El Secreto de ADÁN
Una apasionante novela que une la activación del ADN con el misterio del sexo alquímico, la Atlántida, la ascensión de la Tierra pronosticada en las Profecías Mayas de 2012, las conspiraciones encubiertas entre el Gobierno Secreto y la Iglesia católica y el descubrimiento del verdadero origen de Adán y Eva.
El trabajo más ambicioso ya completado por Guillermo Ferrara. Un thriller que puede darte una visión de la realidad completamente inesperada.
En sus más de 550 páginas, recorrerás un laberinto de información confidencial, búsquedas y revolucionarios descubrimientos.
Sinopsis
Año 2012. Adán Roussos, un importante sexólogo que vive en Nueva York, recibe el llamado urgente de su gran amigo, el arqueólogo griego Aquiles Vangelis. Éste acaba de descubrir dos importantes pruebas que demostrarían, entre otras cosas, la existencia de la antigua Atlántida. Adán viaja para reunirse con Aquiles en Grecia, pero no llega a verlo. El arqueólogo es secuestrado por miembros que trabajan para el Gobierno Secreto.
Su hija, la geóloga Alexia Vangelis, junto a Adán, desvelarán que detrás de todo aquello está el poder de la Iglesia que buscará que aquel secreto no salga a la luz, ya que podría demostrarse que la teoría del inicio del hombre con Adán y Eva fue una historia que tomaron prestada de los atlantes. El “Adán” inicial simbolizaría las siglas del “ADN” humano que los atlantes potenciaron al máximo abriendo sus doce hebras.
Adán y Alexia buscarán revelar las claves del código genético, con el apremio de saber que la Tierra está a punto de vivir un gran cambio a nivel planetario.
¿Qué sucedería si la humanidad pudiese tener la percepción directa con la conciencia divina a través del sexo?
¿Cuál era el fruto real que Adán no debía comer?
¿Tuvo Jesús relaciones sexuales místicas con María Magdalena, a través de secretas enseñanzas con los Esenios y Gnósticos, y en sus viajes a la India?
Descubre cómo y porqué la Iglesia cristiana y el Gobierno Secreto ocultaron información y buscaron desprogramar el ADN para que sólo se usen dos de sus doce hebras potenciales. De qué manera mutilaron la sexualidad con los conceptos de pecado, culpa y represión para que el individuo no pudiese conectar, su conciencia a la conciencia universal. No les será fácil a Adán y Alexia desvelar al mundo el hallazgo de Aquiles ya que el poderoso cardenal Raúl Tous, conocido como “El Mago” y un equipo especial compuesto por dos policías mas, Eduard Cassas, un infiltrado espía secreto catalán, tratarán de arrebatarles su descubrimiento.
Por otro lado, el líder del Gobierno Secreto, Stewart Washington, tentará al círculo de poder mundial para impedir que la humanidad evolucione.
Pero dos hallazgos arqueológicos en la isla griega de Santorini, permitirán obtener pruebas científicas en Atenas, Londres y Chichén Itzá y revelarán al mundo el secreto metafísico existente entre Adán y Eva, su verdadero origen divino, el uso de la energía sexual alquímica como poder espiritual, destruyendo tanto la teoría de Darwin como la teoría religiosa.
Adán Roussos y Alexia Vangelis descubrirán también que la aplicación de lo que acaban de descubrir unido a importantes tesis científicas como “La teoría de los 100 monos” y “La teoría de Sheldrake”, demostrarían que si una misma idea o energía afecta a una parte de la masa crítica, ésta la asumiría en su totalidad; sólo que ahora sería un salto vital para la evolución de la conciencia humana.
Redescubrirán un secreto que estuvo oculto por más de doce mil años.
En esta novela, profundamente documentada y con datos verídicos, conocerás lo que puede suceder en 2012 y una serie de pruebas, conspiraciones, descubrimientos, claves, conocimientos secretos, teorías científicas, profecías, símbolos, planteamientos filosóficos y espirituales que pondrán a prueba tus creencias y tu entendimiento existencial.
