Toma de Conciencia y La Diosa Madre
Comentario y sincronicidad confirmatoria a través de un capítulo del libro “Los Cántabros antes de Roma” de Eduardo Peralta Labrador, denominado “La Diosa Madre”.
Eduardo Peralta Labrador, «Los Cántabros antes de Roma».
Soliman Or TaU, Comentarios y reflexiones.
Una estela de Monte Cildá (Olleros de Pisuerga, Palencia) lleva una inscripción votiva Matri Deu(m) o Matri Dev(ae) y menciona la existencia de un recinto sagrado (templum) a ella consagrado.
La primera lectura se ha interpretado como una dedicatoria a la diosa Cibeles, pero Cantabria estaba poco romanizada y en el mismo yacimiento del Monte Cildá han aparecido dedicatorias a los dioses indígenas Candamo y Cabuniaegino que allí seguía vigente la religión autóctona.
Le segunda lectura la relacionaría tal vez con una divinidad fluvial emparentada con el celta antiguo, Deva (ríos Deva de Cantabria y de Guipúzcoa), pero el nombre de estos ríos posiblemente sólo indique que en ellos moraba una divinidad (indoeuropeo deywó– «divino, dios”, celta devo). La inscripción nos indica entonces que en Cantabria existía una «Madre Divina» o una «Madre de los dioses.
En la religión celta había una «madre de los dioses» (la Minerva o Brigit irlandesa, también llamada Dana o Ana) cuyo culto en Cantabria pudiera rastrearse en la existencia de antroponimos femeninos como Anna, claramente relacionables con el nombre de la diosa Amma (am(m)a* ami («madre») de la ciudad celtibera de Segobriga (Cuenca). El nombre de esta diosa irlandesa podría derivar precisamente de Deva. La fiesta de Brigit era Ímbole («purificación”), que tenía lugar el 1 de febrero. Probablemente era una fiesta de la fecundidad y, sobre todo, de carácter lustral tras el invierno. En la concepción céltica Brigit era a la vez virgen y madre, por lo que su fiesta fue reemplazada por la Purificación de la Virgen y la fiesta de Santa Brígida, patrona de Irlanda.
A comienzos de febrero tiene lugar también en los pueblos de Castilla la fiesta de Santa Águeda, en la que las mujeres casadas imperan en los pueblos, siendo la mujer del alcalde la que lleva la voz cantante. Es una fiesta relacionada con el antiguo culto a la madre, que se remontaría a época prerromana (como la fiesta vasca de emakunde «mujer casada»)
Según el testimonio de Martín de Braga, en el siglo VI las mujeres del Noroeste de Hispania invocaban a una diosa identificada con Minerva mientras tejían, lo que se explica por el carácter de protectora de las artes y de los oficios que tenia la Minerva celta.
En Viseo (Portugal) hay una posible dedicatoria a Minerva Cabardiacensis (indoeuropeo “kapro”, cabra). El topónimo Brigantium (La Coruña) es relacionable con el nombre de la diosa Brigit o Brigantia («La muy alta), tal como se ha señalado para otros topónimos célticos en brig (Brigantia > Bregem).
Hay una dedicatoria a las matres Brigaecae de la ciudad arévaca de Clunia (Peñalba de Castro, Burgos), pues el culto a las matres estaba asociado al de la «Madre de los dioses».
En Hispania las inscripciones dedicadas a las matres proceden fundamentalmente de Celtilberia. Son interesantes las Matres Uséis de La Guardia (Alava), que Blázquez considera unas «madres del año´* (wet “año”). Eran divinidades femeninas protectoras de la Naturaleza y de la vida humana en las que se veneraba la idea de la maternidad y de la fecundidad. Su culto era muy popular en la Galia. Como indica Mircea Eliade, sus múltiples funciones como protectoras de la fecundidad, la guerra, el destino y la fortuna, están atestiguadas también entre los germanos, lo que indica que se trata, al menos en parte, de un legado indoeuropeo.
La Minerva céltica -según la interpretación de LeRoux y Cuyonvarc´h- era la gran divinidad femenina soberana del panteón celta. Tenia múltiples aspectos: Bajo los nombres de Ana y Dana era la madre de los dioses: los Túatha Dé Dánann «gentes de la diosa (D)ana». El nombre Brigit la presentaba como la patrona de los artesanos, de los poetas y de los médicos. Bajo el aspecto de Mórrigan («Gran Reina») era la diosa guerrera. Personificaba a Tailtiu (la «Tierra») y a la misma Eríu (Irlanda).
