Las técnicas o llaves que están por recibir son herramientas poderosas para expandir sus mentes. Es lo que entendemos por «ascender». Por «unificarse». Da lo mismo el nombre. Es lo que hacemos durante la práctica de la Llaves
No es un sistema de creencias. Ni una nueva o antigua religión. Es el camino concreto y probado para disolver las creencias incrustadas, los bloqueos y juicios limitantes. Los surcos.
Las Llaves operan como un proceso de «reset» mental. O, como un antivirus que detecta toda huella dejada por alguna experiencia contraria al amor. Diluye.
¿Cuantos gramos pesan tus creencias negativas? ¿Cuánto miden? ¿Cómo huelen?… ¿Entiendes? No tienen existencia absoluta. Pero han dejado la marca. Y las Llaves, como un bálsamo, como el silencioso estruendo de un millón de Om, van haciendo nuevamente tu experiencia vital suave, calibrada y renovada.
A la vez que repara tus inter-conexiones neuronales, te va ampliando, elevando. Se comienza a manifestar la identificación con La Fuente. O como dice el Advaita, el Brahman. Tu conciencia aumenta. Las nubes se disipan.
Al estar completamente presente tu poder creativo se maximiza. Comienzas a vivir. No en el escenario de un montón de creencias o imágenes que no existen de verdad, sino en lo único que nos contiene: el momento presente. No dejas pasar la vida porque estuviste ocupado viendo una y otra vez en tu cabeza esa vivencia que te dolió tanto, pero que ya no existe. La soltaste. Y frente a tus narices apareció la vida.
Esta travesía interior en busca de tu naturaleza, es la meta más alta que puedas abrazar durante tu vida humana. Resolviste el acertijo. Diste en el clavo. La vida no podía ser simplemente una rutina. La vida no podía ser simplemente nacer, sobrevivir y morir. Había algo más. Y no se imaginan cuánto más.
Vivir desde la Ascensión es lo que quisieron decir con: «La paz que sobrepasa cualquier entendimiento», «Ser uno con Dios», u «Orar sin cesar». Es lo que en Oriente señalan como «Iluminación». Y para entender su significado, pongamos atención en su opuesto: la ignorancia.
Ignoramos quienes somos, ignoramos qué es el mundo, ignoramos que hay después de la muerte. Ignoramos como ser felices.
Pero quien ignora no necesita de sucedáneos como creencias o imágenes mentales. El que ignora necesita una experiencia. Ser testigos directos. Y curarnos de la amnesia.
El tiempo y el espacio son una ilusión. ¿No te has iluminado? Pues yo te digo que ya lo estás. Desde siempre. En esta vida, el juego es recordarlo.
Quiero ahora hablar de las técnicas. Aquellos llamados a la Maestría del Ser deben comprometerse a su práctica. Para poder dar una opinión legítima de las Llaves, es preciso practicarlas al menos dos veces al día durante unos 20 días. Si siguen esta indicación, les aseguro un radical cambio en sus vidas. Si practican menos, no digan que lo intentaron.
Mantengan una actitud completamente inocente respecto de las Llaves. Obtengan de ellas lo que ellas quieran darles. No tengan expectativas, que sólo son creencias que tratan de boicotear la experiencia viva.
La Ascensión es natural y universal. Seres con altos grados de conciencia son hallados en todas las religiones o creencias espirituales. Esto nos indica claramente, que sus respectivas iluminaciones no tenían que ver con sus doctrinas particulares.
Muchos de nosotros hemos vivido experiencias de expansión de consciencia: mirando una montaña majestuosa, o viendo al mar romper en olas espumosas; viendo nacer un hijo, mirando un ballet prodigioso o contemplando el vuelo de un ave. Son momentos en que nos expandimos. Por unos segundos nos conectamos con algo que nos estremece, nos humedece los ojos de emoción y nos revela una verdad «basada de la experiencia.
Nuestros hemisferios cerebrales tienden naturalmente a la Ascensión. Lo que ocurrirá al practicar las técnicas es la creación de un vehículo que nos llevará al estado de Ascensión en forma natural y sin esfuerzo.
Usaremos ambos hemisferios. Y cada uno dispondrá de un vehículo particular que se adapte a tu individualidad.