Adán y Alexia tendrán que darse prisa porque las Profecías Mayas indican el 21 de Diciembre de 2012 como el Final del Tiempo para la Humanidad…
El posible cambio del homo sapiens al homo universal.
{slimbox images/El_Secreto_de_Adan_01.jpg,images/El-Secreto-de-Adan_600.jpg,El Secreto de Adán}
Lee el Capítulo O
«Lo que no vemos y lo que hemos olvidado»
Nuestro universo, (aún a riesgo que la palabra “nuestro”, signifique demasiado pretencioso), es un impresionante, bello y desconocido espacio inconmensurable e infinito. Y al decir, infinito, quiero decir que ni aún yendo hacia arriba, abajo, hacia la derecha o hacia la izquierda, encontramos un límite.
El universo es ilimitado.
Nuestro universo alberga miles de millones de estrellas, galaxias, planetas, asteroides, agujeros negros, supernovas…un sinfín de creaciones de múltiples colores y formas. Sin ir muy lejos, navegando por nuestra galaxia Vía Láctea, nos encontraremos que hay doscientos mil millones de estrellas. Para el ojo humano es gigantesco, espacioso, inexplorable. Dimensiones y distancias que se manejan con un parámetro superior, con una conciencia superior.
Nuestra galaxia Vía Láctea, alberga a nuestro Sol, el líder que ilumina a todos los planetas, danzando a su alrededor como un juego exacto y que, a nuestros ojos, el astro rey del sistema solar, es un inmenso foco de energía, luz y calor; pero no es más que una estrella pequeña dentro del universo. Hay estrellas cientos y miles de veces más grande. Y no se trata de comparaciones, sólo es una invitación para que nos situemos brevemente, elastizando nuestra imaginación y nuestra conciencia y abandonemos por un momento la visión limitada.
Pero pequeño o grande, el Sol es la fuente de la vida en Gaia, el Planeta que llamamos Tierra, (a pesar que más de la tercera parte esté compuesto por agua), cuyo término se remonta a la mitología griega donde se llamaba Gea o Gaya para mencionar a la Tierra como la diosa Madre o la Gran Diosa; y es la base de la vida tal y como la conocemos en la tercera dimensión.
Siguiendo simplemente dentro de nuestra galaxia, la cual cuenta en nuestro sistema solar con los planetas Mercurio, Venus, Tierra, Marte, Júpiter, Saturno, Urano, Neptuno, y hasta hace pocos años también a Plutón…(nombres de dioses romanos, recuérdalo); rodeados, como ya dije por doscientos mil millones de estrellas. Pero esta es una galaxia. Hay muchísimas más, incluso hay colisiones de galaxias enteras. Tenemos que saber, sólo para situarnos, que hay 10.000 millones de galaxias como la nuestra…(es necesario masticar lentamente estas cifras ya que no podemos ni imaginar tanto espacio ni tanta creación).
Todo está moviéndose. Todo tiene sus ciclos. Hay choques de meteoritos, hay nacimientos y muertes de estrellas; en el universo pasan muchas cosas que ignoramos y que los astrónomos hacen lo que pueden por averiguar. Estos científicos han descubierto que existen otras constelaciones y planetas a 20, 30 ó 100 millones de años luz de distancia de la Tierra. Hasta el año 2007, se han descubierto recién 270 planetas extrasolares, la mayoría mayores que Júpiter.
Tomemos un respiro con calma.
El Universo, esa inmensidad de “allí afuera”, podríamos pensar; pero, ¿qué sucedería si, de la misma forma que una célula dentro del cuerpo humano no puede ver lo que hay “afuera” del cuerpo (sólo cuando la sangre sale); o, un pez que no puede salir fuera del agua para ver que existen otros mundos y otras realidades, nos sucediese lo mismo a los seres humanos?
