Los montes cónicos, modelo de las pirámides

Hace muchos años que vengo defendiendo que todas las pirámides erigidas por el hombre tienen su modelo y su origen en los impresionantes montes cónicos que salpican el paisaje de Cantabria, en mucha menor medida el del resto del Norte de España y ya de manera muy excepcional el de otras áreas más alejadas de la cuna de la Civilización o mundo primigenio

 

 

 

 Jorge Mª Ribero-Meneses. Diccionario de la Fuentes Tamárikas. El Origen Hibérico de la Arquitectura. 

 

Y hace muchos años, también, que vengo afirmando que todos esos montes de fac­tura cónica y perfil triangular poseen santuarios prehistóricos en sus entrañas, cuya localización resulta extraordina­riamente compleja al haberse cegado las bocas que a ellos conducían, por mor de aludes, de desprendimientos e, inclu­so, por la acción deliberada del ser humano. Y eso sin olvidarnos de todos aquellos montes integrados en esta familia y que por haber concitado la codicia humana, vienen sufriendo la brutal agresión de aquellos a quienes dándoseles una higa la Historia y el Paisaje, no ven otra cosa en los montes que una forma de lucrarse, ora con su madera, ora con su piedra, ora con los minerales o metales que puedan encerrar en su seno.

A este último respecto, recordaré los casos de tres montes cuya destrucción clama al cielo:

a) el primero de ellos, el Monte Jano de la Bahía de Santoña, sobre cuya cumbre existiera un antiquísimo Santuario del que no ha queda­do ni una piedra y del que es heredero el Convento del mismo nombre que está situado a sus pies y cuya atmósfera natural es el olor a dinamita y el insano polvo que se desprende de las excavaciones y deflagraciones constantes;

 

b) el segundo, el Monte Castillo que se encuentra al pie mismo de la Peña Cabarga, a orillas de la Bahía de Santander;

 

c) y el tercero, el que nos ocupa: la Peña Castillo ribereña también de la misma Bahía y que no sólo ha perdido su antiguo carácter insular, sino también su propia condición de peña de factura cónica -¿o cónicas?-, documentada en todos los antiguos grabados que de ella han llegado hasta nosotros.

 

Una iglesia testimonia todavía el antiguo carácter sagrado de esta maltratada peña, identificada en la Antigüedad con la Boca de los infiernos. La tradición esta­blecía que una sucesión de salas subterráneas conducía a una gran cavidad en la que existía un tesoro extraordinario, custodiado por un extraño ser, a medio camino entre la sierpe y la mujer. Pero nada de todo ello se ha conservado, porque el afán por lucrarse con su piedra, por una parte, y la codicia por localizar el tesoro de marras, por otra, llevaron a ciertas láminas santanderinas a cebarse en esa noble pena, habiéndola dejado reducida a su mínima y esperpéntica forma actual. Hasta épocas cercanas perduró una ermita, consagrada en el punto más elevado de Peña Castillo, pero el Obispado de Santander, a cambio vaya usted a saber de qué, autorizó su destrucción.

Bien, puesto que de montes Castillo estamos hablando, considero obligado recalar en el más importante de todos los montes que en el mundo responden a este nombre o a derivados suyos. Y me estoy refiriendo al Monte Castillo de la población cántabra de Puente Biesgo, emplazamiento a la sazón de un Santuario Termal. Otro más [imag. VII; fotografía del año 1904, extraída del libro Puente Viesgo en imágenes editado por Cantabria Tradicional].

 

Nota:

Añadiré a modo de corolario y por si a alguien le podía quedar alguna duda, que en el mapa árabe de Al-Edrisí, se denomina a Castilla…, KASTALIA . El nombre, clavado, de la diosa Kastalia. Y en cuanto a la forma pri­mitiva del nombre de Castilla, Gallastrilla, está documentada también por los Árabes, en el medievo, en la zona del Alto Hebro donde naciera el Condado de Castilla. La denominan Gallaskillín…

 

 

 

Mapa de El-Idrisi