TARTESSOS

 
                                                     

UN ANTICUARIO DEL SIGLO DE ORO

 

 

     

 

 

Rodrigo Caro (1573-1647), célebre por su Canción a las ruinas de ltálica, nació en Utrera, en una familia oriunda de Carmona, y fue uno de los más distinguidos anticuarios sevillanos del Siglo de Oro. Aunque defendió a ultranza a los falsos cronicones de Dextro y Máximo, desarrolló una particular objetividad en sus estudios arqueológicos, al considerar los restos de la Antigüedad como inestimables documentos históricos y al tener como preceptiva arqueológica que “quanto importa que los ojos registren lo que ha de escrivir la pluma”. Este es uno de los principales valores de su obra más famosa, Antigüedades y Principado de las Ilustrísima ciudad de Sevilla y Chorographia de su Convento luridico o antigua Chancilleria, pues Caro visitó muchos de los lugares que cita, práctica nada habitual en su época, y así pudo enmendar la localización de no pocas poblaciones del Bajo Guadalquivir, que amplió años mas tarde en sus Adiciones al libro de las Antigüedades y Principado de Sevilla.