Nadie podía ser rey de Irlanda (Eriu) sino a condición de desposarse con la diosa tutelar del mismo nombre: se accedía a la condición de soberano en virtud de un hieros gamos con la diosa de la Tierra.
Mircea Eliade explica con claridad ella función de la diosa: «Se trata verosímilmente de una variante del antiguo complejo mitico-ritual del Próximo Oriente que implicaba el matrimonio sagrado entre el Dios del Cielo (o de la tormenta o del sol) y la Diosa Tierra, personificados por el soberano y una hierodula. Este hieros gamos aseguraba durante un periodo determinado la fecundidad del país y la forma del reinado.
La supervivencia del legado arcaico en Irlanda queda bien ilustrada por el rito de la consagración del rey, atestiguado en el siglo XII: a la vista de sus súbditos, el rey copulaba con una yegua blanca, que a continuación recibe la muerte y cuyas carnes se guisaban y comían todos, tanto el rey como sus hombres. En otros términos: la soberanía queda asegurada en virtud del hieros gamos entre el rey y una Tierra Madre hipomorfa. Hay, por otra parle, una diosa de los galos, Epona (Regina), que se representa en los monumentos sentada sobre un caballo o en pie ante este animal o entre dos o más caballos. Epona ha sido interpretada como una Diosa Madre con funciones de psico-pompa; su paralelo irlandés. Rhiannun (*rigantona* «reina»), era también hipomorfa.
El culto a la diosa de los caballos Epona (epo-s «caballo») está atestiguado en Cantabria en un ara de la zona de Monte Bernorio (Aguilar de Campoo. Palencia) con la dedicatoria Epane o Epan(a)e: «A (la diosa) Epana”. Hay una inscripción a Epona en Sigüenza (Guadalajara) y otras a Epone en Lara de los Infantes (Burgos) y Loncejares (Navarra). La dedicatoria de Sigüenza va acompañada de una representación de la diosa sentada sobre el caballo. Otras imágenes de Epona han aparecido en Marquínez y Albaina (Álava).
Hay un mito español, el de la Serrana de la Vera, que parece guardar el recuerdo de una divinidad indoeuropea de este tipo. Es muy característico de Extremadura, pero no faltan trazas del mismo en Cantabria y en otras regiones. Como señalan Caro Baroja y Blázquez, se trata: 1) de una mujer selvática y montaraz; 2) rubia, blanca, de ojos negros y extraordinariamente bella; 3) de carácter viril y cruel; 4) cazadora; 5) que tiene por morada una cueva; 6) reduce a los caminantes, los lleva a su refugio y los hace unirse sexualmente a ella; 7) a estos mismos hombres los mata posteriormente despeñándolos. El estudio que José María Domínguez ha dedicado a este mito señala otra serie de características que le permiten asegurar que la Serrana de la Vera es un ser mitológico femenino que se presenta en forma de mujer de larga cabellera o en figura antropo-zoomorfa con cuerpo mitad de mujer y mitad de yegua. Está adscrita a un recinto sagrado circular de dos leguas de radio partiendo desde la cueva que es su habitáculo y el lugar donde fragua o por donde salen las tempestades, que dirige contra los que no cumplieron sus deberes con ella. Fecundada por el viento, la Serrana de la Vera se conviene en madre y reina de otros seres o genios semejantes a ella. Entre sus atributos destaca la capacidad de trasladarse a grandes distancias de un solo paso, así como la gran fuerza, que la permite lanzar enormes masas de piedras. Se trataría -a juicio de este autor- de una personificación de la Tierra, como se desprende del dominio que ejerce sobre las fuer/as terrestres y de su identificación con los fenómenos supuestamente venidos del interior del planeta. Se asemeja a Mari, numen femenino soberano de todos los genios de la región vasca.
Diferentes autores clásicos se refirieron al mito lusitano de que las yeguas quedaban preñadas por el viento céfiro o favonio en determinado monte de Lusitania. Como señala Blázquez se documenta también en Grecia y seria un mito indoeuropeo que formaba parte de una teoría mitológica y filosófico-científica sobre la generación animal, vegetal y humana.