El hemisferio derecho es eminentemente espacial, holístico, intuitivo, creativo, artístico y emocional. Precisamente son nuestras emociones las que cambian más poderosamente nuestro grado de conciencia. Humberto Maturana, el biólogo constructivista, habla de que nuestro emocionar es lo que nos determina nuestro accionar. Las emociones están detrás de todos nuestros actos.
Las emociones «negativas» tienen un alto precio a pagar. La ira por ejemplo, bloquea el cerebro, lleva sangre a nuestros músculos, aumenta la adrenalina…que era bastante apropiado en tiempos cavernícolas cuando la tribu era atacada o un tigre dientes de sable venía a comernos. El problema es que tal emoción desarrollada para protegernos, se desencadena con el señor que nos toca la bocina del auto o cuando nuestro jefe nos grita o con un hijo adolescente. Y como no podemos ir a golpes por la vida, tal emoción es reprimida: la presión arterial sube, los ácidos gástricos funden el pobre estómago, el colon se retuerce y empieza a saltar un párpado. El organismo empieza a fallar.
Las emociones positivas son las que nos hacen Ascender. Unificarnos con el Absoluto.
Estas emociones, y pongan atención a lo que sigue, son verdades fundamentales de Iluminación:
ALABANZA – GRATITUD – AMOR
Estas actitudes son tres aspectos de lo Absoluto. Pero al manifestarse en nosotros tienen distintos colores, distintos sabores.
Traten de recordar alguna vez en que mirando la naturaleza sintieron emoción por lo que sus ojos veían. Cuando uno está viviendo un momento así lo primero que se manifiesta es la Alabanza. El aprecio. Es como decir: -» Montaña, guau, eres hermosa y la energía que te creó merece todas las felicitaciones posibles-«
Luego de eso, el corazón se ancla en el Agradecimiento y sale de tu pecho algo como: «-Gracias a quien sea por crear esta naturaleza maravillosa-» o «-Gracias al Universo por darme el regalo de contemplar esta montaña-«.
Después surge el Amor. Sientes que amas a la Naturaleza. A Dios. A la Vida.
¿Saben? La Alabanza es muy poderosa y además, puede ser más fácilmente de reproducir a voluntad. Es intentar llevar tu mente hacia el aprecio en vez de la crítica. Si pudiésemos hacer esto, no sólo seríamos más felices, sino que más saludables.
Lo bueno de las Técnicas es que no necesitan «sentir» la Alabanza para que funcionen. Con sólo pronunciar esta palabra habrá una respuesta neurológica en el hemisferio derecho que es lo que necesitamos. El aprecio es la fuerza, la emoción que conduce la Ascensión.
Respecto al Hemisferio Izquierdo también es sensible a pensamientos que causan Ascensión. Este hemisferio es lógico, verbal, analítico y matemático. Este hemisferio se estimula con la vastedad del Universo, con sus leyes naturales, con sus mecanismos perfectos, con lo asombroso del funcionamiento de nuestros cuerpos.
Cuando el hemisferio izquierdo se enfrenta al infinito de los números o las distancias astronómicas quedan perplejas, es como si no pudiera con la grandiosidad, lo que ocasiona un grado de Ascensión. Es por esto que se requiere el concepto intelectual más amplio dentro de sus mentes. Un pensamiento que signifique aquello que trae el bien a todos y en todo momento.
PRIMERA LLAVE O TÉCNICA: ALABANZA
Habíamos quedado en encontrar una palabra que significase aquello que trae el bien a todos en todo momento. A esta palabra podemos llamarla «palabra comodín» o «palabra estrella * «.
El nombre de esta palabra es individual para cada uno de ustedes. Para algunos podrá ser la Divinidad, el Bien, Dios, Diosa, Brahman, Universo, Cristo, Buda, Amor, Conciencia, Gaia, Luz, Odín, Venus, Gran Arquitecto del Universo, etc. Lo importante es que para ti sea el símbolo de la fuente de todo bien para todos y en todo momento. Esta palabra puede que la cambies en el futuro si es que la que elegiste ya no te hace sentido. Recuerda que van a haber cambios en ti.
Entonces disponemos de dos pensamientos que aplicaremos. Uno es « Alabanza» y el otro es tu palabra estrella o comodín, » * «.
