotadas de ellos, algunos Argien escondidos en los tejados volcaron la paja e incluso las vigas sosteniendo las techumbres, por encima de las cabezas de los asaltantes. Luego tiraron teas encendidas y todo ese material prendió fuego rápidamente.

Los Paios comprobaron pronto como no les quedaba otro remedio que escoger entre morir asados, degollados o acribillados por una copiosa cantidad de flechas.

 La lucha encarnizada y feroz duró hasta el anochecer pues iban entrando más y más Paios por la gran puerta, empujados por sus oficiales.

 «El pueblo de Arga en llamas quedó transformado en un horno infernal que acabaría por abrasar tanto a sus defensores como a miles de soldados Paios. Durante la noche las inmensas llamas alimentadas con muebles y troncos de madera, que al parecer los Argien tenían en grandes cantidades, iluminaron todo el pueblo y hasta varias leguas alrededor.

Los Paios agolpados al exterior del recinto amurallado tuvieron que retirarse a gran distancia, tal era el calor sofocante desprendido por la gran hoguera formada por el pueblo de Arga recubierto de las llamas. Oportunidad aprovechada por los Gudatzale para salir de los bosques y lanzar una lluvia de flechas contra los invasores.

Por otra parte ningún soldado u oficial Paio habiendo entrado en el pueblo volvió a salir de él y cuando a la mañana siguiente los pocos supervivientes que pasaron la noche a las afueras, viendo tal colosal espectáculo desde el refugio de las carretas, trataron de entrar al interior de las murallas, sólo hallaron cenizas y cadáveres de Bere y Paios carbonizados.

Ningún combatiente Argien salvó su vida... Prefirieron morir todos luchando y matando Paios que rendirse a los castradores y a los verdugos. Prefirieron morir como más les gusta a los Bere, es decir luchando.

Al hacer rápidamente números de bajas, los Jefes Paios se dieron cuenta que si habían perdido unos diez mil soldados desde el momento de poner cerco al Pueblo, es decir mucho más que en todas las campañas llevadas a cabo hasta ahora contra el Eta Berik, los Argien sufrieron en todo y por todo a penas un millar de muertos.

Entonces cayeron en la cuenta... Disimulados entre las mujeres evacuadas del pueblo, muchos jovencitos pudieron escapar. Incluso pensándolo mejor era posible que las mujeres fueran pocas, muy pocas e incluso ninguna, pues éstas huirían seguramente antes del inicio del cerco.            

Los Argien tuvieron suficiente tiempo durante todos esos meses para aprender a andar como las mujeres y luego disfrazarse con la ropa dejada por éstas.

Por lo que el Menduru, subiendo a lo alto de las murallas y juntando sus dos manos, gritó de todas sus fuerzas en dirección a los bosques:

-Berikis... ¡ os acordaréis de Arga!»

(Moisés: "Como los Pares conquistaron su Imperio»)

Arga había caído pero los Paios debieron pagar un precio juzgado por ellos mismos demasiado alto. Igualmente se daban perfecta cuenta... Una vez más los Argien se mofaron de ellos, puesto que al fin y al cabo no les quedaba ni un solo prisionero entre sus manos, ni una mujer a violar, ni un niño a castrar...

Aparte los que pudieron abandonar la plaza, sin duda disfrazados de mujeres y de ancianos, los defensores del pueblo de Arga lucharon hasta la muerte. Al día siguiente los Paios corrieron hacia los bosques por donde se fueron aquellas supuestas mujeres mas no encontraron a nadie... ni mujeres ni guerrilleros... ¡Nadie! Tan amargados estaban los Paios que el Pare decidió crear otro pueblo en una pequeña llanura, dejando abandonadas para siempre esas murallas de tan desagradables recuerdos.

 Así nació el pueblo de PANPALEON «Buena tierra llana de la Panie» hoy Pamplona. A partir de este instante los Pares pondrán todo su empeño en que dicho pueblo sea una muestra del modo de vivir Paio. Hasta Troia prohibieron la entrada en su recinto a cualquier huma­no varón no siendo hijo de un Paio.

Para formar el primer núcleo de la nueva población dejaron en él a los heridos y mutilados, a un batallón de ETAIOPAIO y a otro de la PAIATZIE.

El ejército Paio invasor del Eta Berik estaba formado por 7 batallones Etiopes (que no son los Abisinios originales, pues si éstos eran altos los Etíopes eran bajos por ser el resultado de un cruce entre Pales y Txikitos, es decir negros pequeños), 6 de la PAIATZIE (actuales provincias de Cádiz, Sevilla, Huelva, Sur de Portugal y Badajoz), 5 de MORROS (Marruecos, ex-Sahara español y Mauritanie), 4 de APARIKAN (africanos se entendían como tal solamente a los procedentes de las actuales naciones de Argelia y Túnez), 4 de TITOS (Sur/Este de Turquía), 3 de PARSEA (Persia), 2 de PALESTIN (Palestina, actual territorio de Israel), 2 de PAKISTANIS (Pakistán, parte de Afganistán, Tadzhikistán, Kuirguistán y Usbekistán), 2 de EGIPATO (Egipto), 2 de PALOPONES (mitad Sur de la Grecia actual), 1 de KARAPAIO (isla de Creta), 1 de KAIPAROS (Chypre), 1 de PAINDU (parte de la Grecia actual, al Norte de la antigua Palopones), 1 de LIBIE (Líbia) y 1 de PAUL (Sajarianos).

El mando supremo del ejército lo ejercía siempre el Pare. Luego venían los MENDOZO y MENDURU (equivalentes a los actuales grados de generales de división y generales de brigada o coroneles), los MENDES (capitanes) y KAPA (sargentos).

Los primeros eran sobre todo Paiatzos, los Mendes en su mayoría Morros y como cosa obligada los Kapa solían ser Titos (llamados TIOS por los soldados del nombre de Kapa provienen los actuales de cabo, «capo» y «caporal» para la primera graduación de varios ejércitos de Europa y capa, capataz, capaz, capacitar, capazo o capacho, etc. de la lengua castellana).

En total unos 50.000 militares entre oficiales, soldados y auxiliares. Como las demás ofensivas en el Sur y sobre todo al Oeste del Eta Berik habían fracasado, debido a la tenaz resistencia de los «feroces Berik, los Paios decidieron abandonar de momento la destrucción del Eta Berik que tanto hubieran querido transformar en una PANOME (provincia Paia).

Pensaron que dentro de unos años, cuando la nueva población de Panpaleon consiguiera corromper una zona de varias leguas alrededor del pueblo Paio, sería más fácil avanzar otro poco hacia delante.

Una por una los Paios iban conquistando las casas de campo aisladas y las pequeñas aglomeraciones. Con todas esas tierras ocupadas formaron una pequeña provincia que llamaron ENAPARE (de ahí el actual nombre de Navarra) porque la entregaron totalmente al PAREMENOTI de PANPALEON.

Tanto a los hijos obtenidos por éste con jóvenes blancas capturadas como a los nacidos en unión forzosa con los soldados Paios y apareciendo con la piel algo oscura o amarilla, el Paremen procuraba hacerles gustar de las costumbres de los Paios, por temor a que pudiesen más tarde inclinarse hacia las de sus madres. Introdujo todas las Fiestas Paias, celebradas a bombo y platillo, y sobre todo el hacer el amor con prostitutas.

Ahora los Paios debían proseguir la edificación de su tan cacareada EUROPA «Propiedad creada por Pa». Con la subida al Trono Imperial del MENDON NIKOS llevarían sus fechorías y sus crímenes en las lejanas llanuras de las márgenes del río URIDONUS (Don, en donde el propio Nikos fundaría varias ciudades, algunas de las cuales aún siguen llevando su nombre.

Sin embargo, como dijo Moisés, la resistencia inquebrantable de los Berik era como una espina clavada en la planta de los pies de los Emperadores Paios «que cuanto más lejos caminaban para conquistar nuevas tierras, o mejor dicho reconquistar todo lo que antaño les perteneciera, más se les clavaba esta maldita espina». Pues el caso era que se susurraba en todos los rincones del vastísimo Imperio Paio, como una muy pequeña nación había sido capaz de plantarles cara, y pese estar situada mucho más cerca de la Capital del Imperio que tantas otras lejanas, conquistadas y dominadas ya por los Paios, no estaba ingresada todavía en su totalidad en la panza del Léon Paio. Los Paios gritaban por doquier... -Hemos creado EUROPA y la llevaremos hasta los URALES (los Urales «las poderosas aguas» eran el mar Caspio y el mar de Aral. Además los Paios escogieron el río UBI, ahora Obi, para servir de límite oriental para su Europa. Hoy llamar Urales a unos montes es una de tantas estupideces que en materia de geografía existe, pues el prefijo UR quiere decir agua y no monte). A lo que algunos atrevidos respondían a los famosos POLLOS Imperiales: -¡Sí! Pero y la PANINTZULA... iEh! ¡La PANINTZULA...! -¿Sois totalmente dueños de ella o no? Por ahí algún que otro viajero... los marinos... dicen que no... faltándoos una pequeñita... pero muy pequeñita tierra por conquistar y la muy mala no quiere dejarse convencer. -Nos han dicho aquí que no quiere... Porque si quisiera ya sabemos que ustedes serían capaces de conquistarla... Mas es ella que no quiere... y claro está, cuando una tierra no quiere dejarse dominar pues no hay otro remedio que dejarla tranquila. -Es como una mujer guapa... No se la ha de forzar, si no araña. Y al torcer los Paios sus labios de rabia... pues no podían sonrojarse, los Bere y Berun estallaban en carcajadas...

Luego continuaban:   - Entonces no podéis aún llamar a toda esa tierra, afirmando ustedes pertenecerles, situada entre una cadena de altas montañas limitándola al Norte y el mar circundándola por los demás costados, con el nombre de PAN...INTZULA... Nosotros seguiremos llamándola INTZULA...

Tales críticas y burlas son muy peligrosas cara a la juventud, cuando se posee un vasto Imperio con provincias tan alejadas de la Madre Patria.

Así es que los Emperadores y los Pares pierden finalmente la calma. Confían a uno de sus mejores generales la misión de conquistar la totalidad del Eta Berik. Aquél acaba de alcanzar una gran victoria en BERUMSK (probablemente Omsk) y tiene gran experiencia con las tierras nevadas y heladas de los Bere.

Llegado en suelo de los Berik estos no tardan muchos meses en darle el apelativo de AZPISEAPA «subordinado del sapo». El sapo era el Emperador de los Paios, al parecer teniendo la boca como la de un batracio.

Estamos alrededor del año 3800 a.C. El Imperio Paio se encuentra en su pleno apogeo. Si lo desea puede levantar a 500.000 soldados para vencer a los odiados Berik. Su poderosa Flota sería capaz de desembarcar a miles de infantes a lo largo de la costa de KANTABERIK, rodeando así aquella Nación tan orgullosa por haber sido creada por los mismos hijos de Dios Be, cuya estatua gigante domina el puerto de DONETSIEZUS (hoy San Sebastián).

Esta vez los Paios están muy confiados. Los Berik se van a rendir sin ninguna condición. Piensan que lo que tienen que hacer de una vez por todas es no dejar con vida a ningún Bere. Así no quedaría en la península una sola semilla de la maldita raza de Dios.

El General Paio cuenta con importantes fuerzas bien equipadas, concentradas previamente en la ciudad de PAILAR (hoy Zaragoza). A la cabeza de su expedición remonta el río AURIPA (Ebro), llegando frente a la población aún en poder de los Berik, llamada IRIGUE (Logroño). Naturalmente los Paios habían cambiado los nombres Bere de la ciudad de Beturo y del río Auribe. Su primer objetivo es la conquista inmediata de la plaza y siguiendo su avance a lo largo del río tratar de ocupar el pueblo de AROBE (Haro), pasando por estar muy bien defendido gracias a espesas murallas de sillares. De este modo cortaría en dos al ETA ARABE. Así los territorios Berik situados al Sur del río Auripa o Auribe (pues los Bere seguían llamándolo de su primitivo nombre) caerían en su poder sin librar ninguna batalla.

Las operaciones militares por Irigue fueron más bien una estancia de reposo de los POLLOS (otra denominación de los soldados Paios) en sus campamentos, ya que los Berik, cogidos de sorpresa, pensaban que su eterno enemigo iba a dirigirse hacia Panpaleon. El emplazamiento de Irigue no se prestaba para su defensa y en cambio sí para ser sitiada por los Paios en las mejores condiciones.

En cuanto fue cercada, el grueso de las fuerzas Paias siguió en dirección de AROBE. Llegadas éstas ante «las murallas bien lisas y de color amarillo, acamparon todo alrededor, empezando así el sitio de la ciudadeLa de tan noble reputación».

Transcurridos unos veinte días una noticia importante llega a los Mandos Paios. Tal como estaba planeado, la Flota Imperial acababa de desembarcar grandes refuerzos a lo largo de las costas del ETA BEIZKAIU y tras feroces combates en tierra, los Paios lograron ocupar la ciudad del mismo nombre (Bilbao).

Dicha noticia llenó de júbilo a los sitiadores de AROBE que empezaron a bailar y a gritar victoria. AZPISEAPA dejó entrar en la fortaleza, previa petición a sus defensores, a unos viejos Arabe hechos prisioneros en los campos de labranza y a los cuales se les respetó la vida para tal efecto. Los Paios querían informaran a los AROBEZALE de los últimos acontecimientos.

Mas éstos no creyeron tal cosa. Esas noticias les parecían demasiado inverosímiles, teniendo el aspecto de haber sido inventadas al objeto de quebrantar su moral. Desde lo alto de las murallas respondieron con toda clase de burlas e insultos.

A cambio, los sitiados de Irigue, a quienes se les comunicó la noticia del mismo modo, después de unos breves momentos manifestaron su intención de rendirse si el General mantenía la oferta hecha días atrás. Ésta, juzgada muy ventajosa por los Paios, ofrecía la vida salva a la población, quedándose solamente con los varones útiles mayores de 14 años y menores de 40. Serían prisioneros de por vida, yendo a trabajar en las minas de cobre.

Azpiseapa vino en persona para asistir a la rendición de la ciudad. Gracias a su buen comportamiento fue llamada IRIPAION «Buena ciudad de los Paios».

Mientras ocurría tal rendición, combates muy feroces tenían lugar en los valles situados a lo largo de la costa y las incidencias de esas luchas, así como de las que seguirán en el interior de las tierras de los Bere, van a ser cantadas por cientos de poetas de toda Europa e in­luso de SIRIE (Siria) y ARABEA (Arabia).

Es de destacar la tenaz resistencia de la población de TOLUGA que tras un sitio de dos años se negó a rendirse. Finalmente, juzgando no les sería posible seguir en esta situación, sus hombres más fuertes y más valientes salieron de la plaza con tambores y trompetas, en un día de copiosa lluvia.

Los Paios no lograban comprender cuanto ocurría pero al constatar que no llevaban ninguna arma les dejaron desfilar por entre medio de ellos. Además andaban en línea recta hacia la tienda del Menduru. Éste pensó que los TOLUKIN querían entregarse, al ver algo parecido en otras rendiciones de Bere, y en lugar de manifestarlo izando la acostumbrada bandera blanca lo hacían a su manera.

Al llegar al final del campamento Paio dejaron de tocar sus instrumentos, quedándose fijos, sin hacer ningún movimiento. En este preciso instante y antes de que los Paios intentaran interrogarles, por la puerta de la ciudad dejada abierta, el resto de la población, compuesta por mujeres, viejos y niños, salió agolpada y a toda prisa. También los soldados les abrieron paso a un signo de sus jefes, por lo que sin murmurar una palabra se alejaron de las murallas.

Los Paios estaban convencidos de que se trataba de la evacuación total de la ciudad. Por lo visto sus defensores acababan de rendirse tras dejar las armas en sus casas y la población no combatiente optaba por no seguir residiendo en ella. Como ésta parecía dirigirse igualmente hacia la parte posterior del campamento Paio, no podía pensarse en alguna suerte de treta.

Los Paios entonces quedaron perplejos. No sabían si primero debían entrar en el pueblo o prender a los músicos para hacerlos prisioneros. Los exploradores empezaron a introducirse en las casas al objeto de comprobar si quedaba todavía alguien o si todo aquello formaba parte de una estratagema al estilo Bere. De pronto los Paios oyeron un largo y gutural grito pareciendo proceder de encima las murallas, como los lanzados por los Berik cuando van a pelear. Entonces apercibieron al que disparaba uno y otro grito y... mientras todos miraban hacia él, los músicos, hasta en aquel momento permanecidos firmes con sus tambores y trompetas, se abalanzaron súbitamente sobre los Paios, no esperando tal cambio de actitud.

 «Muertos de frío, mojados hasta los huesos, éstos debieron de luchar en muy malas condiciones y muchos fueron los que murieron degollados en sus propias literas».

 Efectivamente, aprovechando el momento en que los soldados miraban a las mujeres alejarse o trataban de distinguir si existían más Bere dentro del pueblo o en los más de los casos levantaban la cabeza para descubrir aquel «gritador», los Tolukin sacaron sus espadas bien afiladas astutamente escondidas en sus tambores y tamboril es alargados o blandieron sus pesadas flautas de hierro, las cuales al mismo tiempo de servirles para tocar una supuesta retirada de honor les harían las veces de armas arrojadizas.

Todos a una acometieron la retaguardia de los escuadrones Paios, formando un cinturón alrededor del pueblo de Toluga.   Como esos combatientes improvisados proferían gritos extraños, un inmenso clamor dominó el campo Paio. No tardaron los soldados en darse cuenta que los combatientes Bere se hallaban por todas partes. Efectivamente de entre los grupos de mujeres y viejos surgían jóvenes armados con espadas y cortas lanzas. Se habían disimulado de tal forma que los Paios no se dieron cuenta en un principio, mas eran hombres bien fornidos llevando pañuelos en la cabeza y canastas bajo el brazo.

Del interior del pueblo irrumpían otros combatientes. Tras haber liquidado a los pocos tipos atrevidos que registraron las primeras casas, aparecían por la entrada principal de la ciudad, luchando a brazo partido contra los miles de Paios que trataban de arrollarlos...

 Y a partir de aquí no se facilitan más detalles respecto al desarrollo de la batalla, salvo que los Paios dejaron sobre el terreno a 4000 de los suyos, siendo esta cifra quizá un poco exagerada. Los restantes debieron retroceder hacia la costa y el campamento base establecido más hacia el oeste, donde se quedaron definitivamente, abandonando el proyecto de tomar la plaza de TOLUGA que calificaron de pueblo de locos.

Los Paios consideraron entonces aquel campamento como el más «trasero» (más atrás de su frente de lucha) y lo llamaron ATZEPAITI (hoy Azpeitia).

La ciudad de TOLUGA pasó a denominarse también TOLOTSA, a causa de la extraordinaria fama alcanzada, conocida hasta los confines del Imperio Paio (hallé un gran texto informándome de los principales hechos de la campaña en contra de los Berik a 3600 kilómetros de distancia. Me lo facilitó un buen amigo. En su tierra es una autoridad religiosa muy importante y lo conserva en su poder).