La religión de los cántabros también conoció la deificación del territorio patrio en forma de diosa. En Topusko (Croacia) apareció un ara que se conservaba en el Museo Agrámense en la que hay la siguiente dedicatoria: «Monumento sagrado a Cantabria, sus guardianes». Probablemente sea un monumento erigido por cántabros enrolados en el ejército romano y destinados en esta zona de Panonia Superior. El mismo fenómeno de divinización de la patria se daba entre los vecinos astures, pues se conoce una inscripción a la Dea Astúrica.
La Toma de Conciencia.
Soliman Or
Saco a colación este importantísimo capítulo del mencionado libro, porque realiza el nexo entre lo intuido, canalizado, visualizado o sintonizado, con lo que los “ilustres” escritores de la Academia denominan “oficialidad” de la Real Academia de la Historia, nada más y nada menos.
Para algunos de vosotros ya es conocida la Pirámide de los Refulgentes, sita en el municipio Sevillano de Camas o Kumas, más bien Ka Ma, o al revés la última sílaba Ka Am, osease, el Espiritu Divino de la Madre. Que en el cantar, el coser y en el caminar, todo es empezar. Y silabas y sonidos egipcio-atlantes-arabo-tartéssico-euzkeras-naualt tenemos.
Dejemos ahí lo de “El Espíritu Divino de la Madre” (Gran Madre) porque luego, según “caminemos” lo iremos recogiendo en esta Toma De Conciencia.
Según vamos asoleándonos en este Despertar del Alma Mia/Nuestra, nos vamos dando cuenta de la sacralidad del territorio que nos rodea y de cómo los Antiguos pusieron unos nombres a los ríos, a las montañas, a los valles, ciudades y lugares (o medinas) que no son llamados así porque así. Eminentemente ellos no tenían la mente tan analítica y razonadora como nosotros, no se les había inculcado a través de los siglos la paralización del hemisferio derecho de nuestro cerebro. No, ellos no habían perdido esa capacidad y todo lo polarizaban.
Prosigamos en nuestro caminar, tomados de la mano de nuestro animal preferido, nos imaginamos uno cualquiera, el que se nos venga a la cabeza, ese animal representa nuestra mente, y así, le ordenamos que se quede muy quieto junto a nosotros, le ordenamos que se duerma, y a continuación notamos como muy suavemente este animal se queda vencido por un profundo sueño a nuestro lado. A continuación elegimos otro animal que será el estereotipo de nuestra intuición, le ordenamos que esté muy alerta, muy “ojo avizor” a todo lo que nos llegue por esta senda del Caminar de la Conciencia.
Fue por 2004 más o menos cuando empecé a visualizar un esplendor fuera de lo común en el entorno tartéssico de Andalucía.
Animado por unos amigos/hermanos musulmanes me propuse crear una web sobre todo lo tartéssico, fuera oficial (siempre sesgado y negando nuestras raíces y nuestras capacidades civilizatorias antiquísimas, más antiguas aún que Roma, Grecia y el mismísimo Egipto) o fuera heterodoxa, con un sinfín de leyendas, mitos y opiniones que olian a inédito, nuevo y antiguo, muy antiguo, pero tan antiguo como el hombre mismo, o más. Por aquellos entonces yo la denominaba “La Otra Tartessos”.
Así, el 8 de Febrero de 2006, a solo veinte días del Aniversario de la festividad anual de la Autonomía Andaluza, subí por primera vez junto con mi cuñado Xema a la Pirámide de los Refulgentes, luego también llamada Pirámide de la Reina Refulgente. Porque refulgían con Luz Propia, dado los procesos de Purificación e Iluminación que les abarcaban.
Inusitadamente mientras subía aquella empinadísima pendiente, salían a mi encuentro palabras, frases, ímpetus y recuerdos que hacía mucho, pero que muchos siglos no se pronunciaban en labios humanos …
“Esto se dice así … Esto se hace así … Decía yo subiendo con esfuerzo por la pendiente».
“Esta Pirámide se conecta así:
Omni-Aeeem, Omni-Uuum,
Omni-Eooom, Omni-Seeeo-Ka»
Ni sabia qué significan, ni se porque lo hice, y todavía no se qué pueden llegar a significar.
Esa misma noche cogi el ordenador y de un tirón me llegó LA PIRÁMIDE DE LOS «REFULGENTES» que podéis leer aquí http://www.tartessos.info/html2/refulgentes.htm
Vi a la Reina Desnuda, Refulgiendo con Luz Estelar, Luminosísima, por mucho que luego pudiera describirla, me faltan los adjetivos y calificativos.