Porque un tiburón o un pez cualquiera no puede llegar a saber toda la amplia gama de vida que hay fuera de su hábitat. No sabe nada sobre las palmeras, las montañas, los volcanes…pero, en raras ocasiones, hay casos como el cangrejo, la foca, el cocodrilo o el delfín, ellos sí pueden pasar de un mundo al otro, conocer lo terrenal y lo acuático, pasar casi de una dimensión a otra y, así y todo, un cangrejo nunca conocerá por sus propios medios, el Aconcagua, el Everest, la Acrópolis o las pirámides de Egipto. A nosotros nos puede pasar igual que al cangrejo respecto al universo y a otras formas de vida. Ya que, entre los seres humanos, a lo largo de una dilatada historia (mucho más amplia en el tiempo que el que nos han impuesto y hecho creer), hubo personas como los cangrejos, focas o cocodrilos, que han podido tener “vislumbres” de otras realidades, que han podido estar en un elemento y en otro, lo mismo que para nosotros puede ser pasar de una dimensión tridimensional a otra superior. Estos “hombres cangrejo” pudieron asomar su conciencia a realidades diferentes y ver sólo algunas “palmeras” de la playa cercana.
Estas personas fueron sabios, profetas, videntes.
Por citar unos pocos, por ejemplo fue Demócrito, el sabio griego, quien afirmó con razón que la Vía Láctea se trataba de una gran colección de estrellas, tan distantes que se habían fundido entre ellas. Y que nuestra inmensa galaxia no es más que una isla entre las miles y miles de galaxias (o islas) del universo.
Fue el redescubrimiento de Nicolás Copérnico quien publicó un estudio en 1543, llamado De revolutionibus orbium coelestium, donde exponía la teoría heliocéntrica tomada del astrónomo griego Aristarco de Samos, (siglo III a.C) y que se decidió a publicar en su lecho de muerte para evitar la ira de la Iglesia, al afirmar que los planetas giraban alrededor del sol.
Fueron los Mayas los que predijeron un gran cambio para el año terrestre de 2012 (contando siempre a partir de Jesús, ya que no olvidemos que antes hubo miles de años de vida que normalmente no contamos, o no nos dejaron contar).
Fue Nostradamus el que predijo más de un millar de profecías que se cumplieron, por mencionar sólo unas pocas: el derrumbe de las torres gemelas; la aparición de “Hister”, errando sólo en una letra al apellido del líder nazi; las plagas y guerras que han sucedido en oriente medio, la caída de reyes; incluso menciona que en estos tiempos habría “arañas en el cielo”, ¿se referiría a los constantes vuelos de aviones militares los llamados –chemtralis- que dejan residuos químicos a modo de telaraña en el cielo? Estos químicos nocivos esparcidos diariamente a la luz del día en las grandes capitales (en todas menos en China), para alterar el ánimo, influir en la psiquis, impedir el contacto con el sol a la población y debilitar las defensas inmunológicas de la gente, mediante los aviones de la fuerzas aéreas preparados para ello con el aval de la NOOA, National Oceanic and Atmospheric Administration, de EE.UU. Diariamente puedes ver los trazos y estelas blancas si miras el cielo, o ver los vídeos en you tube.
Y así, la lista de gente con la mirada elevada que predijo cosas es amplia…Edgar Cayce, Helena Blavatsky, Galileo Galilei, Newton, Sócrates, Cristóbal Colón y tantos anónimos visionarios desconocidos. Ellos fueron pioneros, descubrieron cosas que luego, con el tiempo y la pérdida de la ignorancia, se constataron.
Y más contemporáneos, fue Rupert Sheldrake el que descubrió y popularizó la teoría de los campos morfogenéticos: en síntesis, cuando a un porcentaje de la población le entra una misma vibración o idea al inconsciente colectivo, esa especie capta la misma sintonía y evoluciona.
Fue el Dr. Emoto el que descubrió las diferencias que las emociones humanas y las vibraciones generan en el agua y en los líquidos del cuerpo físico.