La primera gran victoria de los Berik sobre el llamado así mismo invencible ejército del Imperio Paio, ayudó en gran manera a engendrar unos fuertes ánimos de resistencia frente al Imperio del León el cual se atrevía a poner su pata izquierda sobre el Globo terrestre, insistentemente llamado por los Paios PALANETA (Planeta) para bien significar que les pertenecía en toda y exclusiva propiedad, desafiando así la Ley de Dios Todopoderoso.

La misma resistencia feroz e inteligente, desorientando a los Paios cada vez de una manera diferente y sorprendente, fueron las conductas de los sitiados de EIBER (Eibar), de DURANGO y de BERGARE (Vergara). Entonces aquéllos se vieron obligados a retirarse de dichas comarcas, estableciendo su campamento principal muy cerca del mar y en el lugar que llamarían MARKIN (Marquina) a fin de estar mejor protegidos por su Flota.

Otro campamento fue fijado a GUERNEKE (nombre dado por los Paios -hoy Guernica-) y el trazado del frente, como podríamos llamado, iba en línea recta desde este último campamento hasta otro situado en una zona más tarde llamada AMUR (hoy Amurrio) por ser el punto fronterizo entre los Berik y los Paios, el día de cesar las hostilidades.

La ciudad portuaria de BEIZKAIU devino una ciudad Paia y la totalidad de sus habitantes, incluidas las mujeres, serían llevados desde el fondo de las bodegas de los barcos de la Marina Imperial, a diversas provincias del Imperio, a Libia, Egipato y Panicie (Siria y Líbano) donde se les vendería como esclavos. Otros prisioneros procedentes de diversos lugares de los Berik, sobre todo los hombres jóvenes y fuertes, fueron dirigidos a la provincia de PARSEA (Persia) y a las minas de oro de PUTANIE (India asiática).

Sus descendientes, enrolados en los ejércitos Árabes en el siglo octavo de esta Era, soñaron al día que entrarían victoriosos en la antigua BEIZKAIU y en las demás ciudades de los Bere o Arabe, de las que tanto oyeron hablar por sus abuelos. Tales recuerdos les habían sido transmitidos por todas las generaciones pasadas, las cuales nunca pudieron olvidar sus tierras de origen...

Los Paios transformaron el nombre de BEIZKAIU por el de BIZKAIU «Es Puerto de nuestro BE» por «Puerto bajo nuestro Protectorado». En esta misma región fundaron dos pueblos con las gentes acampadas alrededor de una fortificación militar: SESTAO y TURSE (hoy Santurce). Un poco más hacia el Noroeste y en la costa, establecieron la guarnición de PALENTZIE (ahora Plencia).

La ciudad Santa de DONETSIEZUS (San Sebastián) quedó completamente arrasada y como sus defensores no quisieron rendirse ante las condiciones impuestas por los Paios fueron todos ejecutados, uno por uno, abriéndoles la garganta sobre la MESA sacrificatoria. Caminando en larga fila ante el verdugo, cantaban los coros de amor a MARIA y a IEZUS. Desde el día de su fundación la ciudad había sido dedicada a IEZUS por lo que una gran estatua de Dios Be, abrazando el mar, estaba emplazada. en un lugar dominando la bahía (creo en el monte llamado ahora Igueldo, pues a esta estatua se le decía entonces EGUELDU, significando «Dios tiene la luz»).

Antes de degollar a los prisioneros los. Paios rompieron la estatua de piedra en cientos de pedazos y a cada Bere presentado al sacrificador se le invitaba a tirar una de esas piedras en la fosa llena de excrementos de los soldados Paios, ofreciéndole la vida salva (pero no la libertad) si así lo hacía.

 «Nadie absolutamente nadie aceptó la oferta de los Mendozos, y cada vez que un Ber rehusaba tirar la piedra a los excrementos, un oficial Paio lo hacía en su lugar... Al ver como faltarían piedras para tanta gente echaron solamente una por cada diez o quince de los vencidos"

 Toda la llanura circundante fue ocupada por los Paios así como el territorio hoy situado en el departamento francés de los Bajos Pirineos, menos las tierras altas y montañosas.

¿Qué había sucedido mientras en las tierras interiores del Sur? Pues el NAGUZI AZPISEAPA (Naguzi equivale a General del ejército en lengua Bere, denominación igualmente empleada en lengua Kapato -ahora escrito Nagusi en Euskera- acababa de obtener por fin su victoria tan esperada, tomando la población fortificada de AROBE cuando ya no quedaba ningún hombre vivo en su interior.

Los últimos defensores ofrecieron poner término a su encierro, a condición de poder salir para morir luchando en campo abierto y que el resto de la población no fuera enviado en esclavitud a otro lugar. El Mando Paio les hizo saber su aceptación en concederles tal Honor, prometiéndoles no apresar a ningún miembro de la población.

Los AROBEZALE lucharon bravamente hasta caer muertos o heridos muy gravemente. Los Paios cumplieron lo prometido con las mujeres y los niños pero degollaron a todos los heridos. Resultó que la mayoría de aquellos valientes combatientes tenía menos de 25 años, comprendiendo también a bastantes mujeres disfrazadas de hombres, las cuales lucharon con la misma ferocidad que sus maridos, hermanos o hijos. Después de esta victoria los Paios no trataron de organizar grandes avances en el interior de la Nación de los ARABE, pues sabían que sus tierras ofrecían un aspecto muy agreste, con montañas cubiertas por altísimos abetos donde acampaban a sus anchas enormes y feroces osos.

Igualmente comprobaron como legiones de lobos se acercaban de noche hasta sus campamentos para atacar a los bueyes y otros animales de tiro, acorralando en ocasiones a las patrullas de reconocimiento y a los centinelas, poniéndoles en gran aprieto. Incluso tuvieron la osadía de llegar hasta los campos de batalla, durante los días muy fríos o las nevadas, con el propósito de comerse a los soldados heridos.

El territorio aún en poder de los Berik fue puesto bajo la jurisdicción del BATZAR del ETA ARABE. Éste estableció su centro de operaciones en un Fuerte mandado construir a toda prisa. Estaba situado en una llanura y lo llamaron ALABE (hoy Vitoria). Todos los Berik mejor dotados se refugiaron en los montes de más difícil ascensión y desde estos lugares inaccesibles para el ejército Paio, comprendiendo demasiados carros y animales de carga incapaces de trepar pendientes, organizaron las más terribles acciones de guerrillas que recuerda la Historia. Durante los años siguientes iban a morir a decenas de miles los soldados del más Poderoso Ejército de la Tierra... el famoso Ejército «Invencible» del no menos famoso Imperio de todos los Paios.

Esos Berik fueron llamados BEAZKU, por los de su raza, expresión queriendo decir «Habilidad de los Be». Los Paios pronunciaban BAZKU (para no utilizar el vocablo BE) y es ésta denominación que dio origen a la actual de vasco.

Como los BEAZKU eran campesinos y montañeros se les llamó también BASAKAR, BAZKATU y BASABERE, respectivamente «campesino de la (Patria)», «tigre salvaje» y «campesino Bere», y curiosamente constato como ahora dichas expresiones quieren decir «salvaje o bravío», «desmembrar o disgregar» y «bestia salvaje o fiera», demostrando bien que la Historia está siempre presente en las lenguas de los humanos.

Cuando los BEAZKU, en una comarca determinada, decidían hostigar al ejército Paio, buscaban primeramente un punto culminante y en él instalaban una efigie de MARIA. La llamaban ANDERA «La Señora» o BASANDERE «Señora de los montes». Al caer la noche encendían troncos de abetos alrededor de la BASANDERE, dando así un aspecto fantasmagórico al lugar. Pronto los centinelas Paios hacían correr la voz de que quizá se trataba de un ser diabólico anhelando destruir las almas de los soldados muertos durante los combates del día. Las llamas eran sin duda para guiarlas hacia ese rumbo, donde inevitablemente. hallarían su perdición...

Los Anales cuentan como los Paios estuvieron cercando la Nación de los Berik hasta el inicio de la guerra de Troia, es decir durante más de 200 años y en todo ese tiempo jamás pudieron llegar a vencerla completamente, siendo pues con el Reino de KARELIE las únicas Naciones que no se rindieron nunca al Imperio Paio. Se daba además la circunstancia de que en las tierras del Estado Berik, no conquistadas antes de Troia, nunca, ni antes ni después, la bandera escarlata de los Pares llegó a ondear. Sin embargo...

Ni una sola montaña, por alta y escabrosa que fuera, ni un solo valle verde, ni una sola llanura vasta o estrecha, ni un desierto, ni una isla grande como un continente o minúscula como una sola roca emergiendo de las aguas, ni un río, ni un lago, ni un mar, ni un océano, hubo o hay en esta Tierra que no fue en su día tierra o mar de los Paios... salvo la pequeña Nación de los Berik que gracias al tesón de sus hombres, a la unión de sus gentes y también a su clima muy adverso a la naturaleza de los Paios que no podían sufrir las lluvias y las brumas, el frío y la nieve, resistió durante los grandes períodos históricos Antiguos del Globo, a las embestidas de tan cruel, tan despiadado y poderoso enemigo.

La tierra de los Berik, en la proporción ahora en su poder, fue considerada como la Bendita tierra de los Bere, la Tierra señalada a los jóvenes en ejemplo de todas las virtudes, razón por la cual iba a disfrutar siempre de una gran fama. Durante la guerra de Troia, los pocos combatientes Berik logrando llegar hasta allí serían recibidos como seres fantásticos, seres de una fuerza y de una inteligencia increíble. Fueron festejados y honrados constantemente. Cuando les hacían cantar sus canciones en coro, todos los combatientes de Troia se ponían de pie, quitandose sus gorras o sus cascos, en señal de profundo respeto y veneración. El mismo día de su llegada se les hizo desfilar por en medio de los ejércitos de la IRUTZIE y las banderas se inclinaron ante su paso. Los Pares explicaron que si antes de Troia no pudieron conquistar la totalidad del territorio Berik esto se debió a los inconvenientes siguientes:

1° la lluvia cayendo demasiado a menudo

el frío intenso y las copiosas nevadas de los largos inviernos

3° la poca cantidad de ciudades o pueblos amurallados en la periferia del territorio cercado, que hubieran tomado sin riesgo de fallo, al poder esperar todo el tiempo necesario a que la población muriese de hambre o se rindiese: los numerosos soldados rodeando cada pueblo asediado impedía a los Bere atacarles por la retaguardia, pues muy difícilmente éstos se juntaban más de tres a cuatro mil hombres armados, en campo abierto.

4.° la ferocidad y valentía de los Berik o Bazku, como ahora se les llamaba, luchando tanto de día como de noche (los Paios no querían combatir de noche, sobre todo si se veía la Luna) con cualquier temperatura invernal y a veces cayendo lluvia a raudales.

5.° la fuerza extraordinaria de sus hombres para lanzar las jabalinas y las lanzas.

6.° la astucia, de los Bazku atacando siempre por sorpresa, procurando engañarles con toda clase de ardides.

7.° la excelente calidad de sus armas.

8. ° y por fin la Fe inquebrantable de los Berik al tener la certeza de ir al Cielo una vez sus cuerpos muertos, donde conocerían la Segunda Vida... más aún siendo descendientes tan directos de Dios Be.

Los Berik a su vez afirmaron que generación tras generación hubieran llegado a morir todos, de ser necesario, antes que sufrir la humillación de vivir una vida bastarda, pagana y esclava, como súbditos del Imperio Paio. Éstos fueron los motivos permitiendo a la pequeña nación, aunque mutilada, subsistir todavía libre e independiente al ocurrir la Gesta Troiana, igualando así a la KARELIE (antaño liberada del yugo Paio gracias al Golpe), siendo la que alzó bien alta la verde bandera de los Bere y de la ERREBELION.

El sistema de lucha de los Beazku era muy sencillo. Cuando avistaban a los soldados Paios con sus plumas rojas (los célebres Pollos) huían de sus casas y aldeas, llevándose todas las vituallas. Algunos se quedaban hasta el último momento a fin de quemar los enseres que no podían esconder, así como las techumbres de las casas. Tras obligar a sus mujeres y niños a refugiarse en escondrijos preparados de antemano, se dirigían hacia los montes cercanos, fuera del alcance de los Paios.

Al hacer mal tiempo, con lluvia o nieve, los Gudatzale bajaban de improviso hacia el valle con el propósito de hostigar duramente a los Paios, los cuales, delante de una gran hoguera, humeante más que calentando, temblaban de frío en sus chozas o tiendas, pues la madera a su alcance estaba siempre húmeda.

Los Gudatzale no se enfrentaban nunca con el grueso del ejército enemigo sino que trataban de matar a la mayor cantidad posible de animales de carga, siendo estos burros, bueyes, camellos y también elefantes, al no disponer los Paios de caballos (aprovecho la ocasión de mencionar a los elefantes para decir que la tierra de origen de esos animales fue la PANTA -China actual- y no la India y menos África. En el Primer Imperio los Paios llevaron dichos animales a la India, Persia, Siria, Egipto y Sudán. Después del Golpe los del Sudán se desparramaron por toda África, volviendo a su estado primitivo y salvaje, dando lugar así a una raza de animales más pequeños y más fieros. Durante el Segundo Imperio los introdujeron, siempre como animales domesticados, en Libia, Túnez, Argelia, Marruecos, península Ibérica y Francia, empleando los nombres actuales. El nombre de elefante proviene de ALEPANTA, queriendo decir «originario de la PANTA»).  

Al mismo tiempo los guerrilleros Bere procuraban incendiar las carretas, el heno y la paja seca, pues el gran fallo de los Paios estribaba en la necesidad de transportar su material y abastecimiento en largas caravanas de carros, obligándoles a emplear muchos animales de tiro y bastantes herreros para reparar las ruedas.

 

Cuando los Gudatzale lograban sus objetivos, desaparecían enseguida de la zona antes de que los Paios acudiesen a repelerlos, no volviendo a reaparecer durante bastantes días. O bien, tras fingir haberse ido, daban media vuelta y en otro flanco atacaban por sorpresa, lanzando todos a un tiempo su famoso grito de guerra que helaba la sangre de los Africanos.

Si los Paios querían atacar una población, llevaban numerosos carros y animales de monta, por lo que cualquier campesino les veía venir de lejos, pudiendo avisar a los suyos un día o dos antes del ataque. Por el contrario los Beazku caminaban siempre a pie, sin ningún animal de tiro o carga. Andaban muy sigilosos, de noche o de madrugada, lanzándose al ataque cuando ya habían matado a los centinelas y se encontraban a pocos metros del campamento base.

En estos vivaques los Paios pasaban los días tiritando, como ya he dicho. Sufrían toda clase de dolores debido a la humedad. De pronto, cuando peor tiempo hacía y no se distinguía nada a más de diez pasos, veían aparecer frente a ellos a unos fantasmas gritando y sal­tando, yendo de un lado para otro y arrojando largas picas. Los animales se asustaban. Rompiendo sus amarras se precipitaban hacia los valles estrechos hasta parar en las aguas de los pequeños ríos. Tratando de correr tras ellos, los Paios estaban pronto obligados a luchar cuerpo a cuerpo con seres sobrenaturales que les enviaba n a rodar en el fango, en la hierba mojada o sobre la nieve.

Cuando la mayor cantidad posible de Paios quedaba bien empapada, bien helada y bien cansada de correr, los Beazku desaparecían como por encanto, al silbido lanzado por el BURU. Buru quería decir jefe y al ser esta denominación también empleada en Troia, los Paios llamaron BURRU (haciendo sonar dos R para darle mayor fuerza) a los asnos, con el fin de burlarse de los jefes Bere, inteligentes, valientes y audaces, que les vencieron primero en las tierras de los más antiguos ARABE y después en TROlA.

Vueltos a sus hogueras los Paios se extendían sobre las mantas, estando seguros que por el resto del día ya no habrían más combates, pues la noche estaba al caer. De pronto, justo como empezaban a entrar en calor, los unos apiñados sobre los otros, el grito gutural de los Beazku se hacía oír de nuevo. Era uno de sus ataques nocturno-sorpresa, empezando siempre cuando ya estaban dentro de los acantonamientos.

No había Egipato, Etaiopaio, Libio, Aparikan o Morro que lo aguantara. Ésta era la clave de los continuos éxitos de los Beazku, tan temidos por los Paios. Al constatar el Mendozo como la zona del campamento base era de aquella manera demasiadas veces atacada, ordenaba levantar las tiendas y retirarse a un lugar más bajo, más llano, de donde se podría ver venir al enemigo desde una distancia prudente. Entonces los Paios no se moverían de allí hasta el verano próximo.

Casi siempre, para mejor protegerse, construían una empalizada circular con troncos de árboles. Llegado el buen tiempo dejaban sus alojamientos, volviendo a caminar hacia los angostos valles, cada vez más profundos y peligrosos. La marcha era lenta. A cada paso debían registrar los peñascos dominándoles por su altura y proximidad, por si alguna gruesa roca, manejada por los rudos Beazku, echara a rodar por encima de sus cabezas. Al ver como nada ocurría se confiaban más y más hasta que un día uno de los enlaces con el campamento base llegaba asustado y sofocado. Traía una información alarmante. Los Bazku lo habían destruido e incendiado todo, tras matar a los pocos soldados quedados para su vigilancia. Otra vez estaba el ejército Paio sin retaguardia asegurada.

A partir de ese momento, y durante todo el tiempo que durase la campaña de adentramiento, dicho ejército se vería hostigado sin tregua por un enemigo apareciendo por todas partes, bastante numeroso cuando se le esperaba escaso de efectivos y compuesto solamente de algunas patrullas luego de haber preparado un buen dispositivo de defensa para hacerle frente. El Mendozo no hacía más que recibir malas noticias. Los convoyes de armas y vituallas eran atacados en cualquier lugar de la retaguardia, hasta incluso a distancias increíbles, fuera del primitivo territorio de los Estados Berik.

Al llegar nuevamente el invierno, el ejército Paio se veía en la obligación de ceder todo el terreno ocupado durante el verano y a veces incluso más. Cada año el balance era el mismo. Mientras los Berik no habían perdido ni una sola pulgada de sus tierras altas, los Paios estaban dejando miles y miles de muertos sobre su verde tierra, amén de una gran cantidad de animales de carga, carros, armas y toda clase de utensilios ...

Los Paios contaban como los Berik o Beazku o Bazku, ingeniaban cualquier forma de lucha que utilizaban con bastante éxito. Solían estructurarse en varios clanes separados entre sí, representando cada uno lo mejor de un pueblo o comarca. Cada cual gustaba pelear. por su cuenta pero se entendían todos. En tanto que uno de los clanes luchaba, casi siempre otro emplazado en la cúspide de una colina, incluso a la vista de ellos, esperaba impacientemente el resultado para saber si entraría en lucha seguidamente o a que momento sería más oportuno hacerlo. A una señal de silbato, el grupo en liza dejaba bruscamente de combatir. Apresuradamente subía a las alturas. Entonces, el que estuvo observando continuamente bajaba a todo correr, y a brazo partido luchaba a su vez contra los mismos enemigos que empezaban a fatigarse. Mientras peleaban, los Paios veían constantemente a una cierta cantidad de Berik encima de la prominencia. Pensaban eran los que antes combatieron con ellos y ahora descansaban, mas no era así. Tras un cierto lapso de tiempo el grupo batallador subía a su vez cuesta arriba, pues siempre los Beazku atacaban desde arriba de las pendientes. Los que esperaron su turno bajaban enseguida. El nuevo grupo estaba tan fresco que no se le apreciaba fatiga alguna. Sus componentes no llevaban heridas ni señales de haber luchado antes. Peleaban con tal energía que parecía ser la primera vez que actuaban desde hacía varios días... y esto mismo acontecía.

