En
otro momento de la historia (Borrosa Historia), a este
señor, Georgeos Diaz-Montexano, al que concierne el insigne
reconocimiento, le hubiera ubicado este artículo en nuestra
sección "La Otra Tartessos",
pero como el tiempo es el mejor alquimista y el mejor médico
(que lo cura todo: NUESTRA CEGUERA Y SOBERBIA - el que tenga
ojos que lea-), este momento es de entrada, de apertura y de
alegría. Que como siempre, amigos, "nadie es profeta en su
tierra"; que le doy todo mi apoyo y lo convierto en una
noticia de las Tesis Oficiales de Tartessos, como
reconocimiento a su labor, paciencia, aguante y
profesionalidad.
Bienvenidas sean noticias como estas que vayan derramándonos
estos conocimientos a Tesis Oficiales.
Soliman
Orta
Oslo (Noruega) www.theworldforum.org
22/06/2006
La
Biblioteca Nacional y el Instituto de Paleografía y
Filología Histórica, adscrito a la Academia de Ciencias y
Letras y a la Universidad de Oslo, Noruega, han decidido
considerar la hipótesis de un investigador cubano de origen
español sobre una interpretación epigráfica de
una de las
más antiguas inscripciones del mundo.
Georgeos Díaz-Montexano estudioso del pasado, reconocido por
algunos científicos como una autoridad en paleografía y
epigrafía antigua -en especial en manuscritos griegos y
latinos de Platón y la historia de la Atlántida-, realizó un
estudio de identificación e interpretación de una enigmática
inscripción grabada sobre un hueso animal que apareció a
principios del pasado siglo en Bancal de la Coruña, Galicia,
en un contexto arqueológico con una antigüedad datada en
unos 6000 años.
La pieza en cuestión fue estudiada por algunos destacados
especialistas en paleografía a raíz de su divulgación a
nivel internacional que fue en el año 2003, mediante la obra
de Michel Bouvier, editada en Paris, L'Art de l'Ècriture;
sin embargo, no fue hasta el pasado año que los signos de
escritura que aparecen sobre el hueso fueron reconocidos e
identificados como pertenecientes a un signario Ibero-Tartésico
por Díaz-Montexano.
Quizás lo más interesante del hecho es que no solo se ha
aceptado la identificación epigráfica de los signos de
escritura realizada por el especialista hispano como la más
probable sino que también se ha incluido -sin ningún temor-
su peculiar interpretación gramatical y semántica, es decir,
la posible lectura y significado que propone Díaz-Montexano
y que apunta directamente a dos nombres de la antigüedad
cuya sola mención provoca todo tipo de reacciones
encontradas entre los especialistas: Tartessos y la
Atlántida. Dos nombres asociados más a la leyenda que a la
historia. El caso es que en los últimos tiempos se va
notando como los científicos se aproximan cada vez más al
estudio del pasado con una mentalidad un poco más abierta.
Muchos viejos mitos y leyendas están siendo reconsiderados
desde una nueva óptica interpretativa que intenta conciliar
historia y mito, ciencia y leyenda.
Georgeos Díaz-Montexano ha conseguido reivindicar en gran
medida el nivel de verosimilitud y credibilidad que
realmente se merecía la historia relatada en el Timeo y el
Critias sobre la Atlántida, rescántadola de las fauces de la
falsificación y la manipulación a la que ha sido sometida en
los últimos dos siglos, fundamentalmente desde que se
convirtió en un gran reclamo comercial para muchos
escritores y maestros de determinadas asociaciones
filosóficas y religiosas. Nuevas interpretaciones de
símbolos, mitos, antiguos manuscritos y códices, y hallazgos
arqueológicos submarinos han servido a Díaz-Montexano para
argumentar sus teorías sobre la Atlántida y los más remotos
orígenes de las civilizaciones occidentales europeas y
africanas, justamente en Iberia y Marruecos.
Más de quince años consagrados al estudio e investigación
del pasado le han permitido aportar numerosos
descubrimientos de gran interés -algunos verdaderamente
reveladores- que por suerte, comienzan a ser considerados
por algunos científicos y expertos del mundo académico
universitario.