Y Carl Sagan, el astrofísico que nos deslumbró con sus nuevas formas de ver el universo.
Incluso hubo otros como Buda, Zarathusta, Jesús, Mahoma o Abraham, que hablaron en un lenguaje simbólico que no fue del todo comprendido, sino, en la mayoría de los casos, tergiversado y malinterpretado.
A esta gente como salían del común de la masa crítica, se les llamó locos, se les quemó, se les envenenó y se les mató, ignorando el auténtico mensaje que traían entre líneas para despertar las conciencias. Pero eran seres con una alta capacidad para comunicarse con el universo y con las diferentes formas de vida que hay en él y que no podemos ver.
Por ejemplo, si a Napoleón, o a cualquier rey o persona común de la antigüedad, en su tiempo, alguien le hubiera dicho que se podía grabar y escuchar música dentro de un CD o que los seres humanos se podrían enviar mensajes y comunicar mediante un ordenador o un aparato llamado teléfono, hubiera sido decapitado o tomado por loco.
Los sabios y los profetas se trataron de silenciar y luego, comenzaron a circular mentiras inventadas como si fuesen verdades absolutas. Muchos ejemplos, desde las mentiras más tontas (hoy día los vemos como ejemplos tontos, pero en su tiempo fue casi una ley): “El Sol y los Planetas giran alrededor de la Tierra, y no al revés”; “La Tierra es cuadrada con dos elefantes y tres tortugas sosteniéndola”; “El sexo es pecado y es la tentación del diablo”; “Los judíos y los negros son inferiores”; “Eva sale de una costilla de Adán”, etc, etc. Podemos pensar: “eso ya no existe, es de siglos pasados.”
Pero no.
Lo grave es que las mentiras se fueron perfeccionando y se hicieron más sofisticadas a medida que la masa global de la humanidad fue evolucionando, pero lamentablemente continuaron. Y muchas, circulan hoy día de manera sutil, fueron tomadas peligrosamente como verdades. Una de ellas, es creer que en este universo tan vasto y amplio, la única forma de vida que existe es la de la Tierra. ¡Cuánto espacio desperdiciado entonces! A pesar de tener pruebas de vida de seres de otras dimensiones, sobre todo en el Área 51 de EE.UU, la famosa base militar norteamericana que figura en documentos oficiales de la CIA, situada al sur de Nevada, un área donde se cree que los gobiernos han ocultado pruebas de seres extraterrestres.
Pero hay una cosa cierta: probablemente somos la única forma de vida en la tercera dimensión. Somos como tiburones que no pueden salir fuera del agua para ver que hay más cosas. Cosas que se ven sólo con otros ojos, cambiando la visión. Y justamente este punto es crítico porque el ADN original del ser humano ha sido alterado, manipulado y se le han cerrado las puertas al uso completo de los 64 codones (sólo están 20 activos) como también a las 12 hebras, ya que sólo 2 hebras están activas.
Y hay muchas cosas que por “no tener tiempo” o no investigar, no nos enteramos.
El Gobierno Secreto y la Iglesia, junto al Club Bilderberg, los francmasones y demás organizaciones vinculadas al manejo dogmático de las masas, son los acusados de censurar y vetar información confidencial sobre nuestro verdadero origen divino.
Desde los ocultos hallazgos arqueológicos de más de 12.000 años, hasta los programas de atontamiento existencial (fútbol, play station, programas de TV, vidas de famosos, vuelos químicos, alteración del ADN, manipulación económica, chivos expiatorios, guerras encubiertas, información oculta de seres extraterrestres y tecnología para viajar más allá del tiempo, manipulación sexual y moral, alteración climática adrede, y un sinfín de falsas creencias que impusieron por la fuerza y sin anestesia en el alma de un ser humano dormido, las mentiras continúan.
Es hora de despertar.
