LA LENGUA DE LA QUIMERA

Nuestra "n"

Nuestra Lengua es la suma de tres fuentes, dos mortales y una inmortal (Amimone) en continua interrelación.

De un lado está todo lo que oímos, es "el discurso" del mito y del otro está el contenido de las palabras en sus sonidos pronunciados, es lo que he llamado "lo escrito" u " oculto". Y ambos se encuentran regidos y entrelazados por el Sentido Común, ley inmortal, ya que es la única que no precisa presencia física. Es el conocido símbolo del caduceo Hermético.

El "discurso" sigue el método que yo he bautizado como "palabra Heráklita" -kl, aunque su creador fue un tal Erictonio hijo de Hefesto y Gea, pues a él debemos el invento de la "cuadriga". Es un aporte Kure como oportunamente veremos. Ejemplo de este método es el trabajo del Herakles de los establos de Augias.

Lo "escrito" sigue el método que nos describe Perseo en su búsqueda y muerte de la gorgona Medusa y por ello lo nominamos método Perseo-Pr. Es el método Kera.

Para "abrir" la lectura del mito ambos utilizan la misma puerta a la que llaman nuestra n, y esto posibilita el cruce de ambos métodos en un único relato enriqueciéndolo, es la conocida imagen alquimista de la "doble rueda de fuego", Ying-Yang budista.

Aunque ambos métodos se abren con la misma puerta, su desarrollo interno se concreta de distinta forma, el "discurso" lo hace por generación casual mientras que lo "escrito" nos remite de una a otra palabra en su contenido cognoscitivo, por eso a estas leyes las hemos identificado con la "i" la "n" respectivamente.

Nuestra n es la palabra que contiene la manifestación del Verbo en el mito, y en numerosas ocasiones se nos hablará de la n del discurso como algo a buscar o puerta a abrir, en estos casos nos encontramos ante nuestra n.

Pero la calidad de la n de permanecer oculta le confiere otras cualidades por extensión, cuando no ejerce como ley o "puerta", así la encontraremos en numerosas ocasiones informándonos de que "algo o alguien" están ocultos pero "vivos", están "on", o bien están ocultos y "fijados", son "en".

En "on" la información que se nos facilita es voluntariamente oculta pero en "en" está prohibida.

La n y la i son como hemos visto las dos leyes mortales que conforman la Lengua, veamos algunos de los caminos que nos abren.

Si ponemos en contacto varios conceptos estamos en la práctica, esto es, la sucesión de n da lugar a la m, pero si a la m la ponemos en relación con la i estamos bien generando a la práctica o practicando la generación, y cuando esto es posible (t) lo que estamos es creando un m-i-t-o.

También podemos unir las dos leyes como referentes de un tercero, así serán el conocimiento generado por... En Tenia aquella que insufló el conocimiento a la figura de barro de Prometeo encontramos al Verbo como sujeto: Nuestro conocimiento generado por el Verbo es posible, aquí "nia" es el "hálito" del Verbo.

Pero si a la que leemos es a Nicte tendremos que el conocimiento generado por la palabra es posible, o el "hálito" de la sociedad es posible.

Como tema de reflexión te citaré ahora el primer versículo de la tabla esmeraldina: "En verdad, ciertamente y sin duda: Lo de abajo es igual, procede y depende de lo de arriba, y lo de arriba es igual, procede y depende de lo abajo, para obrar los milagros de una sola cosa".