El Despertar Cuántico. Junio 2011
Cada uno de ustedes ingresa en una escalera de búsqueda, de cuestionamiento, de preguntarse cuál es el próximo peldaño de su viaje, de su misión. Se paran en lo alto de la escalera al cielo, buscando la escala de Jacob. Los deseos de su corazón moran por encima de los patrones de la materia. Al buscar en su corazón superior las verdades más elevadas, también buscan capacidades creativas más elevadas. Esas manifestaciones residen en lo invisible. Sólo son visibles en su mente, en su corazón y en sus sueños.
Se les pide que pongan todos sus deseos y sus necesidades en un futuro invisible. Lo invisible se manifestará según cuán profundamente, cuán poderosamente crean en ello. Ustedes no pueden ver su futuro porque su futuro no reside aquí en la Tierra. Aún no se ha producido. Ustedes siempre están por delante de sus creaciones. Es como hornear un pastel con la mezcla que viene en una caja que no tiene instrucciones, ponerla en un horno invisible y hacer girar un temporizador que no existe. Hay una gran frustración, pues se sienten completamente solos en sus creaciones.
Cada uno de ustedes tiene su forma personal de ‘ver la invisibilidad’. Toda gran persona que haya existido en este planeta ha tenido esa visión en un lugar de invisibilidad. Primero se lo imaginaron, y luego lo amaron hasta que lo invisible se volvió visible. No llegó por decreto divino. Se manifestó a través de los corazones, los anhelos y los deseos de quienes lo invocaron a la existencia.
Ustedes son los responsables de crear el sueño invisible que vive en su corazón. Sosténganlo como quien sostiene un pichoncito, confortándolo, dándole calor, alimentándolo. Ustedes manifiestan continuamente lo que necesitan y lo que desean. La mayoría de las personas se dan por vencidas antes de que se manifieste, el día mismo en que se va a anunciar el nacimiento renuncian, se detienen y se alejan. Piensan que nadie lo notará. Que a nadie le importará. Pero ay, ¡todo en la vida lo nota y a toda la vida le importa! Toda la Tierra estaba lista para darle la bienvenida a esa manifestación que crearon con tanto amor y que germinaron dentro de su corazón y abortaron con tanta ligereza antes de que naciera.
Confíen en las semillas que plantaron. Deben confiar en que lo que su alma ansía es cierto y llegará y se manifestará. El Creador no puede ni jamás podrá retener ni arrebatarles nada. Se les da dominio completo sobre la Tierra. Ustedes son quienes darán a luz al futuro.
Cuando vean una necesidad, cólmenla. En ese momento el universo les está diciendo: “Ayúdame a manifestar esto. Ayuden a Dios a manifestarlo simplemente sosteniendo la visión el tiempo suficiente para que se manifieste.” A todos ustedes se les pide que ayuden constantemente a dar a luz un futuro mejor, una Tierra mejor sólo con el pensamiento. Sostengan la visión de la bondad para su mundo, no sólo para sus propias creaciones. Cada vez que tengan la oportunidad de sembrar en el pensamiento de alguien, denle el regalo de lo que saben es verdad y esperanza. Sostengan ese regalo el tiempo suficiente para que se manifieste. Nunca lo abandonen. El Creador, la Fuente, nunca los abandona a ustedes. No abandonen a los demás. No se rían de sus sueños ni arrojen sus sueños al viento porque a veces los sueños de una persona son su único motivo para vivir. Ayuden a manifestar los sueños, los deseos y lo invisible, haciéndolo visible.