Las Raíces Egipcias de Iberia
Hete ahí que me he topado con algo que llevo años argumentando e intuyendo: que la antigua Iberia tiene más de egipcia que algunas dinastías faraónicas.
Ya han pasado unos años desde aquellas risas celtíberas que se mofaban de cuanto yo decía del Primer Egipto, que era la Península Iberica o de IbeRá.
Lo dice el maestro Ribero Meneses con aquello de los egiptanos, los giptanos o gitanos de hoy. El aluvión de nombres egipcios que la topografía y la orografía de nuestra península nos recuerdan a país de Kem.
La curiosidad de aquellos nombres de poblaciones que al revés leído o desde el centro a uno y otro lado nos da palabras del idioma kemita o egipcio.
La mismísima Diosa Isis adornando tantas iglesias hoy dia.
Bueno, este libro es otra gotita más en el vaso. Sigo sumando. Es una apertura de la conciencia histórica que no comulga con ruedas de molino. Es algo que se huele, se nota, se percibe, Iberia tiene perfume egipcio, aunque al cabo del tiempo nos daremos cuenta que es al revés, que Egipto tiene perfume Ibero-Bereber.
SoliMaM OrTaU
Las Raíces Egipcias de Iberia. El libro.
Por Moustafa Gadalla
PRÓLOGO
El pueblo ibérico ha sido descrito como pasivo en el sentido de que aceptó y adoptó la religión, lengua y tradiciones de los invasores de su tierra sin oponerles resistencia. No obstante, el digno pueblo ibérico ha sido también calificado como sumamente tradicionalista, por conservar vivas sus propias costumbres. El único otro pueblo de la Cuenca mediterránea que es pasivo pero tradicionalista, es el egipcio.
El libro mostrará la subestimada evidencia histórica acerca de la estrecha relación existente entre el Antiguo Egipto e Iberia. El papel desempeñado por los egipcios en la historia ibérica se atribuyó a otros, como en el caso de fenicios, romanos, árabes, bereberes, etc. Estos criterios generalmente divulgados carecen de evidencias que los sustenten y se basan en su mayoría (si no totalmente) en la afirmación repetida de opiniones infundadas -solo la mera repetición les hace aparecer como «hechos incuestionables».
No debemos aceptar ciegamente «las teorías comunes» tal como se nos transmiten. Debemos ser como el niño en el relato El Emperador Sin Ropa, de Hans Christian Anderson. [La historia cuenta sobre dos artistas estafadores que alegaban hacer ropa muy fina que solamente podrían ver las personas honradas y competentes. Los falsos sastres lograron convencer a altos funcionarios e incluso al emperador para que compraran la ropa invisible, porque ninguno de ellos quería admitir su deshonestidad e incompetencia. El emperador encabezó un desfile público para hacer gala de su nueva vestimenta imaginaria. El miedo y la intimidación impidieron que las masas ignorasen la verdad sobre su Emperador, pero un niño que se negó a ser intimidado, proclamó la verdad, «¡El emperador anda sin ropa!»]
Por todo ello, debemos escudriñar los libros de historia comprobando la evidencia en que se apoya una afirmación, tal como actúa un jurado/juez en la sala de un tribunal. No debemos nunca dejarnos intimidar por un nombre célebre o por un título pomposo. Debemos tomar en cuenta sólo los hechos y las evidencias.
Este libro contradirá la mayoría de las teorías comunes actuales y proporcionará la evidencia que muestra la estrecha relación existente entre Egipto e Iberia desde los puntos de vista arqueológico, histórico, cultural, etnológico, lingüístico, etc.
A continuación brindamos un esbozo de los 14 capítulos del libro:
El primer capítulo
Fuera de Egipto, brinda un panorama de las principales falacias existentes en las teorías comúnmente aceptadas sobre la historia de Iberia. Resalta la falsedad de la cronología y de las fechas que aparecen en casi todas las referencias. También resalta el increíble silencio que se observa en la mayor parte de las referencias acerca del papel de la civilización más populosa, opulenta y dominante del mundo antiguo, es decir, Egipto. Asimismo, reseña la temprana inmigración egipcia hacia otros países y alude a algunos de sus primitivos asentamientos en Asia y Europa. Se refiere además al consenso general en cuanto a las características de la población en Iberia y a cómo los antiguos egipcios (entre todas las naciones en el mundo), presentan exactamente estas mismas características.
