La Transfiguración de Nuestros Cuerpos como Canales de Luz
Wistancia Stone y sus revelaciones
No podemos considerar la transición cuántica que está ocurriendo en un planeta, sin tomar en cuanta los efectos y reverberaciones de la creación completa. De acuerdo con eso deberíamos formular nuestra pregunta en una forma diferente: Por Dios, ¿qué está pasando con nuestro Sistema Solar, con la galaxia y con nuestro universo local?
Hace algunos años un maestro espiritual dijo «Cuando recoges un grano de arena estás literalmente cambiando la estructura molecular de todo el universo». Yo comprendí entonces que todas las cosas están ligadas, sin importar qué tan distantes imaginamos nosotros que estén las otras dimensiones, o qué tan lejos de nosotros esté la vida en otros planos de existencia. Estamos todos conectados por fibras doradas que, visibles o no, nos conectan con la Fuente Primordial. Durante nuestras visiones, sueños, meditaciones, o en algunos momentos con calidad superior de vida todos hemos podido sentir esta conexión.
Por medio de la respiración consciente podemos percatarnos de la red de vida respirando a través de nosotros y sentir la conexión y la cualidad de esa unión. Cada día más y más ciudadanos de la Tierra saben intuitivamente, a pesar de no poder probarlo, que la Tierra no se mueve sola en un universo, galaxia y sistema solar sin otra manifestación de vida que la terrestre. Lo que realmente está ocurriendo es que Luz más elevada, frecuencias más altas, nuevos códigos de energía, (escoge el nombre que gustes) están vibrando en la Tierra en ondas de ascensión. Por otra parte, los ciudadanos del planeta, por medio de energía enfocada por medio de sus meditaciones, plegarias e invocaciones, han estado percibiendo esa Luz y ese Amor y conscientemente han estado irradiando luego esas elevadas energías irradiándolas a otras personas y anclándolas en el planeta mismo. Se trata realmente de una co-creación del hombre, que está trayendo el cielo a la Tierra.
El magnetismo desciende y las frecuencias suben Los patrones de lo que Isaías llamó «Un nuevo cielo y una nueva Tierra» están estableciéndose en una forma sin precedentes, y muchos pueden ya sentir los cambios profundos que están ocurriendo al planeta y en sus propios cuerpos. El magnetismo está descendiendo simultáneamente en el planeta y en nuestros cuerpos. Las fuerzas magnéticas son como la goma que pega todas las cosas juntas. Este descenso en el magnetismo es una señal de que un gran cambio está ocurriendo. Los científicos reconocen que la caída del magnetismo en estos tiempos ha sido rápida, y al mismo ritmo acelerado ocurren los cambios. Por otro lado las frecuencias de la Tierra están subiendo. Y esto también afecta notablemente los cuerpos de sus ciudadanos. Con la caída del magnetismo ocurren cambios a nivel mental y emocional en un individuo. Es posible que los programas de mente y emociones, que teníamos grabados, comiencen a soltarse. Como la resistencia cae, es más fácil dejar ir. Uno no sabe por qué algo o alguien, que antes era indispensable, ya no importa. Y por el contrario, cosas o personas sin mayor relevancia súbitamente se vuelven importantes. Es posible que de un momento a otro ciertas personas, lugares, o situaciones ya no le sirvan a uno, y hay que cambiar, el cuerpo pide hacerlo.
Por eso, en la opinión de muchos, estos tiempos parecen caóticos. Algunos individuos se quejan de que ya ni tan siquiera saben quienes son, sufren una crisis de identidad.
¿Qué está ocurriendo a nuestros cuerpos?
La humanidad actual de la Tierra camina con vestidos de carne, dentro de cuerpos constituidos por materia-energía. Funcionaban hasta ahora con un determinado grado de densidad, pero en este momento cierta condensación se está estableciendo. Sus vehículos físicos están siendo preparados para ser transmutados en vestimentas de Luz, mucho más refinadas y menos densas. El karma está siendo procesado y diluido, habrá menos densidad y menos limitaciones. Estamos siendo acondicionados para comenzar a interactuar con conciencias más elevadas, nuestra biología se abrirá para compartir con otros seres, no sólo de nuestras especies terrestres, sino con habitantes de otros mundos, dimensiones o entidades de distintos niveles de existencia. Lo que realmente nos está sucediendo es lo que los maestros llaman “Transfiguración».
Está ocurriendo que nuestra forma condensada ha entrado en un proceso parecido a «derretirse». La sustancia de nuestro cuerpo físico, aquel que nos es familiar, está transformándose en Luz, el cambio consiste en que nuestro cuerpo material y denso, paso a paso, se refina y se convierte en «Cuerpo de Luz». También, en la medida en que nos vamos conectando con la Mente Divina Universal, nuestra inteligencia se desarrolla en ciertas áreas de la mente. Vamos pasando por iniciaciones de Luz, e inmediatamente aprobamos, los efectos pueden sentirse en el cuerpo físico. ¡Hemos pedido «Transformación» y eso es lo que se nos ha concedido! Estamos viendo como obra la transmutación aún en los niveles de nuestra carne. Cuando el planeta recibe las frecuencias elevadas de Luz, los habitantes de la Tierra entran en un proceso de cambio, que obra en su organismo a nivel de los espacios vacíos entre células, bioquímicamente estos están siendo reubicados.