Todavía no hemos hecho el cambio de visión, sólo el puñado de personas que hemos llamado “iluminados” han expandido su conciencia quitándole todas las fronteras, para sentirse infinitos como el universo.Nuestra Tierra de 12.756 kilómetros de diámetro, girando a 30 km por segundo alrededor del sol, con una antigüedad de 4.600 millones de años y habitada por 6.500.000 millones y medio de personas, girando en el espacio infinito del universo, va siguiendo determinados ciclos. No nos olvidemos que la palabra “cosmos”, significa, orden.
Mientras nosotros vamos viviendo nuestras vidas, enfrascados en insignificantes problemas, no nos damos cuenta pero nuestro planeta se está moviendo. Y el giro del sol alrededor de la galaxia es de 230 kms por segundo, asimismo nuestra galaxia se mueve por el espacio a 600 kms por segundo. Los astrónomos dicen que este universo es un sitio muy activo, cambiante, violento. Los sabios mayas hacían sus cálculos y profecías observando los cielos. Nosotros creemos que todo está fijo, inmóvil. En realidad, no es todo como lo ven los ojos físicos; si observamos las estrellas aparentemente están quietas arriba de nuestras cabezas, pero no, ¡algunas viajan a 500 millones de kilómetros por hora! ¡Todo está en movimiento!
Vivimos buscando la seguridad en todos los sentidos, pero por ejemplo, la Tierra recibió colisiones de asteroides desde hace miles de años, como el cráter Meteoro en Arizona o los que cayeron en Siberia o en Arabia Saudita. Gracias a Júpiter, por ejemplo, que es como un escudo protector debido a su gran tamaño, ha recibido la mayoría de impactos de los asteroides en su superficie.
En la actualidad, a través de satélites y telescopios como el Hubble podemos ver fotografías e imágenes de un universo que asombra los ojos físicos y conmueve el alma con tanta belleza y magnificencia. Gracias a la NASA hemos conocido algunos cálculos matemáticos con sofisticados aparatos. Asimismo, nos alegramos de dar unos cuantos pasos en libertad sobre la Luna, pero seguimos peleando por territorios y trozos de tierra en este planeta. Pero, ¿cómo hicieron las civilizaciones antiguas, sin estas tecnologías, para conocer tantas cosas, hoy día comprobables con exactitud; para descubrir los misterios, profecías, cálculos matemáticos, astronómicos y científicos, incluso nuestra posición dentro del cosmos?
Una civilización que tuvo seres humanos iluminados, sabios y científicos fueron los mayas. Ellos han dicho que este universo es un ser vivo. Y que de la misma manera que un cuerpo humano tiene su proceso de inhalar y exhalar a través del movimiento de los pulmones, y el dístole y el diástole del corazón; así, el universo tiene ciclos, que podríamos llamar, respiratorios. Ellos predijeron con exactitud matemática muchas cosas, entre otras que estamos a punto de entrar, con nuestra galaxia, en una nueva etapa de luz y armonía, “el día galáctico”, saliendo de la “noche galáctica”, un período de más de 5.125 años, donde hubo problemas, conflictos, guerras y confusión. Es el momento que se suspende momentáneamente una inhalación para dar paso a una exhalación.
Los científicos en cambio, hablan del Big Bang y del Big Crunch. La expansión del universo y luego su contracción. El Yin y el Yang, la entropía y la entalpía, lo Femenino y lo Masculino.
Los mayas, hace siglos atrás, dejaron importantes conocimientos y profecías, pero la mayoría no ha escuchado y otros 38.000 códices fueron quemados por la Iglesia cristiana y a manos de Diego de Landa. Tampoco se le siguió prestando atención a los egipcios antiguos, a la enseñanza Atlante o a los indios de Australia o de América.
