El planeta Tierra y sus cambios en el 2012

He recibido hoy, a través de la página de Mario Liani, este interesante resumen de cómo está la situación de la Tierra, lo he resumido un poco para que no resulte tan largo. Pueden encontrar gran parte de esta información, mucho más detallada en el libro “Cosmología Pleyadiana” de Bárbara Hand Clow, o en los libros de Gregg Braden y en las conferencias de Rafael López Guerrero

 

Por Soleika Llop


1. Donde estamos nosotros y donde está la tierra en el universo.


Nuestro planeta es la Tierra, nos acoge y nos facilita su corteza para soportarnos. La tierra forma parte del sistema solar, donde el sol es la estrella que nos da su energía y su calor. 

La tierra pertenece a la constelación, sistema estelar de Pléyades.
El conjunto Pléyades, o su centro, está formado por la estrella de Alción, la más brillante, y 7 estrellas más, que son: Taygeta, Pleione, Mérope, Maia, Electra, Coele y Atlas.

El sistema Pléyades, más amplio, está compuesto por 1.404 estrellas y 29.450 planetas habitados por seres inteligentes.

Nuestro sol, es una de esas estrellas y la tierra uno de esos planetas.
Nuestro sistema solar, que es pleyadiano, hace la penúltima orbita con relación a la estrella de Alción. 

2. La entrada del sistema solar a la era de acuario.


Acuario, es una de las doce casas, o eras, en las que está dividida la órbita de nuestro sistema solar, alrededor de la estrella Alción como centro. Cada era dura 2.000 años y nuestro planeta inició su entrada a Acuario el 27 de Julio de 1999.

Las casas de Leo y Acuario son opuestas en su posición y se diferencian de las otras casas en que, los sistemas que los cruzan, como el sistema solar, les corresponde recibir la luz de Alción, cada 12.000 años, siendo un ciclo completo, en el cual el sistema solar vuelve a su sitio de partida, de 24.000 años.

Alción se ubica en el centro de nuestro “barrio cercano”, que es la constelación de Pléyades.

Acuario es una casa de luz y prosperidad para la tierra, pues recibirá durante 2.000 años, la luz de la estrella de Alción, que impregnara al ser humano de energías especiales que le permitirán crecer material y espiritualmente.

(Podemos imaginar una torta, con pedazos de su periferia al centro. Cada tajada es una casa, o era, y Acuario es una de ellas. Sobre esa torta fija gira el sistema solar, donde va el sol y la tierra girando en su alrededor. El pedazo de torta opuesto a Acuario es Leo. Un bombillo fuerte que es Alción brilla en el centro de esa torta en su ancho, y cuando el sistema solar pasa por Acuario o Leo, la tierra recibe esa luz.)

3. El cinturón de fotones.


La estrella de Alción emite una luz de alta vibración electromagnética, en una longitud de 10.000 años luz, que es recibida por sistemas como el solar, a su paso por la casa de Acuario y la casa de Leo.

Durante su paso, de 2.000 años, recibe la mayor exposición a los 1.000 años, cuando empieza a descender su intensidad.

Su posición es perpendicular, 90 grados, con relación al plano de las estrellas.Nuestra tierra entrará al anillo de Alción, formalmente en el año 2023, recibiendo esa carga lumínica a plenitud, efecto que viene en incremento desde el 27 de julio de 1999, que es la fecha más oficial de entrada.

Estas nuevas energías están causando que el sol y sus planetas reciban una vibración diferente, alterando las emisiones electromagnéticas tradicionales.

4. El efecto Schumann.

El físico Alemán W.O. Schumann constató en 1952, que la tierra está rodeada de un campo electromagnético poderoso que se forma entre el suelo y la parte inferior de la ionosfera situada a unos 55 kilómetros, por encima de nosotros.

Ese campo posee una resonancia, más o menos constante del orden de 7,83 pulsaciones por segundo, (Hercios), y así ha estado por siglos, y desde 1980 se ha elevado, hasta 11 Hercios, en la actualidad.

Funciona como si fuera un marcapasos, responsable del equilibrio de la biosfera, condición común de todas las formas de vida.

También se ha comprobado que todos los vertebrados y nuestro cerebro están dotados de esa misma frecuencia de 7,83 hercios. La tierra se comporta como un enorme circuito eléctrico.

