TARTESSOS

 
                                                     

GIGANTES EN LA MITOLOGÍA,

EL ARTE, LA CIENCIA Y LA HISTORIA. MITOS.         

 

  Jesús H. Antelo

 

 

 

 

EL DILUVIO UNIVERSAL: ¿UN MITO REAL?.

DIL.gif (59829 bytes)-Qué dice la mitología?. El hecho de que una descomunal inundación devastase la Tierra en un remoto pasado es una constante recogida como un acontecimiento real por muchas mitologías. Para la mayoría de los occidentales este mito lo suscribimos casi exclusivamente a la historia bíblica protagonizada por Noé. Lejos de tratarse de una leyenda de ámbito local sufrido por el pueblo de Israel como único afectado por este fenómeno lo encontramos mencionado en multitud de mitologías de muy distintos lugares y culturas. El carácter de Universal lo veremos sobradamente justificado cuando conozcamos el alcance y extensión que esta historia ha tenido a lo largo de muchos siglos de existencia. Para muchas leyendas este hecho jugó un papel importante en la desaparición masiva de esos mitológicos seres conocidos en muchas culturas por muchos nombres y que genéricamente llamamos gigantes así como de civilizaciones enteras que pasaron a formar parte de la lista de mitos como la Atlántida.

A continuación daremos un breve repaso por los textos, leyendas y tradiciones de diversos países y culturas. Comenzaremos citando los textos más relevantes de la tradición judeo-cristiana, en los distintos libros que componen las Sagradas Escrituras de la Biblia  donde se nos narran este trágico suceso donde perdieron la vida hombres, bestias, gigantes, aves, reptiles y "todo viviente sobre la faz de la tierra":

 

Génesis 6,17 "Por mi parte, voy a traer el diluvio, las aguas sobre la tierra, para exterminar toda carne que tiene hálito de vida bajo el cielo: todo cuanto existe en la tierra perecerá".

 

Génesis 7,11-12 "El año seiscientos de la vida de Noé, el mes segundo, el día diecisiete del mes, en ese día saltaron todas las fuentes del gran abismo, y las compuertas del cielo se abrieron, y estuvo descargando la lluvia sobre la tierra cuarenta días y cuarenta noches".

 

Génesis 7,19-22 "Subió el nivel de las aguas mucho, muchísimo sobre la tierra, y quedaron cubiertos los montes más altos que hay debajo del cielo. Quince codos por encima subió el nivel de las aguas quedando cubiertos los montes. Pereció toda carne: lo que repta por la tierra, junto con aves, ganados, animales y todo lo que pulula sobre la tierra, y toda la humanidad. Todo cuanto respira hálito vital, todo cuanto existe en tierra firme, murió. Yahveh exterminó todo ser que había sobre la haz del suelo, desde el hombre hasta los ganados, hasta las sierpes y hasta las aves del cielo: todos fueron exterminados de la tierra...Las aguas inundaron la tierra por espacio de 150 días".

Sabiduría 14,6:"Y habiendo perecido al principio los orgullosos gigantes, la esperanza del mundo escapó al peligro en una balsa, que gobernada por tus manos, dejó al mundo semilla de posteridad".

 

Baroc 3.24-27:"¡Oh Israel, cuán grande es la casa de Dios, y cuán vasto es su dominio!. Es muy grande y no tiene término. Allí nacieron los gigantes, los famosos desde la antigüedad, de alta estatura, diestros en la guerra. Pero no eligió Dios a éstos ni les dio a conocer el camino de la sabiduría, y así perecieron por falta de prudencia".

 

Eclesiástico 40,8-11 "Para toda carne, del hombre hasta la bestia, mas para los pecadores siete veces más: Muerte, sangre, discordia, espada, adversidades, hambre, tribulación, azote. Contra los sin ley fue creado todo esto, y por su culpa se produjo el diluvio. Todo cuanto de tierra viene, a tierra vuelve, y cuanto de agua, en el mar desemboca."

II Pedro 3,5-7 "Porque ignoran intencionadamente que hace tiempo existieron unos cielos y también una tierra surgida del agua y establecida entre las aguas por la Palabra de Dios, y que, por esto, el mundo de entonces pereció inundado por las aguas del diluvio, y que los cielos y la tierra presentes, por esa misma Palabra, están reservados para el fuego y guardados hasta el día del Juicio y de la destrucción de los impíos".