La primera profecía maya predijo que llegaría el “tiempo del no-tiempo”, un periodo de 20 años llamados por ellos un katum, los últimos 20 años de ese gran ciclo solar de 5.125 años, es decir desde 1992 hasta el año 2012. Los mayas profetizaron que hasta ese tiempo manchas del viento solar cada vez más intensas aparecerían en el sol, desde 1.992 la humanidad entraría en un último periodo de grandes aprendizajes, grandes cambios.
La segunda profecía predijo que el comportamiento de toda la humanidad cambiaría rápidamente luego del eclipse de sol del 11 de agosto de 1999, dijeron que ese día se vería como un anillo de fuego que se recortaba contra el cielo; fue un eclipse sin precedentes en la historia, por la alineación en cruz cósmica con el centro en la tierra. Casi todos los planetas del sistema solar, se posicionaron en los cuatro signos del zodiaco, Leo, Tauro, Escorpio y Acuario, coincidiendo con los signos de los cuatro evangelistas de la Biblia, los cuatro custodios del trono que protagonizan el Apocalipsis- del griego Apokálypsis, que significa “lo que se revela”, mal comprendido como destrucción. Los mayas predijeron que en 1999 comenzaría una etapa de cambios rápidos necesarios para renovar los procesos ideológicos sociales y humanos.
La tercera profecía maya dijo que una ola de calor aumentaría la temperatura de la tierra, generando cambios climáticos geológicos y sociales en una escala sin precedentes, y a una velocidad vertiginosa. Los mayas dijeron que el aumento de la temperatura se daría por la combinación de varios factores, uno de ellos generados por el hombre que en su falta de sincronía con la naturaleza sólo puede producir procesos de autodestrucción. Además otros factores serán generados por el sol que al acelerar su actividad por el aumento de su vibración produce más radiación, aumentando la temperatura del planeta.
La cuarta profecía pronosticó que el aumento de temperatura causado por la conducta anti ecológica del hombre y una mayor actividad del sol provocaría un derretimiento de hielo en los polos. Si el sol aumenta sus niveles de actividad por encima de lo normal habría una mayor producción de viento solar, más erupciones masivas desde la corona del sol, un aumento de la irradiación y un incremento en la temperatura del planeta. Ellos dejaron registrado en el códice Dresde que cada 117 giros de Venus marcados cada vez que aparece en el mismo sitio en el cielo, el sol sufre fuertes alteraciones, aparecen enormes manchas o erupciones de viento solar. Advirtieron que cada 1.872.000 kines o 5.125 años se producen alteraciones aún mayores y que cuando esto ocurre el hombre debe estar alerta, es el presagio de cambios y destrucción. (los científicos actuales prevén las llamadas máximas solares o eyecciones de masa coronal CME, para 2011-2012)
La quinta profecía maya dijo que todos los sistemas basados en el miedo, sobre la que está fundamentada nuestra civilización, se transformarán simultáneamente con el planeta y el hombre, para dar paso a una nueva realidad de armonía. El hombre ha pensado equivocadamente que el universo existe sólo para él, que la humanidad es la única expresión de vida inteligente, y por eso actúa como un depredador de todo lo que existe. Los sistemas fallarán para enfrentar al hombre consigo mismo y hacerlo ver la necesidad de reorganizar la sociedad y continuar en el camino de la evolución espiritual que nos llevará a comprender la creación. En estos momentos prácticamente todas las economías del mundo están en crisis. El hombre deberá entrar al “gran salón de los espejos” para verse su propio rostro.
La sexta profecía maya dice que en los próximos años aparecerá un cometa cuya trayectoria pondrá en peligro la existencia misma del hombre. Los mayas veían a los cometas como agentes de cambio que venían a poner en movimiento el equilibrio existente para que ciertas estructuras se transformasen permitiendo la evolución de la conciencia colectiva.
