Por el
Colectivo Ashtar
Recibido el 20 diciembre 2008 por
Simón Leclerc
Traducción: Graciela Cortina
¡Saludos a vosotros, queridos niños
de la Tierra!
Nos gustaría tomarnos un tiempo con
vosotros para hablaros sobre un
asunto mal comprendido en vuestro
mundo, pero que sin embargo es parte
de vuestra vida, de forma casi
permanente. Se trata de la energía
del fuego, un tema algo
''abrasador'', pero íntimamente
unido a vuestra vida cotidiana.
Cuando los humanos observan la
frecuencia vibratoria del Ser divino
en ellos, tienen la impresión de que
varios aspectos de ellos no están en
resonancia con este aspecto Divino.
Ellos interpretan entonces, que les
hace falta separarse de los aspectos
menos vivos de ellos mismos para
presentarse ante la perta del Nuevo
Mundo, ante su Alma divina, depurada
de todo aquello que no tiene sentido
para ellos.
Ciertamente, nosotros proponemos a los Seres que se depuren. No decimos que no hagan este trabajo sobre sí mismos. Es esencial que los Seres se cuestionen. Pero el cuestionamiento no debe conducirlos a renunciar a aspectos de sí mismos para favorecer otros, al contrario. Se trata más bien de observar en forma muy objetiva los aspectos de si que han sido apartados, puestos de lado, juzgados e interpretados, a fin de verlos más claros. ¿Cuales son estos aspectos?
Ya que la presencia de estos aspectos crea contracciones y limitaciones al Ser, este tiene naturalmente la impresión de que le hace falta separarlos para aligerarse. Pero aquí se trata de un error de cálculo, pues la realidad es exactamente la inversa. Estos elementos limitan al Ser precisamente porque este busca apartarse. En cuanto elige iluminarlos, su realidad se modifica. He aquí toda la trama de nuestro propósito.
La evolución no consiste en separarse de los aspectos más densos de uno, sino más bien en iluminarlos. ¿Cómo hacerlo? Acogiéndolos, observándolos y amándolos. Esto no quiera decir que uno tenga que hacerse UNO con sus sombras, sino que los elementos más sombríos en ti, han de llenarse de la luz que hay en ti. Y para iluminarlos, es necesario observarlos, reconocerlos y amarlos por lo que son, y no por lo que deberían ser.
Nosotros no proponemos a los Seres que amen su ira al punto de no ser más que ira. Per cuando esta se presenta, si el Ser se juzga por experimentarla y se dice: ''Puesto que los Grandes Maestros no están nunca furiosos -esto que, sea dicho de paso, es una interpretación incorrecta- si yo quiero ser un Maestro, debo renunciar a mi cólera''. He aquí que esto descuida un aspecto de FUEGO fundamental en sí.
Reconquistar el Fuego
El fuego es realmente un elemento a reconquistar para varios humanos, ya que ha sido grandemente juzgado sobre la Tierra. Este enunciado es aún más verdad en los Trabajadores de la Luz, por su estado de conciencia más amplio que los mueve a sentir intensamente los mundos de Amor y de Luz que los rodean. Así, ellos juzgan la ira como el origen de los conflictos mundiales, las guerras y los sufrimientos humanos, y quieren apartarse de ella.
Queridos
Trabajadores de la Luz, el Fuego en
vosotros está debilitado porque lo
habéis juzgado. Este Fuego es el
elemento que os permite transformar
vuestra vida con fuerza, ya que
genera en vosotros la energía
necesaria para dar vida a la materia
y a vuestros sueños. Si juzgáis el
aspecto destructor del fuego,
juzgáis también su aspecto
transformador luminoso.
Heos aquí ahora de vuelta en la
etapa de reconquistar este fuego
interior, puesto que vuestra
evolución terrestre está
directamente ligada al retorno
equilibrado de este elemento. Todo
no depende del fuego aquí, pero es
necesario comprender que es
necesario el conjunto de los
elementos para la transformación de
vuestro mundo. Y dado que el Fuego
es actualmente, el elemento más
escaso de todos en vuestro planeta,
es natural que sea prioritario
reconquistarlo.
Si sólo hubiera un tema para proponeros en este período de fin de Ciclo terrestre, este sería "la conquista de vuestro fuego interior". Este Fuego existe ya en vosotros a un nivel sutil. Ha sido muy poderoso en otras encarnaciones, pero constatad que, en esta vida, no es un elemento que caracterice a la mayoría de entre vosotros. Los Trabajadores de la Luz no son percibidos como Seres ocasionalmente coléricos, incisivos y muy directos, poseedores de mucho Fuego. Estos elementos no son sus características principales.