 

La mitología clásica nos cuenta como una pareja de humanos son perdonados por el padre de los dioses de perecer en el diluvio por él enviado:

"Filemón y Baucis era una pobre pareja que vivía en la zona de Frigia. Zeus había observado que, por aquellos territorios, existía un gran número de familias que vivían en humildes chozas poco acogedoras con los visitantes que por allí pasaban. Enojado por la falta de cordialidad de tales habitantes, decidió investigar un poco. Se disfrazó, junto con Hermes , su ayudante en esta empresa, con unos horribles harapos, para dar un aspecto lo más pobre posible, y así, fue visitando todas y cada una de las casas, obteniendo siempre un trato desagradable, excepto en una de las chozas, la de Filemón y Baucis. Ellos, acogieron lo más amablemente posible a esos harapientos que llamaron a su puerta. Les dieron agua para lavarse y el banquete más suntuoso que podían ofrecerles: vino, miel, queso, huevos y otros pobres alimentos. Mientras la comida se desarrollaba, los esposos observaron con admiración cómo las provisiones de que disponían nunca se acababan, por más que escanciaran vino en las copas de sus huéspedes. Entonces, la pareja dedujo que sus visitantes, eran, en realidad, dioses inmortales. Después del ágape, Zeus y Hermes se mostraron con su auténtico aspecto y condujeron al matrimonio a lo más alto de una colina, desde la que se divisaba toda la región. Desde allí, pudieron ver cómo su choza se había transformado en un gran palacio, que serviría de templo para los dioses. Además, en agradecimiento, Zeus dijo a Filemón y a su mujer que les concediera cuanto quisieran, y éstos pidieron convertirse en los sacerdotes del templo y morir al mismo tiempo. Por otra parte, Zeus envió un gran diluvio a la región, cuyos habitantes perecieron totalmente, salvo la esplendorosa pareja. Al cuidado del templo vivieron durante mucho tiempo y, cuando, muy viejos, les llegó la hora de la muerte, Zeus, haciendo cumplir su deseo, los transformó a la vez en árboles: en un roble a Filemón y en un Tilo a Baucis. Desde entonces, ambos permanecieron juntos para siempre con las ramas entrelazadas."

 

Los mitos escandinavos achacan la desaparición de los gigantes prediluvianos a la intervención de su dios Ymir, relacionado con una deidad de los océanos. Estos perecen ahogados en su sangre, es decir el agua..."en los mitos escandinavos, son los primitivos gigantes del frío, enemigos de los dioses. Fueron ahogados en la sangre de Ymir, solo sobrevivió una pareja, de los cuales después nacerían una nueva raza de gigantes".

 

Ningún continente parece querer quedar al margen de este universal mito, en África encontramos la siguiente leyenda sobre la creación:

"Según el mito yoruba de la creación: Los dioses nunca se cansaban de oír a Obatala (creador de la especie humana) describir la ciudad que él había creado en la Tierra (Ife). Muchos de ellos estaban tan fascinados con lo que habían oído, que decidieron dejar sus casas del Cielo y vivir entre los hombres en la Tierra... Pero Olokun (diosa del mar) estaba celosa de Obatala y... Reunió las grandes olas del océano, enviándolas a través de la tierra que había creado Obatala. Una tras otra, las olas inundaron la Tierra hasta que el agua sumergió toda la extensión que se podía ver a simple vista. Los pocos que sobrevivieron al Diluvio encontraron la ayuda de la diosa Orunmila."

 

En América, el recuerdo de un destructor diluvio, enviado por el dios Viracocha, ha dejado su huella en sus más ancestrales tradiciones:

"Pero cuando vio que los gigantes eran mucho más grandes que él, dijo: No es conveniente crear seres de tales dimensiones, ¡me parece mejor que tengan mi propia estatura! Así creó Viracocha los hombres según sus propias medidas, tal como son hoy en día, pero aquellos vivían en oscuridad. Viracocha ordeno a los hombres, vivir en paz, orden y honrarle, pero aquellos se entregaron a la mala vida, los excesos y fue así como el Dios creador, los maldijo, convirtiéndolos en piedras o animales, algunos quedaron sembrados en la tierra, otros fueron absorbidos por las aguas, finalmente arrojo sobre ellos un diluvio en el cual todos perecieron".