La séptima profecía maya nos habla del momento que el sistema solar en su giro cíclico sale de la noche galáctica para entrar al amanecer de la galaxia. Esta profecía vaticina que los 13 años que van desde 1999 al 2012, la luz emitida desde el centro de la galaxia sincronizará a todos los seres vivos y les permitirá acceder voluntariamente a una transformación interna que produce nuevas realidades. Menciona que todos los seres humanos tendrán la oportunidad de cambiar y romper sus bloqueos, recibiendo un nuevo sentido, la comunicación a través del pensamiento, los hombres que voluntariamente encuentren su estado de paz interior, elevando su energía vital llevando su frecuencia de vibración interior del miedo hacia el amor, podrán captar y expresarse a través del pensamiento y con el florecerá el nuevo sentido.
La energía adicional del rayo trasmitido por Hunab-Kú, considerado por los mayas como el centro consciente de la galaxia Vía Láctea, a unos 28 mil años luz de nuestro sistema solar y, desde dicho centro-conciencia superior se activará el código genético, nuestro ADN, para revelar el origen divino en los hombres y mujeres que estén en una frecuencia de vibración alta. Este sentido interno ampliara la conciencia de todos los seres, generando una nueva realidad individual, colectiva y universal, una de las trasformaciones más grandes sucederían a nivel planetario, pues todos los seres conectados entre sí como una unidad, un todo, daría nacimiento a un nuevo ser en el universo. La reintegración de las conciencias individuales de millones de seres humanos despertará una nueva conciencia en la que todos comprenderíamos que somos parte de un mismo organismo gigantesco. Además predijeron que despertaría la capacidad de leer el pensamiento entre los seres y revolucionaría totalmente la civilización, desaparecerían todos los límites, terminará la mentira para siempre porque nadie podrá ocultar nada, y comenzaría una época de trasparencia y de luz que no podrá ser opacada por ninguna violencia o emoción negativa. También anunciaron que desaparecerán las leyes y los controles externos como la policía y el ejército, pues cada ser se haría responsable de sus actos y no habría que implementar ningún derecho o deber por la fuerza. Se implementarían tecnologías para manejar la luz y la energía (como los antiguos atlantes) y con ellas se transformaría la materia, produciendo de manera sencilla todo lo necesario. Por ello, se daría una eliminación del miedo, y se eliminarían las enfermedades, al vibrar con otra energía y así se prolongaría la vida de los hombres. La nueva era sería un comienzo de vida luminosa y armónica con las leyes del universo.
La humanidad actual, en su estado de homo sapiens, progresó tecnológicamente pero involucionó en su conciencia, (aunque lo de tecnológicamente es discutible si creemos que los egipcios gobernaban la antigravedad…)
El común de la gente de nuestra civilización ha perdido la conexión que los antiguos tenía con La Fuente, el Origen, el Todo. No se ha comprendido con profundidad la magnitud que tales civilizaciones tuvieron. Creemos que eran bárbaros, paganos, incultos porque adoraban al Sol y a las estrellas…
Ahora nos sentimos solos, aislados. Estamos juntos, conectados, comunicados; pero solos. ¿Nos sentimos solos porque hemos perdido el contacto con La Fuente que los antiguos veneraban? Hemos perdido el contacto consciente con el Sol como un ser vivo, a cambio de querer de él que sólo nos deje la piel morena.
Alejados de nuestro ser interior y del lenguaje de los cielos, estamos viviendo en una especie de intemperie metafísica.
Curiosamente, la etimología de las palabras, (de la que se aprenden muchas cosas) nos regala un juego de fonética en castellano con la palabra “soledad”; ya que si le invertimos el orden nos queda “edad del sol”, que significa ni más ni menos, momento de luz, intimidad, claridad con uno mismo y con todo lo que nos rodea.
Poca gente conoce esa soledad rica, que nutre, que conecta con La Fuente de la vida.
La física cuántica está haciendo descubrimientos y experimentos respecto a la realidad dependiendo de cómo la veamos.
Es un momento donde se aproximan grandes cambios.