La fuerza de la Luz activa nuestros cuerpos y literalmente la química de mente y cuerpo cambia. Expresado en una forma poética «algo muy antiguo, y sin embargo nuevo, está saliendo del cascarón». La membrana exterior que sujetaba y aislaba a la humanidad está adelgazándose y los humanos están comenzando a tener la posibilidad de conectarse conscientemente con dimensiones más altas de Luz.
¿Por qué es importante? Porque es un paso más alto en nuestro proceso evolutivo, desarrollado paso a paso para permitir que el yo superior o cuerpo Crístico se involucre en nuestro desarrollo. El trabajo que ya se ha hecho ha preparado a algunos seres humanos para vivir con un tipo más avanzado de resonancia. Aquella que está dentro del rango de capacidades del cuerpo superior. Sin embargo hay que aclarar que la Ascensión no consiste descartar el cuerpo físico, sino de llevarlo con nosotros un paso más arriba en la escalera de Jacob. A este proceso se le llama «integrar la Diosa» (el cuerpo físico). Se trata de sentir los cambios, y de ser conscientes de ellos para apoyarlos. Un proceso consciente desarrolla en nosotros más sabiduría, porque así pasamos por la experiencia de tener la vivencia de la Ascensión, o iluminación. Debe haber una aceptación, el acuerdo de permitirnos sentir lo que tengamos que sentir para llegar a la comprensión. No se trata de que despertemos y simplemente la ascensión ya está lista. Es importante saber esto, porque nos ayudará en el proceso de transformación y transmutación. Mientras menos resistencia pongamos al cambio, este se dará más armónicamente.
Recuerdo que Lord Sananda ( El maestro Jesús) decía que la entrada y la salida eran a través del corazón. Cuando aprendemos a amar nuestro proceso de ascensión, de paso eliminaremos el miedo y gozaremos del cambio. El corazón ya conoce el proceso de ascensión, y el corazón es la puerta al Cristo radiante, nuestro potencial oculto en el ADN. El control que tengamos sobre nuestras emociones también nos ayuda para aprender a experimentar la vida a través de las emociones de la conciencia Crística. Estos sentimientos elevados liberan nuestro potencial. La Presencia Yo soy también está conectada a la llama triple en el corazón, y el corazón conoce la ascensión.
Las percepciones pueden alterarse Lo que está ocurriendo es que las dimensiones se están superponiendo unas sobre otras. Algunas frecuencias de cuarta dimensión están bombardeando nuestras frecuencias de tercera dimensión, y lo mismo ocurre con frecuencias de quinta dimensión, y con algunas todavía más altas. Por eso nuestras percepciones también comienzan a cambiar, pero desde luego cada caso es único. En general la humanidad está comenzando a ver y a poder percibir una multiplicidad de dimensiones y esto causa trastornos en las percepciones habituales, en una forma u otra. Podemos hasta perder objetos y luego encontrarlos, o no encontrarlos. Es como tener un triángulo de las Bermudas en casa.
Otros trabajadores de Luz reportan tener sueños muy vívidos. Experimentan muchas visiones y sueños donde un maestro o un ángel les advierte que hay un regalo que estará llegando a todos, y que debemos abrirnos a las posibilidades nuevas. Hay mucha guía que se está dando en sueños y visiones, para prepararnos a nivel subconsciente e interior para los cambios que están ya ocurriendo.
El plan Divino está desarrollándose en perfección, trayendo cambios cada vez más profundos. Este es un nuevo tiempo, y una Nueva Era se aproxima. Si alguna parte tuya comienza a sentir miedo del cambio es mejor hacerse consciente de este miedo. Habla a esa parte tuya que vibra en el temor, controla tus pensamientos y dile a tu mente que el cambio es real, que en eso consiste el Plan Divino, y que todo está bien para ti. Es correcto hacer un diálogo con aquellos aspectos de tu personalidad que puedan sucumbir al miedo. Existe un pensamiento colectivo de la humanidad que rechaza el cambio. Cuando ocurrió la caída del hombre hubo muchos cambios, pero no fueron para bien, y hay algo en cada uno de nosotros que lo recuerda.