Los Berik disponían de varios equipos bien entrenados, reunidos detrás de una montaña, fuera de la vista de los Paios. Cuando todos los cliñes de Gudatzale habían combatido una sola vez cada uno, entonces se retiraban hacia escondites bastante apartados. En ocasiones se trataba de grutas naturales, cuyos orificios de entrada disimulaban bien.

Los Paios solían mandar algún que otro espía tras ellos para observar la dirección emprendida y así quizá descubrir sus refugios. Mas los Bere conocían muy bien ese espionaje. Dejaban algunos muchachos agazapados detrás de las rocas o de los árboles, a lo largo del camino recorrido, con la misión de esperar y coger por sorpresa a esos infelices. A veces los Beazku aparecían por delante de los invasores, produciendo mucho ruido. Querían hacerles creer se trataba de un ataque de gran envergadura. En cuanto los Paios formaban sus secciones de combate y avanzaban con las lanzas en alto, aquéllos desaparecían como por encanto. Los Paios quedaban desconcertados... En ese preciso instante su General se enteraba de una mala noticia. Los carros rodando  inmediatamente detrás fueron atacados con dureza en el curso de la noche y luego incendiados.

Otra de las tácticas de combate de los Berik consistía en invadir el horizonte de los Paios por todos los lados, con miles y miles de supuestos combatientes. La columna Paia en marcha empezaba a asustarse, y, deteniéndose, formaba enseguida sus escuadras de combate. Entonces, de cada bosquecillo, de cada loma, de cada zanja, veían aparecer a los Berik, que provistos de espadas y lanzas bien afiladas, se precipitaban sobre ellos con una furia extraordinaria.

Sin embargo el Naguzi Paio seguía discerniendo alrededor suyo a numerosos Gudatzale. Pese al ataque de sus congéneres en el valle se quedaban a lo alto de las colinas, formando un círculo. Oía como lanzaban sus gritos especiales e ininterrumpidos. Parecía esta vez hallarse con un enemigo superior en número aunque creía adivinar que todos juntos no entrarían en liza. Pensaba que tan pronto los del valle estarían cansados de luchar con sus soldados, acudirían aquéllos de los peñascos para reemplazarlos, y, precavido, tomaba sus medidas, no utilizando la totalidad de sus efectivos. Mas en realidad los aparecidos por los alrededores, en las alturas, eran mujeres y niños disfrazados de Gudatzale.

Al principio los Paios cayeron no pocas veces en el engaño, creyendo que los Berik disponían de una mayor cantidad de combatientes de lo imaginado. Cuando por fin se dieron cuenta de la realidad quisieron ir al asalto de las colinas con ánimo de prender a las mujeres. Los Berik, al adivinar sus intenciones invitaban a aquéllas a desafiar a los Paios, haciendo resonar sus gritos femeninos. De repente las voces y los gritos cesaban. Acto seguido gran cantidad de nuevos Berik se lanzaban valle abajo, chocando contra los Paios que subían difícilmente por las laderas.

En ocasiones, en el curso de esos ataques furiosos y súbitos, los Beazku alcanzaban el campamento enemigo, haciendo una verdadera matanza de todo ser viviente hallado en él. La confusión llegaba a tal extremo que el mando Paio no sabía cuantos Bere atacaban, si el ataque principal era contra el grueso de la columna o contra los soldados que trepaban a las colinas, de dónde salían los unos y los otros y a dónde irían después...

El Naguzi de los Paios gritaba sus órdenes en todas direcciones mas éstas se confundían con las voces de los Beazku quienes daban a los Paios indicaciones contradictorias. Los Berik aparecían por doquier, siendo preciso luchar en un apretado cuerpo a cuerpo para intentar engañar la muerte. Los Bere procuraban organizar dichos ataques solamente en terrenos juzgados por los Paios como muy desfavorables para formar sus famosos cuadros.

Esos combates con grandes efectivos tenían lugar en general al final del verano o bien entrado el otoño, antes de decidirse los Paios a regresar a sus vivaques de invierno. Los Berik obligaban al invasor a continuar la lucha durante todo el día, toda la noche y el día siguiente con su noche respectiva, sin nunca decaer el ritmo ni un solo instante.

Cuentan como en una circunstancia los Berik aniquilaron de este modo a la totalidad del ejército operativo en un solo sector, comprendiendo a más de 60.000 soldados. Al cabo de dos días y dos noches de lucha, cuando amaneció el tercer día, bastante frío, la moral y la resistencia de los pocos Paios que seguían con vida estaban totalmente agotadas. Al parecer se dejaron matar de rodillas tras haber tirado sus armas al suelo. Juntando sus manos tal como lo hacen en sus plegarias, pidieron perdón a los Berik por el mal causado por culpa de sus Pares, de su Mendon, Mendozos y Mendes. .

Azpiseapa, al verse en una ratonera y quedar convencido de que nadie escaparía, quiso salvar su vida. Se escondió en un agujero cerca de la orilla de un pequeño río.

Cuando los Berik acabaron con todos los Paios, pues ellos no podían hacer ningún prisionero, se extrañaron de no encontrar el cadáver del orgulloso Mendozo. Su casco de plata era un botín muy codiciado.

«Lo buscamos por todas partes, gritándole saliera del escondrijo en donde se ocultaba, pero este tipo no se movió... A la madrugada siguiente fue hallado cerca del agua, casi muerto de frío y de espanto. Lo arrastramos como una alimaña que era y lo colgamos en la alta rama de un gigantesco árbol. Su casco lo descubrimos en el lugar más hondo del río y en él bebimos el trago de la Victoria. Así fue destruido en tierra de los Berik, entre otros, uno de los más famosos ejércitos Paios, el cual había paseado su bandera triunfante en Asia y Europa..."

Por regla general, cuando los ejércitos Paios se batían en retirada, los Berik procuraban cortarles el paso, obligándoles a acampar en un terreno incómodo para ellos. Entre las muchas estratagemas utilizadas por los Beazku una de ellas consistía en ir perdiendo pequeñas batallas en lugares siéndoles propicios, pero difíciles y peligrosos para ser atravesados por el ejército enemigo, siempre pesadamente cargado. De este modo intentaban lograr que los Paios les persiguieran o se animaran a adentrarse más, avanzando por terrenos escabrosos y valles estrechos. En el momento de juzgar los Berik que aquéllos habían avanzado lo suficiente a fin de que sus retiradas fueran lo más largas y penosas posibles, entonces era cuando realmente hacían frente a los invasores, en la forma planeada de antemano en todos sus detalles.

Los Berik trataban siempre de dominar las tierras más altas, obligando a los Paios a quedarse en lo más profundo de los valles, cerca de los ríos, donde la humedad hacía estragos en sus gargantas y pulmones. Esta situación forzaba también a estos últimos a disparar sus flechas para arriba, mientras que los Bere al hacerlo hacia abajo disponían de un mayor alcance. Los Paios veían como a lo alto de los picos o peñascos los Beazku estaban sentados tranquilamente encima de las rocas, pareciendo esperarles. Oían sus llamadas... invitándoles a subir...

Si en esa dirección los Jefes Paios enviaba n patrullas de reconocimiento éstas no regresaban nunca. Si mandaban a todo un ejército para trepar a las cimas, sus componentes debían escalar muy duramente por cuestas empinadas, llenas de rocas deslizante s o troncos rodando solos. Cuando estaban a medio camino los Gudatzale se levantaban todos, entonando sus canciones guerreras.

En el momento de llegar por fin los Paios hasta la cumbre de la montaña o en la misma orilla del espeso bosque, no percibían ninguna canción, ningún ruido y por más que buscasen entre las rocas o las ramas, no descubrían a los Berik. Además de quédar extenuados y estarles prohibido sentarse, el silencio y falta de enemigo no les presagiaba nada bueno.

El tiempo pasaba y el cansancio de los soldados iba en aumento. Exasperados, los mandos Paios se atrevían a enviar algunos exploradores por en medio de la arboleda o alrededor de los peñascos. Entonces se producía lo inesperado o a veces lo que se había temido... De cada árbol, de cada abeto...caían «racimos» de combatientes Beazku sobre las espaldas de los Paios, ...

«estos árboles erguidos muy rectamente, confundiendo sus puntas con las nubes, las ramas entrelazadas entre sí, formando una impenetrable espesura de troncos necesitando tres hombres con los brazos abiertos para dar la vuelta a cada uno, eran el orgullo de los Bazku, pues ellos decían, como lo dicen los Bere de todas partes donde estuve, a causa de la Creación del Hombre explicada en la GENEZIS, que el árbol era el progenitor-receptor y símbolo de la fiera raza de los humanos blancos, los cuales se hicieron dueños de numerosos Globos en el Cielo y afirman ser los Amos de este UNIBERSE, según mandato de JAUNGOIKO».

 «Enseguida un feroz combate cuerpo a cuerpo ponía pronto fin a esos guerreros del Sol, siendo alcanzado prontamente cualquiera de ellos que intentara correr hacia el valle»

Uno de los innumerables ardides de los Beazku consistía en rodear el campamento enemigo, desde las colinas circundantes O lo más cerca posible, y gritar, cantar y silbar a lo largo del día y también de la noche. Los mandos Paios ponían entonces en alerta a todas las unidades, obligando a los soldados a quedarse de pie horas y horas. De noche, los Beazku encendían largas antorchas y corrían de un lado para otro. Además solían tocar fuertemente el tambor, simulando el preludio a una acción de guerra. De repente la música cesaba y las antorchas se apagaban o por lo menos no se percibían. La calma y el silencio volvían a reinar en el campo Paio. Los animales se tranquilizaban. Cuando casi de madrugada los Paios empezaban a dormir, un formidable estruendo de tambores, trompetas y gritos resonaba por todo el valle. Otra vez el campamento se veía sobresaltado. Los animales espantados querían huir. Sabiendo los Paios que los Beazku, lo mismo podían atacarles en cualquier momento como retirarse a sus escondites, por haber obrado así en otras ocasiones, durante todo el día se quedaban en alerta, triplicando los centinelas y poniendo trabas a los animales para que no escapasen.

A veces, como esta situación duraba varios días con sus correspondientes noches, pues los Berik iban reemplazándose constantemente, empleando mujeres y niños, los Paios ya no se aguantaban de cansancio y nerviosismo. Los mandos no hacían más que levantarse, acostarse y levantarse otra vez. Tanto ellos como sus soldados estaban aquejados de continuos resfriados y no paraban de toser. Además de la gripe, la tuberculosis, la viruela y las fiebres tifoidea s hacían muchos estragos en el ejército Imperial, pues eran propias y exclusivas de la raza Paia. Bien al contrario, los Berik y los Bere en general no conocían ninguna de dichas enfermedades y a penas oyeron hablar de ellas. Si por fin los Beazku se decidían a atacar escogían el día y momento más conveniente o mejor dicho menos conveniente a sus oponentes, o sea la jornada de peor tiempo, con lluvia fina y fría... o durante una magnífica noche de verano con luna llena.

Los Paios estaban prácticamente vencidos pues en estas condiciones los soldados enrolados a la fuerza deseaban que todo acabara pronto... que la guerra contra los Berik finalizara de una vez... que los batallones más belicosos, formados exclusivamente por voluntarios fanáticos, fuesen aniquilados o bien que el Mando comprendiera al fin la conveniencia de levantar el campo y regresar a casa, allá en las tierras cálidas donde les esperaban sus mujeres, sus hijos y sus rebaños de cabras (he leído en un texto que la duración del servicio militar obligatorio en el Ejército Paio era de 20 años)

Según el gran Historiador MOISÉS, presente en los campos de batalla de Troia como Historiador Oficial del propio Emperador y asesinado precisamente por contar esas verdades y muchas otras, en su tan famosa obra intitulada PANTATEUKO «De la Panta hasta los Ukos», el Imperio Paio perdió unos 250.000 soldados al tratar de conquistar todo el Eta Berik y no lo consiguió. Dijo que el hecho de no poder apropiarse del único trozo de territorio de este Globo terrestre en el cual nunca lograron poner sus plantas fue para los Paios la mayor de las vergüenzas. Si pienso que las Naciones actuales de Irlanda, Reino Unido, Francia, Dinamarca, Holanda, Bélgica, las dos Alemanias, Checoslovaquia, Polonia, casi toda la Rusia de Europa y Hungría, antes de ser colonias Paias durante miles de años fueron las que mayor resistencia opusieron y no costaron más de unas 500.000 bajas al Ejército Imperial, hasta someterlas todas... la resistencia heroica de los Berik hacía quizá de ellos el Pueblo Elegido de Dios... Pero dejemos hablar a Moisés: 

"Nuestras campañas militares antes de la guerra de los 13 años pasaban por haber sido un paseo militar en toda la superficie de la Tierra, con las consabidas anécdotas contadas por los oficiales a sus soldados, tal como esos Bere huyendo apresuradamente al ver llegar tan poderoso y flamante ejército y para que no corriesen tanto, una vez hechos prisioneros, se les ponía zuecos de madera a los pies, los cuales no sabían quitarse. Al rememorarlas no puedo evitar pararme un instante para escuchar los relatos de los ancianos sobre lo realmente acaecido en la guerra contra el Eta Berik y sus habitantes los famosos Bazku. Nunca en ningún momento de las batallas sufridas en contra de nuestra voluntad y que perdimos con muchas bajas para defender las provincias de la PALETANIE (Letonia) y la PALENIE (Polonia), nunca en las durísimas batallas de TROlA y KATU KAMA, donde estuve presente aliado del Emperador, nuestros soldados tuvieron tanto miedo de perder miserablemente, vergonzosamente, humillantemente y salvajemente sus vidas, como en las campañas que el otrora Poderoso y tan orgulloso Ejército Imperial sostuvo contra los fantásticos y feroces Bazku. Troia fue una verdadera guerra con sus héroes y sus caballeros nobles pidiendo excusas al enemigo por hallarse indispuestos el día en que iba a tener lugar una buena pelea, y se les citaba para otra jornada. Durante los periodos de tregua, los niños de los pueblos circundantes hubieran podido jugar en el mismísimo campo de batalla.

Sin embargo, en los valles y en las montañas del Eta Berik, los nuestros encontraron una muerte oscura, húmeda, fría y sin gloria, llegándoles siempre por sorpresa, detrás de cada abeto o de cada pedrusco.

Los Pares harto contaron como aquéllas gentes no eran humanas y desconocían los principios más elementales del arte de llevar a cabo una buena guerra, tal como ellos la entendían.

Además eran tan fieros y salvajes en sus montes que preferían comerse a sus propios hijos pequeños antes que probar la carne de los corderos, cuando hubieron acabado con todos sus cerdos, siendo éstos tan blancos como ellos...

Los Pares advertían como los Berik tenían una sola y única idea en sus cabezotas, pues al parecer ostentaban gruesas las cabezas y el cuello recto. No querían de ninguna manera que su tierra fuera Paia, prefiriendo antes cien veces la muerte, demostrando así ser gentes alocadas.

Mas los Pares evitaban decir a los soldados algo importante. Estos Bere sabían muy bien que por ser pueblo directo de Dios conocerían la Segunda Vida en el Cielo, siendo ésta mucho más larga que la primera, pues comporta aproximadamente unos 6000 años de los de aquí...

Los Berik solían asegurar que ningún Paio pateando tierra suya podría luego volver sano y salvo a su PALATZIE, o a sus tierras de APARIKA, y si alguno lo lograba, al morir quedaría condenado a ir a parar a los Infiernos... pues jamás un Paio pisará la tierra de Dios sin ser duramente castigado... en esta vida o en la otra»

Finalmente, después de luchas esporádicas y de pequeñas campañas de escarmiento, como las llamaban los Paios, éstos abandonan definitivamente la conquista del Eta Berik, ateniéndose a lo conseguido al momento de la toma de Irigue, de Arobe, de Beizkaiu y de Donetsiezus, que llaman ahora IRIPAION,ARO, BIZKAIU y EGIPAUZKOAGO «el lugar donde Pa volcó a Dios» o EGIPAUZKOA, para evitarse pronunciar Dios, o GIPAUZKOA (pronunciación Guipauzkoa, dando lugar al Guipúzcoa actual), respectivamente. Todo el territorio ocupado fue llamado PAUZKALDUNIE «propiedad que Pa amarró de pies y manos» o «propiedad que Pa sujetó»

En el Tratado de IRUAN (7287 de las Marias, 6° de Faitbere del año I de Troia, es decir el 31 de diciembre 3589 a.C.) Alexandre reconoce al Eta Berik su derecho a existir como Nación independiente del Eta Arabe primitivo, pues se lo ha bien merecido por sus largas luchas contra el Imperio Paio, por su heroica resistencia, por no haber sido totalmente vencido y finalmente por su valiosa contribución en los campos de batalla de Troia. Tomando como base el antiguo Tratado Paio de BETURO, a consecuencia del cual se creó el Eta Berik, Alexandre reintegra al Estado Heroico todas las tierras antaño adjudicadas en aquel Tratado, más las siguientes:

a) una porción de territorio en la orilla derecha del río Auribe, al Este de la ciudad de Irigue, llegando hasta la confluencia de un río donde los Berik establecieron más tarde un pueblo que llamaron KALAUR (Calahorra). La nueva frontera, en ese lado, pasaría entre los actuales ríos Iregua y Cidacos pero ARNEDO había pertenecido y debía volver a pertenecer al Reino de Edetanie.

b) casi la tercera parte Este de la provincia de Burgos, creándose enseguida el pueblo de BERIBIESK (Briviesca) al recibido como gratificación un Berik que luchó en Troia como Capitán de Alexandre.

Los Berik estaban satisfechos por su actuación en Troia y por la Alta Justicia de Alexandre, a quien ellos siempre rindieron culto desde la fundación de su Nación, y antes, cuando formaban parte del Eta Arabe.

 Ahora se pasan los días contando a sus hijos y nietos, quienes escuchan con avidez, las mil peripecias de la más grande de todas las guerras ¡la de Troia! Mas al preguntarles estos jóvenes sobre las rudas e innumerables batallas sostenidas por sus antepasados en contra de los Paios, en suelo propio, entonces los Berik o Beazku (ahora llamados de esta última manera por los demás Bere) se echan para atrás en sus asientos, hinchándose los pulmones con el aire puro del Cielo de los Bere. Muy orgullosos están al oír sus descendientes interrogarles acerca de la época más Gloriosa de su Historia, tantas veces referida por sus abuelos.

Enseguida los chicos quedan maravillados y asombrados al saber como antes, mucho antes de la ELIE, hubo otra tierra que opuso resistencia al Imperio Paio, consiguiendo rechazar sus huestes fuera de sus frondosas montañas y sus verdes valles, y esta tierra era la Bendita tierra que ahora estaban pisando. La habían heredado de los bravos Beazku, los cuales prefirieron luchar de pie hasta la muerte que vivir de rodillas a las órdenes de un Pare. Con un inmenso orgullo lo aprenden de sus progenitores. La tierra Sagrada de sus Mayores fue la única en todo el Globo terrestre que en los tiempos pasados no perteneció totalmente a PA, es decir ni al Imperio PATO, ni al Imperio PAlO, hecho que parecía una hazaña absolutamente inverosímil.