La tierra es envuelta por la atmósfera que es un conductor débil, que es alimentado de fuentes de carga permanentemente para sostener unos niveles de electricidad. El receptáculo dentro del cual se retiene esta carga eléctrica, es una cavidad definida entre el suelo de la tierra y el borde interno de la ionosfera, a unos 55 kilómetros encima de nosotros.

La fuente de carga eléctrica dentro de esa cavidad electromagnética de la tierra, son las 1.000 tormentas simultáneas, que se presentan en un momento dado en la tierra.

Las resonancias Schumann son olas casi constantes de ondas electromagnéticas que existen en esa cavidad. Como ondas en un estanque, no están presentes todo el tiempo, sino que necesitan ser excitadas para ser observadas. Si bien Shumann estudió matemáticamente esta constante electromagnética de la tierra, estas realidades ya habían sido observadas por primera vez, por Nikola Tesla, quien predijo, sería la base de la transmisión de energía y de comunicaciones inalámbricas. Estas ondas no son causadas por nada interno en la tierra, su corteza o su centro.Cuando las tormentas aportan regularmente a la cavidad electromagnética, la frecuencia permanece constante. No podemos ser saludables fuera de esa frecuencia biológica natural.

Cuando los astronautas salían a sus viajes espaciales y quedaban fuera de esa frecuencia, se enfermaban y sometidos a un simulador Schumann, recuperaban el equilibrio y la salud. Supuestamente, cambios originados en las tormentas solares a raíz de los cambios magnéticos del sol, originados a su vez, por la pulsación galáctica, son las responsables de los cambios en la frecuencia electromagnética de la tierra, cambio cíclico que ocurre con la pulsación del sol, cada 11 años. Los cambios en el magnetismo de la tierra son los responsables de la desorientación de aves migratorias y ballenas que pierden su rumbo ante los cambios en las líneas magnéticas de la tierra.

Las autoridades aeronáuticas del mundo han tenido que actualizar sus referencias para alinearse al cambiante norte magnético. Hoy sabemos que existe una estrecha relación entre magnetismo y memoria.Al igual que en un computador, los campos magnéticos están sostenidos por una carga eléctrica.

Cuando disminuye o se interrumpe la carga eléctrica, la memoria se pierde.A nivel de nuestra civilización, la pérdida de memoria colectiva implicaría perder el rastro de nuestra civilización, de las artes, de las letras, de nuestra filosofía, cambiaría nuestro nivel de conciencia y despertaríamos en un mundo nuevo, desconocido y por descubrir.

Un somero ejemplo de esto es la realidad vivida por astronautas, donde ellos han relatado que tuvieron experiencias, revelaciones y sentimientos que alteraron su conciencia, y como consecuencia sus vidas cambiaron, donde algunos de ellos no pudieron asimilar lo sucedido y terminaron refugiados en las drogas y el alcohol. La NASA ha pronosticado que estas tormentas electromagnéticas se harán más fuertes entre 2011 y 2012. Según Gregg Braden, en su libro, “ El tiempo Fractal”, el año 2012, marca el final de un ciclo de la Galaxia, de 5.125 años, cuando el anterior ciclo se dio 3.114 años antes de Cristo, y éste se dará el 21 de diciembre, en el solsticio de invierno, en el año 2012, después de Cristo.

Braden sostiene que no hay evidencia cierta de que al final de este ciclo se produzca una inversión de los polos magnéticos, aunque si hay evidencia geológica de que la tierra en el pasado, ha hecho inversión de los polos, en 14 veces, en los últimos 4,5 millones de años. El ser humano posee un cerebro y un estado eléctrico a través de él, donde se interconectan órganos a través de ese sistema eléctrico, que ejecutan funciones y sentidos, dentro de un marco de un trillón de células y un torrente sanguíneo que armoniza todo tu cuerpo.

En nuestro cerebro tenemos una memoria, que está interconectada con un ordenamiento mayor, donde cada ser humano tiene su receptor en un gran banco universal, de donde recibimos pensamientos frescos, de acuerdo a la manera como podamos aislar pensamientos inconclusos y cargas del pasado.