 

En la Patagonia encontramos referencias a este hecho y la leyenda cuenta que:

"... Sólo se salvaron los protegidos por el Gran Futachao. Cuentan los tehuelches que los refugiados en las cuevas de las cumbres, rodeados por la oscuridad y el agua de arriba y de abajo y marcados por el hambre y el frío, pidieron luz al padre divino para buscar alimento y ramas para el fuego. Y entonces él ordenó a Kéenguenkon (la Luna) que subiera con su luz al cielo para alumbrar a los hombres, pero en el largo trayecto su fuego sagrado se fue enfriando por la lluvia interminable y desde entonces hay luz de luna en la noche, pero es luz fría."

 

Otros pueblos, al norte de América, como los indios Navajos recuerdan como en tiempos ancestrales todas las naciones indias, incluyendo un pueblo al que le llamaban la gente blanca(?), vivían todos juntos en las montañas cercanas al río San Juan. Concretamente en cuevas que les hacían las veces de refugio pues las aguas estaban muy crecidas y solamente en ocasiones éstas bajaban lo suficiente como para dejar ver la tierra. La leyenda continua diciendo que en una ocasión en que las aguas habían remitido lo suficiente un indio salió de la cueva y caminó por el barro hasta que éste le impidió avanzar más. Tribus pertenecientes al territorio de Lusitania cuentan como los hombres  intentaron construir una pirámide que llegase hasta los cielos la cual se derrumbó provocando desde ese instante entre otras cosas que un gran diluvio arrasase toda la tierra  y la tribu de los Choctaw lograron sobrevivir junto con sus animales en una embarcación.

Desde  la vieja Irlanda, donde Partolón,  llegado de Grecia  y  que colonizó Irlanda después del Diluvio hasta la Micronesia existen rasgos en común en todas estas leyendas.  Las islas de las Marianas, Marshall, Gilbert, Ellice y las Carolinas tienen en común el recuerdo de un gran Diluvio que cubrió sus tierras. Solo aquellos que se refugiaron en las cimas de los picos y montañas más altas lograron sobrevivir. Nueva Guinea, Islas Fiji, Salomón y Nueva Caledonia, en la Melanesia, son otro ejemplo del mismo testimonio donde lluvias e inundaciones de enormes proporciones marcaron el principio de los tiempos donde muy pocos fueron los que sobrevivieron. Estas historias se repiten de nuevo en casi toda la Polinesia y llegan hasta Australia donde las tribus que habitan las costas del Este recuerdan que tan solo dos o tres hombres y una mujer se salvaron de perecer ahogados por una gran inundación refugiándose en una pequeña isla. En Indonesia existen varias referencias a grandes inundaciones donde incluso se cuenta que las tierras volvieron a emerger después de que un gran Diluvio terminase por sumergirlas. Los Mongoles achacan la aparición del desierto llamado "mar de las arenas" al momento en que las aguas del Diluvio se retiraron de aquellas tierras, dejando tras de sí un paisaje desértico, árido y arrasado donde ellos recordaban existió una vez una tierra rica en vegetación. En China, se conoce con el nombre de Fu-hsi a uno de los pocos supervivientes de una gran inundación. Es considerado como el "Adan" para la cultura china, en algunas regiones se le eleva al rango de un semidios. Las leyendas chinas cuentan además que una gran ola arrasó sus tierras inundándolo todo, llegando las aguas a cubrir las montañas. Japón tiene entre su mitología alusiones a la gran inundación que no difieren demasiado del argumento de sus países vecinos, influenciado quizá por el paso de diferentes pueblos por el archipiélago japonés. En Siberia las leyendas dicen que en una gran inundación ocurrida en un tiempo muy remoto obligó a los hombres a salvarse en balsas y otros con menos suerte hicieron lo posible por salvarse agarrados a troncos y escombros. En el antiguo imperio Babilónico se recogen en antiquísimos escritos, en la epopeya de hecho más antigua que se conoce, la descripción de lo que a todas luces se trató de una descomunal tempestad que duró varios días y que provocó que la tierra se viese inundada hasta el punto de quedar sumergidas las montañas haciendo perecer a los hombres. Gilgamés, nombre  del legendario héroe babilónico de esta epopeya, recibió el aviso previo  de los dioses anunciándole la próxima venida del Diluvio. Salvó su vida construyendo una balsa donde daría refugio también a todo viviente que más tarde poblaría de nuevo la tierra. Y solo después de veinte días comenzó a verse de nuevo la tierra que hasta entonces permaneció sumergida. Esta historia es la que posiblemente sirvió de base para que el pueblo hebreo se hiciese eco más tarde en sus tradiciones de lo que llamaron el Diluvio Universal con Noé como protagonista principal. En antiguas leyendas de Mesopotamia existen referencias a este suceso:" Los mesopotámicos atribuían su conocimiento de las ciencias y las artes a un animal con capacidad racional llamado Oannes, el Enki de los sumerios, que salvó a los seres vivos del diluvio, cuando se desbordó el Eúfrates. Oannes surgía del Golfo pérsico durante el día para instruirles y retornaba al agua por la noche."