En el presente nuestras formas físicas están recibiendo ondas de Luz muy poderosas. La luz es absorbida por todas las estructuras, igual si tú crees en ello que si no, las nuevas frecuencias de Luz llegan al planeta y nos afectan a todos, así no estemos dispuestos o previamente no hayamos pedido recibirlas. Los efectos causados por este aumento de luz no son solamente físicos. También a nivel emocional experimentamos cambios dramáticos. Tenemos un sistema de cuatro cuerpos que están mutando sus estructuras, y como todos están conectados, si uno cambia se afectan todos. A veces alguien nos dice algo sin importancia y nos echamos a llorar. Son sentimientos, que como burbujas sacan a superficie emociones guardadas. A veces nos sentimos desconectados de Dios, otras veces totalmente conectados con Dios y los maestros.
Emocionalmente la sensibilidad se ha agudizado, y es probable que vivamos en la inestabilidad de un machín-machón fluctuando entre los extremos. Por eso se requiere un trabajo constante de limpieza, de balancear los cuerpos y anclarse.
Ocurre que estás viviendo un cambio dimensional en uno o varios de tus cuerpos y eso hace impacto en todo el sistema. La mejor forma de armonizarse es a través de la compasión y el amor por sí mismo. Ten paciencia con tu proceso de transformación. No lo controles con un reloj, ni te compares con nadie. Cada cuál procesa sus propios cambios en diferentes formas y a distintos ritmos. La gente reacciona en forma diferente cuando las estructuras de la polaridad comienzan a desvanecerse, y cuando comienzan a procesar su propio karma. No existe una sola forma ideal, las posibilidades son múltiples.
Depende del grado de sensibilidad de cada cuerpo. En los días por venir cada uno de nosotros será muy diferente, y las situaciones de nuestras vidas serán muy distintas en la medida en que las frecuencias se incrementan. Todos hemos sentido ya como el factor tiempo se ha alterado, y cada vez transcurre más rápido. El concepto de tiempo está siendo desmantelado. El corazón de la madre Tierra se acelera en la medida en que sus frecuencias suben, y todos estamos tratando de seguirle el ritmo. No se trata de que sientas transcurrir el tiempo más rápidamente porque estás envejeciendo. Trata de comprender que tú estás aumentando tu frecuencia vibratoria porque vives en un planeta que está acelerando la suya. Los campos electromagnéticos, que aceleran su giro, a veces pueden incluso producirte mareo. ¿Te suena familiar?
Pero, no importa cuál sea tu experiencia ¡Dale la bienvenida al cambio! Estamos mutando. Y en el proceso de mutación cada uno de nosotros estaremos más cerca de su propia Divinidad. Acéptalo, en la medida en que la resistencia cae y la densidad se esfuma, los programas viejos dejan de funcionar. Pero no hay nada que temer, Dios provee. Estamos recibiendo un nuevo par de anteojos, una nueva conciencia, y un cuerpo nuevo para vivir en él. La verdad es que tú lo pediste antes de encarnar en la Tierra, y ahora está sucediendo. El arreglo biológico de la materia está cambiando. Estamos siendo afinados a nuevas redes electro-magnéticas que están cambiando nuestros patrones. Nuestra sangre se está tornando más transparente, porque la hemoglobina está pasando de una densidad molecular a otra.
Nuestros ritmos biológicos están siendo alterados.
Los campos magnéticos del cerebro están trabajando con más Luz, y es a la fuerza de esa Luz a la que nos estamos ajustando. Estamos siendo afinados y perfeccionados con un código más elevado de creación. Esta nueva codificación está literalmente reactivando partes dormidas en nosotros. Las frecuencias electro-magnéticas, que llegan al planeta, están alineando al cuerpo y al cerebro para que podamos adaptarnos a la siguiente fase del plan Divino para la humanidad.
Esta columna de Luz es usada por los maestros para reprogramar tu cuerpo electro-magnéticamente. Puedes sentir a veces su calor cuando actúa, un calor que se siente venir desde dentro. Puede que haya períodos de tiempo en que te sientas muy cansado. Esto es perfectamente normal. Cuando el arreglo biológico comience para ti, vas a sentirlo. Piensa que Dios, los maestros y tu presencia Yo soy están literalmente transformando tu cuerpo. Están aplicando ingeniería bio-molecular a los circuitos de tu cerebro. La luz estará llegando a todos los circuitos del cuerpo para reestructurar las moléculas y acelerar tus bio-ritmos. Nuevos conocimientos están haciéndose asequibles a nuestros cerebros. Están ocurriendo también cambios en la piel. Se trata nada menos que del comienzo de la transmutación biológica de nuestra forma.
Descripción de los cambios del cuerpo
Los dolores intensos
La materia en nosotros está siendo electrificada con el fuego del espíritu y estamos siendo transformados en una forma física nueva portadora de energías más refinadas. Pero el dolor que acompaña este proceso puede ser intenso para algunos de nosotros. Los maestros dicen que este es un precio muy pequeño para pagar por un regalo trascendental y divino. Sin embargo muchos no se sienten listos para soportar la amplitud del dolor que puede llegar a experimentar.
¡Entrégate en manos de Dios y recibe con gratitud aquel regalo que pediste!