Los nuevos Berik bien pueden comprobarlo. Los Bere de todas las Naciones cuentan como efectivamente los Beazku no fueron nunca esclavos de los Paios, y los rudos golpes asestados por sus antepasados al Poderoso Imperio, quedaron en los Anales de aquél como las más grandes de sus vergüenzas. Incluso la KARELIE, negándose rotundamente a formar parte de la endemoniada y esclavizada EUROPA, en tiempos del Primer Imperio y con la denominación de ALAPANIE, fue considerada como uno de los mejores PAIS (provincia) del Imperio PATO.

También la juventud Berik se daba cuenta... Hasta en las Naciones extranjeras se había llegado a inventar toda clase de leyendas sobre los Beazku. Algunas de ellas aseguraban que eran gigantes dotados de cabezas voluminosas. Con sus brazos levantaban seis arrobas. Cortaban gruesos troncos de árboles a golpes de hacha, en pocos instantes. Sostenían pesadas rocas sobre sus espaldas o cabezas. Podían en fin luchar cuerpo a cuerpo con cualquier oso gigante, rompiéndole fácilmente todos los huesos, etc.

Igualmente de la época ante-Troiana arranca esa estupidez contada por los Pares respecto a que los Bazku tenían un ojo suplementario en la frente. Esto fue debido a un dicho de los Berik. Pues al parecer se vanagloriaban de ser mucho más diestros que los Paios en el manejo de los arcos y flechas, a causa de la mejor calidad de su material, todo en hierro y acero, más ligero, manejable y preciso. Así en una ocasión los Berik mataron con 100 flechas a 100 Paios apostados enfrente, mientras éstos sólo alcanzaron en la misma oportunidad e instante a 60 de sus enemigos, matando a una treintena, y al preguntarle el Mendes al Buru la razón de esta extraordinaria habilidad, si era suerte o mejor vista, éste respondió: -Es que nosotros los Berik tenemos un ojo suplementario en la cabeza, refiriéndose a que al contrario de los Paios utilizaban la inteligencia.

Por lo que el Mendes derrotado se fue a su campamento contando como efectivamente los Berik disponían de un tercer ojo en la frente... Que él lo había visto... Razón por la cual volvía solo, pues todos sus «soles» quedaron muertos al ser atravesados por cien certeros disparos de flechas (esta anécdota ha sido utilizada en el libro relatando las peripecias de ULAISE «El Marino», llamado ahora Ulysse o Ulises, etc.., por las tierras de las actuales naciones de Francia, España y Portugal, camino de regreso a su tierra de origen, es decir al Puerto de NAROBONE).

Tales leyendas, difundidas por los Pares en las tierras ocupadas de Europa, para justificar sus derrotas frente a los Berik, se enriquecieron con aportaciones referidas en Troia por algu­nos Paios procedentes de África y otros lugares. Según éstos, los Bazku, en el tiempo de los ataques más feroces del Imperio contra el Eta Berik, cuando hacían prisioneros a una docena de Paios, solían darles una oportunidad de salvar la vida, a condición de que lograsen derribar al suelo a uno solo de los Gudatzaleo. Los demás Bere rodeaban la pelea sin intervenir para nada y se aceptaban apuestas sobre la cantidad de Paios que quedarían con vida al momento de llegar el sol a tocar la cresta de una montaña. Según se afirmaba, solamente en una ocasión un Paio salvó la vida. La cosa fue que justo cuando el Basku lo iba a agarrar por el cuello y estrangulado, apareció un grupo de mujeres. Éstas se sentaron en las proximidades para observar.

Como los Bere tenían por tradición no matar a ningún ser humano ante la vista de una mujer, el contrincante Berik levantó los brazos, declarando el combate nulo. Algunos apostantes querían posponer el combate, otros no, y una discusión se originó, momentos aprovechados por el Sol para rozar el horizonte sinuoso, dando lugar así a que el Paio saliera indemne.

Éste tuvo pues la vida salva y la libertad también, ya que le dejaron irse. Se trataba de un presumido Mendes Morro, llegando más tarde a ser XAMORRO (Gobernador morro). Un descendiente suyo peleó en Troia y es él quien contó la anécdota a sus compañeros.

Los Paios se jactaban de que las mujeres blancas los preferían a ellos y según las pretensiones del Morro si las mujeres de los Berik hicieron acto de presencia en el momento del combate es porque su abuelo debió gustar a alguna de ellas o a todas.

De pronto una noticia terrible viene a turbar la paz y la alegría de los Berik. En la lejana SIRIA un bastardo traidor Palebe llamado Iurri había asesinado al Dios Alexandre, acabando así con su Segunda Vida en esta Tierra. El Martirio de DIOS BE llega hasta ellos a través de los relatos de los Abe y viajeros que regresan horrorizados de aquellas extrañas tierras. Traen toda clase de detalles sobre los acontecimientos que rodearon el Suplicio de Dios y la manera tan humillante escogida por su verdugo para acabar con su cuerpo. Pronto los artistas van a plasmar la atrocidad y también la Grandeza de la Muerte en el KALBERIO «Lugar de la muerte del Be» del Futuro Justiciero de esta humanidad, en innumerables tallas sobre madera, en estatuas de piedra y mármol y en magníficos frescos.

Entonces ya no hay ninguna duda. Los Paios entran en escena otra vez a fin de cumplirse todo cuanto está Escrito en la BIBELE. ¡Menos mal que han empezado a actuar lejos de la Nación de los Berik! Sin embargo a medida que el tiempo discurre las nuevas llegadas a Donetsiezus (cuya población es llamada SEBEOSTEEN o SEBEOSTIEN «es gente del Be», a causa de la primitiva estatua y devoción de sus habitantes al Dios Be, por el Martirio de sus gentes cuando ocurrió la ocupación Paia, por la visita realizada por Alexandre a la ciudad y finalmente al erigirse una nueva estatua de Iezus a los pocos años de la tercera muerte de Dios) son más y más alarmantes. Un mal día los Berik se enteran del desembarco de los Paios Egipcios en KARTAGO, creando el Principado de TARTEOSE. Después es la tragedia de ALAMA DE ARAGÓN, llenando de horror a las nobles conciencias de la GEN BE.

Dichos acontecimientos no están hechos para tranquilizar los ánimos de los Berik que  ven como nuevamente los Paios llegan cerca de sus fronteras con el pretexto de cortar en dos el Reino de Aragón, es decir, ¡el Reino de Dios!

Los centinelas de Kalaur, en estado de alerta día y noche, escrutan el horizonte con mucha atención. Quieren ver si se aproximan las célebres plumas rojas de las que tanto han oído hablar a sus mayores... Toda la juventud de los Berik es apostada en las fronteras de su valiente Nación y están que muerden... Sus canciones de guerra y de victoria retumban por el Cielo. Si los Paios se acercan lo suficiente podrán oídas bien... Es un clamor inmenso cubriendo todos los valles.

Los Berik tienen ganas de entrar en la pelea... Ya estaban un poco cansados de escuchar las famosas leyendas refiriendo los Hechos Heroicos realizados por sus Abuelos. ¡Ahora verán los demás Bere y los Paios lo que ellos son capaces de hacer...!

El Burubatzar ha hecho levantar un ejército de 50.000 voluntarios y los ha armado hasta los dientes (los Bere no practicaban la leva, siendo todos sus combatientes voluntarios, a diferencia del ejército Paio cuyos soldados eran jóvenes campesinos y aldeanos enrolados a golpes de palo, puñetazos y puntapiés. Se les engañaba, emborrachaba y drogaba, lIevándolos siempre lejos de sus Países de origen, maniatados con cuerdas detrás de sus espaldas. Una vez habían participado en un combate y degollado a un Bere o cualquier persona del campo enemigo, mejor un niño o una mujer, se les consideraba soldados. Entre los combates y en las marchas ya no llevarían ligaduras en las muñecas, pues tendrían derecho a poseer las armas pagadas de sus peculios).

Los Berik están convencidos de una cosa. Esta vez los Paios no podrán apropiarse de un solo palmo de la Tierra Sagrada de su Nación. Pero los años se van sucediendo y nada ocurre. Por fin los Berik reciben un informe sensacional afectándoles mucho: ENRI de Aragón acaba de morir en el campo de batalla de TXISTBERTA.

 En consecuencia Aragón ha sellado el Tratado de IRTE por el cual los Paios renuncian a la provincia de ALAMATAGO.

Efectivamente, desde las colinas fronterizas del Reino Eduen donde pudieron instalarse para mejor defender esta frontera de los Ber, los Berik ven como las plumas rojas se reunen en los valles en columnas de a cuatro. Se dirigen río abajo, al haber accedido Aragón a que sigan este camino a fin de retirarse más de prisa.

Durante todo el tiempo de la ocupación de ALAMATAGO no se atrevieron a lanzar un mal flechazo en dirección de la tierra Edetana, por saber bien que allí les aguardaban los descendientes de aquellos famosos Bazku que antaño les hicieron morder la hierba de la Nación de los Berik.

¿Se acordaban aún de las buenas palizas que sus abuelos les propinaron antes de Troia y preferían poner muchas leguas de distancia entre ellos y los Berik?       ¡Que lástima -exclamaba la juventud Bere- con las ganas que teníamos de visitar Tarteose...!

Según lo estipulado en el Tratado de ROMA los Berik piensan sea posible que los Paios hayan renunciado por completo a las tierras interiores y atlánticas, pues siguen prometiendo que su Imperio será solamente MEDE alrededor del mar interior.

El tiempo discurre y los Paios no parecen romper el Tratado con Aragon. Seguramente habrán escarmentado y las generaciones futuras de los Berik ya no tendrán que guerrear con ellos. ¡Quizá la Bibele se equivocó! ¡Quizá los Paios temen ahora la Justicia de Dios!  En realidad la Nación del Eta Berik va a conocer muchos siglos de tranquilidad y buenaventuranza...

Dos mil años han pasado desde aquel famoso Tratado de Iruan. Estamos en 1589 a.C.. y surge el desafortunado incidente del nacimiento de los dos bastardos gemelos de T oledo. En todos los lugares y pueblos del Estado Berik no se habla de otra cosa y el Rey Eduen es la comidilla de todas las tertulias. Veinte años de risas y burlas y por fin la tragedia. Tal vez por culpa del Rey ALlZAR, seguramente un bonachón e inocentón descuidado, el otrora tan poderoso y famoso Reino Edetan iba a caer en gran decadencia, llevándole pronto a su desaparición total y para siempre, consagrándose así para los Bere una de las mayores catástrofes prevista en la Bibele.

Si aquel Rey fue al principio el hazmerreir de todo su pueblo y luego de los pueblos circundantes, su desgracia sirvió los intereses de dos grandes Imperios. Al morir los Príncipes gemelos no quedaba ningún heredero válido ni de circunstancia, como podemos ver por los textos n°2 -10 y 19 del Reino de Edetanie, y no tengo información sobre a quien fue a parar la Corona de los Eduen de Toledo.

Por una pequeña indicación leída en un texto parece ser que el Reino fue dividido en dos partes. Una comprendía todas las tierras al Sur del río URBION (Duero) con capital en la siempre antigua Toledo. La otra abarcaba las tierras Edetanas situadas entre aquel río y el mar llamado KANTABERIK «Hacia los Berik». Su capital sería la ciudad de BERNESGA (hoy León, y constato, como ocurre muchas veces, que el río que atraviesa la ciudad ha heredado el nombre de la misma) y el Reino se llamó LEON «Buena tierra», siendo de aquellos acontecimientos cuando debió aparecer por primera vez en la Historia ese Reino. No sé exactamente si su creación es consecuencia de la partición voluntaria del gran Reino Edetan entre dos contrincantes o si el Reino de Lean fue arrancado a la fuerza del Reino de Toledo por un Imperio haciéndole frontera. En tal caso sería un Protectorado.

Proseguiré mi relato como si el Reino de Lean hubiera aparecido por una cuestión de heredad o antagonismo familiar.

Entonces ha llegado el momento que para seguir desarrollando los Anales del Eta Berik he de hablar de un Imperio cuya existencia se remontaba ya a más de 1500 años, y durante todo ese tiempo, hasta el momento de la partición del Reino de Edetanie, lo dedicó a conquistar muchas tierras en ultramar.

Como su origen era Bere no podía atacar a sus vecinos peninsulares, siendo todos ellos descendientes de un antiguo aliado de Troia y un Bere debe tener consideración a otro Bere. Las naciones procedentes de tan noble estirpe se veían en la obligación de estar en paz las unas con las otras, a fin de respetar la memoria de Dios.

Este Imperio, siendo todavía en el año 2000 a.C. el segundo más poderoso de las tierras de occidente y que a partir del año 1670 a.C. (?) alcanzó a ser el primero, se llamaba el Imperio GALO, GALEGO o GALITZIE.

Aproximadamente entre el año 1560 y el 1500 a.C. el Imperio GALEGO se tragó el Reino de León en un abrir y cerrar de boca. De golpe los Berik vieron pasar las tropas Galas, bien equipadas y muy numerosas, por delante de las murallas de sus pueblos fronterizos. Pensaron no tener nada que temer, pues el Rey del Imperio Galego había declarado al ocupar el Reino de León que su actitud obedecía a la razón de no querer secundarle dicho Reino en su lucha contra el resurgimiento y expansión del Imperio de los Paios, siendo su único propósito ir en dirección Este para habérselas con el Imperio Paien.

Mas una vez desaparecido el Reino de León y antes de que los Berik se diesen realmente cuenta, el pueblo de BERIBIESK (Briviesca) cayó en manos del ejército Galo. Tal hecho ocasionó una profunda conmoción a los Berik, los cuales no habían luchado contra enemigo alguno desde hacía más de 2000 años. Los Galos trataron muy bien a la población, no haciendo ningún prisionero, ya que al fin y al cabo, al caer por sorpresa, no hubo resistencia.

Muy entusiasmados por la fácil victoria contra los tan famosos Berik, reputados fieros y salvajes por los Paios, los Galos se dirigen a marchas forzadas hacia la capital del ETA ARABE. Ésta al ver llegar a aquella tumultuosa y abigarrada masa de gentes armadas, que por los elementos que la componían se parecía al tan odiado y mestizo ejército Paio, cierra sus puertas, preparándose para una larga resistencia.

Cuando dichas noticias corrieron por todo el ETA BERIK, a la sorpresa inicial cortándoles el aliento, siguió una violenta indignación. Algo se estaba temiendo de los Paios desde que no paraban de avanzar hacia el Norte, mas era la primera vez en la Historia que una Nación Bere se tragaba a otra Nación Bere (el Reino de León), se engullía una ciudad de los Berik (Beribiesk) y encima por si todo eso fuera poco pretendía nada menos que poner sitio a la capital del Estado el cual en un pasado remotísimo tuvo su sede en BETURO (Zaragoza).

El Eta Berik proclama el estado de guerra, arma inmediatamente un ejército y lo envía en dirección del río EBERU (Ebro).

Miles de voluntarios Berik marchan camino de AROBE, mientras cantan sus coros de guerra, pero una vez han franqueado los puertos de montaña, al enterarse los Galos, estos reconsideran su actitud y levantan el cerco de la ciudad. Apresuradamente y antes de que los Berik se percaten de la maniobra, siguen el río Eberu. Llegando de improviso frente a la ciudad de IRIGUE (Logroño) la toman virtualmente al asalto, no teniendo tiempo sus habitantes de organizar cualquier defensa.

Por desgracia para los Berik esta ciudad no volverá nunca más a pertenecerles. Para empezar los Galos le cambian el nombre, llamándola LUGAREÑU. Tal como hicieron en Beribiesk no guardaron ningún prisionero, dejando salir de la ciudad a todos cuantos quisieron. Los hombres en edad de empuñar las armas la abandonaron, retirándose hacia el Noroeste. Se establecieron en un lugar y lo fortificaron, llamándolo por esta razón ZAJA (hoy Laguardia).

En vez de seguir en dirección de KALAUR (Calahorra) donde se les aguardaba, los Galos parecen fortificarse en los pueblos conquistados. Se les ve recolectar víveres en todas las casas de campo. Entonces los Berik llegan en masa al fuerte de ALABE (Vitoria). Eran los destinados a ayudar AROBE. Los Galos aprovechan esta situación para poner en ejecución la segunda parte de su plan. En un amanecer brumoso, innumerables Galeras repletas de combatientes GALAEK se presentan repentinamente en la ría de BEIZKAIU.

Como los Berik no los esperaban en tal lugar y tampoco que llegasen de esta forma, pues las fronteras con GALITZIE no estaban muy lejos, la confusión en la ciudad y a lo largo de la ría es general. Nunca los Berik supusieron que los Galos usarían de las mismas tácticas traidoras de los Paios. Los GALAEK no tuvieron muchos oponentes, pues hacía semanas que casi toda la juventud se había ido en dirección de la antigua frontera con Edetanie o hacia el Sur, por los valles, remontando hasta las tierras altas para incorporarse a las filas del flamante ejército de los Berik.

Sus canciones en coro decían:

He aquí mi buen camino

He aquí mi camino hacia la muerte

He aquí los Bere que caminan

¡Que caminan hacia el Cielo!

 Constato que la expresión cantada de NERBION, proveniente de NEREBION «mi buen camino», es aplicada ahora al río que discurre por el fondo de los valles en donde caminaba la juventud en armas de los Berik. Sus corazones vibraban aún al recuerdo de las leyendas de los héroes Beazku, sus antiquísimos antepasados.

En la ciudad de Beizkaiu, apuñalada por la espalda, la población masculina disponible se volcó en la lucha. A pesar de los pocos efectivos de los Berik ésta llegó a alcanzar mucha ferocidad y bravura. El duelo hombre a hombre, hasta que el adversario cayese muerto, hubiera sido el modo de combate preferido por los Berik pero cada uno de ellos debía hacer frente a cuatro Galaek. Menos mal que si éstos tenían fama de buenos marinos en cambio demostraron ser unos pésimos combatientes.

Al acarrear, la Flota Gala, nuevos y más refuerzos en sus grandes galeras pronto se vio como toda resistencia sería inútil.

Al hacerse de noche muy pocos Berik seguían con vida pero miles de muertos Galaek llenaban las calles de la orgullosa Beizkaiu. Los Galos aseguraron haber escogido los mejores de sus hombres para desembarcar en la ciudad y en particular unidades que participaron en las guerras de la India.

Se acordaban de todo cuanto los Paios contaron sobre las antiguas campañas sostenidas contra el Eta Berik, al que no pudieron vencer completamente. Aquéllos afirmaron siempre que el punto más débil de los Berik era su litoral marítimo. En cambio, en el interior de sus tierras altas, la valentía, la ingeniosidad y la ferocidad en el combate de los Bazku, les había sumergido durante más de dos siglos en una continua vergüenza.