 

¿Un hecho previsible?. He querido obviar intencionadamente en este sentido las descripciones que muchas de las leyendas hacen al hecho de que determinadas "señales" previas a esta catástrofe pudieron poner sobre aviso a aquellos que supieron o "han tenido la sabiduría" de interpretarlas a tiempo y poner sus vidas a salvo. En este sentido la vigilancia y observación del cielo de que hacían gala muchas antiguas culturas pueden tener la clave. Estas señales o "avisos de los dioses" de lo que estaría por acontecer pueden estar en los cambios observados por los contemporáneos en la naturaleza y concretamente en el Sol, en el firmamento... Como sabemos, en la antigüedad el papel del Sol y de la astronomía en general han tenido una importancia relevante en la mitología y la religión. Es muy posible que determinados cambios cíclicos observados en las posiciones, brillo o trayectoria de determinados cuerpos celestes les diesen a entender que algo asociado a estos cambios era el anuncio de que la naturaleza  desencadenaría próximamente su furia. Pero esto sería tema para otra ocasión...

 

-Hay pruebas que atestigüen los hechos que narra la mitología?.

El mito de Noé y el Arca ha sido la causa de que no pocos aventureros en el mundo se pusiesen manos a la obra y comenzasen a buscar los restos del mítico navío por las montañas de Turquía y alrededores. Beroso, un antiguo historiador de origen babilónico que vivió entorno al año 275 antes de Cristo recogía los testimonios de los habitantes de Armenia que cuentan como tenían por costumbre fabricarse amuletos con los restos de  la madera y brea de la nave. Ya en pleno siglo XX han sido varios los exploradores que se han dedicado a buscar el mítico objeto con resultados que aun no prueban de forma fehaciente su existencia.

 

Y el mito del Diluvio da paso también a otro mito por excelencia; La Atlántida. La civilización dada a conocer por Platón quien situaba a esta fabulosa isla-continente en el océano Atlántico y que "desapareció en un solo día y una noche sumergida en las aguas en castigo por sus crímenes. Zeus,  de la misma forma que Dios-Yavhe hizo lo mismo con el mundo al enviar el Diluvio Universal convirtió la Atlántida en un mero recuerdo del pasado". ¿Cuando nos referimos al hundimiento de la Atlántida estamos haciendo referencia al mismo cataclismo que afectó  a otros pueblos de la tierra?.

Como acabamos de comprobar, el mito del Diluvio se trata de un verdadero mito Universal. Es una historia que traspasando las fronteras del tiempo y el espacio ha permanecido en la memoria de casi todos los pueblos de la Tierra. Lejos de tratarse de un relato perteneciente a un pueblo o cultura concretos se universaliza conservando un núcleo argumental común en todas las narraciones:

-Se trató de un hecho que tuvo lugar en un tiempo pretérito no definido. 

-El alcance de esta catástrofe alcanzó a muchos y distintos lugares del planeta.

-Montañas, cuevas y balsas han sido principalmente los medios por los cuales la humanidad ha podido salvarse de perecer.

