El Despertar Cuántico. Junio 2011
Bienvenidos, hijos queridos, somos el Consejo Pleyadiano de Luz. Permanecemos a la vera de los campos de batalla de su vida como grandes generales de luz que buscan saber si instruyeron bien a sus soldados. Los generales mismos no entran en el campo de batalla, pero se mantienen cerca para conducir y dar instrucciones. Estamos arriba en las ondas de luz y ustedes están abajo en el valle de las sombras de la duda. Vemos cómo saltan sus esperanzas desde los acantilados mientras nosotros mismos soportamos el embate de lo que están sintiendo. La intervención divina que buscan no ha levantado vuelo todavía. Queridos, les pedimos que se aferren firmemente a lo que saben que es verdad.
Ustedes contienen una semilla de esperanza y luz que nunca puede disminuir. Allí es donde deben buscar refugio de las reglamentaciones diarias, de los episodios diarios de auto-conmiseración. Es allí donde encontrarán paz. En este lugar de luz original nos podemos alinear con ustedes, llevándolos a un nuevo nivel de amor. A medida que su naturaleza humana se agigante más en todas sus fragilidades y miedos, comenzarán a proyectar una sombra mayor. Cada duda, cada temor, cada punto de escape en su interior proyecta una sombra muy larga. Alimentan a la oscuridad con sus miedos y cuando se permiten convertirse en víctimas una y otra vez disfrutando en esa posición. Se hacen pesados como pan sin levadura con cada palabra de negatividad del uno al otro. Son ustedes, queridos, quienes proyectan esa sombra y son ustedes, queridos, quienes deben hacer retroceder esa oscuridad y no dejar que ciegue su luz.
Se encuentran en el umbral de la descomposición molecular. Se hallan en el umbral que anuncia que ya no giran en la luz como lo hacían en el pasado. Ya no giran en la verdad como lo hacían y ya no giran en la fe como lo hicieron una vez. Mientras permanecen en este umbral proyectando esta larguísima sombra de duda, llegan a un punto de aniquilación total. Llegan al punto de descompresión como un globo que los hace girar fuera de control. Como quien es transportado desde la nave nodriza de vuelta a la Tierra, se encuentran entre aquí y allá. No están aquí y no están allá. Flotan en medio de toda la materia y toda la antimateria. Intentan aferrarse con todas sus fuerzas a lo que antes sabían que eran, pero es como abrazar a un fantasma. No lo pueden tocar. Se aferran firme y profundamente a sus recuerdos de cuando la vida era sencilla y fácil.
Su naturaleza humana está abatida porque siente que ha perdido el control del barco de golosinas en el que solía navegar. Sienten como si la vida los arrinconara en una esquina, en un lugar sin retorno. Alguna vez creyeron con todo su corazón y su alma que podían manifestar y crear cualquier cosa que desearan. Alguna vez creyeron con mucha mayor profundidad que la fuente de su fe en este momento de la vida. Se han rendido, el sonido de esa rendición retumba en el universo. Han permitido que la dama oscura de la vida los abofetee hasta la sumisión. Han permitido que la materia y sus amos se adueñen de ustedes. Las moléculas mismas de su luz discuten su futuro sin que ustedes tengan voto. Cada aspecto de su ser, tanto positivo como negativo, fluye como la carga de una batería. Están en un lugar entre aquí y allá, un lugar de fingir, un lugar que se esculpe a partir de su carga positiva o negativa ante cada pensamiento y situación.
La energía del tiempo los envuelve en la opresión y el nudo (negación) que tanto desean atar. Se han sincronizado para una existencia limitada. Las vibraciones de la vida son una ilusión siempre cambiante. Parecen reales al tacto y parecen reales al paladar, pero no lo son. Su naturaleza humana está buscando una salida de las situaciones actuales, de los dilemas actuales. Busca una nueva solución, ya que nada que hayan aprendido en el pasado les sirve ahora. Les pedimos que salgan de sí mismos y al mismo tiempo entren en el profundísimo abismo de su única célula de luz y se vean a sí mismos. Vean la belleza que son, el maestro que son, el ser de luz que son en lo más íntimo.
Sí, la vida irrumpe atravesando su protección. Sí, la vida es densa y oscura y se les pega al fondo del alma. Ustedes son luz y no pueden ser otra cosa más que luz; las capas del yo que visten como ropa de invierno en el día más caluroso del año, no los beneficia. La desdicha de otros que los invita a bajar por la proverbial madriguera del conejo es parte de la liberación mundial y del proceso kármico con el que se comprometieron al estar en la Tierra. Las personas en su vida que los hacen tropezar, que se burlan de ustedes, que los engañan, son quienes les enseñan las difíciles lecciones de Saturno y las limitaciones.
Han pedido elevarse por encima de los problemas terrenales, han pedido un retiro de la preocupación. A esta altura deben respirar profundamente para entrar en su punto de luz original, la célula pura de Dios que habita en su interior. Sólo allí sus hermanos de luz, los maestros y seres de luz pueden entrar para ayudarlos.
La Tierra es tan densa y está congestionada y abarrotada con tantos velos de ilusión que no los podemos atravesar. Los seres estelares les hacen guiños cada noche, pero ustedes no lo ven ni lo sienten porque el día los ha dejado en una posición densa y endurecida. Se debe despertar al estado de Gracia. Por favor, queridos, vayan a este lugar de luz, a esta única entrada a su Dios interior. Vean la plenitud de su ser ahí, vean a todos los que siempre los han amado en la Tierra y más allá. Vean a cada maestro en el que han creído. Vean cada corazón que tocaron y vean cómo son puro amor. Sólo permanezcan ahí por un momento, sientan a todos aquellos que creen en ustedes, sientan a todos aquellos que los aman. Nunca se los ha dejado solos, nunca se los abandonó.
Estamos a su lado y creemos en ustedes aun cuando ustedes no creen en ustedes mismos. Todo ha conducido a este momento en el tiempo: cada encarnación, cada palabra, cada amor, cada odio. Están en la Cima de su luz. En lugar de ahogarse en los pesares de los demás deben permanecer unidos en todos los niveles de su luz y con todos aquellos que los apoyan en la luz. Cuando se enteren de la tristeza de alguien más, no se ahoguen por salvarlos, sino permanezcan en un lugar que pueda manifestar una energía que los ayude. Son amados más allá del tiempo y más allá del espacio. Se los ha implantado bien para este tiempo, para este lugar, y ustedes serán la gracia salvadora por su fe, y así es. Somos el Consejo Pleyadiano de Luz.