Los Galos estaban convencidos de que por mar los Berik no eran de temer, pues nunca tuvieron una Flota de altura, comercial o militar. Solamente disponían de barcas de pesca. Sabían muy bien, por conocer a los suyos propios dedicados a las faenas de la pesca, que los pescadores afincados a lo largo de las costas y en las márgenes de las rías, no conocían nada de las artes militares navales.

Nunca el Eta Berik echó una ojeada a las tierras extranjeras. Nunca ambicionó algo que no fuera suyo por Mandato de Dios.

Los Emperadores Galos pensaron apoderarse de toda la costa del Eta Berik, como antes lo hicieran los Paios, a fin de fronterizar con el gran Reino de ANDIBERETANIE, pues en caso de conquistarlo les serviría al mismo tiempo de camino natural para llegar frente a las costas de sus hermanos norteños, los GALE del Reino de ANGALETERE (parte de ese territorio es llamado hoy País de Gales, además en esa época comprendía casi toda la Inglaterra actual, y el nombre de Inglaterra proviene de Angaletere. No obstante actualmente se da como origen de dicho nombre a un supuesto pueblo llamado Angles, venido de una región supuestamente Germánica).

Los Gales querían formar una Alianza con todos los Reinos Galos creados por la antigua GENT del Rey Galo BITUREIGI.

Mas esos planes de expansión de los GALEGO se truncaron, pues desde el Reino de ANDIBERETANIE «Grande propiedad de los Bere» (llamado después «Gran Bretania» -comprendía la actual costa atlántica francesa desde la península de Cotentin hasta Cap Breton incluido, como su nombre indica, y en este punto hacía frontera con el Eta Berik) una gran Flota estaba navegando a toda prisa en dirección de Beizkaiu.

El Rey de Andiberetanie dio una orden al Jefe de su Flota: si halláis Beizkaiu en poder de los Galos seguir hasta Oportugal y desembarcar cerca de esta ciudad o en el mismo puerto.

Como todas las cosas iban muy lentamente en aquellos tiempos la noticia sufre influencias pasionales. A los Galos la importancia de la Flota de Andiberetanie les llega infladísima y temiendo una batalla naval de gran envergadura proponen enseguida a los Berik un Tratado de Paz.

Éstos al contrario reciben informes pesimistas, es decir la Flota que llega para socorrerles, no solamente no es tan numerosa ni lleva tantos combatientes como se pretende mas sus reales propósitos se limitan a desembarcar en DONETSIEZUS.

Finalmente, tras pensárselo bien, los Berik sellan el Tratado de BEIZKAIU. Por él pierden el territorio yendo desde su antigua frontera cerca de Castro Urdiales, hasta el río existente entre Bilbao y Bermeo, así como todo el valle situado en ambos lados de la ría de Bilbao, la ciudad de Bilbao incluida, es decir Beiskaiu, como la llamaron los Berik y los Galos hasta ahora. Mas éstos no tardaron en cambiarle su nombre por el de BELBAI o BELBAIU.

En la lengua Galego, el prefijo BEL, habiendo significado en Bere «Gente Be» , pasó a ser un adjetivo, utilizándose aún en Francia e Italia, y aquí se escribe Bello. La razón fue porque los Bele eran las gentes más bellas de esta humanidad, a causa de su piel bien blanca, de sus cabellos rubios y ojos azules.

Belbai o Belbaiu equivalía pues a decir «Bella bahía» o «Bella bahía nuestra», de igual modo que Dardanos llamó BONBAI (Bombay) «Buena bahía» al gran puerto poseído por ellos en la India.

El Tratado dice también que BERIBIESK (Briviesca), BELORADU (Belorado), IRIGUE (Logroño) y KALAUR (Calahorra) pasan a poder del Imperio Galo. En cuanto al resto del territorio de los Berik las fronteras seguirán sin cambio ya que los Galego afirman en el Tratado no tener más pretensiones, pues de una parte querían la vía libre entre el Reino Edetan y el Eta Berik, a fin de que su ejército pueda bajar el curso del río EBERU, y de otra, con la posesión de Belbai, lograr la ayuda de los Berik para la fabricación de grandes cantidades de armas de guerra y otras necesidades industriales.

Ahora todo cambiaría para los Berik. En lugar de la agricultura y el ganado como las primeras fuentes de riqueza de sus gentes, sería la industria del hierro en suelo ocupado por los Galos.

Los Galos necesitaban muchas armas para enfrentarse al Imperio Paien el cual estaba pegando fuerte. Los Berik tuvieron también fama de ser buenos fundidores del mineral de hierro, el cual se había encontrado en abundancia y en estado casi puro, tanto dentro del territorio del antiguo y primitivo Eta Arabe como en el Reino de Edetanie.

Ellos desarrollaron la industria del hierro desde el mismo momento de su llegada a esas tierras, hace aproximadamente unos 12.440 años (la industria del hierro existe pues en este Globo terrestre a partir de entonces).

Como consecuencia de la nueva situación, un pueblo antiquísimo de los Berik va a adquirir una gran importancia, me refiero a KALDU «Lugar de nuestra propiedad». Desde Troia había pasado a llamarse BERAKALDU para significar «Caldo de los Bere» ya que con el tiempo «Kaldu», nombre de lugar célebre por sus grandes ollas de barro llenas de hierro en fusión, fue utilizado o interpretado como denominación para designar el contenido de las ollas en el momento de la colada. Y es a partir de la ocupación de dicho lugar por el Imperio Paien que el nombre de «Kaldu», escrito «Caldu», sirvió en la lengua PABLE para referirse a cualquier líquido o materia derretida, hirviendo o hallándose en estado muy caliente, en una olla.

Los Galos acondicionarán un puerto para embarcar el material bélico y útil, y lo llamarán PORTUGALETE «Puerto de las Galias». Además de las espadas, picas y lanzas, se fabricará aquel tan famoso escudo Galo que dará al Imperio del Gallo (el emblema de los Galos era el gallo, de ahí el nombre de este animal) tantas victorias frente al ejército Paien.

Los Galos tienen mucho oro y plata y los Berik son muy ingeniosos en todo lo referente a la industria del hierro. Como es hierro lo que necesita el Imperio Galego y oro y plata lo que les viene mejor a los Berik, las cosas van a ir bien entre ambos. Éstos se olvidarán poco a poco de la humillación padecida con el Tratado de Beizkaiu o Belbai.

 La antigua fama del acero de Toledo va decayendo rápidamente. En ninguna parte aparece arma alguna con la marca célebre de los Eduen. El mineral de hierro no puede llegar a Toledo pues los antiguos yacimientos del Reino Edetan se hallan ahora en suelo del Imperio Galo. Además Toledo ya no tiene ni poder ni riqueza, y sus días como capital de un fabuloso y legendario Reino Bere, están contados... Este nuevo acero fabricado en Berakaldu pasa a llamarse GALTZAIRU, es decir «Acero de los Galos», por ser ellos quienes lo exportarán a los Reinos de Europa, de África y de Asia.

Antes se había llamado ATZERRE «resultado de la fundición» y una vez los Galos se hayan ido se pronunciará ALTZAIRU. Los Paios dijeron siempre ATZERRE dando lugar al actual nombre de acero (los que dividieron la Historia en edades del bronce y del hierro experimentarían una gran sorpresa si pudiesen leer los numerosos textos, con más de 6000 años de antigüedad, en los cuales las referencias al hierro y al acero son continuas).

De todos modos las gentes de dichos Reinos saben muy bien que el acero de los Galos proviene del mismo mineral de hierro utilizado antes por los Toledanos. Razón por la cual el Galtzairu gozó del mismo prestigio que el Toledano (según me han asegurado y he podido comprobar, se encuentra mineral de hierro en estado casi puro, pues su tenor es del 90 a 98%, en la actual provincia de León).

Para proseguir la Historia de los Berik hablaré un poco más sobre el desarrollo de la actividad militar de los Galego en la península.

Desde su nacimiento el Imperio Paien tiene mucha prisa en constituir un gran Imperio, lo suficiente fuerte para poder aplastar pronto a todas las Repúblicas revolucionarias ya creadas e impedir aparezcan más. La Revolución que aniquiló el Imperio de la Medie persiguió y ejecutó a casi todos los Pares. El grito de PAROLETARIAN «La propiedad de la tierra de los Pares a nosotros» había reemplazado aquel tan famoso y antiguo grito de LEBERTA «La tierra es de los Bere» (se pronunciaba LIBERTA -la D puesta al final de la palabra castellana libertad es una abreviación fonética de DA, pues al igual que TA era el verbo ESTAR, empleado para las cosas, sustituyendo ahora muchas veces al SER, al referirse solamente a las personas. Hoy se dice ESTATE quieto, en vez de ESETE quieto que sería lo correcto).

Las gentes recordaban las noticias sensacionales llegadas en su día procedentes de Roma, anunciando como la TURUBA (nombre que en tiempos del Imperio Paio quiso decir «Los que viven en la parte baja del castillo», refiriéndose a los campesinos y artesanos de origen Bere, habitando en humildes casas de piedra alrededor de la colina sobre la cual estaba emplazado el castillo -hoy turba- o XUSMA «Los descendientes de María»: es decir los Bere, que durante el Imperio Mede fueron expulsados de las ciudades y residían al exterior de sus murallas, en sencillas casas de piedra -hoy chusma) o BASURI («Es población baja» o sea la de clase más inferior en la ciudad Paia durante el Imperio Mede y siendo de origen Bere -hoy basura) había invadido los Palacios, Palacetes y Mansiones de los Pares, Senadores, Lores y Altos funcionarios, degollando a todos sus moradores...

Luego proclamó la República Italiana, aún existente para la mayor rabia de los Lores y Pater de CARTAGEN. Las terribles jornadas revolucionarias de MARSEYE, donde la sangre, ya no sólo de muy pocos Pares que fueron capturados, sino de los muchos ricos comerciantes, de los dignatarios y jefes militares, de los miembros de la Policía, etc... corrió a raudales por las calles, yendo a parar al mar en riachuelos rojos.

Los sublevados han creado el Estado revolucionario del MEDI (pronunciado MIDI) \y cantan canciones de odio y venganza en contra de los Pares. Gritan que la bandera roja de aquéllos sería de aquí en adelante la de todos los pueblos revolucionarios, pues desde tiempos remotos representó la sangre de las víctimas sacrificadas, bebida antaño por los Pares en las KUPA de los TANPALOS, y esas víctimas fueron seres inocentes y buenos, pertenecientes también a las gentes PABELU y PALEBE, llamados ahora PUEBELU (pueblo) para evitar pronunciar el tan odiado PA.

No obstante lo más sorprendente para la GENBE es precisamente el hecho de ser esa raza mestiza la que se ha rebelado en contra del XISME de los Pares.

Este Xisme (palabra con el significado de «Echar un Dios» en el sentido de crear un falso Dios) fue llamado también PAXISME «Xisme de PA>, y quien lo propaga FAXISME «Hace Xisme» o FAXISTE o FACHISTE «Hace chiste», es decir trata de explicar algo que no sucedió en la realidad mas se obliga a creer -por eso en tiempo del Imperio Paien los Bere y Berun llamaron «chiste» a cualquier relato expresando algo no ocurrido pero presentado como si fuera cierto).

A partir de esa época se llamará FAXISME a todo Paganismo inventando un falso Mesías y FAXISTE a quien propaga tal mentira con el propósito de desviar las creencias de las gentes en el verdadero Dios y convencerles de que EL JUSTICIERO, cuya llegada es anunciada por los Bere en un día todavía lejano pero seguro, es un puro cuento.

Los Faxisme o Faxiste dicen que jamás existirá nadie en esta Tierra ni nadie en el Cielo capaz de Juzgar y Castigar a los paganos... Declaran que el Mesías, del cual hablan siempre los Bere, pretendiendo aparezca dentro de 3400 años o más, ha llegado ya, fue reconocido como tal por PA, y llamado ADIABELU «El Dios de los Belu» resultó ser el Salvador de la raza Paia como todas las gentes pudieron comprobar, pues desde su aparición los Paios están en su Cuarto Imperio... Entonces cada vez que los Lores y Pater quieran crear un nuevo Imperio y tengan alguna dificultad, llamarán a otro Diabelu...

Ahora los Amos del nuevo Imperio de los Paios están altamente exacerbados.

Envían a sus agentes por todas las aldeas y a las casas de campo para contar historietas absurdas y ridículas sobre el advenimiento del supuesto Mesías, que los Bere, Berun y algunos Puebelu tozudos se empeñan en insistir ha de realizarse. Lo presentan coronado con un casco soportando dos cuernos de toro o de cabrón (en vez de las alas) a fin de engañar a los Creyentes en Dios.

A consecuencia de las explicaciones de la Bibele sobre la Tercera Vida de Dios en esta Tierra, los Pater se permiten ofrecer una interpretación a su manera, asegurando que la imagen ofrecida por los Bere se debe a que el «Mesías-toro-cabrón» tenía muchos cuernos y pocos c.............. , al irse toda su fuerza por los cuernos. De ahí la expresión que perdura hasta ahora de llevar los cuernos o de ser un cabrón.      

La Revolución de la MEDIE fue la Revolución de los Puebelu, pues ya en aquella época representaban el 40% de la población de la Europa Mediterránea (20% de Bele, 40% de Puebelu y 40% de Paios). La situación política y religiosa es pues de extrema confusión. En el 5° año de la creación de su Imperio los Paien toman IRTE y TARTEOSE, de tan nostálgicos recuerdos para ellos.

Después es la ocupación nuevamente de BERCELONE, de la antigua SERDANIE y de KATELONIE (pronunciado y escrito Catalunya por los Pater). Luego marchan sobre ARLU que conquistan tras un asedio por tierra y desde el río, en el cual interviene una gran cantidad de soldados desembarcados y otros llegados desde la antigua Ruta Imperial. Miles de ARLUZAIN capturados vivos fueron enviados a remar por el resto de sus vidas en los barcos militares del nuevo Imperio.

El Ejército Paien recibe la orden tan esperada: ¡A Roma!

Pero he aquí cuando el Imperio Galego tiene la osadía de enviar un ultimatum a Cartagen. Era la primera vez que un Imperio de los Paios recibía una advertencia de ese tipo. La indignación de los Lores llega al paroxismo (es curioso... he tenido que emplear esta palabra procedente de PAROXISME, el Xisme de los Pares, el cual durante el Imperio Mede obligaron a gritos furibundos a las poblaciones sometidas a creérselo).

El escrito de Oportugal se expresa con claridad. Si los Lores y Pater entran en Roma ellos tomarán Cartagen. El tremendo atrevimiento de los Galos recuerda el coraje y el valor de Dios Alexandre y un gran soplo de esperanza atraviesa de parte a parte la península Ibérica.

Se rumorea que para llevar a efecto su amenaza los Galos dispondrán de la colaboración del Rey de Betanie, el cual les dejaría pasar por su territorio o incluso se uniría con su propio ejército a tan audaz proyecto. La potente Flota de los Galos ha sido enviada hacia los puertos Betanos. Es cinco veces superior en número de barcos a la de los Lores y Pater. Si los Galos se presentasen por mar frente a Cartagen, esto supondría evidentemente un golpe mortal para el Imperio Paien.

Como ninguna orden contraria llega al Mando del ejército Paio en marcha hacia Roma, éste pasa los Alpes y sigue su camino. Los Galos hacen igual y una buena mañana sus ejércitos se hallan ante las murallas de TARACO (Tarragona), que toman tras un asalto en regla. El General en jefe del ejército Galo atraviesa con su espada el corazón del Lor de la ciudad, exponiendo su cuerpo ensangrentado a la vista de la población que le tira piedras y le escupe...

Al llegar estas noticias a Cartagen los Lores y Pater se reúnen para tomar sus decisiones. Las sintetizarán en dos frases que se hicieron célebres:

La primera es «Quien a hierro mata a hierro muere» y esta única frase la envían a Oportugal, como respuesta a su ultimatum. Para el conocimiento de sus huestes los Lores afirman: «Los Galos acaban de firmar su sentencia de muerte». Los Paios volverán a repetir muchas veces dichas frases, mas parece ser en esta ocasión que fueron pronunciadas por la primera vez. Ahora el Imperio Paien tiene dos metas: coger Roma y destruir Oportugal.

Cuando la «frase-respuesta» llega a esta última, al mismo tiempo se recibe una mala noticia: Roma ha caído en poder de los Paios. En toda Italia se pagan altas recompensas a quien entregue la cabeza de un revolucionario, de un republicano o de cualquier creyente en Dios y en María, sobre todo si pretendió que el Mesías ha de aparecer...

Los Lores insisten en afirmar que éste ya llegó, fue llamado Diabelu, murió y no ocurrió nada... demostrando así que Dios Todopoderoso no existe.  Todas las tierras conquistadas por los Paien se tiñen de la sangre de sus defensores y de los creyentes en el verdadero Mesías... He leído cifras escalofriantes de miles y miles de asesinatos en las antiguas tierras de UKCITANIE.

La Flota Gala se acercó bastante a la bahía de Cartagen mas creo sufrió una derrota. No sé exactamente lo acontecido. Nunca he tenido tiempo de estudiar con la atención debida un texto mutilado e interpolado, tratando de una batalla naval de esa época, en el cual el nombre de Cartagen es perfectamente legible.

Una vez transcurridos dichos acontecimientos, los Lores pensaron en la necesidad de desviar la atención de los Galos del Sur de la Península, pues la amenaza de los Reyes de Betanie no dejaba de ser muy preocupante.

 Tampoco tengo información acerca de si en un momento dado los Betanos atacaron el Imperio Paien, antes de ser ellos mismos agredidos y vencidos para siempre. Parece ser que mientras cada parte se decide a tomar la iniciativa, los dos Imperios, el Galo y el Paien, se contemplan...

De pronto el ejército Paien pasa el Ebro en el lugar «Es porción de ríos juntados» (donde se encuentra el pueblo de Mequinenza) y remontando una de las márgenes del río SEGURE (Segre) llega frente a la ciudad de ELEIRIDA, siendo aún ésta la Capital de lo poco subsistente del antiquísimo Reino de Aragón, que también ha cumplido los 2000 años de existencia. Mas si los Aragoneses no opusieron resistencia a los Paios que cruzaron el Ebro, en cambio han organizado una formidable defensa para su Capital. 

Tres espesas murallas circundan el Fuerte militar y la Bezilik por encima de la cual un Alexandre Alado domina la llanura. Los Paios cercan más o menos la ciudad pero no la toman todavía. Lo que sí logran pronto es recuperar el puerto y ciudad fortificada de TARACO, gracias a un desembarco a cargo de su Flota y a un ejército procedente de TARTEOSE (Tortosa).

Respecto a Eleirida ya se encargarán más tarde de ajustarle las cuentas, cuando mejor les convenga, borrando así del mapa y para siempre al otrora Reino de Dios. Efectivamente, aprovechando que los Galos creen se disponen a un largo cerco de la ciudad, levantan otro ejército, anunciando a los cuatro vientos tener por destino reforzar sus tropas de Eleirida, pero al pasar el Ebro gira a su izquierda y remonta el gran río.