Hagamos un juego: imaginemos que somos una hormiga y que vemos el proceso del tubo digestivo y del estómago humano. Ampliando la perspectiva, es como si nosotros viésemos los movimientos de los planetas, las nubes de gas, el nacimiento de nuevas estrellas, el universo alimentándose y desechando materia a través de las supernovas. Nos podemos preguntar, ¿Y si estuviésemos dentro de un gran cuerpo vivo y las estrellas del universo fueran lo mismo que las células lo son en nuestro cuerpo? ¿Y si los planetas representasen para el universo, lo que son las glándulas endocrinas en nuestro cuerpo? ¿Y si estuviésemos dentro de un gigantesco cuerpo vivo albergando un inmenso potencial a desarrollar como si fuésemos como indica la parábola de Jesús, semillas de mostaza?
Nuestro mayor valor para descubrir todos los misterios es la conciencia.
Ya se ha comprobado científicamente que, de la misma forma que la esencia de una célula de nuestro cuerpo humano es la luz, nuestra conciencia está compuesta de energía y luz, es lo único infinito que poseemos, la conciencia. Y también se ha comprobado científicamente a través de la cámara Kirlian, que el miedo hace bajar la luz personal y la energía vital.
Son tiempos de confusión, de miedo, de incertidumbre. Los orientales lo llaman la Era de la oscuridad, la Era de Kali. No tienes que ir muy lejos para comprobarlo, basta leer los periódicos o ver las noticias o los rostros de la mayoría de las personas. Vivimos hipnotizados, adoctrinados, dormidos. La visión no está ni hacia arriba, hacia el universo; ni hacia adentro, hacia nosotros mismos. La visión está puesta en la supervivencia, o en el futuro, o en la vanidad, o en la ambición, o en la nada…
Nuestra visión está nublada. Hemos perdido u olvidado conocimientos importantes. Ni que hablar de lo más básico, poca gente sabe por ejemplo, cosas de su propio cuerpo, ¿cuántas vértebras tiene? ¿Cuántos litros de sangre? ¿Cuántas veces respiramos por minuto? ¿Cuántos espermatozoides salen en una eyaculación? ¿Cómo es nuestro mundo emocional?
Los griegos antiguos, en el Templo de Apolo en Delfos, grabaron en la piedra: “Hombre, conócete a ti mismo y conocerás al Universo y a los dioses.”
Hay más cosas que las que nuestra razón y entendimiento limitado comprende. El “Eureka” de Arkímedes no vino por la razón, sino por la intuición, por el sentido interno.
Muchas cosas escapan a las limitaciones humanas. Sólo hemos podido tener noticias de dimensiones elevadas, cuando salía un ser humano que se destacaba de la muchedumbre para anunciar nuevos descubrimientos o predecir acontecimientos, pero se le trató de silenciar por todos los medios. La gente que tenía el poder en este planeta, siempre trató que el hombre mirase hacia el suelo.
La mirada de la hormiga.
Claro, una visión limitada genera personas fáciles de dominar.
Pero, cuando alguien desarrollaba la mirada del águila, podía ver, a través de su vuelo más alto, que por la vida había paisajes que los comunes mortales ignoraban.
2012. Este es el año terrestre en que las Profecías Mayas dicen que la humanidad está a punto de ensayar la mirada del águila, del mismo modo que los egipcios hablaban del ojo de Horus, la expansión de la conciencia; coincidente con los indios Hopi, con los yoguis de India, todos mencionan que necesitamos ver con el ojo interior y su poder para comprender que eso que llamamos universo y que parece tan distante y ajeno, en realidad, está en la palma de la mano y responde a una única Unidad.
Un proverbio dice que la vida del hombre es una línea entre dos puntos: un pasado que no recordamos y un futuro que no sabemos cómo será.
21 de Diciembre de 2012, sólo una parte de la humanidad -quien expanda su visión interior y su capacidad de atravesar el gran portal dimensional-, tendrá la posibilidad de conocer su origen y volver a mirar desde su interior hacia las estrellas…
©Guillermo Ferrara
El Secreto de Adán