Según
las fuentes Históricas, Epigráficas y Lexicográficas.
La mal
interpretación de las fuentes documentales. El caso de Hekateos y
Herodotos.
El País de los Celtas
se hallaba en Iberia, según las fuentes Históricas y epigráficas.
Este breve
artículo es una continuación o ampliación de
"Los Celtas son Oriundos de Iberia"
del investigador hispano-cubano Georgeos Díaz-Montexano, publicado en
"Arqueología sin Fronteras" (1996).
Por J.M. Almagro.
Jueves, 07 de diciembre de 2006
Todos los que de alguna manera nos hemos interesado alguna vez sobre los
Celtas y sus orígenes, habremos leído sobre las célebres referencias a
las citas de Hekateos y Herodotos, consideradas las más antiguas y
relevantes en cuanto a la identificación de los celtas y su región
nativa.
Al respecto, veamos un resumen de la interpretación tradicional de estas
dos importantes fuentes, según expone Gonzalo Ruiz Zapatero ("El
concepto de Celtas en la Prehistoria europea y española". Universidad
Complutense de Madrid. Edición ACTAS, 1993). Señalaremos en negritas y
cursivas los puntos que serán objeto de análisis en este estudio.
"...La referencia más antigua (se refiere a los Celtas) es la de la Ora
Marítima de Avieno que alrededor del 520 a.C. sitúa a los celtas como
pueblo vecino de los ligures, ocupando regiones más al Occidente que
éstos. Hecateo de Mileto, que debió escribir a fines del s. VI
a.C., situaba la Keltike hacia el interior de la costa ligur
de la colonia de Massalia, y Herodoto los colocaba en tormo al
nacimiento del río Istro (Danubio) y más allá de las Columnas de
Hércules. Hacia el 500 a.C., por tanto, la Céltica está
atestiguada al N. de los Alpes y en las tierras occidentales del
continente y es muy probable que el término "Keltoi" lo recibieran los
griegos de forma oral a través de los propios indígenas.
En cualquier caso es importante destacar dos conclusiones de estas
referencias y dejar claro que el término "keltoi" de los primeros
historiadores griegos del s. V a.C.: primero, es un término que viene
definido explícitamente por su contenido geográfico y segundo,
que no implica una descripción etnográfica y que tampoco
existen argumentos para suponer que ellos mismos se reconocieran como
una identidad étnica, independientemente de que pudiera existir una
identidad lingüística, cultural, social y aun de formas políticas.
Por tanto estas primeras noticias sobre los celtas tienen una
connotación más geográfica que étnica, al menos en el sentido de
una unidad étnica. Incluso las referencias escritas de Tito Livio y
otros autores latinos sobre las invasiones de celtas en Italia y Grecia
no permiten deducir una identidad étnica, cultural o incluso
lingüística, y es plausible que el término "celtas" fuera un
término genérico para referirse a los pueblos septentrionales más
allá del arco alpino..."
Análisis de los anteriores enunciados, desarrollado por Díaz-Montexano
en su tesis:
"...Hecateo de Mileto, que debió escribir a fines del s. VI a.C.,
situaba la Keltike hacia el interior de la costa ligur de la
colonia de Massalia…” (Ruiz Zapatero, 1993).
El autor –que resume el sentir general de las celtólogos e
indoeuropeístas- comete un error de interpretación. Como bien apunta
Díaz-Montexano (1995), en la cita griega de Hekateos no se dice por
ninguna parte que la “Keltike se hallara hacia el interior de la
costa ligur de la colonia de Massalia” (ni que los Keltoi fueran
originarios de Massalia como muchos creen también erróneamente), ni
siquiera se dice que esta ciudad fuera Celta; de hecho, la cita
solamente dice que Massalia es una ciudad Ligur, o de la Liguria, que
está en dirección próxima a la Céltica.
Esa idea errónea de que Massalia era una ciudad de la Céltica –creada y
extendida por ciertos autores de renombre- parte de un conocimiento
deficiente de las fuentes primarias y de la gramática griega clásica, y
sobre todo de una excesiva confianza en los intérpretes anteriores y
maestros que les precedieron. Por otra parte, esta errónea
interpretación –como veremos a continuación- ha sido perpetuada en el
tiempo también por una marcada intencionalidad de” pervertir la
historia” para acomodarla a la principal teoría académica que conseguió
sentar dogma en las principales cátedras europeas, que es precisamente
la del origen centro-europeo de los Celtas. Veamos las pruebas:
Cita de Hekateos:
"...Massalía pólis tês Ligüstikês katá tên Keltikên..." (Hekateo,
Europa; 560-480 B.C.)