No voy a volcar aquí el artículo entero, lo podeis leer en el enlace de arriba.
Eso fue el 8 de febrero de 2006. El 28 de Febrero dia de la Autonomia Andaluza, en el mismo sitio y en el mismo lugar, el ayuntamiento de Kamas puso en la mesetita de arriba, en lo alto de la pirámide de tierra aplastada, tres mástiles con sendas banderas de Andalucia, y en toda la falda de aquella en la cara que da al este, desde donde siempre se saluda al sol vespertino, una enormísima bandera andaluza, grande, lozana y esbelta. Fue la 1ª confirmación.
2ª confirmación.
Pasó solo un mes cuando una lectora de mi página se puso en contacto emocionadísima por mail para que le diera mi numero te teléfono porque me tenia que dar una importantísima novedad al respecto del articulo que acababa de volcar sobre la Piramide de la Reina Refulgente.
Después de varios días de actividad laboral, pudimos hablar y esto fue lo que me contó:
“Es un sueño muy repetido desde hace más de 20 años,
Estoy en un templo en lo más alta de una pirámide como escalonada, estoy desnuda en un gran altar labrado en el suelo tumbada,
Unos reyes de color negro están a la espera de hacerme el sagrado amor,
Ellos están orgullosos de poder realizar este sagrado acto,
Yo paciente y expectante los acojo en mi ser y refuljo con ellos en éxtasis sideral de Amor y Luz”
O sea, un hieros gamos.
He considerado gratamente esta confirmación porque está persona me llamó muy alterada con llantos de alegría confirmatoria, de un sueño tan repetido y que casi se asemeja a mi visión pero con algunos cambios, que comento.
Pudiera ser que en un principio esta ceremonia no fuese un acto de unión entre hombre-mujer (dios-diosa) pero que en el transcurso del tiempo sí haya sido necesario, por cuanto que la “impregnación” de la sacerdotisa-reina-diosa que deja en el hombre-rey-dios fuese muy necesaria para el posterior acto de procreación ya con otra mujeres e irradiar una especie de impronta en su raza o en su pueblo. O sea la Matrilinealidad de la Reina era la que daba al rey su linaje cósmico descendente; osea, traian almas a las que ya no venian de unos cielos astrales concretos sino de otros allende la galaxia, pudiera ser que de Andromeda (licencia mia).
El hecho de que estos reyes sean negros, da una singular y sincronica revelación coincidente con lo que Ribero Meneses siempre ha dicho y escrito, que en la Antiquísima Iberia convivieron todo tipo de razas y que la negra es originaria de esta. De hecho el hombre de Atapuerca tiene trazos negroides, y como siempre la evolución y la dispersión del homo sapiens ha sido al revés, como tantas veces se ha dicho y escrito en estas páginas, de norte a sur, no de sur a norte.
Reproduzco aquí el mapa que tantas veces he comentado y que Ribero de Meneses abonó en nuestras conciencias.
Seguimos con la Reina Refulgente …
3ª Confirmación
También resulta que mi reciente amiga Maria José, desde chiquitita, cuando pasaba con el autobús camino del pueblo de sus padres y veía la Colina o Pirámide de la Reina, decía: “Yo he vivido allí”; “Y me unido sexualmente con hombres y practicábamos un rito muy sagrado de Hieros Gamos”, y señalaba allá a lo alto, a la pirámide.
En mi visión el sumo sacerdote la desnudaba y sólo prendía en ella el Collar del Humilde Pastor. Esta escena, sita en todo lo alto de la pirámide, y con visión hacia el este, a la salida helíaca de las Pléyades, cada 108 años, pudo dejar paso a ceremonias y eventos no tan distanciados en el tiempo con algunas diferencias que el consabido paso del tiempo hace cambiar.
La ceremonia en definitiva se centraba en el acogimiento de energias celestiales o cósmicas, su concentración en la Reina y en su collar y en el posterior dispersión o (porqué no) eyaculación dadora de vida, salud, amor y paz.
Anterior a este ritual se producía una procesión denominada “De los Puros” (o cátaros, concecedme esta licencia), ya que en idioma élfico “cátaro” es sinónimo de Resplandeciente, o Refulgente, como se denominaban tanto la Reina como los sacerdotes o sacerdotisas que “anclaban” energías cósmicas en la pirámide de dicho nombre.
De los resplandeciendes o que refulgían, que emitían “brillo propio”, a que Brillaran, o la Reina que Brilla, a Reina/Diosa Brigit, va un solo paso, uno y chiquitito.
