TARTESSOS |
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PRECEDENTES DE TARTESSOS - LOS MILLARES - |
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OLGA ÁLVAREZ HERRERO http://www.dearqueologia.com/colonizaciones.htm. |
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LOS MILLARES Pero, ¿qué es Millares?. ¿Cómo surge?. ¿Cómo son sus gentes?. Daremos repuesta poco a poco a estas preguntas.
Tesoro de Atreo Destaca, también, su puerta de acceso, flanqueada por dos bastiones y que da acceso a un corredor. La siguiente muralla no es tan imponente como la ya comentada, aunque destacan sus torres circulares. Pero la defensa de la “ciudad” no acaba ahí, sino que, además, contaba con defensas exteriores en forma de fortines, situándose en las elevaciones cercanas que estaban también fuertemente protegidos: planta oval, torre semirectangular central, dos recintos amurallados y un foso protector. El poblado en sí, que según algunos llegó a albergar más de 1000 personas en su época de mayor esplendor, se compone de casas de planta circular, zócalo de piedra, cubierta vegetal y suelo de tierra apisonada. Los estudios ha desvelado que el ajuar encontrado en las viviendas es mucho más pobre que el hallado en la necrópolis de las que nos ocuparemos en breve. Dicho ajuar consta de restos de hogar, molinos de piedra, algún silo excavado en el suelo, platos, fuentes, perforadores, fusayolas, lo cual nos indica la existencia ya de telares y, por lo tanto, de una fabricación textil, etc... Uno de los elementos más importantes de dicho poblado es la prueba de la existencia ya entonces de una metalurgia del cobre, muy desarrollada que se realizaba en pequeños hornos sencillos realizado en el suelo de varias viviendas. También se han hallado crisoles para fundir metal, punzones y leznas (instrumento de metal con mango de madera que usan algunos artesanos para agujerear y coser). La necrópolis se sitúa en la ladera y está protegida por varios fortines. Destaca la cuidada construcción de las tumbas y su buena técnica, que choca un poco con la empleada en las casas del poblado. Estas tumbas, definidas por algunos autores, entre ellos el Prof. Maluquer como “Mansiones de la eternidad”, corresponden a tumbas colectivas de carácter megalítico. Hay varios tipos de tumbas como son cuevas artificiales, cámaras sin corredor y las más características, las denominadas Tholoi por su parecido constructivo con las tumbas de cámara micénicas (Tesoro de Atreo) . Estos Tholoi constan de un corredor de acceso a una cámara circular, cubierta con falsa bóveda conseguida por aproximación de hiladas. Tanto las paredes del corredor como las de la cámara se construyen o bien a base de losas hincadas o bien mampostería en seco. Delante del corredor, y a modo de vestíbulo sin cubrir, aparece un espacio semicircular en el que se realizaría el ritual funerario.
La decoración es geométrica, cuadrados, espigas, líneas, etc... con dos orificios, por lo que se les ha querido dar la función de colgantes, de elementos protectores que la persona podría levar colgada. Sin embargo, el gran peso de algunos de estos ídolos-placa hace inviable tal posibilidad, por lo menos para los más grandes. Otro tipo de ídolos muy interesante que se da en esta cultura, que no en este yacimiento, son los ídolos antropomorfos en los que se ha querido ver una relación con los ídolos cicládicos. A modo de resumen podemos decir que con el fenómeno del megalitismo, de desarrollo autóctono, aunque sin obviar los contactos con gentes de fuera, producto del comercio, se producen cambios importantes en el poblamiento de la Península Ibérica: se abandona el poblamiento disperso para crear grupos “urbanos” situados en lugares estratégicos que permitan controlar las vías de acceso a un elemento nuevo: el metal, el cobre, oro. Estos poblados se amurallan en su mayoría, algunos fuertemente, lo que nos indica enfrentamientos de grupos y por ello, la necesidad de defenderse. Además, existe un mundo funerario, complejo, con enterramientos colectivos y rico ajuar, lo que nos da una idea de la creencia en el más allá en el que se necesitan los objetos de uso diario y de otros objeto de lujo. Estos últimos, junto a todo lo anterior, nos da una visión de una sociedad “jerarquizada”, productora de excedente y muy organizada; no es una sociedad de subsistencia, lo que permite que algunos de sus miembros se dediquen a tareas no relacionadas con la producción alimenticia y se permitan amortizar caros objetos en sus tumbas. No queremos terminar sin traer a colación unas palabras del Prof. Maluquer que justifican el habernos ido tan atrás en el tiempo: “Existen unas relaciones y contactos marítimos intensos entre todas las costas meridionales que constituirán la esfera de acción propia del reino tartésico histórico”[1].
[1] “Tartessos”, Maluquer de Motres, J. Edi. Destino Vol. 309 Barcelona, 1990. ISBN 8423318931 |