"...Massalia, ciudad de la Liguria próxima a la Céltica..."
(Díaz-Montexano, 1995)
Análisis gramatical: kata (con acusativo) -como apunta Díaz-Montexano-
en los tiempos de Hekateo solía traducirse (al referirse a lugar,
posición) como "próxima a", "contra", "enfrente de", "opuesta a", “de
cara a”. Así tenemos en el mismo Hekateo, otra secuencia de kata con
acusativo: “...Mêlousa. nêsos kata Ibêras ...", que la Dra
Elvira Gangutia Elícegui, Profesora de Investigación del CSIC e
Investigadora Principal del Diccionario Griego-Español -una autoridad
internacionalmente reconocida- traduce correctamente como: "...Melusa:
isla próxima a los iberes..." ("La Península Ibérica en los
autores griegos: de Homero a Platon" / edición, traducción y comentario,
Elvira Gangutia Elicegui. Inscriptiones graecae antiquissimae Iberiae [IGAI]
/ edición, traducción y comentario, Helena Rodríguez Somolinos; Julio
Mangas y Domingo Placido (eds.). Madrid, 1998, p. 147).
Por consiguiente, es un error de interpretación seguir sosteniendo que
”…la Keltike se hallaba hacia el interior de la costa ligur de
la colonia de Massalia…”. La Keltike o “región/país de los Celtas”
se hallaba cercana, próxima (u opuesta) a Massalia, ciudad de la Liguria,
cuyos límites llegaban justamente hasta la misma Massalia, y los pies de
los Pirineos franceses; por lo que la Keltiké solamente podría haber
estado bien hacia el Norte o bien hacia el Oeste de Massalia, pues el
Este de Massalia era territorio Ligur.
En cualquier caso, no todos los autores han comulgado con esta
interpretación errónea tradicional –y generalizada- que ubicaba a
Massalia bajo la Céltica -cuando no en la misma Céltica-, p.e., Alberto
J. Lorrio de la Universidad de Alicante, ya en 1997 (posterior a la
publicación de Díaz-Montexano, 1996) escribía sobre este punto lo
siguiente:
"...la primera mención de la Céltica, Keltiké, se debe a Hecateo de
Mileto (ca. 500 a.C.), de cuya obra tan sólo se conservan algunos
fragmentos recogidos por un lexicógrafo del siglo VI d.C., Esteban de
Bizancio. Hecateo se refiere a Narbona como una ciudad céltica, lo mismo
que Nirax, de localización incierta, y ubica a la colonia griega de
Massalia, fundada en la tierra de los Ligures, cerca de la Céltica..."
(Lorrio, Alberto J., "Los Celtíberos". Universidad de Alicante.
Universidad Complutense de Madrid, 1997, p 12)
En líneas generales, el resumen de Hekateo realizado por Lorrio es
correcto, sin duda mucho más correcto que la errónea interpretación que
expone Ruiz Zapatero, como portavoz del criterio más generalizado, no
solo entre los especialistas hispano-portugueses sino entre todos los
indoeuropeistas.
Como apunta Díaz-Montexano, en la cita sobre Massalia, es evidente que
Hekateo no dice en ningún momento que esta ciudad estuviera en la misma
Céltica sino próxima, por lo que la Céltica podría estar en cualquier
lugar próximo a Massalia, bien hacia el Norte o hacia el Occidente, pues
al Este se extendía los límites de la Liguria, y para saber en cuál de
estos puntos se hallaba la Céltica tenemos a Herodoto, quien -sin lugar
a dudas- ubica a la Keltike o “Nación de los Celtas” después de las
Columnas de Hércules, limítrofes de los Kynetes/Kynesios (los más
occidentales de toda Europa), o sea, en el suroeste de Iberia.