Los invasores
Queridos Seres de Amor, lo que es interesante constatar aquí es que si estos elementos no son los más presentes en vosotros en este momento, es porque lo son a un nivel más sutil. Son lo que consideráis ser "vuestros invasores externos", esas energías que parecen limitaros e impediros avanzar en vuestra vida. Estos elementos son representaciones exteriores de este Fuego Interior que habéis sojuzgado.
Esto podría sorprenderos, mas desde el momento en que un Ser juzga un aspecto de sí mismo, lo magnetiza en el exterior y, a consecuencia de eso, este elemento volverá para acosarlo. En principio, el Ser tendrá la impresión de no llevarlo en sí. Se dirá que el Ser ante él, que parece furioso, no se le parece ya que él es de naturaleza pacífica y calmada. Pero si el Ser elige ser pacífico y calmo porque la cólera es, según él, no luminosa (dualidad), he aquí que magnetizará la cólera en el exterior, como un aspecto de sí que buscará volver a casa (a sí). Cuando este aspecto sea comprendido, amado y acogido, el Ser cesará de magnetizarlo en el exterior, y volverá la calma interior (y exterior).
Todos vosotros habéis experimentado ya, en esta vida, ese Fuego en vosotros: un Fuego de transformación donde, de golpe, os hizo falta utilizar todos vuestros recursos interiores, vuestro poder y vuestra convicción, para modificar algo de vuestra vida.... Tomad un momento ahora para reconectar con una de vuestras experiencias pasadas en las que habéis utilizado vuestro fuego interior, e imprimid en vosotros la sensación vivida.....
(pausa)
Y ahora, cuando el fuego se presenta nuevamente, hay una duda, un temor, puesto que de repente, os decís: "parece que el fuego no es muy espiritual, no corresponde a un elemento divino, es un elemento destructivo mientras que los Seres están en construcción". Quizás. Pero, al mismo tiempo, sabéis muy bien que cuando el fuego atraviesa vuestros campos de cultivo, como consecuencia resultan aún más abundantes. El fuego no tiene el único efecto de destruir. También el de reconstruir, el de permitir el renacimiento de la vida.
El Fuego en si, no es un elemento a proscribir de la Creación, al contrario. Es uno muy poderoso en la tridimensionalidad, pues permite la evolución y transformación de la vida.
El fuego sutil
En los mundos más sutiles, el fuego es muy luminoso y no quema, es incluso tibio. En las altas frecuencias vibratorias, el fuego no necesita quemar puesto que es pura luz. Pero cuando baja su frecuencia para entrar en la tridimensionalidad, se convierte a la vez en luz y destrucción. Es un fuego que se ha polarizado porque la materia impone la polarización. No es que el fuego sea destructor por naturaleza, sino que dentro de la materia deviene a la vez luz y destrucción pues ha tomado esta polaridad a fin de acompañar a los humanos en la dualidad. Y, una vez en la dualidad, vosotros habéis juzgado la porción quemante del fuego y habéis glorificado su parte luminosa, cuando en realidad se trata de la misma energía, polarizada en dos aspectos diferentes.
Podeis constatar aquí que el fuego no tiene el efecto de destruir. Tiene sobre todo el efecto de dar a los Seres la fuerza de superar sus límites. En la materia, el aspecto sojuzgado del Fuego, va a buscar ahora manifestarse, desplegarse, para que cada uno pueda honrar su Ser y reencontrar su equilibrio Luz/Fuego interior. Este Fuego permitirá a cada cual desplegarse en su movimiento individual, le dará la fuerza para superar sus límites y lo invitará a transformar concretamente su vida.
Los Maestros del Fuego
¿Quienes son los Maestros del Fuego, queridos Seres?... Son vuestros amigos los Dragones. Estas energías fueron evacuadas de vuestro planeta puesto que colectivamente, los humanos juzgaron la polaridad destructiva del Fuego. Haciendo esto, juzgaron a los guardianes del Fuego y los invitaron a dejar el plano terrestre. En un acto de amor por los humanos y por respeto a la vida, la energía de los Dragones dejó vuestro plano terrestre hace muchos miles de años. Y ahora, estos guardianes del Fuego vuelven a entrar en el aura de vuestro planeta. En el periodo actual, el Fuego de los Dragones estará más y más presente y esto será particularmente cierto para los Trabajadores de la Luz.
Queridos humanos encarnados, sabed que varios de entre vosotros han sido asociados recientemente a un Guía Dragón, para facilitar la integración del elemento fuego en vosotros. Si os cuestionáis el saber si sois parte de esta lista, observad simplemente el entusiasmo interior que sentís en este momento leyendo estas palabras, y sabreis si esto se aplica a vosotros. Podéis también pedirlo interiormente, a fin de establecer un vínculo consciente con ellos. Seréis entonces puestos en relación directa con uno de entre ellos.