Nuestro cerebro recibirá esa información en la medida en que la ley de la tierra, del amarre, de la carga, logre desocupar y deje entrar la ley del universo. Todos los entes del universo, nuestra galaxia, el sol, la luna, nosotros como seres humanos, hacemos una palpitación cada vez que terminamos un ciclo.

Nosotros lo hacemos cada 60 segundos, que es nuestro ciclo.
Los entes que están más allá de nosotros, como la luna, el sol, la galaxia, también lo hacen, pero de una manera más lenta, que corresponde a un ciclo más amplio en el tiempo, en la medida en que se alejan de nosotros.Los grandes ciclos cubren períodos vastos de tiempo que no son recordados de una civilización a otra.

Cada palpitación, de cada ente, al terminar su ciclo, afecta todo el universo y todos los entes que lo ocupan, y lo afectan en las frecuencias y en los tiempos que invaden el universo.

En general estamos bajo la influencia de los grandes ciclos del tiempo, ciclos dentro de grandes ciclos, en el interior de ciclos. En nuestro tiempo, hemos tenido recientemente una pulsación galáctica, que ha afectado al sol, cambiando su polaridad en su campo magnético.

Esto hace que el sol, al convertir el hidrógeno en helio, produce el viento solar, que a su vez transporta partículas muy cargadas por el espacio, donde algunas de ellas se recogen en la magnetosfera de la tierra y producen estas ondas vibratorias de nuestro planeta.

Las tormentas solares con grandes cargas de energía, estimula el magma del centro de la tierra y altera su equilibrio, produciendo cambios bruscos de temperatura, erupción de volcanes, Tsunamis, terremotos, cambios bruscos en las capas tectónicas y la alteración general de la tierra. En el pasado reciente hemos visto estas manifestaciones, como:- Terremoto en la ciudad de Chistchurch, Nueva Zelanda en Febrero 23 2011- Terremoto y Tsunami en Japón en Marzo 11 2001, – Terremoto en Birmania en Marzo 24, 2011.

 

 



 

 

Me gustaría matizar algunas de las informaciones que se vierten en el post que acabo de publicar, para evitar interpretaciones sesgadas. La tan cacareada Nueva Era es un hecho astronómico producido por la precesión de equinoccios. El punto vernal (punto de entrada del Sol en la primavera- cambia de signo cada 2160 años, propiciando una nueva influencia astrológica en nuestro planeta. Ese periodo de tiempo se le denomina Era zodiacal y doce Eras -25.920 años- es un Año Zodiacal, el tiempo que tarda el Sol, por precesión, en dar la vuelta completa al Zodiaco.


Cuando se estableció el Zodiaco –hacia el 2000 a.C- el punto vernal estaba en el signo de Aries y al comienzo de nuestra era entró en Piscis, por lo que ahora se encuentra en la frontera entre Piscis y Acuario. Cada 2160 años el punto vernal retrocede de un signo a otro, marcando una nueva Era que suele inspirar un nuevo sentido filosófico en el ser humano, nuevos paradigmas en todos los campos del conocimiento. Bajo el imperio del antiguo Egipto, la Era activa fue Tauro y el buey fue un elemento sagrado. Bajo el reinado de los reyes de Elam, Aries fue el signo protagonista y el carnero objeto de adoración. Más tarde, con el nacimiento de Jesucristo, comienza la Era de Piscis y los peces se convierten en el símbolo de la nueva fe.

Ahora estamos en el umbral de la Era de Acuario, aunque técnicamente no se haya establecido aún, millones de personas ya están vibrando con la energía de la Era acuariana, el ser humano comienza a moverse por percepciones nuevas y tiende hacia estados de comprensión más amplios donde el sentido de pertenencia a una mente universal despierta nuevos valores, como solidaridad, altruismo y sobre todo una mayor conciencia social. Lo estamos comprobando a través de las movilizaciones masivas que se están produciendo por todo el planeta. El resultado será un nuevo modelo de sociedad en el que tal vez no quepan los más esenciales valores de la actual.