Los Galos que enviaron un poderoso ejército río abajo, para ayudar a los Aragoneses, se encuentran con los Paien viniendo frente a ellos. El primer choque en tierra entre los dos Imperios tiene lugar en un terreno escabroso y desértico, donde 80.000 combatientes, procedentes en su mayor parte de las colonias Galas, impiden durante toda una primavera, un verano y un otoño, que el ejército Paien avance un solo palmo de terreno.

Al llegar el invierno los batallones de negros e Indios son reemplazados por combatientes Bere del Eta Berik y de Angaletere, Aliados de los Galos. Estos últimos han prometido a los Berik, a cambio de su ayuda, la devolución de IRIGUE y de BERIBIESK. Razón por la cual, a lo largo del río Ebro, se podían oír los coros profundos y patrióticos de los SEBEOSTIEN, llegando con sus largas embarcaciones.

Los Paien ejecutan un movimiento envolvente tomando TERUEL «Tierra de Dios» o «Propiedad de Dios» en lo más crudo del invierno, con soldados procedentes de las regiones frías del antiguo Imperio Paio, sobre todo Alemanes y Polacos, que siempre fueron los más fieles a los Paios (los Alemanes eran solamente los habitantes de la mitad Sur del actual territorio de la República Federal y de buena parte del Noreste de Francia. Los Polacos también eran los Sureños de la Polonia de ahora, pues diré que BERZUBIE, en cuyo emplazamiento se encuentra Varsovia, nunca fue Polaca antes de una época reciente de esta Era. La capital de la primitiva Alemania, ahora llamada München, había sido fundada por los Paios).

Tras esa azarosa maniobra los Paien inician el asedio de la gran ciudad de GALGUNTZA (nombre dado por los Galos a la antigua Zaragose). Esta capital tenía más de 20.000 habitantes. Pasaba por ser la tercera más rica del Imperio

Galo en la península (no sé cual era la segunda). Sus habitantes vivían en la opulencia gracias a la fertilidad de los campos circundantes y a sus afamadas Ferias, introducidas por los extraordinarios comerciantes Galos.

Una gran cantidad de monedas de oro y plata afluía cada día al interior del recinto amurallado de la ciudad. En sus estrechas callejuelas, podían hallarse a cientos los tenderetes vendiendo las telas más preciosas que imaginar se podía.

Muy renombrado era su mercado anual de caballerías y mulas, así como de los aparejos de labranza y cultivo fabricados por los Berik. Al parecer la ciudad gozaba de una cierta celebridad por sus bailarinas y músicos.

Las brigadas de los Berik, paseándose ahora por sus calles, comentan como antaño la ciudad se llamaba BETURO, siendo la Capital del Gran ETA ARABE. Después los Paios la subyugaron salvajemente.

Al caminar ante la monumental BEZILIK de Alexandre, no pueden dejar de suspirar amargamente al recuerdo de los miles de Bere degollados en ese mismo lugar, donde antes de Troia los Pares emplazaron su Altar. Éstos recogían en sus KUPA la sangre de los Bere y Berun sacrificados en la MESA, para luego bebérsela y dársela a beber a su pueblo, una vez tragado el PA, según tenían costumbre de hacer en sus horrendos rituales...

El asedio a Galguntza fue uno de los más importantes realizados por los Paien en toda su historia y creo el de mayor duración, siendo después el de Eleirida el más cruel, pues en és­ta, la totalidad de los combatientes hechos prisioneros y la población masculina fueron degollados como cerdos en el interior de la Bezilik, al lado mismo de la estatua de Alexandre, una vez arrojada al suelo.

Dicen los Anales que los Paios tardaron varios años antes de apoderarse de la ciudad de GALGUNTZA. Se desarrollaron bastantes combates en los alrededores de las murallas, donde las juventudes Bere de las comarcas vecinas, del Eta Berik y de las tierras de los Galos, hicieron verdaderos prodigios contra las milicias africanas y los mercenarios de algunos PAÍSES de la renovada EUROPA.

El motivo principal de aquellas luchas se debía al empeño de los Galos en querer abastecer suficientemente a la ciudad sitiada, a fin de que siguiera resistiendo. Los Berik otra vez destacan por su heroicidad y dotes guerreras, matando a cuatro o cinco enemigos por cada uno de ellos caído. Los Paios lanzan uno y otro asalto en regla contra las sólidas defensas, empleando toda clase de ingenios militares: torres de madera con la parte superior basculante, catapultas, doble muralla de obra, etc...

Nuevamente las galerías subterráneas hacen su aparición y los sitiados logran una salida secreta bajo las aguas del río.

Cuando les parecía a los Paios que la situación de los Galos se tornaba crítica les ofrecían la Paz vergonzosa de siempre.

La respuesta de los Galos y otros Bere era también siempre la misma ¡no hay rendición! Los Paios habrán de coger la ciudad al asalto o retirarse.

Encima de las murallas los defensores de Galguntza exhiben un gran letrero diciendo «O la vida sin Paios o la muerte sin deshonra». En efecto ningún Bere admite tan siquiera pueda existir otra alternativa. ¡GALGUNTZA se cubre de Gloria!

El nombre de Galguntza quería decir «Lugaron de los Galos».

Desesperados por tanta resistencia los Lores deciden levantar otro gran ejército. Éste, cruzando Teruel, ahora llamado BIAR, será dirigido hacia un nuevo objetivo: alcanzar como fuese la ciudad de LUGAREÑU (Logroño) por el interior de las tierras más agrestes.

Acercándose a la antigua ALAMATAGO surge un acontecimiento de importancia. Al Este de este pueblo célebre, que quieren evitar, más de diez mil Edetanos, Galos y Bericos, les esperan (los Paien llaman así a los Berik). Una gran batalla va a desarrollarse, en la cual los Paios sufrirán cuantiosas pérdidas. Luego se fortificarán rápidamente alrededor de un pozo de agua, protegidos en parte por altas escarpaduras desde donde observarán al enemigo, no pudiendo bajar hacia los valles de los alrededores ya que los Galos y Edetanos (estos últimos respondieron favorablemente al llamamiento de los Galos) disponían de una excelente caballería controlando todo el bajo terreno.

Los Paios nunca fueron buenos jinetes y los del Imperio Paien en la península no tenían caballos, sólo mulas y asnos. En cambio disponían de una gran cantidad de dromedarios, los cuales en línea recta y terreno llano corrían más rápidamente que los caballos. Sin embargo no eran fáciles de manejar en los encuentros armados, escapándose muchas veces cuando sus montadores caían por tierra.

Los Paien deberán seguir plantados en esta posición durante un largo tiempo. Cuando por fin llegan frente a LUGAREÑU «cada palmo de terreno les había costado un soldado», Con un asalto en regla toman el pueblo. Los Paios esperarán dos años en dicha población para recibir nuevos refuerzos procedentes en su mayor parte de Galguntza, cuando ésta, falta de abastecimientos y de suficiente ayuda en los campos de batalla periféricos, caerá tras un prolongado y encarnizado asalto.

Los Galos debieron pagar una elevada suma en monedas de oro para el rescate de los suyos caídos prisioneros al momento de la toma de la plaza, mas no quisieron entregar ninguna onza por los Berik y Aragoneses, los cuales fueron enviados de por vida a las minas de plata próximas a Cartagen.

Seguidamente el ejército Paien se divide en dos partes. Una con más de treinta mil combatientes se dirige hacia IRUINEA (Pamplona) y la otra, con casi setenta mil, marcha sobre AROBE. No sé como se desarrollaron las operaciones del ejército Paio para conquistar Iruinea, pero pienso que dicha ciudad no debió tardar mucho en caer en su poder. En la defensa participaron batallones de BERETANIE y también de ARAGÓN aliados a los Galos y Berik al sucumbir trágicamente su capital ELEIRIDA.

Delante de AROBE, los Bericos, Beretanos y Galos que esperan a los Paien, son unos 30.000. Esta vez no habrá asedio. Todo va a decidirse en una batalla campal. Hay dos Paios por cada Bere y se luchará durante varios días, desde el alba hasta el anochecer. Muchos Bere concentrados en DONETSIEZUS no llegarán a tiempo para participar en la batalla. Cuando sus avanzadilla s se presentan al Fuerte de ALABE, el pueblo de AROBE ha caído «después de tornarse sus calles del color de la sangre de sus habitantes que a continuación de la gran batalla lo defendieron casa por casa».

Los Berik han luchado hasta la muerte. No hay ningún herido ni prisionero. A cambio, más de la mitad de los Paios dejaron sus vidas en el campo de batalla y en las calles de la ciudad. Las pérdidas de los Galos fueron también tan numerosas que a partir de ese nuevo revés deciden abandonar a su suerte a los Berik, retirándose en consecuencia hacia el interior.

Existía una cierta tirantez entre ambos, a causa de la diferencia que aquéllos hicieron al pagar el rescate de sus prisioneros de Galguntza. Además, después de la batalla, los Berik y otros Bere, comentando sobre las razones de la derrota, afirmaron que ésta se debía únicamente a los Galos, pues no lucharon tan valientemente como ellos, permitiendo a los Paios les envolviesen por uno de los flancos, cuya de­fensa corría a cargo de esos malos amigos.

En vista de la flojedad de los Galos, los Paios, al perseguirles un tiempo, llegan frente a BURUGOS (Burgos). Aquéllos, quizá avergonzados, montan rápidamente unas importantes defensas con triple empalizada de troncos de árboles.

 Por fin, el frío intenso empieza a reinar en esas tierras, descorazonando al ejército Paien que debe retirar algunas unidades. Al parecer pues, los Paios están apurados en este sector. Si no optan por atacar al Reino de Edetanie, como los Galos esperan que hagan, deberán replegarse a posiciones un poco más suaves de temperatura, seguramente hasta ARO. Maniobra que les permitiría recibir aprovisionamientos y aguantar hasta la primavera.

El ejército Paio camina entonces en dirección de BERIBIESK que ocupa tras varias pequeñas batallas. Llegados a Aro se aprestan a pasar el invierno. A este fin crean un verdadero pueblo de casas hechas de troncos de árboles, con pisos de madera y techumbres recubiertas de ramas y paja. Encienden grandes hogueras alrededor y en el centro del pueblo, cortando en masivas cantidades y sin ninguna consideración, los árboles milenarios de los Berik (los Lores odiaban los árboles).

Los Emperadores Paien, habiendo sido antes Lores, se acuerdan muy bien de lo que contaron sus antecesores sobre la tierra ahora hollada por sus tropas. Las leyendas creadas a partir de las desastrosas campañas contra los Berik, antes de Troia, seguían circulando entre los soldados.

Piensan que sería tiempo por fin de eliminados de una vez y para siempre de la superficie del Globo, en tanto que Nación y pueblo racial. Había llegado el momento de poder vengarse de los fieros y salvajes Bericos, los cuales se atrevieron a mofarse del mayor y más Poderoso Imperio de la Tierra, y esto porque no perdieron nunca la totalidad de su territorio...

¡Si...! El año que viene, en lugar de perseguir a los Galos, en cuanto llegase el buen tiempo se atacaría de plano a los Bericos. Esta vez se pasaría por los puertos de montaña para llegar hasta BELBAI, no siendo necesario enviar como antaño la Flota Paia. La Gala era aún demasiada potente y vigilaba las costas, desde la orilla oriental de Betanie hasta el límite con Beretanie (desde la provincia de Granada hasta Cap Breton en Francia).

Tras esta resonante victoria que daría mucho brillo al Imperio Paien, su ejército aplastaría al Galo, quizá en tierras de LEÓN, quizá incluso en su misma capital OPORTUGAL.

A continuación sería el turno del Reino Edetano y del Betano... limpiando de esa manera la península de creyentes Bere, consiguiéndola por fin en su totalidad para los Lores, tal como éstos pretendían debía ser y por merecérselo muy bien. Insistían en recordar como al principio del Imperio Paio recibieron de parte de los PARAON todas sus montañas, sin excepción, y ellos supieron preservadas mejor de la ocupación de los Bere que los Pares hicieron con sus llanuras y valles riquísimos, abandonados a aquéllos sin gran resistencia en cada lugar.

Después de Troia los Lores soñaron siempre en recuperar sus montañas de ERKULES (nombre Lore de la península Ibérica). Debido a la desaparición de los Pares se consideraban los herederos legítimos de todas las tierras situadas entre el mar y los Pirineos. Si los Pares no pudieron lograr la península en su integridad por culpa de los malditos Bericos, éstos deberían ser aplastados en primer lugar y de una manera definitiva.

Los Lores sabían perfectamente que una vez aniquilados, vencer a los demás Bere de la península sería un juego de niños. Mas también se hacían cargo de que los Bericos podrían resultar más difíciles de doblegar que antes de Troia, pues ahora disponían de un gran Aliado: los fanáticos Beretanos con su gran Flota de combate en la cual cientos de Berik estaban embarcados.

No obstante los Paien se acuerdan como la vez anterior esos Aliados les fallaron un tanto a los Bericos... pues casi siempre tuvieron que luchar solos. ¡ Esta vez ya veríamos!

Los Lores pensaban que tras ocupar todas las tierras de los Bere podrían utilizar el viejo sistema de los Pares, consistente en negar todo cuanto se dijo y escribió acerca de la valentía de los Bericos y consecuentemente respecto a los fracasos del antiguo Imperio Paio. Quien se atreviera a decir lo contrario sería ejecutado públicamente, por embustero y sedicioso.

Los Lores y Pater estaban convencidos de que esta táctica resulta siempre. Muchas veces las mujeres son las primeras en denunciar a sus maridos, acusándoles de poner en peligro la seguridad de sus hijos, afirmando «tales mentiras».

Si cualquier viejo relatara a los jóvenes las proezas de sus antepasados y aquéllos hicieran preguntas a los profesores y maestros, éstos les contestarían:

-No es otra cosa que un montón de falsedades de los Bere... ¡No veis que somos los dueños de toda la PANINSULA! Siempre lo hemos sido... ¿Cómo un pueblo tan pequeño, según decís era la Nación de vuestros mayores, hubiera podido resistir a un Imperio tan grande y tan poderoso como el nuestro? ¿No os dais cuenta que no puede ser? ¿No lo comprendéis? ¡Se han burlado de vosotros! El viejo que os ha contado esa fábula no es amigo vuestro... quiere haceros quedar mal... habréis de denunciarlo a la PALlCE (Policía) pues debe estar pose ido por el demonio... Lo encerrarán en una celda. Así de este modo no hará más daño a nadie y podrá morir en paz. Quizá os suelta esas mentiras porque desea le ayudemos a conseguir este objetivo.

Otras veces los Pater replicaban a la juventud:

-¿No os percatáis que los malos Bere os hablan siempre de un Dios Justiciero? ¿Dónde está ese Dios no visible por ningún sitio? ¿Acaso os llena vuestros pucheros? Podéis daros perfectamente cuenta: esos viejos os engañan! Se dicen sabios y juran tener buena memoria... sin embargo el Mesías ya vino y ningún Bere le hizo el menor caso... ¿Porqué entonces no lo adoraron? ¡Sí! Fuimos nosotros quienes lo recibimos... Apareció en Roma tal como en la Biblia estaba escrito... Y sabéis lo que dijo... ¡Eh...! ¿Lo sabéis? Pues aseguró venía para Salvar a los Paios y a los Palebe, mas no habló de Justicia Final... ¿y qué ocurrió después de su muerte...? ¡Eh...! ¿Qué ocurrió? ¡Nada! Sin embargo los Bere afirmaban que tras ese acontecimiento desaparecería toda la humanidad... los Paios primero... Y que os parece muchachos... ¿Desaparecimos nosotros? Creemos más bien haber prosperado y seguiremos prosperando... Por lo tanto o los ancianos os engañan o vuestro Dios es un gran embustero...-

Esto dirían los Lores y Pater a los Bericos, tal como lo fueron diciendo siempre a la juventud de los pueblos ocupados, debiendo oír a la fuerza las palabras de los PAROFESORI (expresión que ya en aquella época resultaba ser antigua y significaba «Quién el Pare ha hecho» entendiéndose por «Quién el Pare ha legalizado»).

Pocos días después del primero de año (el año Paien empezaba el 22 de marzo) un potente ejército Paio se pone en movimiento. Comprende 115.000 soldados (esta cifra de combatientes y las siguientes pueden ser exageradas pero el Imperio Paien era capaz de permitirse armar y mantener a tal cantidad de soldados). La mayoría de ellos son jóvenes llegados dede hacía poco de las PAÑICAS (Países creados por el Imperio Paien, donde buena parte de sus habitantes es de descendencia Paia).

En el año mil antes de Cristo las Pañicas eran las siguientes:

IPANIE (Ifni - ex-Sahara Español y Sur de Marruecos) - TENERIPA (Islas Canarias) - IRIPAIO (El Rif - todo el ex-Marruecos Español) - MORROKO (resto de Marruecos) - ORAN (Oran y su provincia) - KAZPA (Argelia entre los Atlas y el mar) - ISPAIX (Túnez y Libia) - TERIPALETANIA (Tripolitania) - TXIRINAIK (Cirenaica) - PALESTINA (actual Israel y Sur del Líbano) - PANI. CIE (resto del Líbano y Noroeste de Siria) - ANDITAUR TITOS (Turquía del Sur) - ATEMANIE (Turquía del Norte, asiática y de Europa, y una zona de Bulgaria) - PALO PONES (Peloponeso) - KAIPAROS (Chipre) - KUKULENIE o CRESTA (Creta) - MONTENEGRO y PANONIA (en Yugoslavia) - IRUMANIA (Rumania) - POLONIA (Sur de Polonia, Eslovaquia y un trozo de Ucrania) ­UNGARIA (Hungría) - PAEMANIE (Bohemia) - ALEMANIA (Austria-Baviera-Jura de Suabia-Alsacia y Jura francés) - PAIRELANDEA (Irlanda) - KARNUAIE (Cornualles) - PALK (Sureste de Inglaterra) - FRANCIA (aproximadamente la cuenca del Sena y sus afluentes) - NOREMANDIE (Normandia) PALAMENDE (Bélgica) - ULANDI (Holanda) - DINAMARCA (Dinamarca) - PAIOMONTES (Piamonte) - TZITZILIA (Sicilia) - CANPANIA (Campania).

En el año 800 a.C. serán más del doble. Además de las Pañicas el Imperio contaba con numerosas colonias, Protectorados y territorios bajo ocupación militar permanente, como ITALIA y la PAROBANCIE (Provenza), los cuales eran territorios castigados.

Un gran arco se establece pronto frente al Fuerte ALABE (cuyas primitivas piedras deben aún existir en la ciudad de Vitoria). Para llevar a bien esta campaña los Paios montan cuatro campamentos importantes. Uno lo llamaran PANCURBO por estar situado en la curva de un río (hoy Pancorbo). El otro encima de ARO, denominado PAIUETA, será la punta de lanza del ejército Paien. De este lugar saldrán los batallones de choque hacia el campo de batalla. El tercer campamento llamado APAIANIZ (hoy Apellániz) contendrá los refuerzos que los Paios esconden.