-Un hecho tan aterrador y de consecuencias tan devastadoras es achacado en cada cultura a una intervención divina.

La primera evidencia seria a tener en cuenta que encontramos se remonta a principios del siglo pasado, en 1929, el arqueólogo inglés Sir Charles Leonard Woolley informaba de la aparición de extrañas capas de agua sedimentada de 10 pies de anchura en unas excavaciones realizadas en las cercanías del río Eufrates. Estas capas solo se han encontrado concentradas en esta zona dentro del perímetro de la región. Existen tipos de sedimentos característicos de determinadas épocas que pueden encontrarse repartidos por todo el planeta y que nos permiten intuir que en ese tiempo se dieron unas circunstancias climatológicas y geológicas comunes en muchos lugares y que deben responder a un fenómeno desencadenado a escala casi global. Lo cierto es que determinadas capas se caracterizan por una elevada concentración de determinados componentes, unas veces  piedra caliza, arenisca, otras  tiza o piedra glaucoítica, etc. que obedecen a cambios a escala casi planetaria que afectaron a las capas más superficiales de la corteza terrestre. Otra evidencia se trata de los restos de animales y plantas, en particular de fósiles de peces, en enormes depósitos de carbón. Formando lo que podríamos imaginar como una gran alfombra que se extiende por numerosos lugares de la tierra y albergan una cantidad ingente de restos de madera, vegetales o animales. En ocasiones se ha barajado la posibilidad de que estos gigantescos cementerios fueron provocados por sucesivos y cíclicos fenómenos entre los que podía estar el mítico Diluvio. Pero el Diluvio tampoco es la única respuesta y aunque encaja como una solución válida a determinados enigmas geológicos debemos interpretarlo como una teoría más en este sentido.

 

Aunque, el estudio de estas capas y depósitos en ocasiones arrojan un resultado sorprendente, jugando muy a favor de dar la razón a la mitología. En 1998 salió a la luz una hipótesis presentada en el Congreso Anual de la Unión de Geofísica Americana por William Ryan y Walter Pitman, donde expusieron sus serias dudas sobre la formación gradual a través del tiempo del Mar Negro como hasta ahora se venía suponiendo. La explicación hasta este momento pasaba por la lenta invasión de las aguas del Mar Mediterráneo causada por el progresivo deshielo, provocando que las saladas aguas se fuesen mezclando con lo que hasta ese momento fue un lago de aguas dulces. Los posteriores análisis de las muestras de las capas sedimentarias del fondo del Mar Negro y de las pruebas de Carbono 14 llevadas a cabo sobre restos de organismos como crustáceos  han dado lugar a pensar que la invasión del Mediterráneo se ha producido de forma brusca y repentinamente hace aproximadamente 7500 años. Según estos científicos, la catástrofe acontecida en este lugar puede que tenga un reflejo de lo que ocurrió en las narraciones de los mitos de Noé y Gilgamés.

 

El reciente descubrimiento, hecho público en septiembre de 2000,   por parte de un equipo de investigación norteamericano patrocinado por la National Geographic en donde se han llegado a encontrar incluso restos de arquitectura procedente de una civilización que vivió en las orillas de lo que fue el inmenso lago parecen avalar en parte las hipótesis de Ryan y Pitman. La noticia saltaba a los medios de comunicación y resumidamente este fue su contenido:  

"...han descubierto los restos de una civilización prediluviana en el fondo del Mar Negro, a unos 18 kilómetros de la costa turca, junto a Sinop. El hallazgo refuerza la hipótesis de que esa masa marina fue en su día un lago de agua dulce que se vio inundado repentinamente. Los habitantes de la zona habrían tenido que abandonar de forma precipitada sus asentamientos...Sería con gran posibilidad, el episodio bíblico protagonizado por Noé y su arca conocido como el Diluvio Universal... Se estima que la civilización se desarrollo hace más de 7.000 años. Su rápida desaparición pudo producirse al verse inundado el lago por el crecimiento que provocó en los océanos el deshielo tras la última glaciación...causando una crecida de las aguas de un kilómetro y medio diario. Los expertos opinan que el hallazgo obligará a alterar todos los libros de Historia. Es un descubrimiento a escala mundial..."