Acuario es un signo interiorizador (del elemento Aire), ligado a las innovaciones, a los inventos, a las revoluciones en el pensamiento. Es un signo de digestión de la lógica, de búsqueda de nuevos conocimientos, pero ya no basados en la materia, como en la Era de Piscis (Piscis tiene la Casa 3 en Tauro, signo de Tierra), sino en algo capaz de trascenderla, en el contacto con el espíritu (Casa 3 en Aries). Acuario es un signo de orientación grupal, de trabajos colectivos. Siempre se le ha relacionado con la amistad, y el amigo es el que piensa como nosotros, el que es capaz de dárnoslo todo a cambio de nada. Así será la sociedad del futuro. En Acuario el ser humano toma conciencia de su capacidad de co-crear su realidad, de ser sujeto, dejando de ser objeto. Aprende a dominar sus circunstancias en vez de dejarse dominar por ellas, descubre un orden interno que le permitirá comprender el orden externo.

Para quienes están imbuidos de la energía acuariana, la gloria ya no está en la consecución de unas marcas o en la realización de hazañas individuales, sino en el establecimiento de una unidad grupal cuyos objetivos son afines. La ambición personal queda relegada a un segundo plano, y sustituida por un intenso deseo de desarrollo mental y espiritual colectivo. Los nuevos VIPS ya no serán personajes cuyo único mérito reside en sus cuentas bancarias, sino que serán personas con solvencia espiritual, intelectual y humana.

El otro polo del eje es el signo de Leo, el que corresponde a la interiorización del Fuego. Este elemento nos habla de voluntad y consciencia. El fuego es un elemento purificador que al activarse en el ser humano lo deja limpio y sin mácula. Por otra parte, Leo rige la realeza, cuando hayamos conseguido integrar los principales valores del eje Acuario-Leo, tendremos todos los números para convertirnos en superhombres. Son numerosas las escuelas y personas que preconizan el retorno físico de Cristo a la Tierra, pero lo más probable es que su vuelta sea interna e individual, es decir se efectuará en quienes se hayan preparado para el nacimiento crístico. Esto es, para el alumbramiento de un Yo espiritual, de una super consciencia.


Leo también es un signo que se suele asimilar a la creatividad, a la infancia, a los juegos y diversiones en general. Durante el despliegue del eje Leo-Acuario asistiremos pues al renacimiento de la capacidad de co-crear, que significa crear desde la consciencia, de moldear la propia realidad a la carta, pero siguiendo unas pautas, no a tontas y a locas. Una capacidad que dejará de estar al servicio del Yo personal para su mayor gloria, para pasar a la disposición de la colectividad. El ocio ocupará una gran parte de la vida humana, la gente volverá descubrir lo importante que es jugar, reír, divertirse y desdramatizar la existencia.

Pasar de un sistema de valores a otro completamente distinto no es tarea fácil, podríamos comparar el final de una Era con el traslado de un domicilio, con el caos que supone, pertenencias esparcidas por doquier, polvo que sale de debajo de unos muebles que no habíamos movido en años, se encuentran objetos que se creían perdidos, se extravían otros. Hay gritos, empujones, vaivenes y un enorme cansancio hasta que logramos integrarnos al nuevo hogar. Esto es lo que está viviendo la humanidad actualmente. La corriente de la vida nos obliga a abandonar cómodas seguridades detrás de las cuales nos hemos parapetado hasta ahora, hábitos carcomidos por un materialismo y un hedonismo a ultranza, para pasar a lo que el Apóstol Juan llamaría “la otra orilla”.

Es preciso hacerse el firme propósito de echar por la borda todo el lastre pisciano porque el aduanero que nos espera en el umbral del nuevo universo al que nos hemos de trasladar no nos dejará pasar con ese equipaje. Y en esa aduana se están produciendo numerosos atascos porque nada ama tanto el hombre como sus propias sombras. Pero cuando un número suficiente de personas se haya embarcado en la nueva aventura que supone el cambio total de mentalidad y de valores, el resto de la humanidad seguirá y la faz de la Tierra cambiará.

Alcyón representa simbólicamente el gran Sol central, es decir nuestro Yo divino, o Yo cuántico. El mencionados post nos dice que durante los próximos 2000 años, la luz de nuestro Yo divino iluminará la parte acuariana de nuestra psique. Reproduzco a continuación unas palabras de Kabaleb (Interpretación del Apocalipsis, Lección 22) que vienen al caso: “En el 6º Día de la Creación (es decir, cuando alcancemos la conciencia crística, tarea para la que nos podemos empezar a preparar desde ahora mismo), el Yo divino alumbrará el nuevo mundo y ya no necesitaremos intermediarios, los llamados “antorchas” (los maestros y profetas), ni siquiera el mismo Sol porque será el propio Yo iluminado de cada ser quien aporte la luz necesaria al funcionamiento del universo”. 

