Proyecto de prospección por georradar en la zona del Canal de las Madres, Punta Umbría (Huelva)

Hipótesis. Posibilidad de hallar restos de origen antrópico en la zona del Canal de las Madres en Punta Umbría (Huelva) en el paraje conocido como “La Peguera”.   

 

       

 

Juan Jose Rodriguez Sanchez <juan.jose.rodriguez.sanchez@gmail.com>

 

La hipótesis planteada por el profesor jubilado D. Manuel Riquelme Castaño, consiste en determinar si existen estos restos a una profundidad de más de 6 metros en esta zona. Estos asentamientos serían de época anterior a la fenicia.

Esta hipótesis estaría en consonancia con otras que en la actualidad están siendo contrastadas por investigadores del CSIC en el coto de Doñana desde el año 2005, la hipótesis Wickboldt – Khune viene siendo desde el citado año el centro de investigación de estos investigadores encabezados por Sebastián Celestino Pérez.

Estado actual de la cuestión

La apertura por parte de los investigadores antes citados de la posibilidad de que la estructura geomorfológica actual de la costa de la zona Suroeste de la península haya sido fruto de episodios violentos asociados con crisis tectónicas entre la placa Euroasiática y la Africana, ya sean terremotos o tsunamis asociados a los mismos, además de la dinámica fluvio- marina en la que se produjera el arrastre de sedimentos hace posible el que se puedan plantear estas hipótesis.

En la actualidad y gracias a los estudios de estos investigadores A. Rodriguez Ramirez y C.M Yañez Camacho y el análisis de muestras tomadas en el coto de Doñana se ha llegado a la conclusión de que varios episodios de tsunamis debieron tener lugar en el pasado, uno de ellos entre los milenios III y II a.n.e.

Si bien el tiempo en el que pudo ocurrir este acontecimiento es imposible de determinar con total exactitud (se tendría que datar en base a pruebas palinológicas y sedimentológicas) sí que existe la certeza de que ocurrió; periódicamente este tipo de eventos han tenido lugar, incluso en tiempos históricos.

En tiempos históricos son varios los tsunamis que han afectado la costa andaluza, en concreto el tsunami de 1755 que provocó la destrucción de Lisboa, afectó a esta zona especialmente, como quedó reflejado en el informe que redactó la Real Academia de la Historia en el año siguiente al suceso. De los datos de este informe se desprende que hubo cambios en la topografía costera; estos tuvieron que ser importantes, con modificaciones en los estuarios, playas y fondos marinos.

Es más, en la actualidad se dio especial importancia a esta posibilidad, en el marco de la jornada temática acerca de los fondos comunitarios 2007- 2013 : desarrollo sostenible y medio ambiente, que tuvo lugar en Sevilla el 10 de Marzo de 2005. El por entonces secretario General de Territorio y Biodiversidad del Ministerio de Medio Ambiente , Antonio Serrano, afirmó basándose en un documento del departamento andaluz de obras públicas, que reconocía un “riesgo cierto” de tsunamis en la zona occidental del litoral andaluz; esto es debido a las características de la costa, presentando unas cotas de elevación bajas.

 

En particular se señalaba que las zonas más afectadas dentro de este arco serían serían la barra de Isla Canela y Punta del Moral, la barra de Isla Cristina y las urbanizaciones de Lepe e Isla Cristina así como Punta Umbría. En general, afectaría a la casi totalidad de las áreas situadas a menos de cuatro o cinco metros sobre el nivel del mar.

 

De hecho, toma especial relevancia el terremoto acontecido el pasado 17 de Diciembre con epicentro en el Atlántico; queda de manifiesto que la zona es sísmicamente activa  debido muy probablemente a la citada fricción entre la placa Euroasiática y la placa Africana

 

Los estudios de A. Rodriguez Ramirez y C.M Yañez Camacho  entre otros han servido de una forma decisiva para poder cambiar la teoría imperante desde los años 30, presentada por Gavala y Laborde. Como bien señalan en los resultados de la investigación del año 2008 de la Estación biológica de Doñana, “la conformación actual de la zona litoral del SO español es debida al efecto geomorfológico de fuertes fluctuaciones climáticas de menor duración y violentas crisis tectónicas periódicas en toda la zona del SO peninsular, que está próxima al principal sector de fricción occidental entre la Placa Africana y la Euroasiática. Tanto las fluctuaciones climáticas como las crisis tectónicas debieron de producir alteraciones en el nivel del mar y en la línea del litoral desde el máximo de la llamada “Transgresión Flandriense” (6.500 BP según C. Zazo et al., en “Holocene Sequence of Sea-Level Fluctuations In Relation to Climactic Trends in the Atlantic-Mediterranean Linkage Coast”, J. Coast. Res. Vol. 10, 1994) hasta el presente. Esta mayor complejidad de factores naturales actuantes en el paisaje de la zona hace que una hipótesis como la de Wickboldt y Kühne ya no pueda descartarse por principio atendiendo a razones geomorfológicas.”

 

Es esa hipótesis de Wickboldt – Khune la que ha llevado a Sebastian Celestino entre otros a centrar sus investigaciones en el Coto de Doñana. Según esta hipótesis presentada por estos dos alemanes en el año 2004, parece ser que se podían distinguir mediante fotos satelitales lo que parecían ser formaciones, posiblemente antrópicas en el entorno de Doñana, de antigüedad mayor a la aceptada en la actualidad.

