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Paleoantropologia .
. .   .   ESPECIAL "EL HOMBRE DE ORCE" EN TARTESSOS.INFO
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LOS PRIMEROS HABITANTES DE EUROPA
 
 
¿Expoliadores o expoliados?

Vergüenza administrativa en Orce

 
 

HE participado en todas las excavaciones que ha dirigido José Gibert y me siento orgulloso de haber mantenido esta colaboración tan larga y productiva. En mi primera visita a Orce mi padre me comentó «Aquí van a aparecer muchos fósiles y muy importantes». 16 años después, en 1995, organizó en Orce un congreso internacional donde se renovaron algunos de los paradigmas de la Paleoantropología. Posteriormente se nos aparta de los yacimientos y se nos castiga con la mayor multa jamás impuesta. Un nuevo equipo dirigido por las personas que facilitan esta sanción, el ex delegado de Cultura Isidro Toro y el ex director del Inst. de Paleontología, Jorge Agustí, se hacen cargo de las investigaciones en Orce, pero ¿cuál ha sido su aportación a la ciencia en los últimos años?, ¿qué han dicho que no se hubiese dicho ya en el Congreso de Orce? Nada relevante. Sin embargo desde una posición muy adversa, sin dinero público, ni permisos e intimidados por la policía autonómica el equipo 'expoliado' ha conseguido avanzar en el conocimiento de esta región publicando más de 10 artículos en revistas internacionales en los últimos tres años. ¿Qué podríamos haber hecho si hubiésemos dispuesto de permisos de excavación? Muchísimo más.

¿Cómo hemos podido llegar a una situación tan inconcebible? Para entenderlo hay que remontarse a verano de 2003. El 14 de febrero de 2003 la Junta de Andalucía concedió un Permiso de Excavación al Instituto de Paleontología, no a una persona. La prensa ha dado a entender que Agustí era director de la excavación y Gibert una especie de peón suyo que tenía que hacer el trabajo duro y al que hay que castigar por trabajar de más. La realidad es que el Instituto de Paleontología tenía que coordinar la excavación y designar responsables, decidiéndose que Agustí y Gibert actuasen como codirectores. El primero nunca había dirigido una excavación por el contrario, J. Gibert tenía experiencia en los yacimientos de Orce y había sido responsable de las excavaciones previas en Venta Micena. A Gibert se le encargó la parte técnica de la excavación y la búsqueda de los recursos económicos necesarios para realizarla.

Se empezó con retraso el 14 de julio, el 23 el Inspector pudo comprobar la necesidad de alargar la excavación más allá del 1 de agosto. Ese mismo día alguien le había entregado a Agustí un Libro de Excavaciones, donde sorprendentemente aparecía únicamente su nombre. Al aceptar ese libro Agustí incumplió el acuerdo firmado, pues a partir de ese momento él figuraba como único responsable para la Delegación de Cultura, no así para el Instituto de Paleontología (depositario del permiso). Agustí se fue de Orce el día 1 de agosto, dejando el yacimiento al descubierto, con cantidad de fósiles expuestos y sin delegar en J. Gibert, algo que permite el reglamento andaluz de Arqueología. Ese mismo día recibimos la visita de un grupo de políticos andaluces: el Sr. Pepe Calvo, parlamentario y Manuel Pimentel ex ministro, entre otros. Ellos pueden constatar cómo se trabajaba con normalidad y que en ningún caso el corte estaba cerrado. Después llegó un segundo Libro de Excavaciones a nombre de J. Gibert. Con esa documentación y con la que ya se disponía no tendría que haber problemas, aunque había indicios de que alguien los buscaba.

Me pregunto ¿por qué aceptó Agustí un diario de excavaciones donde figuraba sólo su nombre? ¿Por qué no se quedó en Orce unos días más hasta retirar o proteger los fósiles? y ¿por qué, si tenía que marchar, no quiso delegar en J. Gibert?, por qué no invito a la Consejera de Cultura cuando estuvo en Orce a visitar Venta Micena? ¿Quizás no quiso que viese que se trabajaba con normalidad el día que según su informe se cerró la excavación?.

Al contrario de lo que se ha dicho, la Junta no paralizó la excavación, los trabajos se alargaron lo mínimo necesario, terminándose sin haber alcanzado los objetivos previstos. En septiembre alguien envió a la policía autonómica a Venta Micena, pero no encontraron a nadie, invadieron impunemente el patio de la casa-cueva que habitábamos, tomaron fotografías de esqueletos actuales, que confundieron con 'material arqueológico'. José Visedo nos informó que Agustí había dado por cerrada la excavación el 1 de agosto, por eso la policía estaba investigando.

En junio del año siguiente llegó una resolución de la Junta por la que se iniciaba un expediente sancionador. Este documento consta de un informe firmado por Isidro Toro y un expediente firmado por el entonces recién nombrado Delegado de Cultura, José Antonio Pérez-Tapia. En el informe de Toro se nos acusaba, casi un año después de los hechos y en un nuevo contexto político, a J. Gibert, al arqueólogo Oriol Vicente y a mí mismo de «realización de excavaciones y obras no autorizadas en el yacimiento de Venta Micena». Los tres éramos firmantes de la memoria extensa presentada en la Delegación de Cultura de Granada. Agustí decidió enviar otra memoria ficticia de un folio. Sin embargo para la Delegación éste fue el documento válido, aunque se decían cosas claramente inciertas.

Respecto a la apertura del pequeño sondeo, nuestra actuación estuvo consensuada con el propietario de la finca, con Agustí y supervisada por el inspector Pedro Casado. Sin embargo, se nos impuso una sanción de 96.000 euros a cada uno de nosotros por alteración con maquinaria pesada del terreno, además de otra sanción de 60.000 euros por alargar la excavación. J. Gibert se hizo responsable de todas las actuaciones. Así, Oriol y yo fuimos absueltos al presentar las primeras alegaciones. La acusación de Toro de destruir con maquinaria pesada fue archivada. Sin embargo, persiste la de haber alargado la excavación más allá del día 1 de agosto, y eso vale para la Junta 60.125 euros.

Pero si hubiésemos marchado ese día, se habrían perdido 687 fósiles que han aumentado el patrimonio paleontológico andaluz. Por otro lado, ¿qué lógica tiene realizar una excavación de nueve días hábiles en un yacimiento como Venta Micena, después de más de 10 años de abandono? ¿Qué resultados científicos se pueden aportar cuando sólo hay tiempo de limpiar y volver a tapar?

Por el momento seguimos sin poder excavar en Orce e inmersos en un lento contencioso administrativo. Agustí ya no trabaja para el Instituto de Paleontología, Isidro Toro ya no está en la Delegación. Sin embargo y a pesar de su comportamiento, estos personajes siguen liderando las excavaciones que se realizan en Orce. 'El lío de la Delegación', como dice el alcalde de Orce, tendría que servir a las autoridades para hacer una reflexión y reestructurar las investigaciones que se realizan en Orce, permitiendo a J. Gibert volver a trabajar en los yacimientos que dio a conocer.