2. LOCALIZACIÓN
2.3 Constitución
FIG. 17 Tell de Cerro Macareno
TEXTO Nº1
El yacimiento consiste en un extenso y auténtico “tell”, es decir, un
cerro artificial producto de la acumulación de restos de distintas
civilizaciones, unas sobre otras, viviendo en el mismo sitio, que tiene
por su parte más alta unos 10 metros sobre el terreno circundante.
Fuente de procedencia: Elaboración sobre la citada obra de Pellicer (pag.
18)
TEXTO Nº2
Los tells son elevaciones artificiales de terreno, formadas por la
superposición de las ruinas de una serie sucesiva de ciudades a lo largo
de muchos años, a veces milenios.
Fuente de procedencia: VALLESPI PEREZ, E.: “Sevilla y su provincia, I”
1.983, pag. 21
TEXTO Nº3
Es un ejemplo típico de lo que en arqueología se conoce como tell, esto
es, un montículo formado por la acumulación de restos arqueológicos de
unas civilizaciones sobre otras. (Fig. 18) Fuente de procedencia: GOMEZ,
J.Mª: El Correo de Andalucía, 14 - 1 - 97, pag. 16
TEXTO Nº4
Entre los siglos IX y VII antes de Cristo surgen otras poblaciones con
una dinámica distinta, cuyos ejemplos más representativos pueden ser el
Cerro Macareno, al norte de Sevilla ... Son ciudades acogidas a pequeñas
colinas, con un crecimiento estratigráfico espectacular que las hace
semejantes a los tells del Próximo Oriente ... gracias a un buen
resultado económico, crecen con rapidez y reforman muchas veces sus
instalaciones, de modo que las construcciones se superponen hasta formar
cerros artificiales de altura considerable. Fuente de procedencia: CORZO
SANCHEZ, R.:”Historia del Arte de Andalucía”vol. 1, 1.989, pags. 143,
144
FIG. 18 Panorámica del Cerro Macareno
El Cerro Macareno fue descubierto como yacimiento arqueológico por unos
aficionados de Brenes en 1.971, quienes comunicaron el hallazgo al
Departamento de Arqueología de la Universidad de Sevilla. Su
descubrimiento coincidió con el principio de destrucción parcial debida
a la extracción de gravas a cargo de una empresa. Para preservar el
yacimiento se declaró de utilidad pública en 1.973, llegándose a un
acuerdo con los propietarios de las graveras, por el que continuaba la
explotación en la parte occidental, ya rebajada por las máquinas,
mientras que se donaba al Estado para su excavación arqueológica la
parte oriental, intacta: una meseta romboidal de una hectárea de
extensión. (Fig. 19)
Fuente de procedencia: Elaboración a partir de FERNÁNDEZ F. (obra
citada) y ALFONSO RINCÓN (obra citada)
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