 

La morfología de la costa, se sabe que es sometida a una gran dinamicidad, según estos resultados de la Estación Biológica de Doñana. Esto es  debido a la gran disponibilidad de sedimentos unida a episodios erosivos de gran intensidad, causados “bien por tsunamis o por períodos de cambio climático o incluso por alguna subsidencia del terreno”.

 

Es por tanto harto complejo encontrar restos de épocas muy anteriores debido a estos episodios, que han de estar enterrados bajo diferentes capas debidos a los diferentes momentos de colmatación y degradación.

 

Cabe señalar que estos investigadores hacen una especial referencia a una zona cercana donde se pretende realizar la prospección, poniéndolo como ejemplo de que allí existen “restos arqueológicos notables correspondientes a diversos momentos culturales, desde época prerromana hasta la de Al-Andalus”; hablan de los pequeños cordones arenosos de Isla Saltés, en el Tinto – Odiel”

 

Continuando con la investigación realizada en la zona de Doñana, más pruebas realizadas apuntan en la dirección de estos episodios violentos; son los diferentes sondeos geofísicos realizados en la zona indican anomalías sensibles del subsuelo, así como el estudio palinológico realizado en la misma en la cual se encuentran pruebas del desarrollo de cerealicultura de una antigüedad estimada en unos 6500 años. Estos hablan de varios episodios erosivos, uno de ellos entre el III al II milenio A.c., con una sedimentación entre los 4,25 y los 7,25 mts.

 

Debido a que los episodios ocurridos en Doñana también lo tuvieron en la zona de Punta Umbría es perfectamente trasladable el estudio realizado en la zona de Doñana. Estos investigadores hablan al menos de tres episodios erosivos tras el máximo de la trasgresión Flandriense, por lo que en época más remota la lógica nos indica que estos fenómenos debieron tener también lugar.

 

Según los estudios realizados por estos científicos, la transgresión flandriense debió afectar a todos estos parajes de una forma tal que la actual zona de costa debió de quedar inundada, previamente en el periodo de la última glaciación. La paleocosta debía de estar ubicada a una altura mucho menor, por lo que hace plausible la hipótesis de Manuel Riquelme.

 

Posible contraste de la misma

 

Este ingeniero de Minas retirado, ha dedicado más de cuarenta años a la enseñanza en la Universidad de Huelva; mediante su método biofísico ha descubierto y cartografiado entre otros muchos hallazgos, las industrias de salazones romanas y tartéssicas de Lepe, Punta Umbría y Villamarique de la Condesa

 

Según su hipótesis los restos de origen antrópico deberían de estar ubicados a unos 8 metros bajo la superficie, estos deberían de ser analizados mediante un estudio por georradar de la zona, limitada por un perímetro a determinar por el propio profesor.

 

La composición del terreno según la cartografía presentada por el Instituto Geológico Nacional está en la frontera entre una composición de limos y arenas con otra de arenas, todas ellas de formación en el cuaternario, muy probablemente en el Holoceno, debido a episodios violentos de modificación del terreno.

 

En cualquier caso estos estudios geofísicos, de ser positivos, deberían ser  complementados con catas mecánicas sobre las que se realizarían otros estudios palinológicos en los cuales se fijaran fechas mediante la composición de los pólenes que existan en esas muestras. Según los datos de la cartografía satélite la altitud sobre el nivel del mar no es mayor de 10 a 15 metros. Los restos que se pretenden buscar y a esa profundidad podrían aclarar la polémica acerca del tiempo en el que los asentamientos en esa zona pudieran haber tenido lugar.

 

Si bien el estudio preliminar podría ser mediante georradar, en el caso de que fuera positiva la cata radiológica, se podría efectuar una mecánica que confirmara los presumibles hallazgos.

 

Esto, unido a las recientes teorías de la Dra. Ana M ª Vazquez Hoys en las cuales retrasa la aparición de la escritura en la zona SO de la Península Ibérica 2000 años antes de lo que se suponía, hace pensar que pudo existir algún tipo de asentamiento en estos lugares en épocas más remotas que las actualmente establecidas.

El conocimiento científico, “por oposición a la sabiduría revelada, es esencialmente falible, esto es susceptible de ser parcial o totalmente refutado” (BUNGE 1981). Resulta imposible establecer reglas de oro que nos conduzcan directamente a verdades finales. La verificación de este hecho nos hace hablar de “provisionalidad para siempre” del conocimiento científico (POPPER 1976), según Kart Popper el crecimiento de la ciencia se da a través de conjeturas y refutaciones.

 

Bibliografía:

Fundamentos de Metodología Científica 1988 Emilio López-Barajas Zayas Publicaciones UNED

Las golondrinas de Tartessos 2008 Ana Maria Vazquez Hoys Editorial Almuzara

Resultados de la investigación en el espacio natural de doñana 2008 Oficina de Coordinación de la investigación Estación biológica de doñana

Resultados de la investigación en el espacio natural de doñana 2007 Oficina de Coordinación de la investigación Estación biológica de doñana

Resultados de la investigación en el espacio natural de doñana 2006 Oficina de Coordinación de la investigación Estación biológica de doñana

Prospección biofísica aplicada a la arqueología Manuel Riquelme Castaño 2006

Cartografía del Instituto Geográfico Nacional – Mapa Geológico de Huelva – Los Caños