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Mapa del Mundo Antiguo según Hecateo de Mileto (s. VI a.C.) Según la
reconstrucción propuesta por Díaz-Montexano, la Céltica (Keltikên) se
extendía desde el occidente de Iberia (limitando con los Kynesios) hasta
la Narbonensse como límite más oriental, pues en Hekataios, la dos
únicas ciudades que se mencionan como "Polis Keltike" ("ciudad celta")
son Nyrax (no identificada aún) y Narbon, al pié de los Pirineos de la
parte francesa; por eso cuando habla de la ciudad de Massalia, que
afirma es Ligur, dice que esta se hallaba cercana (opuesta) a la Céltica
en griego, "...katá tên Keltikên.". Sin duda, Massalia (Marsella) está
próxima (enfrente, opuesta) de Narbona, o sea, del límite oriental de la
Céltica.
Continúa Lorrio:
"...Será Herodoto (2, 33 y 4, 49) quien, en pleno siglo V a.C.,
proporcione la primera referencia segura respecto a la presencia de
Celtas en la Península Ibérica, al señalar que el Istro (luego Ister),
actual Danubio, nacía en el país de los Celtas, cuyo territorio se
extendía más allá de las Columnas de Hércules, siendo vecinos de los
Kynesios (o Kynetes), pueblo que era considerado como el más occidental
de Europa. Así pues, los referidos pasajes de Herodoto pueden
considerarse como la más antigua evidencia de la utilización del
etnónimo Keltoi en la Península Ibérica. Aun con el error en la
identificación de las fuentes del Danubio, que son situadas en las
proximidades de la ciudad de Pyrene (2, 33), localizable en el extremo
oriental de la Cordillera Pirenaica, y de la que se hace mención en el
Periplo de Avieno (vv. 559-561) como frecuentada por los massaliotas, la
veracidad del texto de Herodoto es aceptada de forma generalizada (vid.,
entre otros, Powell 1958: I3 s.; Fisher 1972: 109 s.; Rankin 1987: 8 s.;
etc.)…” (Lorrio, Alberto J., "Los Celtíberos". Universidad de
Alicante. Universidad Complutense de Madrid, 1997, p 12)
Sin embargo, también esta célebre cita de Herodoto ha sido
malinterpretada (o mal traducida) de manera tal que también ha
proporcionado cierta cobertura a la teoría tradicional más
institucionalizada, ya que lo que para algunos no es más que un error,
para otros es una evidencia de que Estrabón estaba informándonos de que
el país de los Celtas se hallaba mas bien hacia el Este de Europa que
hacia el occidente -donde es posible que también existiera otra ciudad
con el nombre de Pyrene- y por consiguiente que la cita de los celtas en
Iberia junto a los Kynesios podría ser una indicación de la extensión
del territorio celta hacia el Oeste… ¿pero, realmente ha existido un
posible error geográfico?, ¿cometió Estrabón un error, o varios errores,
en este pasaje de sus Historias? Díaz-Montexano ha realizado un estudio
directo del texto griego y ha llegado a la conclusión de que Estrabon no
cometió ningún error; en todo caso sería el primer traductor o
intérprete latino, del que copiaron después la mayoría de los
traductores hasta hoy –en sucesivas cadenas- el que cometería los
posibles errores. Veamos las evidencias:
Cita de Herodotos:
"...[3] Istros te gar potamos arxámenos ek Keltôn kai Purênês polios
rheei mesên schizôn tên Eurôpên: hoi de Keltoi eisi exô Hêrakleôn
stêleôn, homoureousi de Kunêsioisi, hoi eschatoi pros dusmeôn oikeousi
tôn en têi Eurôpêi katoikêmenôn..." (Herodotos, Historias. 2.33.3)
Veamos la traducción inglesa del Dr. Godley (1920), de la cual han
derivado la mayoría de las traducciones en castellano y en todas las
lenguas modernas peninsulares del último siglo pasado.