La mayoría piensa que hay aspectos malos en sus vidas. Muchos cargan con ideas como «si hubiese nacido en otro país», «si hubiese estudiado en la universidad», «si me hubiese tocado otro padre», «si ganara más dinero», «si tuviera una pareja», «si hubiese tenido hijos», etc. La lista suele ser extensa.
Hay una firme creencia de que nuestras vidas no son perfectas tal como son. Siempre buscando qué falta. Nunca poniendo nuestra mirada en lo que tenemos.
Así que nuestra Primera Actitud de Ascensión es Alabanza. Como ya saben, hay dos «vertientes» en las Llaves Ishaya. Las técnicas clásicas y las «reformadas» por Isha. Les proveeré de ambas. Las clásicas consisten sólo en una «frase». A esta misma frase, Isha le hizo un agregado y además hace enfocar la atención en ciertos lugares del cuerpo.
Llaves Clásicas
ALABANZA «*» POR MI VIDA
Ejemplo: Si la palabra comodín o estrella fuese «Dios», la Llave sería:
Alabanza «Dios» por mi vida.
Los ishayas clásicos suelen ser enfáticos en que no se agregue la preposición «a» entre la actitud, en este caso «Alabanza» y la palabra comodín o estrella «*». Ellos plantean que la preposición «a» implica cierta separación entre nosotros y la Divinidad.
En mi opinión, la presencia o ausencia de la preposición no afecta a la efectividad de la Llave. Lo importante es que los especiales componentes de la frase estén presentes y estimulen al cerebro del modo correcto.
Cierren los ojos. Pueden estar recostados o sentados. Deben estar cómodos. No precisan de una postura especial, ni sentarse con las piernas cruzadas (a menos que les apetezca).
Piensen en sus mentes la Llave Alabanza. Hagan una pausa. Vuelvan a re-introducir la frase. Con naturalidad, sin esfuerzo ni presión. Sean gentiles con ustedes mismos. Piensan la frase, dejan un espacio, en el cual pueden venir pensamientos o no y luego piensen nuevamente la frase.
Llaves Reformadas:
ALABANZA A «*» POR MI VIDA, EXACTAMENTE COMO ES
Punto de Enfoque: Mientras piensan la Llave llevan su atención al centro de sus frentes, como si desde este punto saliera un rayo hacia adelante en forma ascendente.
Ejemplo: Si la palabra comodín o estrella fuese «Dios», la Llave sería:
Alabanza a «Dios» por mi vida, exactamente como es.
Como ven, en la variante reformada, pondrán su atención en algunos puntos del cuerpo. Estos puntos son chakras y flujos energéticos en los que trabaja la Llave. Las Técnicas Ishaya clásicas trabajan de igual modo los chakras y canales involucrados, sólo que en las Llaves Reformadas se hicieron explícitos.
Cierren los ojos. Pueden estar recostados o sentados. Deben estar cómodos. No precisan de una postura especial, ni sentarse con las piernas cruzadas (a menos que les apetezca).
Piensen en sus mentes la Llave Alabanza. Hagan una pausa. Vuelvan a re-introducir la frase. Con naturalidad, sin esfuerzo ni presión. Sean gentiles con ustedes mismos. Piensan la frase, dejan un espacio, en el cual pueden venir pensamientos o no y luego piensen nuevamente la frase. A la par ponen la atención en el punto de enfoque señalado.
Consejos para ambas variantes:
Es muy importante dejar un espacio entre frases, pues de no hacerlo estaríamos bloqueando nuestros pensamientos y eso no es lo que buscamos. Este espacio no precisa ser exacto, puede durar unos segundos a unos minutos. Lo importante es no esforzarte a nada. Esto es clave. Siempre con mucha delicadeza.
Durante la pausa puede que vengan muchos pensamientos o ninguno. En ambos casos está perfecto. No hay pensamientos buenos ni malos, ni correctos o incorrectos. Simplemente son pensamientos. Tal vez en medio de la pausa olvides la frase. No importa. Sigue en la pausa hasta que regrese a tu mente la Llave.
Si practicas recostado y comienzas a dormirte, te sugiero te sientes. Si aún así sigues adormeciéndote, deja de practicar. Tal vez estás cansado y necesitas algunas horas de sueño.
Esta Llave no sólo la practicarás con los ojos cerrados. También durante el día, con tus ojos abiertos con total naturalidad, piensa la frase, haces una pausa y vuelves a repetir la frase. Mientras trabajas, mientras te lavas los dientes, mientras cocinas, mientras caminas por la calle: toda actividad puede ser una oportunidad para anclarte en la Llave de Alabanza.
