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Paleoantropologia .
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ESPECIAL "EL HOMBRE DE ORCE" EN TARTESSOS.INFO

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LOS PRIMEROS HABITANTES DE EUROPA
 
 
 
Yacimientos de mamíferos
 
Un nuevo significado para los espacios de excavaciones del Pleistoceno inferior
Nuevas evidencias en los yacimientos paleoantropológicos de Georgia (Caucaso)

Lorenzo Rook
El registro fósil Plio-Pleistoceno de las localidades con grandes mamíferos de Italia es conocido desde hace mucho tiempo.  El amplio término Villafranquiense, universalmente reconocido (aunque diferentemente interpretado) para la estratigrafía del Plio-Cuaternario, fue establecido por Pareto en 1872 para indicar el tiempo geológico en que debían ser incluidas algunas de las asociaciones faunísticas de los conocidos y típicos yacimientos italianos (Montopoli, Triversa, Valdarno Superior, etc.). El estudio científico moderno de esta fauna y la formalización del Villafranquiense con sus subdivisiones en Unidades Faunísticas se deben en gran parte a las investigaciones realizadas por el conocido Profesor Augusto Azzaroli (Catedrático Emérito de la Universidad de Florencia).
Dificultades
La extensión generalmente limitada en el tiempo y en el espacio de los cuerpos sedimentarios de ambientes continentales, la discontinua distribución de los fósiles de grandes mamíferos y la dificultad de establecer y registrar las diferentes sucesiones continentales en áreas diversas ha llevado a los paleontólogos de grandes mamíferos a construir un sistema cronológico propio.
Las asociaciones de mamíferos fósiles se ordenan en una sucesión temporal por medio de la variación evolutiva y de los eventos de dispersión de las especies. El principio de superposición, fundamento básico de la estratigrafía, es utilizado, cuando es posible, para reforzar o falsificar la cronología. La fauna fósil, representada por medio de biocronos (unidades de tiempo que miden y datan la duración de los caracteres de los organismos), y el sistema constituido de las distintas sucesiones de fauna ayuda a construir una biocronología.
Dispersión
Varios eventos de dispersión de grandes mamíferos, incluido el reconocimiento de líneas evolutivas locales, han permitido definir una sucesión de eventos y de biocronos (Unidad Faunística), para la mayor parte con valor de escala continental.
El estudio de la biodiversidad y de la dinámica de sucesión de los fenómenos evolutivos y de los eventos de dispersión, ha permitido evidenciar que los ecosistemas continentales de Europa desde el Plioceno superior al Holoceno (los últimos 2,5 millones de años) han sufrido profundas transformaciones. En particular el periodo de tiempo correspondiente al Pleistoceno inferior (entre 1,8 y 0,9 Ma) en Eurasia ha estado caracterizado por profundos cambios ambientales y de dos eventos de renovación (turnover) en las asociaciones de mamíferos.
En torno a 1,8 Ma se produce el llamado wolf-event (evento lobo), que corresponde a la difusión en masa de los cánidos de tipo moderno (el género Canis sensu strictu), conjuntamente con otros carnívoros de comportamiento social (como la gran hiena supercarroñera Pachycrocuta brevirostris), y con la reducción extrema de los herbívoros. Todo el Pleistoceno inferior (correspondiente temporalmente al Villafranquiense superior) se caracteriza por una reducción drástica de la biodiversidad. La situación cambia nuevamente al final del Villafranquiense, en el intervalo de tiempo entre 1,0 y O,9 Ma (es la llamada transición Pleistoceno inferior-medio), cuando se recupera una biodiversidad parecida a la del Plioceno.
Es muy importante notar cómo estos dos eventos faunísticos corresponden con la difusión en Europa de un taxon peculiar en la fauna de mamíferos, el género Homo. Durante largo tiempo ha sido aceptado que la llegada del hombre a Europa se produjo durante el Pleistoceno medio, en una fecha no anterior a 700.000 años. Pero nuevos hallazgos en China y la revolución que ha significado una nueva datación de los fósiles de Java han indicado que la llegada del hombre al sureste asiático se debió realizar en el Plioceno final. Otros datos son los recientes hallazgos de España (en la cuenca de Guadix-Baza) y de Georgia (Dmanisi) que evidencian la presencia del hombre en Europa al inicio del Pleistoceno inferior.
Esta es una señal muy importante que cambia el modo de afrontar el estudio de todos los yacimientos con mamíferos fósiles del Pleistoceno inferior, pues todos ellos son potencialmente localidades arqueológicas y/o paleoantropológicas y su estudio ya no puede volver a ser afrontado exclusivamente con las metodologías clásicas de la Paleontología de Vertebrados. El estudio de todas las localidades con mamíferos del Pleistoceno inferior deberá ser desarrollado integrando los conocimientos paleontológicos y arqueológicos, además de sus metodologías de trabajo.
 

Lorenzo Rook: es profesor de Paleontología en la Universidad de Florencia, donde se encuentra la principal escuela paleontológica italiana. Participa y dirige proyectos de investigación paleontológica y paleoantropológica en Italia, Eritrea (donde recientemente encontró un cráneo humano de 1 millón de años de antigüedad), en la Península Arábiga y en Ecuador.