 

Para el desaparecido escritor y divulgador científico Isaac Asimov existe una teoría que explicaría este mito. En su obra "Guía de la Biblia: Antiguo Testamento" expone lo que cree que pudo ocasionar una inundación de semejantes dimensiones como fue el Diluvio Universal narrado en los textos sagrados y que coincide con algunas descripciones de leyendas en diversos países. Para Asimov, la explicación pasaría por admitir que un cometa o meteorito atravesase la atmósfera terrestre haciendo impacto en un punto concreto del mar, el Golfo Pérsico. La onda, en forma de ola, llegaría a las costas arrasándolo todo a su paso.

Asimov no se encuentra solo a la hora de proponer una explicación que pasa por el impacto de materia proveniente del espacio exterior, otros científicos apoyan estas teorías. Geólogos como Allexander Tollmann o Victor Clube defienden esta explicación y hacen públicas sus teorías:

"LONDRES (ANSA) - Un cometa errante que cayó sobre la Tierra -y no la ira divina- causó el Diluvio Universal, afirmaron ayer un geólogo austriaco y uno inglés. El acontecimiento, reseñado en el diario dominical británico Sunday Times, ocurrió hace unos 12 mil años. Muchos otros geólogos no están de acuerdo, pero Alexander Tollmann, de la Universidad de Viena, y Victor Clube, de Oxford, están convencidos de que los fragmentos de un gran cometa asolaron la Tierra entre el 10.000 y el 9.600 antes de Cristo, cayendo principalmente en el Pacífico sur, Atlántico norte, Océano Indico y en el Mar Antártico. Después de destruir el ozono atravesando la atmósfera, el impacto de estos fragmentos causó terribles terremotos e inmensas olas que barrieron las tierras emergidas. Dio entonces lugar a enormes nubes de polvo radiactivo que oscurecieron el cielo durante muchos días transformándose en precipitaciones de lluvia ácida. A través de estudios separados, Tollmann y Clube sostienen que la teoría es apoyada por el hallazgo en varias partes del planeta de fragmentos de roca fundida en estratos sedimentarios que no parecen ser de origen volcánico. Existe luego la curiosa abundancia en todos los continentes de fósiles de árboles que se remontan al mismo período. Según Tollmann, la teoría es confirmada también por mitos mediorientales, chinos, indios y americanos sobre la base de la memoria prehistórica de las primeras civilizaciones. Estos mitos, afirma Tollmann, hablan de una amenaza de siete soles y de siguientes catástrofes de grandes dimensiones. La teoría de cometas o meteoritos caídos sobre el planeta explican muchas otras catástrofes, comenzando por la de la extinción de los dinosaurios. Según Clube, justamente a la caída de un cometa se deben los cambios climáticos ocurridos hace 1.500 años que precipitaron las civilizaciones en el medievo."

 

-Es posible que se repita algo similar al Diluvio Universal?.

La posible existencia de una inundación de grandes dimensiones que afectó a una buena parte del planeta parece cada vez más segura. Los agentes causantes de esta inundación aún no están claros. Los cambios climáticos observados tiempo atrás y conocidos como glaciaciones se han venido sucediendo de forma cíclica y alternándose con períodos climáticos más secos. Pese a la complejidad de las causas que han podido verse involucradas en el desarrollo de estos fenómenos la geología parece inclinarse por las oscilaciones en la cantidad de radiación emitida por el Sol. El calentamiento de la atmósfera terrestre debido a la mayor actividad solar sería la causa principal del deshielo de los casquetes polares. Deshielos que provocarían el aumento de los niveles de mares y océanos a nivel planetario, mayor densidad de lluvias, desbordamiento de caudales de agua...

Un cambio de inclinación o incluso de orientación en el eje terrestre podría traer consecuencias catastróficas similares a las ya comentadas. La inclinación del eje es cambiante y progresiva, prueba de ello es que hace miles de años (concretamente 4000 años a. de C.) el punto que marcó el Norte geográfico terrestre estaba cerca de la estrella próxima a la punta del carro de la Constelación de La Osa Mayor. Dentro de unos 1200 años la estrella que llamamos Polar perderá su característica y la responsabilidad de señalar ese punto recaerá en la estrella Vega de la constelación de Lira. Este movimiento es de sobra conocido y obliga a actualizar continuamente los parámetros de situación en cartas navales y celestes, corrigiendo los errores de situación que tendrían lugar si ignorásemos este hecho. Este movimiento se realiza con lentitud a lo largo de los 26000 años aproximadamente que tarda en completarse y volver a comenzar en el punto de partida. El nombre que recibe es el de precesión y está íntimamente ligado a la aparición cíclica de los equinoccios, es decir, las estaciones.  