La técnica de Alabanza es la más importante de las llaves. Podrías prescindir de todas las demás. Con esta bastaría. Las otras aceleran el proceso, pero el fundamento de las Llaves Ishaya es la Alabanza. Puedes alcanzar la Iluminación sólo con la práctica de esta técnica. Tiene la virtud de traer nuestra conciencia al momento presente. Esta actitud sana nuestra experiencia subjetiva de la vida. Nos libera de todo hábito limitador de juicio, culpa o condena. Alinea nuestras vidas a la verdad iluminadora de la Alabanza.
Ahora es necesario que practiques. Busca estar cómodo. Elige un momento en que no te interrumpan. Asciende durante 20 minutos con tus ojos cerrados. No es recomendable usar alarmas. Con las Llaves se logran estados muy profundos y una alarma podría ser contraproducente. Es preferible abrir un poco los ojos y ver la hora. Tampoco deben ser 20 minutos justos; pueden ser más o menos, aunque obviamente siempre será mejor más. La idea es no estar controlando el tiempo.
Ahora ve a practicar 20 minutos con los ojos cerrados la primera Actitud de Ascensión Ishaya.
SEGUNDA LLAVE O TÉCNICA: GRATITUD
Así como la Actitud de Alabanza trabaja en nuestro mundo interior, nuestra percepción «subjetiva» de nuestras vidas, la Actitud de Gratitud trabaja directamente en nuestra percepción relativa al mundo que percibimos como «objetivo», nuestro universo exterior: nuestros cuerpos físicos y todo lo que percibimos como material.
Esta es una llave maestra para disolver toda creencia en las limitaciones del cuerpo en la enfermedad y la muerte. Por esta razón, posee una extraordinaria capacidad curativa y restauradora.
Respecto al mundo que les rodea, les re-conectará con el mundo «material» pero desde una perspectiva de total inocencia, tal como es y sin las deformaciones que nuestras creencias nos imponen. Eliminará todo estrés, todo surco generado por causas de índole material. La práctica de esta técnica es el primer paso a la Maestría de nuestro mundo percibido como externo. Y al cambiar la percepción, lo que nos rodea también comenzará a mutar. Las posibilidades serán ilimitadas.
Llaves Clásicas:
GRACIAS » * » POR MI CUERPO/MUNDO
Ejemplos:
Gracias » Buda» por mi cuerpo/mundo
Llaves Reformadas
GRACIAS A «*» POR MI CUERPO/MUNDO, EXACTAMENTE COMO ES
Punto de Enfoque: el cuerpo desde los pies a la cabeza recorriéndole lentamente (como si fuera un scanner). Luego de recorrerlo, va al pecho y sale hacia adelante.
Al igual que con la Alabanza, piensan la actitud y luego hacen la pausa. Vuelven ha repetir mentalmente la actitud y otra vez la pausa. Todo con mucha gentileza hacia ustedes mismos. Si eligieron la Llave Reformada deben enfocar durante todo el proceso.
Al igual que la Técnica de Alabanza, la Llave de Gratitud se usa con los ojos cerrados y también con los ojos abiertos durante el día.
Ahora practiquen con los ojos cerrados unos 20 minutos esta nueva técnica.
TERCERA LLAVE O TÉCNICA: AMOR
La siguiente Actitud es la del Amor. Esta llave sana nuestra relación con lo Absoluto, o como sea que lo definan: Dios, Energía, Fuente, Brahman, etc. En primer lugar, disuelve la ilusión de separación entre nosotros y el Ascendente. La identificación de lo divino en nuestra naturaleza se incrementa y se comienza a habitar desde el Verdadero Amor, el incondicional.
Además se curan creencias y juicios respecto a la Fuente. Hay muchas personas enojadas con a Divinidad. Personas que han vivido pérdidas, y que sienten que «Dios» los desamparó. La Llave del Amor aumenta la conciencia y permite entender lo vivido desde otra óptica. Las respuestas aparecen. No como explicaciones racionales sino como vivencias contenedoras y a la vez, reveladoras.