Dicho de otro modo, seremos soles, puntos de luz irradiando en nuestro entorno, ya no hará falta que la luz venga de fuera. Y ya no necesitaremos espejos porque el espejo lo tendremos incorporado, como el GPS en los coches de última generación.
Bueno, me detengo en este punto, no sea que líe más la troca. A buen entendedor…ya son demasiadas palabras.

 

 


 

 

Ésta es la segunda parte (resumida) del post de Juan Restrepo Mejía, que publiqué hace tres días. Entre paréntesis, mis comentarios.



Cambios en nuestro sistema celular y molecular ante impulsos eléctricos.


Todo ser o entidad vibra con una determinada frecuencia y ésta es la periodicidad en un espacio de tiempo y cada vez que se repite el fenómeno lo llamamos ciclo.

Si la tierra gira alrededor del sol y lo hace cada 24 horas, esa será su frecuencia.

Las computadoras son operadas con corriente de 60 Hercios, que es una medida de ciclos por segundo.

Esto quiere decir que la corriente de la computadora cambia 60 veces de positivo a negativo cada segundo.

El elemento básico que compone todas las cosas, son los átomos. Estos están formados en su núcleo en protones y neutrones, y en su alrededor giran los electrones. Así, los átomos vibran y empujan los átomos vecinos para que también vibren. Los átomos forman moléculas, éstas forman células, éstas forman órganos, sistemas, seres vivientes más complejos, etc. 

A la transmisión de frecuencias se le llama resonancia. En nuestro cuerpo, cada órgano vibra en una frecuencia distinta, aunque la suma de frecuencias da una frecuencia individual.

Cuando en nuestro cuerpo, alguno de los órganos, se sale de su frecuencia, se inician las enfermedades y sería como si nuestro planeta se saliera de su órbita o frecuencia.

Las técnicas vigentes de terapia vibracional consisten en aumentar o disminuir los niveles de vibración de determinados órganos de nuestro cuerpo, para armonizar la frecuencia de todo el organismo, y esto rehabilita y cura nuestro cuerpo. (Esto puede ser muy válido si va acompañado de una toma de conciencia de por qué se ha producido la alteración, sino lo que se practica es la alopatía energética: actuar sobre el síntoma con métodos alternativos).

La tierra vibra en una determinada frecuencia y todo lo que viaja con la tierra está afectado por esta frecuencia. Si la tierra aumentara o disminuyera su frecuencia afectaría los seres que la habitan.

Es inconveniente vivir debajo de líneas de alta tensión, porque estas generan una frecuencia diferente a la frecuencia del ser humano, y nuestras células podrían enfermarse o enloquecerse (o evolucionar más rápido, todo depende de la vibración y nivel de conciencia de las personas afectadas).

Las ondas resonantes, o frecuencia Shumann de la tierra, vibran en la misma frecuencia que las ondas cerebrales de los seres humanos y de todos los mamíferos en general, o sea 7,8 Hertz, ciclos por segundo. Esta es una frecuencia normal biológica, que funciona como un marcapasos y sin ésta la existencia no sería posible. Si la frecuencia de la tierra no fuera la misma que la frecuencia del ser humano, estallaríamos en mil pedazos.

El Doctor Hans Jenny (1904 – 1972) médico y científico suizo estudió las relaciones entre materia y energía y comprobó que el mayor o menor grado de complejidad molecular y evolutiva de un ser, depende de las frecuencias de energía que reciba su cuerpo. Así, una determinada frecuencia vibratoria, producirá en la materia, un diseño particular de patrones biológicos. Si cambia la frecuencia, el cuerpo muta en forma correspondiente. Esto es precisamente lo que está sucediendo con la vida en la tierra, al estar sometido los seres humanos a bombardeos de energía de altísima frecuencia, procedente del Sol central galáctico (que no es más, recordémoslo, que el Yo Superior, el Yo cuántico reclamando atención y mimos).