La realidad de los Dragones no corresponde a vuestra mitología, la cual sugiere que lo queman todo a su paso. Ellos tienen un respeto absoluto y total por la vida. Pero si un Ser intenta traspasar el límite de ellos, le presentarán su Fuego para imponer respeto.
Los Dragones son seres muy amorosos que os conocen ya a nivel celular. Son juguetones y muy risueños. Podéis hablarles sin temer que se ofusquen. Tienen una energía envolvente pero también directiva, no en el sentido de indicar a los Seres cómo actuar, sino en el de estimularlos a dirigir su vida. En otros términos, ellos nutren al Maestro en cada uno y no se dejan influenciar por el estado de víctima en ocasiones querido por ciertos humanos. Son aliados energéticos.
Si intentáis convencer a los Dragones de que no sois capaces de hacer esto o aquello, ellos no van a dejarse engañar, pues saben quienes sois. Podéis intentar convenceros a vosotros mismos de que un obstáculo es insuperable, pero preferimos preveniros enseguida que no podréis embaucar a los Dragones.
Construir o destruir
Recordad que, básicamente, el fuego estimula la creatividad en cada uno. Es la Luz de Vida del Universo. Fue para acompañar a los humanos en la dualidad que se polarizó en Luz y destrucción.
Si un Ser utiliza un martillo para construir una morada, puede también usarlo para destruirla. Si ese Ser no observa más que la capacidad de destrucción del martillo, podría privarse de este útil para construir su casa, diciéndose: "ya que un martillo puede destruir, prefiero pasar de él". Y si el Ser juzga la capacidad de destrucción del martillo, no podrá apreciar su capacidad de construcción.
Desde que un Ser juzga un aspecto del Fuego, juzga todo el Fuego, incluido aquel que le permite construir su vida, darle la fuerza de orientarlo como él desea.
Muchos Seres juzgan a los humanos que consideran bruscos unos con otros, o faltos de finura, de gentileza y de bondad. Para compensar esto, ellos se dicen que todo lo que no es gentileza, bondad y dulzura en ellos no formará parte de su vida.
Es ciertamente natural rodearse de Seres amantes y alejarse de aquellos más violentos, estamos de acuerdo. Mas si la elección va acompañada de un Juicio, ya es menos interesante.
Si un Ser considera los conflictos mundiales y las vías de separación entre los hombres como siendo indignos de la Luz de Dios, los está polarizando a nivel de la sombra y los está privando de su Fuego de transformación luminoso. Observa entonces ante sí, una representación exterior de su Fuego interior que él considera como sombrío ya que puede destruir. Ciertamente el Fuego puede destruir, pero también puede construir.
La transformación.
Al juzgar ciertos aspectos de este Fuego, numerosos Seres se han separado de todos sus aspectos, incluyendo el más luminoso. Este fuego se inscribe aquí en un tema esencial, más vasto de conquista del equilibrio interior. Hay pues un fuego a reconquistar aquí, y vuestro amigo Dragón es enviado en este momento para ayudaros a que os recentreis y para encontrar la fuerza requerida en vosotros para transformar vuestra vida como deseéis.
El Fuego es verdaderamente divino
queridos amigos, no es el diablo.
Son los humanos quienes han decidido
polarizar su porción destructiva al
nivel del diablo, imaginando una
suerte de infierno donde los Seres
se queman a perpetuidad. Cual es
este infierno, si no es un aspecto
de la gran Luz del fuego?
La polaridad destructora del Fuego ha sido tan y tan condenada en vuestro plano de conciencia, que ha creado un conflicto de separación importante. Los Seres humanos se han encerrado imaginando que todo lo que era cólera y destrucción debía ser desterrado de vuestro planeta. Y este es el drama, puesto que estos elementos no buscan ser desterrados sino más bien reencontrar su equilibrio, ser amados y movidos al nivel de vuestro corazón sagrado. He aquí, pues, una invitación a reencontrar el equilibrio en vosotros, queridos amigos.
No tenéis que hacer queridos. Os invitamos más bien a ser. Sed quienes sois, en la simplicidad de vuestro corazón. Y si lo elegís así, a partir de este sagrado corazón de vuestro Ser, invitad a vuestro amigo el Dragón a que os acompañe para mejor reencontraros con vosotros mismos. Sentiréis entonces su energía, en vosotros y a vuestro lado.
Os saludamos queridos amigos. Os amamos y os envolvemos tiernamente en nuestro amor celeste.
Saludos a vosotros.
Colectivo
Ashtar y la Gran Fraternidad
Universal
Fuente :
http://www.psychologiedelame.com/message-20-12-08.html
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Graciela Cortina T
629 266 181
Cada día es un nuevo nacimiento y
trae el cesto lleno de oportunidades
¡¡Saludémoslo como si fuera el
único!.... y vivamos lo que brinda