CAPÍTULO 5:
EL INCREÍBLE SECRETO DE LOS "THOLOI"
Si bien las necrópolis de Los Millares son realmente
impresionantes, lo cierto es que aún no hemos descubierto sus
secretos, lo cierto es que toda la cultura de Los Millares es
deudora de otra cultura anterior y mucho más enigmática aún que dejó
sus testimonios arqueológicos en los hallazgos de la Cueva del
Romeral y la Cueva de Menga, los megalitos más
impresionantes de la península. Su corredor y su cámara,
construidos a base de grandes piedras pertenecen a la tradición
constructiva más antigua de Occidente.
EL
MEGALITISMO
Las gentes del Sur y Centro de Portugal, así
como de la vecina Extremadura (España), dan comienzo al
quizás más importante fenómeno cultural de la prehistoria europea:
el megalitismo. Los prehistoriadores portugueses defienden
fechas tan tempranas para el inicio de este fenómeno como 4800
a.C., pudiendo atribuirse a su equivalente bretón la de 3800
a.C., sensiblemente más tardía. En cualquier caso, entre 3500 y 3000
a.C. este fenómeno cultural conoce una expansión generalizada
entre los pueblos aborígenes de la costa atlántica europea.
El megalitismo es un fenómeno cultural prehistórico consistente
esencialmente en la construcción de tumbas del tipo "dólmen", en
cuyo interior se entierra sucesivamente a los fallecidos del grupo,
apartándose cuidadosamente los huesos de los anteriores difuntos
(enterramientos colectivos). Los dólmenes pueden ser simples o de
corredor y, a menudo, han estado cubiertos por un túmulo de tierra
que nos indica la existencia de una antigua cúpula de tipo piramidal
derrumbada hoy por efecto de la erosión. Además, dentro del contexto
megalítico, pueden hallarse también otras construcciones de piedra
como "menhires", alineaciones, "crómlech", etc. El monumento
megalítico más famoso es sin duda Stonehenge, observatorio
prehistórico del sur de Inglaterra.
El período más extenso de megalitismo se localiza en el sudoeste
ibérico, donde abarca aproximadamente desde 4800 a.C. hasta 1300
a.C., comprendiendo los períodos neolíticos y calcolítico.
Hacia 3800 a.C. llega a Bretaña y al occidente de Francia,
mientras que entre 3500 y 3000 a.C. se extiende entre prácticamente
todas las poblaciones aborígenes de la vertiente atlántica europea,
hasta entonces carentes de un nexo común. Se piensa que la pesca de
altura, particularmente
En este mapa se observan detalladas las principales vías de
penetración por las que efectuó, desde aproximadamente el 3900 AC,
la invasión de la Europa central y Bretaña la raza de gigantes
constructores de megalitos originaria del Sur de la Península
Ibérica , tras esta primera y significativa oleada invasiva, en los
albores del 2400 AC, una nueva oleada invasiva procedente del sur de
España, protagonizada por el pueblo (descendiente de esta raza
constructora de megalitos) llamado tartesso-argárico o del vaso
campaniforme , siguió los pasos de sus ancestros penetrando la
Europa Central e invadiendo el espacio vital o hábitat originario de
los pueblos indoeuropeos (Alemania-Polonia), provocando con ello la
migración hacia el este y sudeste de los pueblos indoeuropeos que en
su desplazamiento invadirían y conquistarían innumerables culturas y
territorios hasta alcanzar la India sobre el 1500 AC.
La invasión de la Europa
central por parte del pueblo español del vaso campaniforme tuvo
lugar diez siglos antes de la llegada de los celtas a la Península,
mientras que la raza constructora de megalitos penetró en Europa
desde la Península sobre el 4000 AC. Sabemos que ambos pueblos eran
originarios de la actual Andalucía y Sur de Portugal, y se puede
hablar del mismo pueblo efectuando la misma migración en dos etapas
distintas de la Historia. Los constructores de megalitos como
Stonehenge
o Carnac fueron un pueblo originario de la Península Ibérica.
Antiguos textos nos hablan de hábiles constructores y artífices de
jotas en oro, plata y esmaltes coloreados en collares, brazaletes y
objetos sagrados de refinada decoración, de una cultura muy avanzada
respecto a su época en el contexto de su aparición, otros textos
hablan de un pueblo de gigantes cuyo rey se llamaba Atlas y vivía en
una ciudad de puertas de plata en una isla vecina del océano
habitada por gigantes rubios que más tarde emigrarían hacia Europa
central y Escandinavia.
Aproximadamente a partir de 3000 a.C. (bastante antes, incluso),
se observan en el centro difusor portugués y en sus inmediaciones
importantes innovaciones en la construcción funeraria: las llamadas
"cuevas artificiales" (en verdad pirámides) y "tholoi". También se
observa un notable incremento del comercio ultramarino, importando
ámbar de Escandinavia y marfil y cáscara de huevo de avestruz de
África. En este período comienza también a notarse la exportación
del megalitismo a zonas que no pueden considerarse puramente
atlánticas, tanto de Europa central como del Mediterráneo
occidental. Desde 2700 a.C. (aprox.) aparecen ciudades fortificadas
tanto en el sudoeste como en el sudeste ibérico, formándose así las
primeras y únicas civilizaciones (sin escritura) implicadas en el
fenómeno megalítico: las culturas de Vila Nova y Los Millares.
El hombre de Cro-magnon. Los Egipcios