Ahora, agarraos …
los habitantes de Camas llaman a lo que yo denomino la pirámide de los Refulgentes, el Cerro de Santa Brigida.
4ª Confirmación. Sin comentarios.
Sexo sagrado, en una pirámide, donde hay una reina, un rey que no la mancilla, ya que ella es Virgen (¿la Virgen Maria o Tamaria?), eyaculación o dispersión de energias cósmicas hacia los cuatro puntos cardinales. Gran Ceremonia cada 104 años, salida helíaca de las Pléyades. Que más queremos.
Los que Cantan a la Reina, los Beres, eran los súbditos de la Reina. Los Beres Cantantes, de la Betika o Be T Ka, los cantabericos, cantábricos, Ibericos que cantan a Ra, en su forma femenina del Sol, La Re Fulgente.
Este capítulo del libro “los Cantabros antes de Roma” ha sido muy esclarecedor y, repito, confirma la Visión a través de la oficialidad.
Incluso me atrevo a decir, que lo que luego hicieron los cántabros es ni más ni menos una reminiscencia moderna de un rito o ceremonia antiquísima de la Betika.
Y qué decir de la Diosa Epana, dialectamente hablando una Ispana pero que muy deprisa, de Isis y Ana. Y es que no es que mezclemos es que esclarecemos y saco códigos y más códigos. Una diosa de los caballos. Pues estelas de diosas o dioses y héroes con caballos las hay a mansalva. En mi tierra de Almeria, en Villaricos; también en Alicante, otro cante para los béricos del cante jondo, antiguamente Akra Leuke o cómo demonios se pronunciara.
Habrá mucho más que comentar por aquí, ya que esto que visualizamos mientras esto leemos es Revelador con los Tiempos Finales o Final de Ciclo y con el 2012.
Será que nuestra conciencia necesita conocer cómo se hacía para que ahora lo hagamos.
Pero seamos, antes de hacer.
Purifiquémonos para Refulgir, para Luego Construir Nueva Tierra en Nueva Tartessos. La Lemuria Berica de Siempre, el verdadero Primer Egipto.
La Tierra de Maria Santísima
Fue hace solo unos meses cuando me vino el nombre de la Diosa en su primer contacto civilizatorio con sus amados hijos, se llamaba Tamara, o Ta Ma Ra.
Después de haber conocido personalmente a Guillermo Hdez. Barbosa, hablar muchas veces con Javier Zarzuelo, editor de Ribero Meneses y beberme casi todos sus libros, y coincidir como coincido con mi amigo y hermano Antonio de Coria (kor ó Ka Or –or ó luz-) que el primer Estrecho de Gibraltar estaba en Coria, estoy en condiciones de argumentar que la localidad sevillana de Tomares es prototípica del Primer lugar de “Aterrizaje o Terrizaje” de Tamara, que allí existían también (como en Santander) unas Fuentes Tamáricas ó Tomáricas y que hay un testimonios de que Ana o Anna o Danna es también el nombre de la Madre Tamara o Tamaria o Maria, porque en TriAna fue donde se encontró la “Regla” de la Santa Brigida que venida de Irlanda, fundó Tres Hospitales y que una medalla imploranda a esta santa se encontró en lo más alto de la Piramide de los Refulgente y su Reina, que los Cameros de Camas denomina la Colina o Cerro de Santa Brigida.
Y van 5 Confirmaciones
A la Pirámide de los Refulgentes se sube por el Balcón de Sevilla, o Bhalcón de Sevilla, Halcón Horus y los Senshu Or, que son los elevados Hermanos espirituales cuya tradición se extendió por todo el Orbe, porque Shu es el dios egipcio con postura de Indalo (que vivia en el Oeste en una Isla donde muere Ra -según la mitogia egipcia-, según se mira desde Egipto, Iberia está en esa dirección) o Indaluz, de Andaluz o Andaluces, que emitimos Luz como los Refulgentes de la Piramide y van ya más de 10 sincronicidades, cuando a partir de la segunda se convierte en REVELACIÓN.
Mucho que decir, mucho que aprender y mucho que cantar, porque cantares, el pueblo andaluz canta a su Rocio o Trono de Luz, de Or, de Orión. De allí llegó la Madre Tamara, a Tamarnos, o Amarnos.
Honor a la Madre, a la Gran Madre Eterna.