Por fin al Este, y procedente de PANPALONA, un ejército establece sus tiendas en UPAKA (Opacua?) Cada noche los Bericos asaltan los puestos de guardia de las avanzadillas enemigas. Como antaño hacían sus abuelos, queman las cosechas de las tierras ocupadas por los Paios, contaminan las aguas de las fuentes y de los ríos con carroña de animales o incluso con cadáveres de los prisioneros que logran coger. En la retaguardia de los Paios atacan los convoyes de carros de abastecimientos y armas. En los valles cercanos a los campamentos enemigos lanzan toda clase de ruidos extraños, haciendo sonar constantemente unos grandes cuernos para asustar a los africanos (son los más numerosos del ejército Paio) que no las tienen todas consigo...

Éstos avanzan con gran terror cuando se les manda hacer un reconocimiento, pues las leyendas de los BASCAS (como ahora los Paios escriben) invencibles, corren de boca en boca. Muchos piensan que no volverán a ver a la MUKER (mujer) ni al huerto natal, si ya tienen esas cosas, o no llegarán nunca a conseguirlas...

El General Paien tiene una orden que cumplir: destrucción total y definitiva del Estado de los Bericos, pasar a cuchillo a todos los jefes (BURU), a todos los ABE y a los Ancianos hallados vivos. Esto sería obra de los africanos, siendo quienes disfrutaban más haciendo tales barbaridades.

A la juventud Berica, sin excepción, se la enviaría a las minas de plata de CARTAGEN o de MORROKO. Ahora ya no hay un solo Galo en tierras de los Berik, pues se han retirado de BELBAIU. No paran de retroceder en cuanto ven llegar al grueso de las tropas Paias. Éstas progresan lentamente en dirección de Oportugal pues piensan que los Galos pueden haberles preparado una celada en alguna parte más conveniente para ellos.

Respecto a los Bericos los Paien no quieren prestarse a una larga guerra de guerrillas como la vez anterior. Hacen saber a los Bere que su suerte habrá de decidirse en una sola batalla, al estilo Paio, eso o nada. Si los Bere la esquivan se verán irremediablemente atacados por todos los frentes a la vez, con un ejército de hasta quinientos mil combatientes. En los puertos de TARTEOSE ­ escrito ahora TARTOSA- y TARACO, cientos y miles de soldados provenientes de las Pañicas (escrito también PAÑCHES o PANICHES o PAUNIKE) llegan constantemente.

Además los Paios amenazan llegar hasta el océano, a partir de PANPALONA, a fin de cortar por tierra la ayuda de los Beretanos, pero si ambos, Bericos y Beretanos, aceptan librar batalla en un solo campo, los Paien dan su palabra (!).

Solamente lucharán en dicho lugar y en ningún otro intentarán realizar un movimiento envolvente. Muy seguros de sí mismos los Lores añaden que en el caso improbable de ganar los Bere la batalla, el ejército Paio se retiraría al otro lado del EBRO, abandonando incluso la ciudadela fortificada de ARO.

Quedaba claro... Anhelaban conseguir a toda costa una gran batalla, deseando fuese lo más encarnizada posible y con muchas bajas Bere, por estar seguros, segurísimos que la iban a ganar.

Querían, con el efecto moral conseguido, tener aplastado y humillado para siempre al pequeño pueblo de los Bericos, que tantas vergüenzas y afrentas les hizo pasar antes de Troia. Igualmente hacen saber lo siguiente. Si los Bere pierden la batalla perderán todo su territorio. A los prisioneros se les perdonará la vida pero deberán ir a trabajos forzados en las minas de plata.

Prometen no castrar a ninguno de ellos mas advierten que si no se entregan y tratan de huir hacia las montañas no se beneficiarán de su clemencia. Al ser apresados serán castrados inmediatamente.

Solamente los «BURRU.. quedarán ahorcados en los árboles de las plazas (los Paios se reían a carcajadas cuando pronunciaban aquella palabra, pues hacía tiempo que llamaban así a los asnos con el propósito de burlarse de los valientes Jefes Bere quienes les hicieron tragar la hierba tantas veces en los campos de batalla, precisamente por poseer una gran inteligencia de la cual no disponían ellos. Los Paios, para vencer a los Bere, necesitaban utilizar una cantidad mucho mayor de combatientes y además atacar siempre con engaños, mentiras y trampas, aprovechando cualquier situación en que el enemigo tenía descuidada la guardia o estaba en dificultad).

En los pueblos y en los campos se prenderían a las niñas y mujeres jóvenes de los Bericos, para entregarlas a los soldados africanos. Éstos las esperaban con verdadera impaciencia, pues luchaban casi exclusivamente para obtenerlas. Podrán llevarlas a su tierra natal (como ejemplo diré que un Berico esclavo y castrado, puesto en África, valía 120 Diru de plata, castrado y jovencito, 180 Diru. Una mujer joven habiendo dado a luz una vez, 200 Diru y una virgen de 500 a 1000 Diru y más, según su gracia y belleza. Al parecer, en África del Norte la plata era más usual que el oro para las transacciones. Tales mujeres deberían tener la piel muy blanca, los pelos rubios o castaño claro, los ojos azules o a lo sumo grises o verdosos. Las de pelo moreno las guardarían para sus usos particulares y les seguirían en sus campañas. Era muy corriente que se las jugasen a los dados o a las cartas).

Estas eran las condiciones. Los Bere se avienen a ellas o las rechazan. La situación de los Berik es la siguiente: de los tres Estados históricos sólo disponen de uno en toda su integridad, ya que tras la marcha de los Galos ha recuperado su extensión primitiva. Este es el ETA BEIZKAIU con capital en Belbaiu, donde se establece el BURUBATZAR o Gobierno Federal. El ETA IRUNIE o IRUINEA ha desaparecido completamente. El ETA ARABE ha perdido más de la mitad de su territorio, incluida su capital, y es sin embargo en su suelo que va a desarrollarse una de las grandes batallas del Imperio Paien y la más importante de toda la Historia de los Berik.

Al parecer éstos son unos 40.000 hombres y sus aliados Beretanos, no asustados por las advertencias de los Paien quienes amenazan invadir su territorio si no abandonan la lucha en favor de los Bericos, 20.000. En total pues unos 60.000 hombres contra 115.000 Paios, es decir una proporción de casi uno a dos a favor de éstos, siendo lo corriente en una guerra entre Bere y Paios. Incluso se aseguraba que esta vez los Bere se consideraban muy favorecidos por disponer de tal cantidad de combatientes.

En cuanto al equipo y armamento es difícil saber con exactitud lo utilizado por los unos y los otros mas en aquella época los Bere tenían cascos de cuero duro reforzados a veces con otro de acero. Usaban chaquetas de cuero con pectorales también de acero y ya habían hecho su aparición los antebrazos de ese mismo metal. Llevaban pantalones largos de gruesa lana con tiras de piel entrelazadas y botines de cuero.

Su arma principal consistía sobre todo en una espada larga y pesada. Luego el hacha y la jabalina de una o tres bolas (antes la jabalina no era una lanza como ahora se dice pero una bola recubierta de púas y sostenida por un mango o cadena -el nombre de jabalina existía entonces y se escribía JABALIN, el infijo BAL refiriéndose a su forma de «bale» o pelota y tal palabra quería decir «Hace la vez de una bala» -por lo que empleo el nombre de jabalina con su significado original) y por último una larga lanza de acero o hierro templado.

Dichas armas eran tan pesadas que si un Paio trataba de recuperar una de ellas de un cadáver enemigo le costaba bastante levantada del suelo, según decían los Bere y reconocían los Paios. Éstos llevaban las piernas libres con altos calcetines de lana bien tupida. En invierno calzaban cortas botas de cuero, mas durante el buen tiempo utilizaban solamente ESPARDENIE (alpargatas de yute).

Para cubrirse la parte superior del cuerpo tenían una camisola de lana o algodón, con pectorales y dorsales de latón sujetados con tiras de cuero o cadenas de metal. Los cascos, de latón, de bronce o de hierro para los unos y de cuero muy duro para los otros, según los pueblos de origen. Los oficiales llevaban casi todos cascos de plata, con representación de alguna batalla en la cual habían participado con éxito, según la manera Paia.

Las armas de los Paios consistían en una espada más corta y ligera, así como armas arrojadizas de toda clase, pero de no mucho peso. Empleaban siempre la red de yute o mallas de hierro. Sostenían un pequeño escudo redondo de acero. Los Bere disponían a veces de uno cubriéndoles todo el cuerpo, pudiendo fijado en el suelo, pues llevaba en su parte inferior una punta muy afilada.

Ambos ejércitos usaban arcos y flechas pero mientras los Paios empleaban la madera y el bronce para la fabricación de dichas armas los Bere se servían únicamente de hierro o acero. Además estos últimos pasaban por ser mucho más diestros.

Por fin los Bere iban a servirse de la famosa ARBALETE, es decir de un arco fabricado con una técnica muy desarrollada. Disparaba con mucha fuerza y precisión balas de hierro, al igual que antaño los BALEAR lanzaban balas de plomo con sus FARONDAS. Esta nueva arma los Berik la llamaron también BALISTU, «que escupe balas». Cuando se reemplazó la bala por una flecha se llamó a ésta ISTU o ISTO y luego ISTA, por lo que el arma no tardó en llevar el nombre de Ballesta.

Los viejos, mujeres y niños del Eta Beizkaiu se suman a la tarea de fabricar las armas necesarias a los combatientes Bere. Día y noche trabajan para que no escaseen de ellas y de municiones en ningún momento. Todas las gentes sabían lo que estaba en juego. Por el Puerto de BERAZAR, donde antaño pasó el Gran Alexandre, miles y miles de caballos y mulas suben armas, municiones y vituallas, destinadas a los combatientes de ALABE «El Fuerte del Be».

La batalla tendrá lugar en una gran planicie frente al Fuerte. Es el solar exacto donde hoy se levanta la ciudad de Vitoria pues se inició su construcción en el mismo centro del campo de batalla. Alrededor de la llanura hay grandes bosques de abetos gigantescos y en ellos están escondidos los refuerzos de los Bere.

Los combates duran varios días, quizás más de cuatro o más de seis y desde la primera jornada las bajas de los Paios son a todas luces el doble de las de los Bere. Cuando éstos llegan al punto donde se dan cuenta que han perdido la mitad de sus efectivos deciden una estratagema.

Una buena mañana ningún Bere se presenta en el campo de batalla. Los Paios hacen señales en dirección del Fuerte pero nadie les contesta. El vigía ha desaparecido... ¿Es que los Bere han abandonado también el Fuerte? Entonces lo rodean con mucha precaución, acercándose a la gran puerta. Está entreabierta...

¡Si! ¡Debe ser una trampa! Los Paios no van a caer en ella... Esperan un tiempo, mas ninguna señal de vida aparece desde el Fuerte. Se deciden... y poco a poco, uno tras otro, entran en él... No hay absolutamente nadie en su interior.

En su precipitación para huir los Bere han dejado bastantes sacos de trigo, luego de haberlos rajado y tirado en un charco de agua. Así mismo se descubre una gran cantidad de armas, las más pesadas.

No hay duda por parte del Lore-General al mando de los Paios. Estos Bere, a pesar de su reputación de valientes, han huido como gallinas asustadas... No pueden estar esperándoles cerca para tenderles una emboscada, pues han destruido sus reservas de granos y dejado sus armas pesadas con el fin de correr más ligero.

A estas horas deben estar retirándose hacia Beretanie. ¡Qué cobardes...! Por fin los Paios han ganado la batalla de ALABE y la guerra contra los Bericos...

Desde lo alto del torreón principal del Fuerte así lo proclama a sus soldados. Estos le ovacionan sin cesar... Ya se ve entrando en Cartagen sobre un elefante, aclamado por la multitud. Recibirá el agradecimiento del Gran SENADURU «el poseedor de la inteligencia» el cual le cubrirá de honores.

Los Paios gritan iGORAITU! ¡GORAITU! ¡GORAIPAIN! (¡ Victoria! ¡Victoria! ¡Victoria para los Paios!) y se abrazan los unos a los otros... Piensan que la victoria les ha costado cara, pero valía la pena lograr por fin vencer a tan fiero pueblo.

En medio del campo de batalla plantan una espada en forma de cruz, proclamando haber vencido a los Bere. Pasados unos días, el General decide avanzar hacia el Norte y por los puertos de montaña alcanzar la capital del Eta Beizkaiu, antes de que los Bere se hagan fuertes en sus inmediaciones.

Pero he aquí que al bajar por uno de los más ásperos de los puertos, el inmenso ejército se ve atacado de súbito por millares y millares de flechas de acero. Provienen de las copas de los árboles frondosos por entre los cuales los soldados han de pasar. Éstos no pueden avanzar, retroceder o escapar por los flancos, sin encontrar una muerte segura. Ninguna de sus tácticas militares pueden series ahora útiles. Los Bere supervivientes del campo de batalla les esperaban pacientemente por aquellos parajes. Dejaron sus armas pesadas y una parte de sus provisiones, en Alabe, al objeto de engañar a los Paios.

Los Bere previnieron tal alternativa de retirada y antes de empezar la lucha aprovisionaron de Arbalete, flechas, municiones y vituallas, a todos los puertos conducentes a Belbaiu, como ellos pronunciaban desde la ocupación Gala.

Los Paios intentan escapar por entre la arboleda pero ante ellos surgen Bere furibundos que espada en mano les obligan a un cuerpo a cuerpo feroz y sin esperanza. Los Berik explicaron como durante ese primer choque en el Puerto ningún Paio pudo dar un solo paso hacia atrás, ya que los cadáveres no andan... Los Paios tratan de escudarse detrás de las rocas mas no encuentran suficientes para protegerse todos.

Su General no tiene otra salida. Se ve obligado a solicitar una tregua condicionada, pero los Bere se niegan a escucharle.

Al cabo de unos días los Paios pueden por fin forzar el cerco, saliendo en dirección de donde vinieron. Quizá esto fue así por convenirles a los Bere. Conforme se retiran, los gritos guturales y las flechas de los Berik les acompañan de día y de noche. Les parece a los Paios, por las voces oídas, que aquéllos han triplicado sus efectivos desde su abandono del campo de batalla.

Tras varias jornadas de persecución, las flechas y balas de hierro siguen cayendo tan densas como el primer día de la batalla de Alabe.Los Paios no tratan de oponer alguna resistencia. Sólo se preservan lo mejor posible. Como todos sus animales de carga han perecido, deben caminar en las peores condiciones. Abandonan pues el Puerto de BERAZAR y todo el terreno recorrido desde Aro hasta el lugar donde fueron virtualmente aniquilados, llevándose otra vez consigo la bandera roja con el León negro de pie, que tan entusiasmados plantaron encima de la torre del Fuerte de Alabe. 

Numerosos Europeos supervivientes huyeron por los bosques, desertando del ejército Imperial y desapareciendo para siempre. Durante las noches de marcha los Paios debieron de oír sin cesar los miles de silbidos, de sonidos de cuernos y de tambores, no dejándoles descansar un solo momento.

En realidad, junto a los hombres Bere, muchas mujeres y adolescentes, situados en las cúspides de los montes y en las espesuras de los bosques, hicieron creer a los Paien que los Bere de Alabe habían recibido considerables refuerzos, rodeándoles ahora por todas partes.

La desbandada de los Paios que siguieron con vida al abandonar el Puerto fue tal que menos de la mitad pudieron alcanzar el campamento de Aro. Cuando esas sorprendentes noticias llegan a los oídos de los Galos, éstos empiezan a moverse. Sus tropas salen de BURUGOS en dirección del campamento enemigo situado muy cerca.

Los Paios fueron cogidos por sorpresa, coyuntura que aprovechan los Galos para darles una buena paliza. Aquéllos se vieron obligados a levantar el campo y emprender la retirada. El Jefe al mando de esas tropas envía un correo al General de Aro para explicarle lo sucedido. Éste, muy colérico por lo que acaba de ocurrirle con los Bericos, tiene la siguiente respuesta:

-A los Bericos se lo aguanto pero a los Galos no... Son ellos ahora que van a pagar el pato...

Ordena a sus tropas abandonar Aro y con ellas se dirige al encuentro de la columna Paia procedente de Burugos. A Aro volverá en otra ocasión, cuando reciba los refuerzos pedidos. Tiene otro plan en la cabeza.

Al unirse, los dos ejércitos Paios son a penas unos 40.000 soldados. Todos juntos y en formación de herradura envuelven Burugos. Pero la sorpresa de los Paios es grande también. Pues al llegar frente a la triple empalizada del pueblo sólidamente fortificado, no perciben a ningún defensor y la primera puerta está abierta de par en par.

Los Paios entran con cautela por no ver la segunda puerta que no coincide con la primera. Tampoco distinguen a nadie entre la primera y segunda empalizada. Al avistar la siguiente puerta se percatan de como igualmente aparece abierta y así mismo la tercera.

Los exploradores se presentan al General para anunciarle que los Galos han huido... mas esta vez no hay armas ni víveres abandonados. El General no sabe si se halla ante una treta al estilo de los Bericos o si realmente los Galos han rehusado el combate. Andará con cuidado pero su decisión es firme... ¡Adelante!

Estoy por decir que los Galos han cogido las de Villadiego, pues en realidad han huido por esta dirección y el dicho encaja perfectamente con la situación, sin embargo no he leído tal expresión en texto alguno, ni tengo referencia de ese lugar.

Villadiego parece indicar que fue la Villa de Diego o la Villa del viento. Leí algo acerca de un Diego pero no supe a que tierra pertenecía. Creo era Rey o Príncipe de Beironitanie, Reino no existente en la época de dichos acontecimientos. Fueron los Paios del Imperio Paien quienes introdujeron los Vila y Villa por ciudad, en toda la península Ibérica y en otros lugares de Europa.

Las noticias acerca del desarrollo de las operaciones llegan a CARTAGEN (Cartagena), y un refuerzo de más de cincuenta mil soldados es enviado enseguida en dirección Noroeste. Mientras llega, una delegación Paia se presenta en Arobe o Aro, ofreciendo a los Bere una Paz «honrosa».  Éstos entienden que la oferta es una astucia de los Paios, a fin de ganar tiempo en tanto reciban a los suyos, y para que no ayuden a los. Galos. Rehusan toda discusión.

Los Paios sostienen haber ganado la batalla de Alabe y lo pactado no se ha cumplido, a lo cual los Bere replican que de pactado no hay nada. Pues lo pretendido por los Paios únicamente lo dijeron ellos... Jamás los Bere aceptaron tales condiciones, lo mismo si ganaban como si perdían.

Entonces el General Paio hace saber como nada más llegar los refuerzos, siendo estos de quinientos mil Pañicos, se reanudarán las operaciones contra los Bere, no habiendo puertos de montaña capaces esta vez de impedirles coger Belbaiu y todas las demás ciudades de los Bericos y puede que varias de los Beretanos.

Los Bere, no sabiendo exactamente cuantos soldados remontan el Ebro, pues unas informaciones pretenden son cincuenta mil, otras precisan son cien mil, reorganizan a toda prisa sus brigadas y no esperando a ser atacados arremeten al ejército Paien al Oeste de AMURIU (Amurrio), llegando pronto hasta la ribera del Ebro.

Los Paien lucharán ahora en dos frentes, uno contra los Galos y otro contra los Bere, pero en cada uno de ellos su objetivo principal será alcanzar el mar lo más pronto posible... pues una Flota Paia ha salido de Cartagen y se dirige a toda vela hacia GALEDERU (Santander) donde quiere desembarcar a miles de infantes.