"... [3] For the Ister flows from the land of the Celts and the city of
Pyrene through the very middle of Europe; now the Celts live beyond the
Pillars of Heracles, being neighbors of the Cynesii, who are the
westernmost of all the peoples inhabiting Europe..." (Herodotus,
with an English translation by A. D. Godley. Cambridge. Harvard
University Press. 1920)
Veamos ahora una traducción bastante reciente de nuestra experta
española, la Dra Elvira Gangutia:
”… (Her. I 2.33) El río Istro, tras nacer en el país de los celtas y
ciudad de Pirene, corre dividiendo Europa por la mitad. Los celtas
habitan allende las columnas de Heracles y limitan con los cinesios, que
son los habitantes más extremos hacia el occidente de los que viven en
Europa…” (Gangutia Elicegui, Ob. Cit., 1998)
Podemos observar como la traducción de Gangutia apenas se diferencia de
la del Godley, salvo en ‘fluir’ por ‘correr’, y la omisión de la palabra
‘río’ por Godley. Sin embargo, Georgeos Díaz-Montexano sostiene –y
demuestra- que estas traducciones presentan un error serio de
interpretación (que ya viene perpetuándose desde las primeras
traducciones realizadas en la Edad Medieval); se trata de la secuencia
“…arxámenos ek Keltôn…”, que desde las primeras
traducciones, realizadas desde interpretaciones latinas, se traduce como
“nace (naciendo o tras nacer) en el país de los Celtas”. El error
de interpretación está justamente en ek, que con genitivo, y
relativo a lugar (de posición), debe traducirse como “fuera de”,
“allende”, “desde más allá de”, igual que ex / exo (ver anexos).
Díaz-Montexano propone una traducción más ajustada a las normas de la
gramática griega clásica, metafrástica; en definitiva, más fidedigna:
"...El Istros, en efecto, es el río que comenzando fuera de
las (tierras) Célticas y la ciudad de Pirene corre por la mitad
dividiendo a la Europa; los Celtas, por otra parte, están más allá de
las Estelas de Herakles, confinando pues a los Kynesios, los más
extremos -que cerca de las puestas del sol moran- de los que habitan la
Europa..." (Georgeos Díaz-Montexano, 1995)
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Mapa del Mundo Antiguo según Herodotos (s. V a.C.) Según la
reconstrucción propuesta por Díaz-Montexano, la Céltica (Keltikên) se
extendía desde el occidente de Iberia (limitando con los Kynesios) hasta
la Narbonensse como límite más oriental, pues en Hekataios, la dos
únicas ciudades que se mencionan como "Polis Keltike" ("ciudad celta")
son Nyrax (no identificada aún) y Narbon, al pié de los Pirineos de la
parte francesa; por eso cuando habla de la ciudad de Massalia, que
afirma es Ligur, dice que esta se hallaba cercana (opuesta) a la Céltica
en griego, "...katá tên Keltikên.". Sin duda, Massalia (Marsella) está
próxima (enfrente, opuesta) de Narbona, o sea, del límite oriental de la
Céltica.
Si bien es cierto que traducción rectificada de Díaz-Montexano no
resulta tan “elegante” o “poética” es más fiel al sentido literal o
metafrástico y gramatical del texto. Así pues, lo que desde un principio
–desde hace varios cientos de años- se supuso un grave error de
Herodotos, a la par que una evidencia de que la Céltica se hallaba mas
hacia la Europa central que hacia Iberia, resulta que no era ningún
error de Herodotos sino un simple error de interpretación gramatical.
El texto –ahora- cobra (más bien recupera) el verdadero sentido de la
descripción de Herodotos. El país o las tierras de los Celtas se hallaba
en Iberia, confinando con los Kynesios, como afirma Herodotos, dos veces
en el mismo texto, y el río Istros (presumiblemente el Danubio o Rhim)
tenía su comienzo (principio o inicio) en un punto “fuera de” la
Céltica, no dentro de la propia Céltica, como se puede comprobar en las
dos menciones de Herodotos donde usa la misma secuencia “…arxámenos
ek Keltôn…”, “…comenzando (surgiendo) fuera
de las (tierras) Célticas”.
Anexos:
I. ek [ex before a vowel, eg before b g d l m] prep.
governing GEN. only, Lat. e, exRadical sense, from out of, opp. to eis:
Perseus. out of, from. c. gen.
I. OF PLACE:
1. of Motion, out of, forth from, Hom., etc.: ek thumou phileon I loved
her from my heart, with all my heart, Il.
2. to denote change from one place or condition to another, kakon ek
kakou one evil from (or after) another, id=Il.; logon ek logou legein
Dem.
3. to express distinction from a number, ek poleôn pisures four out of
many, Il.
4. of Position, like exô, “outside of”, “beyond”,
ek beleôn “out of shot”, id=Il.; ek kapnou “out of
the smoke”, Od. [Henry George Liddell. Robert Scott. A Greek-English
Lexicon. revised and augmented throughout by. Sir Henry Stuart Jones.
with the assistance of. Roderick McKenzie. Oxford. Clarendon Press.
1940]
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