En la medida en que los entes universales vibren de una manera diferente a nosotros, aparecerá una distorsión que no es sostenible, creando la necesidad imperiosa de acoplarnos a la nueva vibración. Nuestro cuerpo físico está cambiando y se está creando un nuevo cuerpo de luz (tarea a la cual contribuye la Alquimia Genética).

Cambios en la percepción del tiempo.


El tiempo y el espacio enmarcaron el Big-Bang, donde se fueron creando los sistemas galácticos como las Galaxias y las estrellas. El tiempo y su medición son relativos y depende de nuestra ubicación relativa en el universo. Nuestras células han acelerado su pulso para adaptarse al pulso de la tierra, y de la velocidad de ese pulso depende nuestra percepción del tiempo. El tiempo se está acelerando y continuará haciéndolo en la medida en que aumente la frecuencia electromagnética sobre la tierra y sobre los seres humanos.

La llamada frecuencia Schumann, o pulso de la tierra, antes era una constante de 7,8 hercios, ahora ha subido a 12, y continuará elevándose hasta 13. Cuando llegue a ese punto, cruzaremos un umbral donde nos estabilizaremos, a una octava superior de frecuencia, donde iniciaremos una etapa de creación y una realidad diferente. Vivimos un cambio, entre el tiempo lineal que conocemos y el infinito del eterno “ahora”. El primer paso es de caos, porque el modelo anterior debe disolverse, antes de aparecer lo nuevo (los crímenes y catástrofes que están produciéndose con creciente frecuencia son una manifestación de ese caos. Es preciso que toda la agresividad del planeta salga a la superficie para ser liquidada y transmutada).

En el siguiente paso los patrones se reorganizan en un orden más complejo, produciendo seres y organismos más perfectos y elaborados.

Disminución del magnetismo de la tierra, de su rotación y punto cero.


Un fenómeno paralelo al aumento de la frecuencia de la tierra es la disminución acelerada del campo magnético. A medida en que crece la frecuencia electromagnética de la tierra, disminuye el campo magnético responsable de la rotación de la tierra. Esta frecuencia crecerá hasta 13 ciclos por segundo, donde tendremos el punto cero de la rotación de la tierra.

Estos cambios han sido predichos por varias civilizaciones, y suceden cada 13.000 años, la mitad de los 26.000 años, de la precesión de los equinoccios. Esto produce la perdida de la memoria porque el magnetismo es el adherente que atrapa los recuerdos.

Necesitamos apagar, reconfigurar y volver a encender, así, el nacimiento del hombre nuevo se dará en el momento en que el campo magnético de la tierra alcance el punto cero, sólo en esa circunstancia podremos reconfigurar nuestros patrones genéticos y hacerlos aptos para una vida en una dimensión más elevada. (la caída del magnetismo no tiene porqué ser un fenómeno físico, puede ser interno, en el sentido de que es la caída de los apegos, de las identificaciones, de las adherencias, que son las que provocan el karma, eso se está cayendo, nos estamos liberando. Y cuanto más pronto nos enteremos, mejor).

Esta remodelación del ADN produce oleadas de fatiga, dolor e incertidumbre. Puede aparecer un primer período más agudo cuando las frecuencias altas impactan nuestro cuerpo, seguido de un tiempo más suave de asimilación y acomodamiento.
En estos períodos se requiere dormir y descansar más, hasta completar el parto de nuestra tierra, pues nuestro cerebro y sistema nervioso están en reconstrucción.

El proceso que se opera internamente en el ser humano es que cuando se eleva la frecuencia electromagnética que llega a la tierra, se activa y acelera la vibración de nuestras células, y éstas reaccionan irradiando calor hacia los espacios vacíos que las rodean (ésta es la razón por la cual muchas personas están teniendo subidas repentinas de fiebre, y cuando van al médico para determinar su causa, éste no sabe qué contestarles porque no ve nada físico. Pero esas subidas de calor también pueden traducirse en agresividad si la persona no es consciente y no controla su energía, eso explicaría lo que está ocurriendo estos días).

Esta implosión despierta algunos códigos dormidos de nuestro ADN y expande la información nueva hacia los núcleos de otras células, las que también se activan en cadena, así nuestro cuerpo se reconfigura en cadena y producirá una expansión de la conciencia, hacia una vida más sutil y perfecta. Esto llevará al ser humano a superar a una mejor y más eficiente utilización de sus capacidades mentales.