Mensaje del maestro Saravastra
Amados hijos de la luz, buscadores de la verdad, os espera un nuevo día, os damos a saber que es momento de renacer
Os saludo desde vuestro templo que sois vosotros mismos, habitáis en mi corazón como yo habito en el vuestro. Habito en vuestro corazón en el reino del amor.
Vosotros sois la luz de mis ojos, yo soy la luz de los vuestros, sois mis hijos y yo soy el vuestro. Pongo mi sapiencia (sabiduría) a vuestro servicio, yo soy sabiduría, soy amor, soy relámpago en la noche oscura, soy la luz donde hay tinieblas. Yo soy la salud, yo soy la vida, mi estado es la felicidad y ese es tu estado natural, tu verdadero estado.
Cuando vuestras manos se acerquen a las mías, cuando la voluntad despierte, estaréis amando.
Como el templo es vuestro corazón, orare con vosotros
A vosotros que nos escucháis os diré: esta es la misiva (carta) que estamos enviando relativo a vuestra misión personal, para los creadores de un nuevo mundo, mutantes trasformadores en la escala de la evolución cósmica. Formáis parte de los forjadores de una nueva raza, la nueva conciencia que se esta gestando.
Enuncio, expreso en términos concisos:
Es un colegio apostólico sin afiliación, sin (asociación), es de libre decisión porque voluntarios sois por el nivel de conciencia.
Si en el corazón de alguno de vosotros ha quedado grabada la luz del conocimiento, si en el corazón de alguno de vosotros ha quedado sembrada la semilla de esta enseñanza, os corresponde hacer una enseñanza en Ser y ayudar Ser, aunque muchos no lo entiendan. Vuestra labor es la siembra.
Ser luz para otros, esta es una verdadera labor tiene todas las ventajas, las ventajas de un mundo nuevo, donde no hay fronteras, donde las manos no maten ni destruyan, un mundo donde la religión sea el respeto, donde sus moradores no se odien, donde prime la armonía como divina ley, la ley de la sapiencia, la ley de la suprema libertad.
Vosotros que nos escucháis sois los llamados a esta prodigiosa obra, será por ti que muchos abrirán sus corazones y liberaran de cadenas el alma. Sois reservorios, guardianes custodios del conocimiento. Tú eres una maravillosa biblioteca donde reposan los tesoros del espíritu, la verdad inmutable, inalterable que a los servidores de la verdad, buscadores del conocimiento en ese mundo, se os ha dado llegar al recuerdo de saber para qué llegaron a alojarse, a hospedarse en la tierra.
Debéis estar atentos, por descuido podéis desviaros del objetivo, aclarad vuestros pensamientos. Hay que tener suficiente coraje para enfrentarse a un mundo hostil, hay que tener suficiente fuerza en si mismos, hay que bastarse a si mismo y dejar que el otro siga su camino.
La decisión y posición más firme del hombre es gobernarse a si mismo, solo los fuertes de espíritu se atreven. Lo más lindo es que se aprenda a caminar sin frenos, a caminar libres. No olvidéis que el compromiso es con vosotros mismos, no olvidéis que solo queda el logro perpetuo de lo profundo, de lo interno.
Hoy estáis en la tierra, mañana podéis estar en planetas distintos. Lucha en bien de la humanidad, nada que perturbe tu entendimiento te hará desfallecer. Actúa con rectitud y amor, con logística (raciocinio) y gran decisión. Ama y sirve con libertad, todo lo harás por amor y con amor por que es el máximo poder, el amor verdadero no cuestiona ni condiciona, ese es el verdadero mensaje, es el verdadero aprendizaje.
Vosotros mismos habéis señalado el camino, el camino que todo amado toma para la liberación.
Amados míos, es menester (necesario) que no os sintáis solos, ya sabéis que trasvasada (trasladada) esta nuestra alma de amor hacia vosotros.
No olvidéis que a través de la infinitud del cosmos, nada nos separa ni el tiempo que habita en nuestra mente, ni la ignorancia que empuja a flaquear el alma.
¿Quién de vosotros de encuentra fuera del Amor del Padre? Nadie.
Vosotros al igual que un capullo de rosa, estáis impregnados de su Amor Divino
Os invito a continuar:
Que la luz del espíritu os ilumine y sea vuestra fortaleza.
Siempre hallareis luz en el camino.
Más de un pie invisible estará ayudándolos.