También esta Llave desbloquea los talentos que fueron reprimidos por nuestro contexto social. Surge la creatividad. Luego hay un reencuentro consigo mismo, sanando aspectos de la personalidad y liberando culpas incrustadas en nuestra mente. La auto-aceptación se manifiesta con poder. Se comienza a vivir con la más total fidelidad a la propia naturaleza.
Tal como las dos anteriores, puedes usarla con los ojos abiertos también.
Llaves Clásicas:
» * » ME AMA
Ejemplo:
«Universo» me ama
Llaves Reformadas
» * » ME AMA EXACTAMENTE COMO SOY
Punto de enfoque: el corazón o el centro del pecho.
Ejemplo:
«Krishna» me ama exactamente como soy
Ahora practica por veinte minutos esta nueva Llave. Cuando la practiques por segunda vez, haz las anteriores: unos cinco minutos cada una y en el orden en que han sido entregadas.
CUARTA LLAVE O TÉCNICA DE COGNICIÓN: COMPASIÓN
Esta Llave es algo distinta a las anteriores. Trabaja intersectando las tres anteriores y sanando los vínculos con todos los seres. Nuestra relación con la subjetividad, con el mundo exterior y con la Fuente, determina nuestro tipo de conexión con las otras personas y los demás organismos. El resultado de la práctica de esta técnica es un flujo de compasión y misericordia implacable. Esta Llave nos mantiene en el Ascendente, pero no nos lleva al Ascendente. Es por esto que se practica luego de las otras, que precisamente es lo que hacen. Toda la Alabanza, Gratitud y Amor fluyen desde nosotros a los demás.
La Compasión es la manifestación luego del surgimiento de la Alabanza, la Gratitud y el Amor. Compasión es el Amor que fluye hacia los demás. Es la necesidad de que el «otro» salga del sufrimiento y se entregue al amor del que eres testigo.
Si un niño pequeño muy enojado, tres o cuatro años de edad, te grita y te llama «malvado» porque debes llevarlo al médico a un control rutinario, probablemente, al ser tú consciente de su estatus de niño, sus insultos te serán indiferentes. Tu no entrarías a una discusión con él como lo harías con un adulto. La razón es que tienes conciencia de que es un niño.
¿Recuerdan las palabras de Jesucristo en la cruz? «-Perdónalos, porque no saben lo que hacen-«.
La Compasión que surge con esta Técnica te permitirá ver a los demás en su verdadera naturaleza, con total empatía, desde un enfoque de Amor puesto en acción, mejorando tu relación con los demás radicalmente. La ilusión de separación comienza a esfumarse y reconoces la esencia divina en cada ser «sintiente», ya sea persona, animal o vegetal. La Compasión Universal, requisito obligado para alcanzar la Iluminación, irrumpirá en tu ser llenando tu existencia y la de los demás, con Amor Puro e Inextinguible.
En el paradigma Advaita, el Brahman, es decir, la realidad Última y Absoluta dijo «Soy Uno y puedo llegar a ser muchos». Un sonido primordial lleno el Universo y la creación se movió ante la vibración del Om. La vibración que se produce al pronunciar o pensar el Om en el universo físico corresponde a la vibración original.
Además el sonido Om representa los cuatro estados del Ser Supremo: AUM (OM): La «A» es el estado despierto, «U» representa el estado onírico y el M simboliza los estados en que dormimos profundamente. Hay un cuarto estado, Turiya, el cual es el inevitable período de silencio entre dos OM’s sucesivos. Este estado representa el perfecto y sagrado deleite cuando el individuo reconoce su identidad con el Brahman, el Absoluto.
Como verán, la palabra comodín o » * » no se usa en esta técnica.
Llaves Clásicas:
OM – COMPASIÓN
Llaves Reformadas
OM – COMPASIÓN
El punto de enfoque es a unos 30 centímetros por delante de la base de la columna. Deja que tu atención flote en esa área.
Evidentemente, los 30 cms. son una referencia, no necesitas andar con una regla de medir ni nada por el estilo. Sólo di la frase y enfoca tu atención en ese punto. También esta Llave la puedes practicar con los ojos abiertos.
El punto que se busca enfocar con esta técnica se llama bindu (gota). Los Bindus son puntos germinales de nuestros cuerpos más sutiles.
Ahora practica todas las Llaves con los ojos cerrados unos cinco minutos cada una y en orden, terminando con esta técnica de Cognición.