Mientras, las batallas se desarrollan con cuantiosas pérdidas por parte de los Paios. Por fin la lluvia incesante obliga a los contendientes a parar la lucha por unas semanas. Es en ese momento cuando el General en Jefe Paien es informado de que la Flota Paia ha sido diezmada frente a Oportugal y por lo tanto ya no habrá desembarco en GALEDERU.

Los Paien ofrecen nuevamente la Paz a los Bere, asegurándoles admitir  su derecho a existir como naciones independientes si aceptan que el Imperio delimite el trazado de sus fronteras. Y si se avienen incluso a ayudarles con armas y abastecimiento para aplastar a sus malos amigos los Galos, se les entregaría el puerto de GALEDERU.

Los Berik y Beretanos no quieren oir más, dan una corrección de palos a los delegados y los devuelven al General Paien. Afortunadamente para éste, los 50.000 soldados esperados acaban de llegar. El ejercito Paien se pone en marcha. Al penetrar por un valle que recibe la denominación de PASO, un importante ejercito formado por Galos, Berik y Beretanos, le espera en KARIEDO (Villacarriedo). A cada «Paso» los Paios construirían un Fuerte, más tarde llamado PAS o PAZO.

La lucha se entabla con mucha ferocidad. Los Paien necesitan una victoria a toda costa. Los combatientes Bere son más del doble que los Galos, pues últimos barcos Beretanos llegaron abarrotados de jóvenes furiosos y bravos. Son portadores de gruesas jabalinas que lanzan alrededor suyo con enorme fuerza.

En un momento dado sin embargo la situación es muy difícil para todos ellos. Los Bere piden a los Galos que sus fuerzas en guarnición en la ciudad portuaria de GALADERU dejen sus puestos y vengan rápidamente al campo de batalla para echarles una mano, ya que los galos  del citado puerto son bastante numerosos y los de KARIEDO escasos y si el mando Galo anuncia el aniquilamiento de la Flota Paia frente a Oportugal no hay nada que temer de momento por cualquier peligro procedente del mar. Y  es ahora cuando ocurre una traición haciendo que las gentes de Galederu sean en adelante despreciadas por los Berik.

No solamente la guarnición de la ciudad rehúsa secundar a los Bere no que también la juventud de la comarca marítima se niega a alistarse contra de los Paios. La razón de tal actitud se debe al hijo del Gobernador de la provincia Gala ha pactado en secreto con los Paios la rendición de la ciudad a fin de que estos le nombren Gobernador.

El joven explicó a la población de Galederu como los Paios habían amenazado de muerte, esclavitud y castración a cualquiera se adhiriera a la lucha en favor de os Bere u oposieran alguna resistencia al presentarse aquéllos ante las puertas de la ciudad. Con algunos secuaces  y engaños el traidor logró desarmar a los más valientes que haciendo caso omiso de sus palabras y amenazas optaron no obstante marcharse al frente, y los hizo colgar a la vista de todos.

Los Paien ganan entonces la batalla cuando los Bere están casi todos muertos. Los Galos huyen apresuradamente hacia UBIEDO (Oviedo), no parando la marcha un solo día, abandonando todo el terreno al enemigo que lo ocupa poco a poco sin una sola baja.

En contrapartida, al ser desalojado por los Galos, los Berik se posesionan de Laredo. Los Paien se toman un tiempo para esperar una nueva Flota. Ésta ha zarpado de Cartagen y pese a los ataques de los barcos Galos logra doblar el Finisterre y llegar a Galederu.

El Jefe de la Flota y el General del ejército de tierra convienen un último ataque contra los Bericos y esta vez solamente por mar, tal como lo hicieron en tiempos del imperio Paio, pues están convencidos de que por tierra, a pesar de las cuantiosas perdidas hasta ahora sufridas, es imposible vencerlos a ellos y a los Bere que les ayudan.

Si el desembarco fallara entonces el General Paien estaría dispuesto a cualquier Tratado poniendo fin a esta guerra. En Cartagen estaban de acuerdo, según las noticias traídas por un Lore.

 Casi todos los Jefes Paios aparecen con los apelativos de Mendozo, Menduru, Mendiol, Mendibil, Menditxas (Almirante) aunque he leído nombres como Karipan, Torcuate, Cuzcurrón, Paiolomene, Pailippo y Paco, entre otros.

El desembarco tiene lugar al Oeste de BERMEU, donde no les esperaban los Bere. Cuando solamente había tomado tierra la tercera parte de los infantes Paios se presenta la Flota Beretana y la de los Berik (los cuales en previsión de lo que se veía venir construyeron una Flota de combate con algunas unidades muy rápidas) y un combate naval se desarrolla frente a las costas. Termina a favor de los Bere, por ser éstos mucho mejor marinos que los Paien y muy conocedores de las peculiaridades de la costa.

Solamente se mantuvieron en tierra los soldados que consiguieron desembarcar. Los demás, junto con los barcos, tuvieron que dar la vuelta y huir a toda vela en dirección a Galederu, ahora llamada PATANDERU.

Como los Bericos estaban exterminando a los desembarcados, una segunda Flota Paia se presenta con gran cantidad de barcas pequeñas, tripuladas por pescadores de las costas del desaparecido Reino de León, consiguiendo añadir más fuerzas en Bermeu (Bermeo).

Nuevo enfrentamiento con la Flota Beretana y sobre todo Berik. Pero esta vez no logran hacer huir a todos los barcos Paios, pues la mayor parte de las unidades de los Beretanos se había retirado unos días antes hacia Donetsiezus, para el descanso de sus marinos.

Los Beretanos empiezan a acusar cansancio de luchar en aguas y tierras de los Berik, pues ellos pretenden ser inmunes frente a la expansión del Imperio Paien.

Mientras tanto el ejército Paio ocupa el valle del MASEDO (Valmaseda). A consecuencia de dichos acontecimientos el Burubatzar se reúne en Belbaiu. Tras largas deliberaciones decide por fin entablar conversaciones oficiales con el Imperio Paien al objeto de estudiar un posible Tratado de Paz, a condición de que aquél reconozca públicamente, antes de iniciadas, que ni el Eta Beizkaiu ni el Eta Arabe han sido vencidos, ni tampoco el Eta Beretano.

Es un duro golpe para el amor propio de los Lores y Pater pero después de varios despachos yendo y viniendo de Cartagen, el General Paien accede a iniciar el coloquio sobre esta base. Al cabo de muchas discusiones a lo largo de casi un año, se firma el Tratado de Paz en cuyo preámbulo se asegura que ninguna de las dos Naciones, el Imperio Paien o el Eta Berik, ha vencido a la otra, y así será en el futuro.

El Eta Beretano, al querer desligarse de la suerte de los Berik, se vio obligado a firmar un poco más tarde y en su propio territorio, un Tratado por separado. El Tratado con los Berik es más riguroso de lo que éstos esperaban, pero cansados en extremo por tantos años de lucha (creo 21) terminan por aceptado.

Los Berik no pueden continuar la guerra contra un Imperio que hace huir en todos los campos de batalla a las tropas Galas y sostiene guerras de conquistas en Europa, Asia y África. Piensan que al final serían borrados del mapa, pues los Paios llegarían a pagar el precio necesario... en vidas y en monedas de oro y plata.

Por su parte los Paien estaban preocupados con esta guerra la cual les costaba demasiadas vidas humanas, cuantiosas sumas de dinero y les ponía en ridículo en las Pañicas. Nadie podía entender como el Imperio Paien, al igual que el Imperio Paio, no lograba acabar con tan pequeño e insignificante pueblo.

Igualmente temían y lo temieron en todo momento que los Galos se aliaran a los Edetanos y Betanos, marchando todos juntos sobre Cartagen. Los Paios pensaban que de ser ellos los Galos y demás Bere, hace tiempo hubieran realizado tal estrategia. Era pues preciso acabar pronto la guerra contra los Bericos.

 Otra razón importante para desear obtener rápidamente un Tratado de Paz con ellos y los Beretanos era que los Gobernadores de varias Pañicas o Paniches habían transmitido al Gobierno Imperial de Cartagen el disgusto de algunos Jefes de tribus o clanes, quejosos por no recibir ninguna noticia de sus familiares y demás componentes de sus gentes, enrolados para luchar contra los Bericos desde hacía varios lustros. Protestaban por tener que seguir suministrando jóvenes y más jóvenes al Ejército, siendo que al cumplir los 20 años de servicio a la Madre Patria ninguno regresaba con las monedas de plata y las mujeres hermosas y rubias prometidas por los encargados del reclutamiento. Estaban pues sumergidos en una profunda miseria. Algunos se atrevían incluso a negar al Imperio cualquier nuevo recluta para esta «maldita guerra de los Bericos que no proporcionaba ni un mal diru de plata».

Como antaño, los Paien están convencidos que volverán a esas tierras con nuevos ejércitos, cuando la ocasión sea más propicia o quizá emplearán otra táctica para acabar la tarea empezada hace más de 3000 años. Piensan que por ahora lo mejor será corromper poco a poco la raza de los Bericos con la antigua gran arma de los Paios: el mestizaje. Luego se probaría de introducir su más reciente: el Faxisme.

Tras la firma del Tratado una nueva frontera circunda el Eta Beizkaiu. Al norte de Belbaiu una franja costera de terreno pasa a pertenecer a los Paien. Recuperaron su antiguo pueblo fortificado de PALENTZIE. Lo llamarán y escribirán PALENCIA (hoy Plencia).

Los Berik entregaron el pueblo de Arobe y con él todas las tierras del Eta Arabe, debien­do reconocer haber perdido la batalla de Alabe, punto en el cual los Paien no querían ceder. Además los territorios ocupados por éstos antes de la batalla y las tierras del Eta Beizkaiu al Norte del río Bidasoa. El pueblo de EIRUN (Irun) nace del Tratado.

Pienso que el trazado de la línea fronteriza con el Imperio Paien debía pasar aproximadamente por los lugares siguientes, empleando los nombres actuales:

Portugalete (de los Galos pasa a ser Paio) -Sestao y Baracaldo a los Berik (pues los Paios no hubieran sabido fundir y templar el hierro) -Guenes (Paien) -Amurrio (Berik) - Puerto de Orduña-Murguia (Berik) - Villarreal (Paien) - Alto de Arlabán-Salvatierra (Paien) - Puerto Opacua (Paien) - Puerto Lizarraga - Puerto Azpiroz - Puerto Velate - Elizondo (Berik) ­Puerto Otsondo-Danchalinea (Paien) - Espelette (Paien) - Guetary (Paien o Berik) - Biarritz (Paien).

El Eta de Beretanie debió ceder a su vez al Imperio Paien su provincia de BEROKITANIE o BEROKITAIN, la cual tomará enseguida el nombre de PARAKITANIA, escrito también PARACHITANIA (hoy Aquitania o Aquitaine).

Así, de la manera indicada, acabó la última guerra que antes de esta Era los Berik sostuvieron contra los Paios. ¡Por fin!

Más tarde deberán sin embargo luchar contra otros dos Imperios: el Imperio Romano Cristiano y el Imperio Germánico, y en estas ocasiones sucederá algo parecido a las veces anteriores. Nunca el Estado de los Arabe o Berik sería vencido militarmente.

Las nuevas fronteras mencionadas más arriba fueron un rudo golpe para los Bere, recordando más o menos el trazado delimitativo anterior a Troia.

En fin para concluir este breve resumen de la Historia o Anales de los Berik diré lo siguiente, muy importante en su día. Como las gentes de los pueblos circundantes pudieron perfectamente comprobar, el Eta Berik, ahora llamado Eta BEIZKAIU, había resistido a todos los ataques enemigos a través de su dilatada Historia. Nunca su territorio llegó a ser totalmente ocupado por los Paios o los Galos. Razón por la cual se comentaba con mucha insistencia que el MEZUJAZ (Mesías) podría escoger la tierra de los primeros ARABE para presentarse nuevamente a los Hombres.

Muy probablemente EL la eligió desde siempre, debido a la referencia de la Bibele acerca del pueblo de los Arabe. Posiblemente dicha cita estaría al origen de todas las Victorias de los Berik. También se avanzaba como muy factible se fijara EL en la valentía excepcional y en la Fe inquebrantable hacia su persona que aquellas gentes hicieron gala en todo momento. Entonces un día acudiría a esa Noble tierra para hacer de ella su Nación Elegida, confirmando las previsiones de las Sagradas Escrituras.

Así pues sería la futura Nación de Dios, la que llegaría a ser la Gran Nación de los Arabe, con la cual destruiría para siempre en esta Tierra, el Paganismo, la Herejía de los Idólatras y el Ateísmo. En una palabra, la Nación de los Berik, el pueblo de los Bere aún sobreviviente en el momento de su Aparición, ayudaría a Dios Be a realizar la Misión que Dios T.P. le había encomendado ante su Trono Magnífico, en el Supremo Reino de los Cielos.

«Y sabedores eran los Creyentes que tal Misión, debiendo desarrollarse en tres Episodios: el AVISO, la ANUNCIACIÓN y el JUICIO FINAL de las Naciones, de los pueblos, de los grupos, de los individuos vivos y de los muertos en Esperanza, sería la última de EL en esta Tierra. Si aquélla fracasara no fracasaría el Fatídico Segundo y Definitivo Golpe, acabando en la fecha prescrita, con esta humanidad pecadora y renegadora»

 Tales palabras, así escritas en la Bibele y copiadas en cientos de manuscritos, son las que tradujo el Profeta Mohammad en su gruta del monte Hara. Al leer los pasajes concernientes a los Arabes creyó primeramente se trataba de los Arabes de su tierra. Sin embargo más tarde (estuvo 15 años descifrando los manuscritos de la gruta) se dio cuenta del verdadero emplazamiento geográfico de la famosa tierra ARABE, de la cual se hablaba tanto en el LIBRE.

Quedó entusiasmado y asombrado de ver como junto a los manuscritos Sagrados se hallaban otros históricos relatando la vida de Alexandre, llamado Dios a cada párrafo o GOBERIEL «El Dios de los Bere» (escrito ahora Gabriel) o ISRAEL «Es Dios EL» porque el Globo de la ELIE es la primera tierra de nacimiento del Zar de los Ele, que siendo Dios Be, fue Iezus, fue Alexandre y nuevamente con el nombre de «Zar de los Ele» será el MESIAS...

 «Arrojado por los que deberían de sostenerlo y proclamarlo, hacia las antiquísimas tierras montañosas y misteriosas liberadas antaño por EL del yugo Paio, tal como Estaba Escrito, en la esperanza de acallarle y destruirle, Dios recorrería otra vez en silencio aquellas tierras y sus ciudades. Los ruidos de los cascos de la caballería UK habrían desaparecido, Los vítores de los humildes, de los hambrientos y de los enfermos ya no se oirían. Las mujeres encinta no se presentarían para que bendijera sus frutos, Las demás no se postrarían de rodillas para besarle sus botas. Los Guardias del Infierno Pagano le vigilarían a cada paso. Mas EL, en su Amor Infinito por los Hombres, realizadores antes, mucho antes, de la Historia imborrable de los Bere, saludaría esas ciudades y tierras mancilladas.

Luego lloraría para sus adentros, prometiéndose a sí mismo salvarlas por lo menos en un principio, a fin de que oyeran su voz y fueran testigos estupefactos y únicos del posible aniquilamiento de esta humanidad, merecedora en sumo grado del mayor desprecio de Dios T.P., por tantas felonías, tantas mentiras, tantos robos y tantos crímenes.

Dichosos pues serían por unos días los últimos habitantes de la Tierra condenada, presenciando en sus ciudades y tierras que las circundan, el Día del Juicio Final».

 Además los nombres de ANDILUZIE, KARDUBE, BETIS, GARANADAR, ALAMOBERA, TOLEDO (mencionada como la capital del Glorioso y Antiquísimo Reino BEDU), ZARAGOSE, DONETSIE­ZUS y BERSELONE, figuraban bien en evidencia.

Al comprobar que las ciudades y lugares referidos pertenecían en realidad al Antiquísimo Eta Arabe, el primero creado en esta Tierra, al primer Reino Bedu y al antiguo Reino Sagrado de Dios, Mohammad pensó que los suyos deberían unirse para siempre a sus habitantes. Con ellos formarían un solo y mismo pueblo, en una sola y misma Nación, esperando obtener de este modo, al Día de su Anunciación, el Perdón de Dios, y así lo manifestó a sus Capitanes.

Los Paios tuvieron varias veces la tentación de reemprender la lucha contra los Bericos, a causa precisamente de la posible Misión Divina que podrían tener como pueblo Elegido, pero se dieron cuenta que a medida iría transcurriendo el tiempo sería más difícil vencerlos.

Todos los años miles y miles de peregrinos de las Beretanie y otras tierras Bere, llegaban a la ciudad Santa de DONETSIEZUS (Donostia - San Sebastián) a riesgo a veces de perder sus vidas, para postrarse ante la estatua del futuro Salvador... ¡EL MEZUJAZ! o ¡MEZU!

Los Paios sabían pues perfectamente que si volvían a atacar la pequeña Nación de los Bericos acudirían todos los Bere para ayudarlas, incluso los de la lejana SEBERIE (Siberia). Podría repetirse un nuevo Troia. Para enfriar los ánimos a veces muy exaltados de los Berik, los Paios se jactaban de haberles obligado a firmar un Tratado vergonzoso. Mas las gentes honradas de cualquier parte sabían muy bien que la lucha entre el Imperio Paien y el Eta Beiskaiu, fue la lucha desigual entre un gigante salvaje y asesino y un niño bueno e inocente. Los Bere recordaban que frente a este niño luchando tan bravamente como sus hermanos mayores en los campos Troianos, los Paios sufrieron la más grande vergüenza de toda su historia.

Los Berik gustaban a su vez rememorar a los paganos como tuvieron que pagar un muy elevado precio para «ganar» la batalla de ALABE, ida y vuelta, y esto justo al iniciar su Cuarto Imperio. A medida que el Imperio Paien iba conquistando nuevas tierras y los revolucionarios y demócratas caían bajo el cuchillo de los Idólatras, la Fe en la llegada del Mesías prometido, Salvador de los Bere y Berun Creyentes en EL y Justiciero de la humanidad PUEBELE, se afianzaba cada vez más en los corazones de todos los hombres oprimidos, honrados y trabajadores, cansados de tanta injusticia, de tantas perfidias, mentiras y herejías paganas, de tantos sobornos, traidores, chivatos y de los muchos crímenes inconfesados, tolerados e incluso promovidos por las jerarquías del Imperio.

Mientras tanto los Lores y Pater, queriendo presentarse a los terratenientes, comerciantes, industriales y estudiantes de esta Tierra, como los gendarmes y mentores capaces de impedir o suprimir las resistencias, oposiciones o subversiones en contra del orden establecido por ellos, degollando hasta el último protestatario y arrancando de las mentes cualquier filosofía libertaria, acabarían por ser en su día los causantes de todas las revoluciones habidas y por haber...  ¡Jugar con los Xismes es algo muy peligroso!

Los engañados acaban siempre en no querer nunca más ser engañados y para no ser nunca más engañados escogen el camino más fácil y más barato que les conducirá Fatalmente al inevitable banquillo... del ¡JUICIO FINAL!

 

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