El análisis de las características de las tierras que hoy se encuentran sepultadas por los hielos "eternos" en los polos demuestran que una vez disfrutaron de climas mucho más benignos, quizá debido a cualquiera de los fenómenos ya comentados. Variaciones en la distancia media que nos separa del Sol podrían ser la causa de cambios que estarían por evaluar. Esta anomalía es conocida como nutación terrestre y trata de evaluar las desviaciones de la órbita que describe la Tierra alrededor del Sol ocasionadas por la fuerza de gravedad entre ésta y la Luna. Es decir, la Luna es la responsable de que la Tierra no describa una orbita alrededor del Sol completamente circular. De hecho nuestro propio satélite, la Luna, está separándose de nosotros con una velocidad lenta pero constante y llegará el día en que abandone necesariamente nuestra órbita para continuar su viaje en solitario por el Cosmos. ¿Con qué consecuencias para nosotros...?.

"Una pauta en la forma de la órbita de la Tierra alrededor del Sol controla el ciclo de edades de hielo. La forma de esta órbita varía y se vuelve más circular o más elíptica, en períodos de aproximadamente 100.000 años. Esto se ajusta a la frecuencia con la que empiezan las edades de hielo. Pero los ciclos de edades de hielo de 100.000 años de duración son un fenómeno relativamente reciente y nadie sabe por qué el planeta adoptó su estado actual.

JEAN JOUZEL ( Experto en clima y en glaciaciones).

El posible impacto de un asteroide o cometa en la superficie terrestre es evidente. Pruebas de que esto ya ha sucedido en el pasado y se repetirá en un futuro es indiscutible. Hay huellas de estos impactos repartidos por todo el planeta. Dependiendo del tamaño y el lugar del impacto del cuerpo las consecuencias pueden ser calamitosas. Estos desastres son también catalogados como cíclicos y relativamente previsibles. Hoy día se admite incluso como una seria hipótesis para explicar el enigma de la desaparición de aquellos otros gigantes que fueron los Dinosaurios.

Hay evidencias de grandes extinciones que afectaron a muchísimas especies de animales y plantas en todo el planeta durante períodos cíclicos, sin embargo,  las verdaderas causas aún siguen siendo una incógnita. La última gran extinción ha tenido lugar precisamente en la era Cenozóica, animales como el Smilodon, conocido más popularmente como tigre diente de sable, el mamut lanudo o el gran perezoso son ejemplos  de estas desapariciones masivas. Lo único verdaderamente claro es que algo a escala global ha  venido afectado cíclicamente la evolución de la vida en este planeta.

¿El cambio climático a escala planetaria al que estamos asistiendo de brazos cruzados será el anuncio de un nuevo deshielo con consecuencias parecidas al Diluvio Universal?. Estamos viendo los comienzos de lo que aún está por llegar, mientras, científicos, industriales y políticos discuten, los efectos de este cambio climático ha multiplicado por 5 la intensidad y número de catástrofes derivadas del clima en apenas 50 años. La posibilidad de que ocurra un nuevo deshielo es evidente, la pérdida de masa helada en los polos y el aumento progresivo del nivel de los mares está demostrado. Pero las consecuencias finales de este cambio climático no las conoceremos con seguridad hasta que llegue el momento, al aumento progresivo del nivel de los mares hay que sumarle el aumento en intensidad y número de tormentas, vientos huracanados, periodos prolongados de sequías y lluvias en lugares donde no eran habituales, pérdida de ozono en la atmósfera...un cóctel con demasiados ingredientes para aventurar que consecuencias nos deparará. 

Y para terminar, solo una pregunta: ¿Será cierto que detrás de los mitos o leyendas reside una parte de verdad o de la Historia?...