El capítulo dos
Nuestra Madre Celestial, muestra cómo el Antiguo Egipto e Iberia comparten el intenso amor por la Virgen Madre (conocida en el Antiguo Egipto como Isis y en el Cristianismo como Mary/María). Comenzamos por las fiestas religiosas asociadas con la Virgen Madre Isis/María, tales como la de La Señora de la Ascensión en Elche y en otras partes. Estas fiestas están estrechamente vinculadas con un solo lugar en la Tierra, y este lugar es Egipto. Se brinda una versión resumida de la historia de Isis y Osiris, para establecer paralelos entre la Isis del Antiguo Egipto y la Virgen María. El papel de María/Isis constituyó la base de la estructura social matrilineal/matriarcal, del papel de las mujeres en el hogar, y del concepto/tradición de conservar el nombre de la madre tanto en Egipto como en Iberia. Este capítulo también muestra el papel del toro en el Antiguo Egipto e Iberia, los poderes de renovación de este animal y el simbolismo de este, y que las prácticas de lidia y corridas de toros en Iberia sólo pueden encontrarse en el Antiguo Egipto desde hace por lo menos 5,000 años.
El capítulo tres
Aleaciones egipcio-ibéricas, describe los conocimientos que poseía el Antiguo Egipto sobre metalurgia y su habilidad para hacer numerosas aleaciones minerales. Se explicará que el Antiguo Egipto carecía de determinados metales para hacer aleaciones específicas (tales como electrum, cobre, y bronce); la gran demanda de metales en Egipto, y cómo la fluctuación observada en la producción de estos productos en el Antiguo Egipto se relaciona con el auge y decadencia de las actividades de minería en Iberia. También habla de la antigua historia egipcia de organización y gestión de grandes sitios mineros, asentamientos fortificados, etc.
El capítulo cuatro
En los inicios: Almería, destaca los hallazgos arqueológicos en los primitivos asentamientos en las regiones de Almería, Algarve, etc., y relaciona estas actividades ibéricas con el Antiguo Egipto para mostrar similitudes y afinidades únicas entre el Antiguo Egipto (en tiempos pre-dinásticos y dinásticos tempranos) e Iberia en todos los aspectos de la religión, arquitectura, agricultura, metalurgia, etc.
El capítulo cinco
Los nativos egipcio-ibéricos, trata el tema de los Gitanos y diferencia a los Gitanos egipcios de los grupos nómadas no egipcios. Muestra cómo estos nativos egipcio-ibéricos se convirtieron en refugiados como resultado de la Reconquista. Destaca sus características egipcias y los relaciona con los moriscos, mozárabes, mudéjares, etc. Muestra también cómo las prácticas religiosas de estos son una continuación de las prácticas egipcias antiguas.
El capítulo seis
Dueños del Mar, muestra la supremacía de los barcos del Antiguo Egipto, así como sus tamaños, tipos, y funciones. Resalta la importancia del puerto de Canopus (Alejandría antes de Alejandro) como centro comercial del mundo entero durante miles de años. Da una visión global de los dioses egipcios conocidos en todo el mundo. Describe el papel del Hércules (egipcio) en los puertos egipcios y cómo otros países imitaron a Egipto en este aspecto. Menciona a los patronos (deidades) de los viajes y de cómo estos fueron adoptados al 100% por otros pueblos, tales como los fenicios.
El capítulo siete
Comerciantes de los Mares, enfoca la teoría común sobre el papel de los fenicios/púnicos en la historia de Iberia, describiendo la evidencia arqueológica e histórica en la patria de los fenicios. Es incuestionable la evidencia de que Fenicia era vasalla del Antiguo Egipto y de que los fenicios copiaron todos los aspectos de la antigua cultura egipcia. Los fenicios no contaban con el número de personas (ni con el talento) para dedicarse a la agricultura, al arte, a la industria, ni tenían los conocimientos sobre construcción necesarios para establecer nuevos asentamientos en Iberia o en cualquier otra parte.
El capítulo ocho
Cádiz: La Puerta de Entrada Occidental, brinda una clara historia de Cádiz y de su papel como puerta de entrada occidental a la Iberia occidental, a la Europa septentrional, y al continente africano. Alude a las semejanzas entre el puerto de Cádiz, con sus templos, y el puerto de Canopus (Alejandría antes de Alejandro). Muestra también que las divulgadas técnicas de pesquería y salado, así como sus afamados bailarines, eran copias de las técnicas y de los bailarines egipcios, todo lo cual se practicaba ya en el Antiguo Egipto miles de años antes.
El capítulo nueve
La Devastación Asiria y sus efectos, relaciona el gran poderío de los asirios y después de los persas y ptolemaicos) con las oleadas de migración masiva desde el Antiguo Egipto, las cuales coinciden con el aumento de la población y el número de asentamientos en Iberia.
El capítulo diez
Idealizando a los romanos, trata sobre el mérito falsamente atribuido a la influencia de estos en todos los aspectos de la vida en Iberia, tales como la cultura, el gobierno, la religión, el lenguaje, la sociedad, las construcciones, etc.
El capítulo once
El falso brillo de los moros, enfoca la falsedad del mérito otorgado a los moros/musulmanes/árabes. Identifica el verdadero origen y número de estos invasores, y trata de cuán alejados estaban ellos de los aspectos civilizados de Iberia, tales como: agricultura, viviendas, jardinería, artes y artesanía, etc. y de cómo todos estos aspectos y actividades se realizaban sólo en Egipto antes de surgir en Iberia. También muestra el gran número de colonos egipcios en las áreas mejor cultivadas de Iberia, como Algarve y Murcia.
El capítulo doce
Origen de las Lenguas/Dialectos ibéricos, define el papel del idioma del Antiguo Egipto como madre de todas las lenguas semíticas, así como de todas las demás lenguas/dialectos de la Cuenca Mediterránea y fuera de ésta. Muestra la historia y fundamentos del idioma árabe y de cómo este es prácticamente una extensión del antiguo idioma egipcio. Alude a cómo las lenguas/dialectos ibéricos (antes y ahora) tienen mucho en común con el Antiguo Egipto (hecho generalmente confundido con la «influencia árabe»).
El capítulo trece
Las Vivas Tradiciones Religiosas, trata de cómo los pueblos de Egipto y de la Península Ibérica comparten el mismo concepto de animismo, del poder de los santos, de las peregrinaciones religiosas, las fiestas, etc. Las fiestas religiosas de la Península Ibérica se celebraban hace miles de años en el Antiguo Egipto, antes del advenimiento del Cristianismo. Se describe el papel del Antiguo Egipto en el Priscilianismo, que tuvo (y sigue teniendo) una amplia difusión. Se muestra la equivalencia exacta entre las tradiciones religiosas del Antiguo Egipto y las del Priscilianismo. Asimismo, se relaciona el destino del Priscilianismo con la peregrinación y las tradiciones en Santiago de Compostela. También se muestra que la historia y prácticas de cofradías en la Iberia gobernada por los católicos (y en el sur de Italia) coinciden exactamente con las Órdenes «Sufi» en los países islamizados, y que el origen de todos ellos data del Antiguo Egipto.
El capítulo catorce
La Herencia Musical egipcio-ibérica, muestra el estrecho vínculo existente entre los legados egipcio e ibérico en cuanto a música, poesía, cantos y bailes. Explica cómo el Antiguo Egipto, y no los moros, son la fuente de la música, del canto, de la danza y de la poesía en la Península ibérica. Destaca el papel de los Gitanos (egipcios) como los que realizan estas actividades en la Península ibérica. Describe las principales actividades musicales tanto en Egipto como en la Península ibérica.
Moustafa Gadalla nació en El Cairo, Egipto en 1944. Se graduó de la Universidad de El Cairo con el grado de Bachiller en Ciencias (Ingeniería Civil) en 1967. Inmigró a E.E.U.U. en 1971 y comenzó a trabajar como ingeniero profesional y agrimensor diplomado.
Desde su más tierna infancia, Gadalla siguió con pasión las huellas de sus antiguas raíces egipcias por medio de incesantes estudios e investigaciones. Desde 1990, se ha dedicado por entero a investigar la antigua civilización egipcia. Como egiptólogo independiente, cada año pasa un tiempo visitando y estudiando lugares históricos antiguos.
Gadalla es autor de diez libros elogiados internacionalmente. Es presidente de la Tehuti Research Foundation —una organización internacional no lucrativa, con sede en EE.UU., dedicada a los estudios sobre el Antiguo Egipto.